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La Reina de los Mercenarios

Samantha se embarcá en un intenso viaje buscando su lugar en el mundo sin saber que se ha vuelto un peón para otros. Una mujer que se alzara a la grandeza, pero también oculta un secreto. …. Mientras Sam caminaba por la calle, vio como un destello robo su visión, lo siguiente que supo es que una diosa le ofrece un trato. Puedes reencarnar o morir. Sin otra opción Sam elige reencarnar, pero no esperaba que su cuerpo cambiara y fuera en una mujer, peor aún, ni siquiera es humana. Siendo lanzado a un país en guerra, vive la aventura de Sam desde una esclava, hasta una Reina. Nota. La imagen de portada no me pertenece, puedo retirarla si el autor lo desea, uno de los personajes, esta basado en el del autor de Death March.

Likan · Kỳ huyễn
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96 Chs

Capitulo 20 - ¿Un tranquilo viaje?

En la orilla de un pequeño manantial yacían dos personas sobre la tierra, sus cuerpos estaban plagados de contusiones y cortes, su ropa se habia dañado a tal grado que apenas las cubría, y para colmo estaban empapadas al haberse arrastrado desde el agua.

Estas personas eran Samantha y Bella, quienes respiraban con dificultad mientras trataban de recuperar su fuerza, Bella se acostó boca abajo manteniendo su mirada en Samantha quien por el contrario estaba boca arriba mirando el cielo.

Sus voluminosos senos subían y bajaban al ritmo de su respiración, ese movimiento hipnótico atrajo la mirada de Bella haciéndola incapaz de pensar apropiadamente, fue solo hasta después de varios minutos que Samantha levanto su torso sentándose, esto despertó a Bella de su aturdimiento... pero decidió no levantarse por otros motivos.

"Jajaja ¡¡te dije que saldríamos vivas!!" - Exclamo Samantha con alegría dirigiendo su mirada a la agotada Bella.

"S-si... pero eso fue muy intenso... no me quiero repetirlo." - El rostro de Bella mostro amargura al pensar en su maestra quien estaba feliz después de pasar por semejante situación... después de todo fueron atacadas, perseguidas, así como aquellos que intentaron violar a su maestra, e incluso hubo algunos que incluso acusaron a Samantha de súcubo antes de que lograran huir con éxito.

Fue entonces que Bella busco en su memoria los eventos que los llevaron a este punto... ya que solo unos dias después de separarse de Liza terminaron así... ¿Qué fue lo que salió mal?, Bella hizo memoria ignorando a su maestra que se reía alegremente...

Sus recuerdos la llevaron al día 1, justo después de salir de la ciudad y separarse de sus compañeras.

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El sol brillaba en lo alto del cielo, en el camino principal un carruaje tirado por caballos avanzo a un ritmo constante lo cual era una vista común, pero este carruaje llamo la atención de los viajeros y cazadores que cruzaron en su camino ya que la conductora era una extraña mujer Orco.

Este era el carruaje donde viajaban Samantha y Bella, siendo la ultima la conductora mientras que por su parte Samantha estaba cubriéndose del Sol con una manta a su lado.

"Agh... maldito sol, porque tiene que brillar con tanta fuerza hoy... prefiero lidiar con la lluvia que con semejante calor... ¿tú qué opinas Bella?" - después de quejarse en varias ocasiones Bella ya se acostumbró a la forma de actuar de Samantha, por lo que en lugar de responder solo le sonrió suavemente.

"Gnununu... siento que me estás dando por mi lado... ¡que descortés!" - Samantha hizo un puchero a Bella antes de girar su vista a el paisaje a su alrededor.

"Lo siento Maestra, pero ya estamos cerca de la ciudad, solo tiene que aguantar un poco más." - Resistiendo el impulso de abrazar a Samantha, Bella respondió fijando su mirada en el frente para distraer su mente.

Samantha tomo su espada al ver movimiento en los árboles al costado...

