-¿Por qué no está presente el patriarca Sarutobi?- preguntó Kain en medio de la carpa que funcionaba como centro de mando, donde se habían reunido todos los representantes de cada clan. Todos los demás lideres miraban al niño de cabello blanco y armadura roja con ciertos sentimientos encontrados. Después de todo, era un niño, pero los estaba ordenando como si ellos fueran sus sirvientes.
Kain soltó un suspiro, negó ante la estúpida mirada de todos los lideres de clanes y se dio la vuelta -voy a buscarlo- dijo
-Kain Uchiha, no fuerces tu suerte- dijo un miembro del clan Sarutobi
Kain se dio la vuelta y dijo -soy tu comandante, me vayas a llamar por mi rango. Eres un sirviente del clan, conoce tu lugar-
-¡Eres un niño!- respondió el hombro en un tono mordaz
Kain frunció el ceño y lo apuntó con el dedo. El shinobi dio un paso atrás, pero al notar que Kain no activaba su sharingan, pensó que solo estaba blofeando. No obstante, cuando sintió una cuerda fría alrededor de su cuello, se puso pálido. El shinobi cayó sobre su trasero mientras luchaba por quitarse la "cuerda" que lo asfixiaba. La cuerda tenía un cuerpo tubular, duro y frio como el hielo.
El resto de los shinobis se asustaron, pero después se enojaron. Sin embargo, cuando sintieron algo frio en sus hombros, movieron su rostro en esa dirección y vieron una serpiente hecha agua que parecía haberse cristalizado. Sin embargo, su lengua viperina se veía muy flexible y vivida mientras oscilaba.
Kain se acercó y agacho delante del Sarutobi. Lo miró a los ojos mientras este último peleaba con la serpiente de agua para que lo soltará -que no se te olvide, somos shinobis- dijo -el poder manda sobre la edad. Soy fuerte, por eso Tobirama me dejo a cargo, si no, lo estaría tu patriarca-
Kain hizo un ademan con su mano y la serpiente se desvaneció dejando una mancha de agua. El shinobi del clan Sarutobi miró a Kain a los ojos y sintió mucho más miedo que si el niño lo hubiera mirado con sus ojos mágicos, ya que Kain mantenía una actitud tranquila, como si no le importará matarlo delante de todos.
Kain se levantó, miró al resto de los lideres y les dijo -me puedo ver así- dijo Kain extendiendo sus manos hacia los lados -pero los puedo matar a todos juntos, recuérdenlo-
-Maldito demonio- murmuro uno del clan Nara
-No soy un demonio, solo te estoy poniendo al tanto de tus opciones. Ahora, mantengan la calma y espérenme aquí. De lo contrario, los voy a ir a buscar y los llevaré a Konoha en un ataúd de piedra ¿Entendido?-
Todos quedaron mirando a Kain por un breve instante, pero asintieron a su amenaza. Kain soltó un suspiro y les dio la espalda para salir de la carpa.
Sasuke podría ser un shinobi con cierta fama que viene de su juventud, pero eso con el tiempo se había marchitado. No obstante, su carisma solo había crecido con el tiempo y ahora estaba ejerciendo presión sobre los lideres de los otros clanes para que ignoraran a Kain. Era fácil para Sasuke, ya que tenía el prestigio, la antigüedad, los recursos y la trayectoria. Cualquier shinobi con tres dedos de frente entendería que era mejor seguir a un shinobi experimentado que a un niño. No obstante, de esta manera estaba dificultando las cosas para Kain. Este último tampoco se quería hacer cargo de estos shinobis viejos, insolentes y torpes. Parece que Tobirama había enviado a todos los testarudos y que tenían algo en contra de Madara a este campamento. Dado esto, no fue extraño que en la primera lucha en la que participo Kain, solos los Hyuga y Uchiha se estuvieran dando apoyo. El resto de los shinobis parecían ignorarlos o evitarlos.
