Todos los Sacerdotes Santos de la Luz miraron a Gabriel con abierta hostilidad. Por sus expresiones, estaba claro que habrían dado todo por matarlo si pudieran.
Incluso aquellos que la última vez tenían una expresión positiva de Gabriel, ahora lo odiaban. Desafortunadamente para ellos, sus sentimientos eran lo último que le importaba a Gabriel.
Se acercó al primer Santo Sacerdote... La primera persona que había recibido un clon del Grimorio de la Luz de la Diosa de la Luz.
El Primer Santo Señor era una mujer. A pesar de que no tenía una complexión musculosa, aún se sentía mucho más fuerte que el resto. Aunque todas las personas aquí no eran verdaderos señores santos del pasado, sino solo un fragmento de su alma, todavía eran bastante fuertes en comparación con un mago promedio.
—Si quieren mirar, ¡me aseguraré de ofrecerles un buen espectáculo! —exclamó Gabriel.
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