Mundo Shinobi - PGM - 200

Cuando Kain manejaba y veía lo que hacían sus serpientes de agua era un poco cansador para su cerebro ya que implicaba recibir demasiadas imágenes y saber interpretarlas. Después de todo, no es lo mismo ver las cosas desde 1,5 mts que a ras de suelo. Sin embargo, todo escalo a un nuevo nivel cuando conecto su mente a la del millar de arañas que habían creado las arañas gigantes. El shock fue tan fuerte que él tuvo que apoyarse en un árbol y sentarse en el suelo, prácticamente desconectando su mente de su cuerpo.

Kain dentro de su mente se sintió como si estuviera dentro de una enorme esfera llena de cristales que trasmitían millones de imágenes en simultaneo. Poco a poco fue retomando el control de su mente y volvió a reconectarlo con su cuerpo. Kain se sentó en posición de loto mientras se apoyaba en el árbol y medito. De esa manera, pudo tomar control de las imágenes, su mente y su cuerpo, sin volverse loco en el proceso. Entonces fue ordenando los cristales, separándolos por panoramas distribuidos en imágenes generales que estaban conectadas. De esa manera, pudo ver la imagen de sus tres objetivos principales.

Primero, la fortaleza con murallas de tierra en el bosque norte, donde estaba el campamento de Iwagakure. Segundo, la capital de la nación del Hierro, con sus grandes murallas y sus extensas calles casi deshabitadas. Por último, el campamento de Konoha que había sido evacuado por completo bajo orden de Kain. Solo serían un estorbo. Kain reconocía que hacer equipo era importante y a veces casi fundamental si querías obtener algo. Los negocios funcionan así. Sin embargo, le parecía ridículo que una persona se volviera inútil cuando estaba solo, sin los compañeros que lo centraban.

Kento Nara era esto último, que siendo asignado a una misión suicida con shinobis de los clanes sin importancia dentro de Konoha, les dijo a sus compañeros (Yamanaka y Akimichi) que le dejaran el trabajo a él mientras ellos realizaban otras tareas. No obstante, Kento se volvió perezoso, se le escaparon puntos importantes de la negociación, no supo conducir su postura y lo arruino todo. Ahora temía por las represalias de Tobirama y como este error afectaría a la alianza Ino-Shika-Cho. Por supuesto, la recompensa hubiera sido generosa, pero, por otro lado, el castigo estaba al mismo nivel. Así que por eso y muchas otras cosas más, Kain envió de regreso a Kento a Konoha junto con los otros shinobis, solo serían una piedra de tropiezo, sin considerar lo débiles que eran. Kento podía haber sido de utilidad con las habilidades de sombra de su clan, pero en un estado perturbado y lejos de su centro, no era de ninguna utilidad.

Volviendo a Kain, vio el panorama general de los tres objetivos y miró más de cerca cada localización. Los shinobis de Iwa estaban tranquilos, pero un grupo de cien de ellos estaban separados y muy cerca del campamento de Konoha. Kain sonrió al ver lo ansiosos que estaban por atacar. Mu podría haberle sugerido algo a Kain, pero ante sus ojos no era mejor que Tobirama. Ambos shinobis de la era pasada venían llenos de engaños, tramas ocultas y trampas. Lo mejor que pudo hacer Kain fue decirle a Kento que se retirara.

Kain se movió a otro espejo que mostraba un bosque a cinco kilómetros de aquí y vio como Kento guiaba a los shinobis con dirección a Konoha. Debían seguir ese camino, pero, de todos modos, Kain concentro su mente en enviar un mensaje a la araña gigante a cargo de esa región. Si Kento volvía solo o con los shinobis, para ayudar, atacarlo por la espalda o cualquier otra brillante idea, la araña debía disuadirlo a base de explosiones. Hubiera sido interesante ver la cara de susto de Kento, pero para ese momento Kain iba a estar muy ocupado.

Después de mirar a Kento y los shinobis de Konoha, Kain se movió a otro espejo con la imagen de una hermosa mujer de cabello oscuro y una niña de cabello rojo durmiendo en una habitación. Kain frunció el ceño, porque no conocía a la niña, pero si su madre la acepto, debe haber sido por algo. Después de todo, Naoko no podía ver, pero sus otros sentidos estaban bien desarrollados.