Unos momentos después el ruido ceso y desde un costado del camino apareció un niño que aparentaba no más de 8 o 9 años, este niño estaba cubierto de polvo y barro, aferrándose con fuerza a un trozo de piedra del tamaño de un balón...

"¡Hiii!" -chillo el caballo al ser detenido por Bella apresuradamente, pronto el niño fijo su mirada en las chicas, su rostro pálido mostraba que el susto que le causaron los caballos no fue pequeño ya que antes de que le preguntaran por su bienestar, el niño se desmayó.

"Rápido, hay que comprobar su estado." - Samantha salto del carruaje y corrió al niño quien no se movía en el suelo, por otro lado, Bella tranquilizo a los caballos antes de reunirse con su maestra.

"No tiene heridas, probablemente solo se desmayó por el susto..." - comento Samantha después de revisar el cuerpo del pequeño.

"Mmm deberíamos llevarlo a la ciudad, no podemos dejar al niño aquí." - Bella cargo al pequeño y lo coloco en la parte trasera del carruaje junto a las maletas, fue entonces cuando se dio cuenta que una carta cayó desde una maleta...

"Bella, date prisa..." - Exclamo Samantha desde el asiento del conductor, lo que provocó que por descuido Bella colocara la carta expuesta sobre la maleta, y no hubo forma de impedir que con el movimiento del carruaje la carta se hundiera entre el equipaje evitando que Samantha la leyera.

Una serie de coincidencias... aunque un dicho famoso dice que las coincidencias no existen.

No fue hasta pasada una hora que las murallas se hicieron visibles en la distancia, esto significa que a un ritmo constante el viaje tomo cerca de 6 o 7 horas, aunque la suerte era un factor importante ya que evitaron bandidos, animales e inconvenientes durante todo el camino.

"Ugh... ¿Dónde estoy?" - un pequeño gemido salió desde la parte trasera del carruaje antes de que la voz del niño llegara a los oídos de las dos mujeres.

"¿Estas bien niño?" - pregunto Samantha quien giro su cuerpo para asomarse a la ubicación del pequeño, quien al ver a Samantha quedo en trance un momento, su mirada mostraba lo desconcertado que se encontraba por el entorno desconocido. - "¡Hey! ¿estas herido?"

Al no recibir respuesta, Samantha levanto la voz y agito sus manos lo que permitió que el niño saliera de su trance, fue solo hasta este punto que el chico noto que perdió su roca por tanto comenzó a buscar desesperadamente por el lugar, el pánico en su rostro divirtió a Samantha quien reprimió las ganas de reír antes de señalar la espalda del niño.

"¡¡Ah!! aquí esta..." - solo cuando el niño noto que su roca estaba a sus espaldas fue que se tranquilizó, especialmente su rostro mostro tranquilidad cuando abrazo la piedra contra su pecho.

"G-gracias, e-estoy bien, p-pero ¿a dónde me llevan?" - El pequeño contesto con un sonrojo en su rostro, su voz era nítida, aunque le faltaba energía.

"Tranquilo, estamos a punto de llegar a la ciudad.... Bella ¿Cómo se llama la ciudad?" - después de todo este tiempo Samantha por primera vez se preguntó por el nombre de su destino.

"E-eh, Cof... Cof... se llama Cold Creek Maestra..." - la incomodidad en el tono de Bella hizo que Samantha se sonrojara un poco por no saber el nombre de su destino, pero en realidad no se puede culpar a Samantha de esto, ya que cuando le mostraron el mapa no fue capaz de entender el nombre y en ningún momento le explicaron los demás.

"¡A-Así es! vamos Cold Creek, ¿eres de ahí pequeño?" - pregunto Samantha al niño quien mostro felicidad al escuchar el nombre de su destino.

