TESTAMENTO 3

—Estoy seguro de que mi jefe ya le informó sobre mi llegada, ¿verdad? —preguntó Paul y Anna asintió.

—¿Dijo que tenía algunos documentos para mí?

—Sí. Y necesitamos tu firma en ellos lo más rápido posible —dijo Paul colocando los documentos sobre la mesa.

—¿De qué tratan? —preguntó Anna mirando el montón de papeleo. La única vez que había tenido tanto papeleo fue al conseguir nuevos acuerdos de influencia o al firmar con una nueva compañía de entretenimiento.

—Linco Entretenimiento, perteneciente a los Declan, te ha ofrecido una asociación y ser su modelo principal/influencer de belleza —Anna se quedó boquiabierta al escuchar sus palabras. No sabía qué decir.

Linco era la mayor compañía de entretenimiento del mundo. No solo era su modelo principal, ahora también era socia de la compañía.

—Es demasiado —confesó Anna. No podía aceptar tal regalo, Noah le estaba dando demasiado.

Ella estaba bien con ser solo su esposa. Todo lo que quería era recuperar su vida y luego irse.

—Es un regalo por ser la nueva señora del imperio de los Declan. Los regalos no son algo que debas rechazar —dijo Paul.

Anna sostuvo los documentos en sus manos y los firmó. Nunca en su vida había pensado que algún día terminaría con un hombre como Noah. Un hombre que había hecho más que suficiente en solo tres días de matrimonio.

—Entonces me retiraré —dijo Paul a su nueva señora antes de partir.

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Anna y sus criadas llegaron a la tienda de belleza a la que se dirigía. Sacó su teléfono para llamar a Janjan cuando de repente...

—¡Anna! —Sintió un agarre firme desde atrás, lo que alertó a su chófer y a las criadas, quienes rápidamente arrastraron a Janjan y la separaron de su señora.

—¿Eh, qué están haciendo? —Janjan luchó con las criadas y el chófer.

—No, suéltenla, es una amiga —ordenó Anna y ellas dejaron ir a la chica.

—¿Qué diablos fue eso? —Ella ayudó a Jannie a levantarse.

—Lo siento Janjan, son demasiado protectoras conmigo. No tenían idea de que eres mi bebé —Anna se disculpó mirando con severidad a sus criadas por haber lastimado a su hermana.

—No recuerdo que tuvieras criadas ayudantes —Janjan se sacudió el polvo de su ropa mientras las miraba con enojo también.

—Lo sentimos mucho, señora, no sabíamos que era la hermana de nuestra señora. Pensamos que era una de las fanáticas obsesionadas con la señora —dijo una criada con la cabeza agachada.

—¿Fanática? —Janjan apretó los dientes porque no estaban equivocados. Ella había sido una de las fanáticas de Anna que con el tiempo se convirtió en su mejor amiga cuando el mundo se volvió contra ella. Había visto a Anna en su punto más bajo y había estado allí para Anna. Su amor por Anna es genuino y ha demostrado vez tras vez que no es una oportunista como Nari.

—Está bien Janjan, no les hagas caso. De verdad lo sienten —Anna le sonrió a su amiga, que le devolvió la sonrisa.

—Vamos adentro, tengo mucho que comprar ya que dijiste que cubrirías mis gastos —Jannie sujetó el brazo de su amiga mientras la arrastraba hacia adentro.

—¿Cuándo no he cubierto tus gastos? —Anna se burló. Si no conociera lo suficiente a Janjan, pensaría que su amiga solo la estaba aprovechando, pero era todo lo contrario. A diferencia de otros niños ricos, a Janjan le encantaban las cosas gratuitas y los regalos. Odiaba gastar su propio dinero y a Anna le encantaba gastar en ella.

—Buenos días señoras, bienvenidas a Transephique —el portero saludó a ambas damas mientras las recibía. Estaban en Transephique, el centro comercial más grande de la ciudad. Uno exclusivo para los ricos.

Janjan sonrió mirando las cosas hermosas que había planeado comprar.

—¿Por qué estamos aquí Anna, qué ocasión es? —Janjan preguntó mientras caminaban hacia la sección de ropa.

—Una subasta. Iré con un amigo especial —respondió Anna.

—¿Dónde vives ahora Anna? Han pasado tres días desde que dejaste a Tía Kathy y Gracia. Aunque están enojadas, te extrañan mucho. Incluso el abuelo Sui se ha negado a comer algo hasta que regreses —Janjan se mordió la lengua como si hubiera dicho algo que no debía.

—No puedo darles lo que quieren. No puedo casarme con Mack —Anna soltó de repente.

—¿Por qué no? Llevas diciendo esto durante años Anna, pero aun así te has negado a decirme por qué de repente decidiste engañar a Mack con otro hombre y terminar tu matrimonio —Janjan estaba preocupada por su amiga.

Sabía que Anna no era alguien que tomaba decisiones estúpidas, pero no podía entender por qué su amiga estaba dejando ir una vida perfecta por nada.

—¿El señor Noah te está amenazando Anna? Deberías hablar con el abuelo sobre ello Anna. Estoy segura de que él puede hacer algo al respecto —Anna se sintió mal por su amiga. No había sido fácil mantener a la persona más querida para ella en la oscuridad durante tanto tiempo. Este sería el primer secreto que había mantenido lejos de Janjan y no estaba feliz por ello.

—Nadie me está amenazando Janjan —dijo Anna.

—Sabes que siempre te apoyaré en cualquier decisión que tomes. ¿Dónde vives ahora? —preguntó Jannie.

—En una mansión —Anna mantuvo su respuesta corta.

—¿El abuelo sabe sobre eso?

—Es de Noah —los ojos de Janjan se abrieron de par en par.

—Jan, prométeme que no se lo dirás a nadie todavía —dijo Anna mientras se movían entre la pila de ropa.

—¿No decirle a nadie qué?

—Mack engañó primero con Nari. Ha estado engañando durante mucho tiempo Jan, los sorprendí —Jannie se quedó con la boca abierta, no tenía idea de cuánto tiempo estuvieron sus ojos y boca abiertos hasta que Anna le cubrió la boca con la palma.

Tardó segundos en procesar tal información. No podía creerlo. ¿Mack le estaba engañando a Anna?

¿Cómo?

¿Cuándo?