—Aunque no sabía cuál de ellos había filtrado accidentalmente la información, pero solo le facilitaba las cosas, ya que no necesitaba perder tiempo hablando de ello.
—Viejos amigos... —Los labios de la Diosa de la Naturaleza se contrajeron involuntariamente.
—Ha pasado tanto tiempo desde que los vi, pensé que los visitaría una vez y quizás llevaría algunos regalos para ellos.
Gabriel no le había contado a Avilia y al resto lo que realmente iba a hacer. Sin embargo, a diferencia de Zena que estaba en la oscuridad, Avilia ya había escuchado muchas cosas sobre el pasado de Gabriel cuando era prisionera del Templo del Tiempo.
Ella sabía lo que le había ocurrido a Gabriel en el pasado. En cuanto a los llamados amigos, ella también podía adivinar de quién estaba hablando.
Los amigos eran en esencia sus verdaderos enemigos que más odiaba.
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