"¡¡Si!!, yo vivo en la ciudad con mi mamá..." - el pequeño se animó visiblemente ante la pregunta de Samantha antes de comenzar a contar las historias que conocía sobre la ciudad, como si se enorgulleciera de ella.

Pero la realidad era diferente, esta ciudad era más adecuada para ser llamada como un pueblo, ya que su tamaño no era suficiente, y por la información obtenida de Trish este lugar tendría unas 10,000 personas siendo en su mayoría agricultores, en cambio la fortaleza que abandonaron sumando a los refugiados que se quedaron ya superaba los 70,000 habitantes, e incluso aumentara más al recibir los refuerzos enviados.

"Oye pequeño, ¿Por qué estabas en el bosque?" - cuando el niño se relajó Samantha aprovecho la oportunidad para cuestionarlo, ya que, aunque ella intuyo la razón, esperaba que el niño le diera una mejor explicación

"Emm, hubo una pelea hace unos días entre algunos aventureros y monstruos, yo fui a buscar algún objeto de valor abandonado." - en otras palabras, el pequeño era un carroñero... un carroñero con muchísima suerte sin duda, ya que la piedra en sus manos era un pequeño tesoro.

[Fragmento de Rayo Oscuro]

[Un tesoro de la naturaleza formado a partir de la colisión de dos energías de muy alto nivel, al ser consumido otorga la capacidad de manipular la energía de un Rayo (variante).

Aumenta la resistencia a la electricidad

Aumenta la resistencia a la oscuridad

Aumento de control de energía (E)]

"Mmm... dime pequeño que planeas hacer con ese objeto." - pregunto Samantha con incertidumbre, ya que, aunque era un tesoro valioso no entendió como planeaba usarlo.

"E-esto es... es un mineral mágico, así que debe valer 10 monedas de plata... ¿tú no vas...?" - el miedo en el rostro del niño era claro, pero a pesar de ello no pudo ignorar la solicitud de las personas que lo ayudaron y por tanto se arriesgó a ser robado.

"Estas equivocado pequeño... esa roca no es un mineral..." - cuando Samantha hablo el niño perdió la fuerza en su agarre y se vio visiblemente abatido, por algún extraño motivo no dudo de sus palabras.

"Tranquilo, puede que no sea un mineral, pero sin duda es muy valioso... ¿para que necesitas el dinero?" - Samantha siguió charlando con el pequeño ya que quizás pueda intercambiarlo por algo que necesite el niño.

"Mmm... mamá está enferma, necesitamos dinero para que el sacerdote la cure." - el pequeño comenzó a contarle su historia a Samantha como si fueran amigos de toda la vida, solo entonces Samantha se dio cuenta de otro punto muy importante. - "El sacerdote del pueblo quiere 1 moneda de oro para tratarla."

Los sanadores y sacerdotes son profesiones muy requeridas por sus habilidades de sanación y desintoxicación, por tanto, han aprovechado el mercado en pueblos o ciudades pequeñas aumentando sus precios a cantidades exageradas.

"Te propongo algo pequeño, intentare ayudar a tu mama a cambio de ese fragmento, e incluso te daré el dinero que quieres como extra." - aunque Samantha no conoce el valor del objeto no duda de que es increíblemente valioso, por lo tanto, decidió hacer un trato con el niño.

"P-pero tú no eres una sanadora ¿verdad?" - el niño mostro dudas por primera vez, como si temiera que hicieran daño a su madre.

"Tienes razón, pero tengo amigas que son sacerdotisas del templo de la fortaleza, y en caso de que no funcione puedo darte la moneda de oro para que llames al sacerdote." - en realidad las palabras de Samantha no eran mentira, al menos en su mayoría...

"Yo... acepto." - el pequeño niño no sabía que su decisión cambiaria completamente su vida.

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El tiempo avanzo lentamente en la fila, pero al final lograron ingresar a la ciudad cuando el sol aún estaba en lo alto por lo que después de buscar un lugar donde hospedarse y conseguir algo de comer con la ayuda del chico, se dirigieron a su casa donde Samantha esperaba poder ver la condición de su madre.