Kain llegó frente a la carpa de Sasuke, dos guardias Sarutobi se pusieron en su camino, pero Kain se movió hacía adelante de forma fluida y de un puñetazo en el estómago los dejo inconscientes. No obstante, cuando quiso entrar a la carpa de Sasuke, noto que había una especie de barrera que le impedía tocar la cortina que separaba el interior del exterior. Kain soltó un suspiro, miró por los alrededores, encontró los cuatro sellos y con un simple movimiento de sus dedos, como si tachara los sellos, los borro. Entonces volvió a la entrada de la carpa y entró.
-Veo que te lo pasas en grande- dijo Kain al entrar, se detuvo cerca de la entrada y cruzó de brazos.
El viejo Sasuke Sarutobi estaba sentado en una silla, con dos muchachas de su clan sentadas sobre sus piernas. Ninguna debió tener más de quince años. Kain negó con su cabeza, al ver a la leyenda sucumbir a los placeres de la carne en lugar de mejorar con el tiempo.
Por su parte, Sasuke frunció el ceño, miró a ambas muchachas y ellas entendieron de inmediato. Ellas se levantaron y salieron de la carpa. Kain las quedó mirando por un tiempo, pero después miró a Sasuke que se levantó de la silla. Igual que ayer, vestía sus lujosas ropas doradas como si fuera un monje de un templo budista. Salvo que los monjes viven en la humildad, todo lo contrario, a este anciano.
-¿Qué quieres, Kain Uchiha?- pregunto Sasuke dándole la espalda y acercándose a una mesa con vasos y botellas.
-¿Tú también?- pregunto Kain de brazos cruzados -soy tu comandante, eso dicen las instrucciones del hokage. Debes dirigirte a mí por mi rango, Sasuke Sarutobi, ex comandante de las tropas que defendían a Konoha de la nación de la Tierra-
Sasuke se sirvió vino en un vaso y lo tomo con la mano, pero cuando escucho a Kain, apretó el vaso tan fuerte que estallo y se desperdició el vino.
-Mocoso, yo estuve antes de que tu nacieras, se más respetuoso con tus mayores- dijo Sasuke en un tono de voz mordaz
-Sí, sí, pero eso era antes y ahora es diferente. Somos shinobis, Sasuke, la fuerza nos define. Si no me quieres reconocer, siempre podemos tener un duelo. Prometo romperte algunos huesos, pero nada más, pero no lo malinterpretes. No me importa tu trayectoria ni tus recursos ni que seas sacerdote de no sé qué mono. Lo hago por Hiruzen, después de todo, él es una buena persona-
Sasuke se dio la vuelta y miró a Kain con odio -maldito demonio- murmuro
Kain negó con su cabeza y lo apunto. Sasuke no supo qué tipo de jutsu iba a hacer, pero cuando sintió algo frio que lo ahorcaba por el cuello, se puso nervioso. Él ocupo todo su chakra para fortalecer su cuerpo, pero no pudo romper la "cuerda" que lo ahorcaba. Sasuke cayó de rodillas, haciendo arcadas y sin poder respirar. Sus ojos se estaban hinchando poco a poco hasta que su vista se volvía borrosa. Entonces comenzó a estirar sus manos como suplicándole a Kain que lo soltará. Kain hizo un ademan y la serpiente de agua se desvaneció. Sasuke tosió mientras se apoyaba en el suelo y después levantó su rostro para mirar a Kain con todo el odio que había en su corazón. Sin embargo, Kain se acercó, agacho y le tomo la cara con una mano. Sus ojos estaban muy cerca uno del otro, pero a pesar de que Kain no activo su sharingan, Sasuke lo temió peor que a su padre. Ya que el niño no tenía ningún sentimiento por él. Era como si fuera indiferente a su vida o a sus emociones. Sasuke sintió que Kain había alcanzado la iluminación.
