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Issei, El Príncipe de las Tinieblas

¿Qué estarías dispuesto a hacer para cumplir tus metas? No lo sé y francamente no me importa. Pero si se trata de mi familia, lo que sea. Aunque tenga que ser un cínico, vil y cruel manipulador. Aunque tenga que enfrentarme a mi lado más oscuro. Aunque tenga que caminar en la fina línea entre la cordura y la locura. Por mi honor como príncipe de los demonios, lo juro.

Anthony_Reyal · Lịch sử
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6 Chs

Capítulo 02: Revelaciones y Presentaciones

Shock.

Estado en el que entra el cuerpo cuando no recibe aporte suficiente de sangre a los tejidos y, por tanto, no llega el oxígeno necesario a los órganos para que éstos realicen sus funciones.

Como resultado se produce un fallo multiorgánico.

El shock es una afección grave.

En caso de no recibir tratamiento urgente los daños pueden ser irreparables.

Pudiendo llegar incluso a la muerte.

Hay diferentes motivos que pueden provocar este estado de shock.

Pérdida de sangre masiva.

Traumatismos.

Quemaduras graves.

Congelación de tejidos.

Reacciones alérgicas.

Fallos cardíacos.

Aunque el shock no solo se produce por estas causas.

También existe el shock emocional.

Condición psicológica que surge en respuesta de un evento traumático o aterrador.

Dígase de una experiencia extrema, inquietante, o temor inesperado, estrés o dolor, que implica o amenaza con lesiones graves, lesiones percibidas o la muerte de sí mismos o de otra persona.

Sabiendo todo esto…

¿Cómo se clasificaría el estado de mi pobre tío Rizevim?

Habitación de Issei – Noche

Caía ya la noche en la villa. La luna brillaba en todo su esplendor, alumbrando con su tenue luz el Territorio Hyoudou.

Los animales diurnos empezaban su descanso.

Mientras los nocturnos comenzaban a despertar.

Los cuervos graznaban.

Las luciérnagas brillaban.

Las lechuzas ululaban.

Y mi tío Rizevim roncaba.

Habían pasado 4 horas desde que se había desmayado.

Habíamos probado de todo.

Desde darle respiración boca a boca hasta reanimación cardiaca.

Incluso en mi desesperación logré hacerle un electroshock.

Fue un accidente…

No lo quería hacer a propósito…

*Snif* *Snif*

Flashback- 4 horas antes

-¡TIO RIZEVIM!- chillé horrorizado mientras lo movía de un lado para otro, tratando de despertarlo.

Euclid Onii-chan se lanzó hacia mi inconsciente tío para examinarlo.

Revisando sus signos vitales.

Parece que Onii-chan tiene conocimiento en el campo de la medicina.

¿Será doctor?

¿Enfermero?

¿O solo son primeros auxilios básicos?

Qué demonios sabía yo.

Después de todo sólo tenía 6 años en ese entonces.

-¿Se encuentra bien?- preguntó mi padre, claramente preocupado.

-Sí, se encuentra bien, solo que ha sufrido un shock muy grande- respondió Onii-chan, tratando de tranquilizar los ánimos.

-Onii-chan ¿Qué es un shock?- pregunté preocupado.

¡Esa palabra se oía muy fea!

-Verás hermanito, un shock es un estado en el que entra el cuerpo cuando no recibe aporte suficiente de sangre a los tejidos y, por tanto, no llega el oxígeno necesario a los órganos para que éstos realicen sus funciones- me explicó tranquilamente Onii-chan mientras agarraba mi mano.

¡¿Cómo puede estar tan tranquilo diciendo eso?!

Tampoco es que haya entendido un carajo de lo que me dijo…

¡Pero eso se oía muy grave!

-Y… ¿no le pasará nada a tío Rizevim?- pregunté.

-No te preocupes, en estos casos no es letal- respondió.

Tan preocupado estaba que sólo escuché 2 palabras…

ES LETAL.

LETAL.

LETAL.

¡NOOOOOOOOOO, TÍO RIZEVIM SE VA A MORIR POR MI CULPA!

-¡Tío Rizevim!- grité a todo pulmón, tirándome encima.

-¡Issei, cálmate!- ordenó mi padre, quien trataba de agarrarme.

-¡TIO RIZEVIM, DESPIERTA!- grité mientras saltaba encima del inerte cuerpo de Rizevim, tratando de hacer que respire.

