Tal Parecía que Sophie había menospreciado la preocupación de su padre por ella.
Si siguiera comportándose egoísta y (aunque la Sophie original nunca lo admitiría) antipática, probablemente su padre seguiría el guion original y no estaría demasiado en guardia contra el director porque la creería "no lo suficientemente amable para ser princesa y demasiado bonita para ser bruja".
Pero como había sido un "Ángel" todo el día, haciendo cumplidos, preparando galletas y siendo una hermana genial; Stefan tenia a más de la mitad de la aldea rodeando la casa que todos "sabían" seria la elegida.
Honora no solo se quedaría para ayudar a proteger a Sophie, sino que los niños se quedarían de "infiltrados" en el cuarto de su hermana para protegerla.
Tenían ordenes de patear a cualquiera que tratara de acercarse a su hermana.
Sophie había oído a Stefan decirles que no era solo hoy, sino que era su deber de a hora en adelante.
Honora llego momentos después para regañarlo, y decirles a los niños que solo era por hoy, pero era tarde su padre ya los había adoctrinado.
Sophie junto lo que quedaba de la ventana para que pareciera cerrada a pesar de que no quedaba mucho para estarlo y se cambió de ropa a unos pantalones negros de cuero ajustado y resistente con un suéter de tela para camisa que le quedaba pequeño a su padre pero que le llegaba hasta los glúteos a ella, era de cuello ancho asi que le caía por lo hombros, lo pliso en esa área, agregó el corcel negro que tomó prestado del vestido que traía antes y unas botas de cuero hasta los muslos.
En conjunto con un pañuelo rojo (también sustraído a su padre) con el que había remplazado el listón que sujetaban su cola de caballo, y un calderín de danza árabe rojo con anillas doradas que se amarro como cinturón le daba el aire de una bella reina pirata.
Se inspiro un poco en cierto famoso pirata caribeño, pero tenía una excelente razón para ello.
- El valiente William casi tenía a su oponente, pero cuando se preparaba para lanzar la estocada que creía que le daría la victoria – apunto a los niños simulando el movimiento con la espada de madera que le había prestado Adam – se encontró con un arma de fuego apuntando a su corazón, "Que sucio" dijo William, "Soy pirata" dijo ¿quién? - se llevó la mano al oído como si quisiera escuchar mejor.
- El capitán Jack Sparrow! - corearon emocionados.
Vestida para la ocasión, había pasado toda la tarde anterior jugando a los cuentos con todo y teatro de disfraces con sus nuevos hermanitos.
Estos niños a hora atajarían las referencias y menes básicos de su mundo original, claro que se saltó los clásicos, porque ya se los habrían metido hasta en el cereal a los pobres.
Les conto algunas historias de Pokémon, un poco de Dragón Ball, y One Piece para introducirlos a la cultura anime.
Luego pasó a como entrenar a tu dragón, shrek, la era del hielo.
Eran las 5 de la mañana y estaba contándoles la trama de piratas del caribe cuándo, de la nada, las luces se apagaron, lo que quedaba de la ventana se había abierto bruscamente, el viento helado entraba por esta solo detenido por una silueta en el umbral.
Los niños gritaron y yo me adelante rápidamente para atrapar la silueta que estaba a punto de caerse del susto.
- No creía que fueras de entradas dramáticas Agi – me reí de mi amiga – me robaste el show con esa aparición.
- No fue apropósito - se defendió mientras terminaba de entrar - tu ventana está más desvencijada que mi casa.
Traía un baúl que me recordaba a los de Harry Potter.
- Los intentos de mi padre de incursionar en la carpintería.
- Sus defensas tienen más huecos que un colador - criticó señalando con el pulgar detrás de ella.
- Eh! Te escuchamos - sí dijo 1 de los amigos de papá.
- Cubran el norte! - le contestó Agatha cerrando lo que quedaba de la ventana de Sophie.
Sophie le ofreció una caja de cerillas y las dos comenzaron a encender las velas que se habían apagado.
Luego Agatha se sentó entre los niños, se había ido a ver a su madre que la había llamado unos momentos antes.
- ¿ Y para que te llamo tu madre? - pregunte a pesar de que ya lo sabía, pero era obvio que necesitaba desahogarse.
La nariz de conejito había vuelto al ataque con todo el enojo contenido detrás de su lindura.
- Te vez linda enojada – comento Adam con una tierna sonrisa traviesas.
Veía claro como el día que esa sonrisa evolucionaría en una sonrisa ladina romper corazones.
Por el gemido de frustración y el intento de ocultar una sonrisa de Agatha, seguro que ella también lo notó.
- Yo creo que eres más linda cuando sonríes - comentó Jacob.
- Gracias – Agatha miro a un niño y luego a otro – tu padre sabe cómo ser equitativo.