"Los guardias fueron comprensivos, yo pensé que nos detendrían por llevarte." - Samantha converso con Morgan, el cual era el nombre del pequeño.

"No hay razón para detenerte por ayudarme a volver..." - el pequeño mostro incomprensión al argumento de Samantha, como si no tuvieran sentido sus palabras.

Al final Samantha paso por alto la explicación al pequeño ya que noto que el muchacho se detuvo frente a un enorme edificio, en la parte superior de la entrada principal palabras estaban escritas en grande.

"Hemos llegado... ¿vas a entrar conmigo?" - el entro por la puerta principal cuando noto que Samantha no estaba siguiéndolo, fue como si algo la dejara en shock.

"¿Vives aquí?" - pregunto la chica desconcertada sin entender porque no pudo pagar una moneda de oro teniendo semejante propiedad.

"S-sí, mi madre es la instructora de la ciudad y por ello nos dejan vivir en el colegio, pero desde que enfermo ha dificultado su trabajo y nos pueden echar en cualquier momento."- Entendiendo que hizo el juicio incorrecto, Samantha se sorprendió ya que originalmente su objetivo era inscribirse en este lugar.

Después de demorarse en la entrada Samantha siguió al pequeño dentro del edifico y pudo darles una mirada rápida a las instalaciones del lugar, aunque no se puede comparar con un colegio del mundo moderno no cabe duda de que es bastante innovador comparado con otro lugares.

"¡Morgan! ¿Dónde estuviste todo este tiempo? estuve muy preocupada." - antes de que Samantha preguntara más sobre el colegio, una mujer atravesó el lugar y abrazo al muchacho con lágrimas en su rostro.

El rostro delicado de la mujer dejo sin palabras a Samantha ya que era difícil describir su apariencia, como si una verdadera hada hubiera aparecido ante ella.

Esta mujer tiene un lago cabello rubio atado en una cola de caballo, en su frente dos pequeños mechones ondulados adornaban los costados de su rostro, sus labios rosas incitaban a uno a cometer un crimen tomándolos por la fuerza, cejas finas y por último sus ojos... un par de ojos violetas que robaban el alma.

Samantha retrocedió dándoles espacio para ponerse al corriente, pero no olvido revisar el estado de la mujer.

[*Luvia Pugilista Elemental Nv 35]

Ella era similar a Claire con un extraño símbolo en su estado, aparte de eso su nivel era más alto de lo que esperaba, quizás esta fue parte de la razón del porque Sandra y Trish esperaban que pudieran reunirse.

"Cof... mis disculpas señorita, no debí perder la compostura de tal manera." - El rostro sonrojado de la mujer le añadió aún más encanto a su belleza, pero todo termino un momento después.

"¡¡Mamá!!" - grito el niño tratando de apoyar a su madre quien se tambaleo, pero antes de llegar a ella Samantha la sujeto por la cintura impidiendo que cayera.

"¡Vamos! guíame a su cuarto, debemos acostarla." - cargándola como una princesa Samantha insto al niño que liderara el camino, ya que debían revisar el cuerpo de la mujer.

"S-sí, es por aquí." - El niño estaba en pánico, pero guio a Samantha por el camino sin detenerse un momento, pronto llegaron a lo que era una oficina espaciosa donde una cama estaba colocada en el fondo de la sala.

"Sigh. me temo que incluso el sacerdote no podrá curarla..." - comento Samantha después de examinar la condición de la mujer que yacía en la cama, ahora con una expresión pacífica.

"¿Por qué dices eso?" - los ojos de Morgan se pusieron rojos, pero no elevo su tono por miedo a despertar a la muer.

Samantha no respondió en el momento en cambio dirigió su mirada frente a sus ojos.

[Misión Oculta: Salvando a la Damisela]