EL CENTRO COMERCIAL 1

—¡Ese imbécil! —golpeó el suelo fuertemente con el pie.

—Ay, ay, ay. —Janjan cojeaba hacia una esquina sosteniendo su pierna.

—Ten cuidado Janjan. —Anna ayudó a su amiga a quitarse los zapatos. Se sintió mejor al haberle contado todo lo que pasó. No le importaría si el mundo la juzgara, pero al menos sabía que tenía una verdadera amiga que la apoyaba sin importar qué.

—Él también morirá por causarme esto. —Janjan se mordió los labios. —Pensar que lo he apoyado durante años... Anna, lo siento tanto, por favor, perdóname. —Jannie se disculpó con su amiga.

—No es tu culpa, Jan. De todas formas, ahora estoy casada. —Jannie se ahogó con las palabras de su amiga y Anna le dio palmaditas en la espalda a su dramática amiga.

—¿T... Tú estás qué? —La voz de Jannie se alzó más de lo usual y Anna rápidamente cubrió la boca de su amiga, mirando alrededor y haciendo una reverencia a las personas que las miraban.

Mientras las dos mujeres se ponían al día, una mujer mayor y una joven entraron al centro comercial. Ambas eran el centro de atención, especialmente con Nari siendo una de las superestrellas más grandes.

Era hermosa, con un cuerpo angelical e inocencia solo bendecida por el todopoderoso. El hombro de Veronica Yong estaba alzado, especialmente caminando al lado de la celebridad más influyente de la ciudad ahora. Su futura nuera.

—Oh, esa es Nari, qué belleza. —Una mujer exclamó mirando a la joven e inocente chica. No había nadie en la ciudad que no la conociera. Es diez veces más popular de lo que Anna jamás lo fue y eso es lo que siempre quiso. Tener la vida que su ex amiga tenía.

Había robado gradual pero exitosamente la vida de Anna y la había hecho suya. Nari sonrió. No solo había tomado a Mack, también iban a anunciar su matrimonio después de su pequeño drama en línea.

Ella y Mack formarían la primera familia, mientras ella se aseguraría de que Anna y toda la familia Sui desaparecerían para siempre.

Mientras todos en el centro comercial admiraban a ambas mujeres, los ojos de Nari rápidamente se fijaron en las dos mujeres que no le prestaban atención. Nadie se atrevía a ignorarla, la mujer más recta de la ciudad. La cara de la ciudad.

—Rodó los ojos. Dos mujeres no significan nada, ¿verdad? Quizás solo están celosas de ella como todos los demás.

La mujer del sombrero negro grande le daba la espalda y ella estaba parada frente a la otra persona sentada en la silla. Con los ojos entrecerrados Nari intentó obtener una vista más clara de ellas, pero sus admiradores se volvieron muchos y bloquearon su vista.

—Oh, Nari, te ves tan bien. —Una niña dijo.

—Nari, soy tu fan número uno. —Otra niña intervino.

—Por favor, ¿podemos tomar una foto? —Otra preguntó y ella asintió.

—Madre, por favor, espere. —Le dijo a Verónica y rápidamente fue a tomar una foto con ambas niñas. Le encantaba toda la atención que estaba recibiendo.

Una vez que terminó con las fotos, procedió a ir de compras con su nueva suegra.

El dúo se movía a través de un montón de joyas. Todos los empleados de la tienda les prestaban atención, ya que ambas eran personas influyentes.

—¿Qué tenemos aquí? —Veronica preguntó mirando la joya que brillaba entre las demás.

—Wow, es tan hermosa, madre. —Nari exclamó.

—Ahora estoy confundida si debería comprarlo o no. —Justo cuando ambas mujeres pensaban en lo que querían, una chica con un sombrero negro recogió la joya que Verónica había estado admirando.

—¿Qué demonios? —Nari exclamó mirando a la persona y abrió los ojos de par en par cuando vio quién era...