Kain se pasó a otro espejo y vio a Mu desde un ángulo elevado, como si estuviera en una esquina superior. Mu estaba con Onoki y otros shinobis en la carpa que funcionaba como centro de mando. Gracias a los vendajes que le cubrían la cara, Kain no podía leer sus labios. Al mismo tiempo, el resto de los shinobis solo asentían a lo que él decía, pero no argumentaban nada. Así que Kain no tenía como saber lo que estaban tramando, pero algo era claro. Ellos planeaban atacar este campamento mientras Kain fuera a ver lo que Mu le podía ofrecer.

Kain sonrió pensando en la sorpresa que se llevarían una vez que se adentraran en el campamento de Konoha. Dentro de cada carpa había espesas telarañas echas con seda explosiva, una vez que empiecen a revisar, solo verán el fuego arder delante de sus ojos.

No obstante, más importante que matar a los shinobis de Iwa, era dejar condicionada y débil a la villa completa. Y eso solo lo podía lograr teniendo una disputa de poderes entre el primer tsuchikage y el segundo tsuchikage. Si ambos poderes se contradecían, en conjunto con la voluntad del daimio, todos dudarían de la aldea y nadie les daría trabajo. Sin contar, que una vez que acabe la guerra, el daimio del país de la Tierra tomaría venganza de la villa por pasar a llevar su confianza y exigiría una rebaja en las tarifas. Eso significarían menos ingresos para Iwagakure y un debilitamiento económico. Mu ya no podría plantearse un ataque a gran escala y si quería ir a la guerra de nuevo, tendría que pensarlo varias veces.

Kain tomo una profunda respiración y poco a poco se fue desvaneciendo de la esfera de espejos dentro de su mente hasta salir por completo y abrir los ojos en el mundo físico. Todo estaba oscuro dentro del campamento, solo quedaban algunas antorchas puestas para demostrar que había vida. Kain movió sus manos hacia los lados, toco el pasto, sintió los punzantes filamentos y respiro profundamente el aire fresco. Conectar su mente a la visión de todas esas arañas fue una gran experiencia, cansadora, pero en cierto sentido se sintió como un dios omnisciente. Era como si lo pudiera ver todo y a todos, sin que nada escapara a su conocimiento.

Kain llevo sus manos al tronco del árbol, se apoyó y comenzó a ponerse de pie. Sus piernas tambaleaban y su cuerpo se sentía débil como si hubiera ocupado todo su chakra de golpe. No obstante, su chakra estaba ahí y su cuerpo estaba intacto. Era su mente la que se había debilitado por la sobre exposición a tantas imágenes de un solo golpe. Kain comenzó a realizar los sellos de forma torpe y lenta; tigre, carnero y serpiente. Después de eso llevo sus manos temblorosas al suelo y con cierta torpeza las apoyo. Ni siquiera pudo pronunciar el nombre del jutsu, pero valía mientras él pudiera canalizar el chakra de tierra y agua, modificado por la frecuencia correcta de la energía del alma que le recordaba a su tío.

Kain soltó un suspiro como si hubiera hecho un enorme esfuerzo, su cuerpo se tambaleo, cayó de espaldas y se dio contra el tronco del árbol. Sus piernas comenzaron a ceder y volvió a quedar sentado. No obstante, su jutsu funciono y empezó a crecer un brote de árbol desde el suelo húmedo. Poco a poco el brote comenzó a crecer en estatura mientras le salían pequeñas ramas y hojas verdes. Una vez que el brote se convirtió en un árbol y alcanzó el metro de altura. Se lleno de hojas hasta volverse frondoso y de sus ramas más gruesas, nacieron dos manzanas rojas y saludables.

Kain se empujó hacia adelante con dificultad quedando arrodillado y extendió su mano para agarrar una manzana. Una vez que la tomo, se dejó caer de espaldas y se dio de golpe contra el tronco. Le dolió, pero su cuerpo apenas si le respondía. Entonces comenzó a comer la manzana y a sentir su mente más fresca y en control. Comió la manzana como si llevara varios días sin comer y una vez que la termino, con un cuerpo más en control, fue por la segunda manzana.