-Vas a ir a la carpa de mando y recibirás la información que planeo compartir. Después recibirás la siguiente misión que te encomendó el hokage y harás lo que se te ordene ¿entendido?-
Sasuke pudo ver el infinito en las pupilas azules, tan puras y cristalinas como un estanque de agua pura; sin odio, sin rencor, sin maldad, sin felicidad, sin alegría. Sasuke tirito al ver la profundidad de la persona llamada Kain Uchiha y asintió con temor. El mundo secular no afectaría el corazón de Kain, él viviría cada día como si fuera el último, y peor aún, lo mataría sin sentir temor, odió o maldad. En pocas palabras, lo mataría sin dudar un solo instante.
Kain soltó a Sasuke y salió de la carpa, camino mientras era mirado por los shinobis y avanzó hasta el centro de mando; donde todos los lideres lo esperaban. A los pocos minutos llego Sasuke Sarutobi con una sonrisa de oreja a oreja. Un jugador profesional como él, siempre jugaba el juego hasta el final y jamás demostraba sus debilidades. Puede que estuviera muerto de miedo delante de Kain, pero actuaría como si nada pasará entre los dos. Al contrario, jugaría de tal manera que parecería que él tenía el control y le estaba haciendo un favor a Kain. Este último negó y se acercó a la mesa con el mapa y las esculturas que simbolizaban las fuerzas shinobis.
-La nación de la Tierra tiene un gran problema- dijo Kain Uchiha -el daimio y el Tsuchikage han llegado a un desacuerdo. Por eso, las fuerzas que defendían esta región se han replegado a la capital de la nación de la Tierra. Por otro lado, el Tsuchikage llevo a sus fuerzas principales a los límites entre la nación de las Cascadas y la nación del Hierro-
Muchos se alegraron de esto, ya que implicaba mantener una posición en las fronteras sin tener que entrar en combate directo.
-Los castillos quedaron sin defensas- dijo Sasuke
-Sí, pero hokage-sama manda a decir que no los toquemos. Mientras nos mantengamos firmes, fuertes y dignos, ganaremos esta guerra y el resto de las naciones tendrán que pagar una indemnización. Así que no es necesario que recojamos el botín. Ellos lo traerán a nuestra "casa"-
-Como se esperaba de Tobirama-sama- murmuraron varios lideres.
Kain negó ante su estupidez, ya que, si no fuera por el conflicto interno entre ambos poderes, esto no tendría fin. Sin embargo, él era indiferente a ellos y continuo -las ordenes de hokage-sama son las siguientes:
1.- Kazuhiko Hyuga será ascendido a comandante de las fuerzas de defensa en el país de los Pastizales.
2.- Dado los sucesos de las últimas semanas, Kain Uchiha decidirá el destino del clan Uchiha y su participación en la continuidad de la guerra.
3.- Sasuke Sarutobi será enviado a custodiar el paso entre la nación de la Lluvia y la nación de la tierra.
4.- Kazuhiko Hyuga y Sasuke Sarutobi generaran un muro de protección que impedirá el avance de los shinobis de Iwa a los países vasallos
Kain sonrió y dijo -que bueno ¿no creen? la guerra se terminó para ustedes-
Sasuke mostro una sonrisa de jugador, una astuta y segura de sí mismo, pero por dentro estaba muerto de miedo. Tobirama lo había descubierto y lo estaba enviando a un lugar donde lo pudieran vigilar. Eso quiere decir que no participaría en la repartición final y peor aún, habría una penalización. Su único alivio es que su hijo se mantenía a la cabeza de las fuerzas militares, en el país de la Escarcha.
-Una cosa más- añadió Kain -las fuerzas shinobi en esta región serán divididas a la mitad y serán enviadas a la nación del Arroz, donde Tobirama espera luchar contra el Tsuchikage-
La sonrisa de todos se apagó como si fuera el fin. Una lucha entre dos kages no sería algo normal, eso quiere decir que la mitad de los descendientes de sus clanes morirían. Ni siquiera tenían la esperanza de que volverían.
-Eso es todo- dijo Kain, se dio la vuelta y abandono el centro de mando mientras Kazuhiko y Osamu lo seguían. El resto de los lideres de clanes se quedaron de pie pensando a quienes enviarían a morir a la nación del Arroz. Ese sería el sacrificio de cada clan por pertenecer a Konoha.