"Si supieras"
Sophie pensó para sus adentros, pero a Agatha le contesto:
- Un pequeño caballero y un futuro galán, si, por lo que dicen de los tiempos mozos de mi padre, yo diría que dividió sus talentos justo por la mitad.
- Que rayos le contaron a mi hija - oyó a su padre quejarse a bajo.
Evidentemente, la ventana ya no podía cumplir todas sus funciones.
Sophie cerro las cortinas para que amortiguaran más el ruido, por suerte eran de terciopelo grueso, otro intento de la Sophie original de emular un castillo.
- Entonces – volvió a dirigirse a Agatha – ¿y ese baúl?
- El equipaje para la escuela que mi madre hizo para mí - comento deprimida – incluso metió una escoba!
- ¿Es una Nimbus 2000? - pregunto Jacob esperanzado.
Obviamente tenía que contarle sobre Harry Potter.
- Mas bien una barredora 0 – se quejó Agatha.
- jajaja – me reí, más por la sensación de victoria que por la broma.
Solo tenía un día en este mundo y ya tenía a los nativos soltando referencias.
Un pequeño pasó para una chica, un gran paso para el Caos.
En un pent-house en la ciudad de plata, cierta deidad de la discordia hacía un saludó militar en reconocimiento hacia la pantalla plasma en la que se veía la vida de Sophie como si fuera una serie de TV.
De vuelta en Gavaldon.
- Tengo un regalo para todos - proclamó alegremente – pero no sé si lo quieran, porque es mágico - dijo dramáticamente enfatizándolo con las manos asiendo un gesto como de explosión - y no parece que les guste la magia.
- si nos gusta, si nos gusta – corearon Adam y Jacob.
AD- ¿Es una carta de Hogwarts?
J – ¿Es una Nimbus 2000?
AD - ¿Es una varita mágica?
- Son muy jóvenes para la varita y para una escoba de vuelo – aclaro Sophie con seriedad – ¿y para que quieren la carta?
- ¿Para ir a una escuela de magia? - sugirió Agatha.
Sophie la miro extrañada.
- ¿Quieren ir a una escuela de magia? - pregunto Sophie sorprendida.
- ¿Quién no? - corearon los 3.
Sophie se emocionó casi hasta las lágrimas, incluso en otro mundo la magia de Hogwarts no perdía su brillo.
Luego volvió a la realidad al recordar la situación.
- Esperen, llevan todo el día y toda la noche tratando de impedir que tú - dijo señalando a Agatha – y yo – se señaló a sí misma – vayamos a una escuela de magia, ¿cuándo cambiaron de opinión?
- ¿Que escuela de magia? - pregunto Jacob.
- La que dirige el directo del que tanto hemos hablado hoy – aclaro Sophie.
- El director te lleva a una escuela de magia – pregunto Adam.
- Si por eso le dicen "el director" - explicó - viene a la aldea a buscar a niños y niñas con talento para llevar a su escuela.
- ¿Y allí te enseñan magia? - pregunto Agatha extrañada - no que te enseñaban a ser buena, conseguir novio y vivir feliz para siempre.
- Sí, pero también magia – aclaró - de donde crees que salen las hadas madrinas, o donde crees que estudio Merlín antes de servir al rey Arturo, y como se puede ser bruja sin magia.
Su público cada vez tenía los ojos más abiertos a medida que se daban cuenta de que, de hecho, si existía una escuela de magia en su mundo y las dos chicas en la habitación tenían un "ingreso asegurado".
- Yo quiero ir también a la escuela de magia – dijo Jacob saltando sobre la cama – quiero volar como Peter Pan o en una escoba como Harry Potter.
- Yo lo que quiero es un barco volador, para recorrer el mundo como un pirata igual que el capitán Jack Sparrow – lo siguió Adam.
- ¿Quién? - pregunto Agatha.
- la historia que interrumpiste, luego te la cuento – descarto Sophie con un ademán - la magia que les mostrare no les permitirá volar, no por a hora al menos – comenzó a explicar Sophie volviendo al tema principal – pero, aunque nos separemos podremos hablar con los otros no importa la distancia.
Mientras Sophie explicaba, Alex agregaba los nombres de las 3 personas frente a ella.
"Alex, que sus sistemas les expliquen cómo funciona el chat, además de una introducción a lo que ese un sistema de nivelación RPG".
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ENTENDIDO
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En menos de un segundo, Agatha y los 2 niños frente a Sophie tenían su propia pantalla azul.
Durante los primeros minutos los tres parecieron sorprendidos, pero poco después Adam y Jacob empezaron a mostrar sonrisas cada vez más grandes.
Agatha por su parte parecía que cada vez abría más los ojos.
Sophie empezaba a temer que se le cayeran.