Una vez que termino la segunda manzana, el pequeño árbol que parecía tan lleno de vida se comenzó a marchitar hasta desmoronarse como si fuera de arena.

No obstante, lo importante es que Kain había recuperado su movilidad y se miraba las manos en este momento. Nunca pensó que sincronizar su mente con la de las pequeñas arañas lo llevaría a un estado de completa indefensión. Si Mu, Kento o cualquier otro lo hubieran encontrado tan débil, le hubieran podido sacar los ojos sin que él hubiera podido hacer algo. Ni siquiera hubiera sido necesario drogarlo o amarrarlo. Debía tener cuidado, mucho cuidado. Por otro lado, gracias a esta experiencia, entendió que los ojos mágicos no eran tan increíbles como lo pensaba la mayoría de la gente. Tenían una capacidad extraordinaria, pero su alcance era limitado. Incluso los Hyuga que se jactaban del su alcance y rango de visión, no lo podían ver todo al mismo tiempo. Cuando Kain compartió su sharingan con Kazuhiko y viceversa, aprendió que los Hyuga podían ver claramente a la distancia, pero que, gracias a eso, perdían la visión de lo que pasaba a su alrededor. Al mismo tiempo, cuando mantenían su visión de 360° a su alrededor, se veían limitados por un cierto rango y no podían ver a la distancia.

Kain negó con la cabeza, algo mareado por la experiencia y por pensar tantas cosas. No obstante, levantó su rostro y vio el cielo nocturno estrellado. Entonces poco a poco empezó a ordenar sus prioridades. Primero sería ir con Mu, mientras en simultaneo retiraba a su madre de aquel hotel en la capital de la nación del Hierro y muchas otras cosas más. No obstante, todavía sentía su mente cansada, se llevó la mano derecha a la cabeza y después realizo otra seguidilla de sellos para crear otro árbol con manzanas.

Después de comerse otras dos manzanas, Kain quedó en condiciones de empezar a moverse. No obstante, primero lo primero. Kain realizo tres sellos con fluides; tigre, perro, serpiente, y dijo -mokuton, moku bunshin no jutsu- entonces apoyo su mano en el tronco del árbol que se había apoyado.

De la corteza del árbol comenzaron a emerger unos dedos con la textura del árbol, poco a poco fue saliendo el brazo, después la cabeza con la forma del rostro de Kain y su cuerpo cubierto por la misma armadura. No obstante, todo tenía la textura de un árbol, pero poco a poco cada parte del cuerpo fue tomando los colores del original hasta que quedó una perfecta copia de Kain.

Kain miró a su clon de madera mientras lo rodeaba, 30% de su chakra se había ido en solo hacer este jutsu. Ahora ¿Por qué Kain gastaba tanto en hacer algo tan estrafalario? Bueno, el clon de madera además de ser una perfecta copia del original podía realizar jutsus, comunicarse con el original y resistir tanto daño equivalente al chakra que tomaba del original. No se podía equiparar al poderoso clon de sello hecho por los Uzumaki, pero tenía sus propias virtudes.

Un clon normal era una masa de chakra con la forma del original; tenía un movimiento limitado, se desvanecía al más mínimo daño y no podía comunicarse con el original. Por otro lado, el clon Uzumaki tenía la misma fuerza del original, pudiendo aguantar una pelea, pero solo duraba treinta minutos o hasta que se agotara por completo la energía almacenada en el sello. Sin embargo, ambos clones podían ser fácilmente diferenciados por usuarios de ojos mágicos, por un shinobi sensor o con habilidades de sensor. No obstante, el clon de madera tenía una composición física similar a la de un ser humano, lo que le impedía tanto a los animales como a las personas diferenciarlos del original. Por eso, cuando la araña fue a buscar el "cuerpo de Kain" chamuscado por la explosión, no pudo diferenciar si era el correcto o no. Ya que, "el cuerpo de Kain" olía a carne humana quemada. No obstante, como quedaba algo de chakra dentro del cuerpo del clon de madera, conservo su forma y no se desvaneció, engañando a los sentidos de la araña.

-Bien- dijo Kain con una sonrisa traviesa mientras miraba a su clon de madera -veamos si te gusta mi regalo, Mu. Veamos si encuentras tu motivación para irte a casa-