CLANC

-Y ahí se fueron las costillas de paseo- dijo Onii-chan con un tono irónico, quien estaba echándole aire a tío Rizevim con un soplador de aire antiguo, de esos que parecen un acordeón.

Soplador de aire…

¡Tengo una idea!

-DAME ESO- dije arrebatándole el soplador de aire a Onii-chan.

-Pero que…- trató de decir Onii-chan.

-¡RESPIRA TIO RIZEVIM!- fue lo único que exclamé antes de meterle el soplador de aire hasta la garganta…

Y comenzaba a soplar.

FIUSH

FIUSH

FIUSH

Era el sonido de la panza de mi tío inflándose.

PLUSH

Desinflándose.

Después de repetir el proceso unas 5 veces empezaron a mostrarse resultados.

-Arggh- fue un pequeño quejido por parte de mi tío, quien arrugó su cara en señal de dolor.

¡Estaba funcionando!

Pero este método iba a demorar…

¿Cómo puedo acelerar el proceso?

POV Chivi Issei

Vamos Issei, piensa.

Hace unos días vi una serie de doctores con mi mamá.

Un paciente había tenido un shock…

Como le pasó a tío Rizevim…

Y el doctor…

¡LE PASÓ CORRIENTE!

¡ESO ES!

Pero yo no tengo ningún aparato para pasarle corriente…

Ya fue, improvisaré…

-¡Despejen!- grité mientras juntaba mis manos y con ellas golpeaba el pecho de Rizevim.

-¿Are?- dijo Rizevim, quien empezaba a despertarse.

Tanta era mi concentración…

Que no me di cuenta del despertar de Rizevim…

Mis poderes mágicos se activaron…

Llenándose mis manos de relámpagos…

Electrocutándolo…

¿Le habrá dolido?

No lo sé, solo me queda esperar a que despierte…

¡Y que siga vivo!

Fin del Flashback

*Snif* *Snif*

-Ya tranquilo hijo, solo fue un accidente- me consolaba mi padre, acariciándome la cabeza.

-BUAAAAAAAAAAAAAAAAAA- lloraba desconsoladamente, creyendo que había asesinado a tío Rizevim.

-No se preocupe, Issei-sama, Rizevim-sama es muy fuerte, no por nada es hijo de Lucifer- trataba de animarme Euclid Onii-chan.

-*Snif* *Snif* P-pero…*Snif* *Snif*, hace 4 horas que no d-despierta- dije.

-No es que hubiera querido quedarme dormido todo ese tiempo, Issei-chan, solo que esos relámpagos que me lanzaste de improviso fueron brutales- dijo una conocida voz desde mi cama.

-¡Tío Rizevim!- chillé abalanzándome sobre él, pero cuando estaba a punto de alcanzarlo…

PUM

-¡Ouch! ¡Papá por qué me pegas!- me quejé mientras me sobaba un gran chinchón que tenía en la cabeza.

-¿Acaso quieres matarlo?- preguntó mi padre.

-Perdón- dije mientras agachaba mi cabeza, arrepentido.

- UHYAHYAHYAHYAHYA, no te preocupes, Issei-chan, por lo menos sabemos que tu poder está ahí- me dijo divertido tío Rizevim mientras se reía.

-¡Tío Rizevim!- dije haciendo un puchero.

-Jajajajajajajajajajajajajajajajajaja- se reían mi padre y Euclid Onii-chan.

-Mouuu- protesté avergonzado.

Después de que se les pasara la risa, volvimos a sentarnos y comenzamos a hablar.

-Dime hijo, ¿cómo sentiste tus poderes?- preguntó mi padre.

-Raros, ni siquiera puedo sacarlos a voluntad. Es más, no me han aparecido las alas- dije sinceramente.

-¿Te preocupan tus alas, hermanito?- comentó Euclid Onii-chan.

-Sí, Onii-chan- respondí como un buen niño.

-De eso no te preocupes, Issei-chan, mira atrás tuyo- dijo tío Rizevim, chasqueando los dedos.

ZAS

Como por arte de magia, sentí cómo algo brotaba de mi espalda.

Volteé a ver y…

Ahí estaban.

7 pares de alas demoniacas extendidas en todo su esplendor.

¡Y eran por lo menos del doble de mi tamaño!

- UHYAHYAHYAHYAHYA, quién lo diría, tan pequeño y con esa cantidad de poder- comentó asombrado tío Rizevim.

-Obviamente, es mi hijo después de todo- dijo mi padre con el pecho inflamado de orgullo.

- Impresionante- fue lo único que atinó a decir Onii-chan que tenía los ojos abiertos como platos.

-¡Genial!- dije. –Papi… ¿me enseñas a volar?- le pregunté a mi padre.

-Mañana, hijo mío. Ahora tienes que dormir- me dijo tranquilamente.

-Pero no tengo sueño todavía- le respondí.

-Tienes mucho sueño y te irás a dormir- me dijo mi padre, pero con una voz… extraña.

Hipnótica.

Como si penetrara directamente en mi mente.

Algo me decía que debía obedecerla.

Que en verdad tenía sueño.

Aunque dijera todo lo contrario.

Esa voz tenía la razón.

DEBÍA tener razón.

Bostecé.

Cansado.

Sin ninguna razón aparente.

Mis ojos se cerraban.

Luchaba por mantenerlos abiertos.

Pero no podía.

Simplemente no podía.

Mi cuerpo no me respondía.

Me dormí.

PLOP

-Creo que se te pasó la mano- comentó Rizevim, viendo al pobre castañito dormir.

-Jejeje, creo que sí- respondió Satán, mientras me cargaba y arropaba en mi cama.

-¿Qué piensan de él?- preguntó mi padre.

-Issei-sama será un gran demonio, sin ninguna duda- comenzó Euclid.

-Sí, además de uno espectacularmente poderoso- dijo Rizevim. –No puedo creer que sea el portador de la Boosted Gear, esto es emocionante- continuó mientras trataba de contener su emoción.

-No eres el único que está sorprendido Rizevim, yo no lo podía creer- respondió Satán.

-Será mejor que lo dejemos descansar- dijo Euclid mientras abría la puerta y apagaba las luces. – Después de todo mañana empieza su entrenamiento.-

-Es verdad, siéntanse como en su casa. Hay 33 habitaciones libres para escoger- dijo Satán.

-Gracias por recibirnos, Satán-sama- respondió el Lucifage, haciendo una avenia.

-No hay de qué- respondió.

Lugar desconocido-Subconsciente de Issei

¿Dónde estoy?

Fue lo primero que pregunté al encontrarme de repente en este lugar.

Oscuro.

No veía absolutamente nada.

Apenas podía ver mis pies.

Empecé a caminar.

Habré caminado…

No sé, unos 100 metros…

De repente, llamas empezaron a salir de la nada.

Pero no me quemaban.

Ni siquiera estaban calientes.

[Así que tú eres mi compañero, ¿no es así?]

Entonces lo vi.

Era un dragón occidental rojo, enorme, con unos amenazantes ojos verdes. Si tuviera que decir un aproximado de su altura, diría que es tan grande como el Empire State.

Sí, así de grande.

-¿Q-quién e-eres t-tú?- pregunté, temeroso.

[Yo soy el Dragón Emperador Celestial Rojo, Ddraig]- dijo con voz grave. [¿Y tú quién eres, mocoso?]

-Yo soy Hyoudou Issei- dije con un poco de confianza.

¡Dijo que éramos compañeros!

[Así que Hyoudou Issei, ¿eh?]

-Sí- le respondí.

[Bien, ahora me voy a dormir. Hasta otra ocasión]

Espera… ¿y ahora cómo salgo de aquí?

Territorio Hyoudou- Mañana

El día empezaba en el Territorio Hyoudou.

Los pájaros cantaban.

El sol salía.

Y el pequeño Issei…

-Mamá, cinco minutos más- pedí, tapándome con la sabana, intentando inútilmente de seguir durmiendo.

-No mi hijo, tienes que levantarte, los niños buenos se levantan cuando su mamá les dice ¿o tú no eres un niño bueno?- me dice mi madre, con cierta malicia en sus últimas palabras.

-¡YO SOY UN NIÑO BUENO!- exclamé inmediatamente, levantándome más veloz que un rayo.

-Me alegra escuchar eso- dijo mi madre. –El desayuno ya está listo, así que cámbiate y baja, hoy día comemos huevo frito.-

¡HUEVO FRITO!

¡HURRAAAAAAA!

Después de cambiarme, bajé al comedor viendo que mis padres, tío Rizevim y Onii-chan ya estaban allí. Me senté a la mesa y empecé a comer.

-Dime Issei, ¿cómo dormiste?- me preguntó papá.

-Bien, he dormido mejor que nunca, pero… ¿cómo lograste dormirme?- respondí.

-¿A qué te refieres?- preguntó de nuevo papá.

-Es que cuando me dijiste para ir a dormir, lo hiciste con una voz diferente- dije.

-Ufufufufufu cariño… ¿me parece o usaste la "tentación" con nuestro hijo?- preguntó dulcemente mi madre… agarrando un cuchillo con fuerza.

¡Aquí va haber sangre!

-Para nada cariño, ¿me crees capaz de usar mi habilidad con mi propio hijo?- dijo mi padre con esa voz que usó ayer en la noche.

-Para nada cariño, para nada- dijo mi madre soltando el cuchillo.

¡Esa es la voz que usó para dormirme!

-Papi, creo que tu "habilidad" tiene efectos secundarios-

-¿Por qué lo dices?-

-Porque ayer tuve un sueño bien raro-

-¿Qué clase de sueño?-

-Es que ayer soñé con una lagartija gigante-

[¿A quién llamas lagartija?]

-¿A sí?- dijo mi padre, con un tono de no creer lo que había dicho.

-Sí, se llamaba Ddraig- respondí.

PUFFF

Tío Rizevim escupió lo que estaba tomando en cara de Onii-chan.

-*Cof* *Cof* ¿Cómo dijiste que se llamaba?- me preguntó tío Rizevim, tratando de recuperar el aliento.

-Se llamaba Ddraig- respondí tímidamente.

-Así que Issei-sama ya puede comunicarse con el dragón en su Sacred Gear- comentó Euclid Onii-chan mientras se limpiaba la cara.

-Supongo que fue la influencia de la "tentación" en sus poderes mágicos- especuló mi padre.

-Ciertamente la "tentación" fue un factor influyente en la comunicación que tuvo Issei-chan con el Dragón Rojo, pero la principal causa fue el despertar de sus poderes. Es cierto que el Sacred Gear puede activarse con un estímulo externo como la transferencia de magia o la "tentación", pero el desarrollo de un Sacred Gear depende exclusivamente del usuario. ¿Qué podemos deducir con todos estos eventos? En primer lugar que Issei-chan tiene el poder suficiente para activar su Sacred Gear. Segundo que su nivel de poder es alto incluso para un demonio de su edad, por lo que si lo llega a desarrollar plenamente podría incluso superarnos a todos los presentes juntos con relativa facilidad. Y tercero, analizando su fuerza física y el nivel de esos rayos, podríamos decir con seguridad que en este momento el poder de Issei-chan está a la par de un demonio de Clase Alta- expuso Rizevim, quien tomaba su té tranquilamente.

-Fascinante, con solo unos pocos detalles puedes deducir tanto. Eres igual al mismísimo Lucifer, no, tal vez más- dijo mi padre, asombrado.

-No es tan difícil como se piensa, simplemente tienes que esperar a que los hechos hablen por sí mismos, unirlos lógicamente, contrastarlos con un poco de tus conocimientos y listo, teoría instantánea- dijo tío Rizevim, orgulloso.

Guaaaauuuu.

¡Tío Rizevim es genial!

-Entonces ¿empezamos con el entrenamiento?- me preguntó padre.

-Sí, estoy listo- dije.

- UHYAHYAHYAHYAHYA, esto va a ser interesante- dijo Rizevim, con una sonrisa diabólica.

Niños, como habrán visto hasta ahora, las mujeres tienen… como decirlo… cierto carácter oculto.

Si analizamos los hechos ocurridos hasta este punto podemos sacar 2 conclusiones puntuales:

Primera, nunca se les ocurra… ¡LA ESTUPIDEZ DE PENSAR QUE COMPRENDEN A UNA MUJER! Las mujeres son como una novela, su carácter es tan impredecible como una historia de suspenso, tan volátil como una de acción y aventura, cuando se alegran y enamoran como la más hermosa de las historias de amor. Pero cuando se enojan… un libro de terror queda corto con lo que piensan hacerte y todo lo descrito en el "Malleus Maleficarum" es una broma comparado con lo que expresan de manera física.

Segunda… ustedes son mis hijos, mi descendencia, la cosa más preciada en mi vida (sí, incluso más que sus madres). Mis actos, mi carácter, mi voluntad y todo lo mejor que pude llegar a ser se refleja en ustedes. Los amo con todo mi corazón, con toda mi alma y con todo mi ser. Y porque los amo les haré esta advertencia. Como alguno de ustedes cometa la OSADÍA de ser dominado por alguna mujer o mujeres en caso que alguno decida tener un harem (lo que no me molestaría, es más, me sentiría orgulloso de que sigan mis pasos)…

¡LO CASTRO VIVO, LES HARÉ QUE SE TRAGUEN LAS PELOTAS Y SU ORTO SE LOS METERÉ POR EL CULO!

¡EN UNA RELACIÓN NADIE ES MÁS QUE EL OTRO, LOS 2 SON IGUALES Y POR EL MERO HECHO DE SER IGUALES MERECEN RESPETO, NO DOMINACIÓN! ¡Y EN EL HIPOTÉTICO CASO QUE ESA/S MUJER/ES SE LES OCURRA SIQUIERA INTENTAR DOMARLOS COMO SUS MADRES INÚTILMENTE TRATARON DE DOMARME A MÍ, ENSÉÑENLES SU LUGAR! ¡NO TENGAN PIEDAD!

Y en el caso de que llegue a tener hijas… primero me disculpo por mi grosero y burdo lenguaje. Lo que pasa niñas es que me molesta mucho ver a un hombre sometido al yugo de una mujer. Y no vengan que eso es machista porque no lo es. ¿Piensan que es una tontería? Pues las mujeres no son las únicas que pueden crearlas.

Si no fueran mis hijas les diría que aprendan a respetar la erección. La erección es una condición física natural de un varón que expresa la admiración que tiene un hombre a la belleza de una mujer. ¡ROMPAN ESE ESTIGMA ARCAICO MATRIALCAL OPRESOR QUE PREDICA QUE LOS HOMBRES SON UNOS PERVERTIDOS BRUTOS CABEZAS DE CHORLITO QUE SOLO PIENSAN EN PECHOS Y CULOS! ¡NOSOTROS TAMBIÉN SOMOS SERES SENSIBLES QUE APRECIAN LA HERMOSA PERSONALIDAD QUE CADA MUJER TIENE, ASÍ QUE NO ME VENGAN CON ESO QUE TODOS SOMOS UNOS PERVERTIDOS!

Pero como son mis hijas el caso es diferente. Por supuesto que es diferente. Las amo con toda mi alma, con todo mí ser, daría todo por ustedes y su felicidad, y con toda la preocupación que un padre puede tener hacia sus hijas, les pido por favor que sean lesbianas. Ser lesbiana no es malo, sus madres son bisexuales y no me quejo. Prefiero mil veces que sean lesbianas y se den placer a base de otra mujer o la masturbación a que un hombre esté dentro de ustedes. Además siempre existe la adopción. Ellos solo son unos malditos aprovechadores que quieren comprometerse con ustedes por ser mis hijas, las hermosas y orgullosas hijas de Issei Hyoudou, nietas de Satanás. Aunque por un lado me relajo sabiendo que sus madres serán muy estrictas con respecto a eso…

Aprovecho esta oportunidad para disculparme con Lord Gremory, Baraquiel y todos los padres a los que arrebaté la virginidad de sus hijas. Los entiendo ahora.

Por favor discúlpenme.

(Imagínenme de rodillas con la cabeza gacha)

Pero en el caso que sus madres se dejen segar por "el amor verdadero" y todas esas tonterías que Disney les metió en la cabeza cuando eran jóvenes.

(Imagínenme ahora expulsando mi aura con brutalidad a su máximo poder, todo el Inframundo recuerda el terror que sintieron cuando llegué a mi máximo poder así que por favor háganme el favor de mostrarles a mis hijos e hijas un aproximado entre ustedes)

Hijos míos, amigos míos, esta es mi primera orden como padre y un favor que les pido en conmemoración de nuestra gran amistad. Como sus hermanas (mis hijas) pierdan la virginidad…

¡DESTRUYAN AL MALDITO BASTARDO HIJO DE PERRA QUE LO HIZO!

¡CÁSTRENLO!

¡QUÉMENLE LAS PELOTAS Y OBLÍGUENLO A COMÉRSELAS UNA A UNA!

¡LUEGO FRÍAN SU ASQUEROSA SALCHICHA A FUEGO LENTO FRENTE A SUS OJOS Y MÉTANSELA POR EL CULO HASTA QUE SE DESANGRE!

¡Y CUANDO CONSIDEREN QUE YA SUFRIÓ SUFICIENTE, DÁSELO DE COMER A FENRIR Y BASKERVILLE, ELLOS ENCONTRARÁN UN MEJOR USO A SU CUERPO!

¡NO ME INTERESA QUE GRITE PIDIENDO PIEDAD!

¡NO VACILEN!

Bueno me estoy desviando.

A partir de ahora la historia la contaré en 3ra persona.

Ciertamente no me interesa en qué persona la cuente.

Pero creo que encontrarán la lectura más amena leyéndola como si fuera alguien más.

Y de paso hace que disminuya mi vergüenza por los acontecimientos posteriores y por todo el discurso que les he soltado antes.

Los quiero.

(Y a los novios de mis hijas muertos MUAJAJAJAJAJAJAJAJAJA)

Sótano-Sala de entrenamiento

Después de desayunar, bajaron a la sala de entrenamiento.

Frente al castañito están los 3 demonios parados.

-Primero empecemos por expulsar tu aura- dijo mi padre.

¿Aura?

¿Qué es eso?

¿Se come?

-No Issei, el aura no se come- dijo padre, aguantándose la risa.

-Verá Issei-sama, el aura es un campo energético de radiación luminosa que rodea a las personas y es invisible para los seres humanos- explicó Euclid.

Radia…

¿Qué?

-Es esto- dijo simplemente Rizevim mientras expulsaba su aura.

Imponente.

Brutal.

Era un manto de color azul oscuro que rodeaba el cuerpo de Rizevim.

-Guauuuu- dijo asombrado el castañito mirando el aura del descendiente de Lucifer.

Y cómo no estarlo.

Era impresionante.

-¿Entendió el concepto, Issei-sama?- preguntó tranquilamente el Lucifage.

-Sí- dijo Issei, emocionado.

-Y ahora… ¿cómo expulso mi aura?- preguntó el castañito con múltiples signos de interrogación rondando por su cabeza.

-No lo sé, yo aprendí a hacerlo naturalmente, como antítesis de Dios aprendí a hacerlo naturalmente- dijo Satán con una enorme gota de sudor en la nuca.

-¿No recuerdas cómo me enseñaste a hacerlo Satán?- preguntó Rizevim mientras expulsaba aún más aura. –Pues yo lo recuerdo perfectamente ¿Hace cuánto fue? ¿Mil? ¿Tres mil? ¿Cinco mil años?- siguió Rizevim, iracundo.

-Jejejeje, ciertamente, pero recuerda que eso fue un accidente- dijo Satán riéndose, con cierto nerviosismo.

Flashback- 10 000 años antes

Corría ya la Primera Gran Guerra.

Dios, Michael, Gabriel, Raphael, Uriel, Metatron, Sandalphon, Raguel, Raziel, Remiel, Zamiel, Leamiel, Ramiel y sus ángeles de alas blancas representando a la Facción del Cielo.

Azazel, Shemhazai, Armaros, Baraquiel, Tamiel, Penemue, Kokabiel, Sariel y los ángeles de alas negras representando la Facción de los Ángeles Caídos.

Satanás, Lucifer, Beelzebub, Leviathan, Asmodeus, Amón, Mamón, Belphegor y los ya establecidos 72 pilares representando a la Facción de los Demonios.

Después de largos años de combates por la supremacía, había llegado lo inevitable.

Una tregua.

Pero no se confundan, esta tregua no era por buena voluntad.

O no, por supuesto que no.

Esta era una tregua forzada.

¿Y por qué forzada?

Porque aunque digamos todo lo contrario admitámoslo.

¿Quién bajo su puño una vez levantado?

¿Quién se rinde y huye a resguardarte cuando tu enemigo está en frente tuyo, listo para luchar?

¿Quién desaprovecha la gran oportunidad de monopolizar el mundo humano?

¿Monopolizar el mundo humano?

Qué imbéciles que eran los líderes antiguos.

¿No podían simplemente seguir con sus vidas en paz y tranquilidad?

Pues no.

En ese tiempo se pensaba que no había espacio en la Tierra para 3 facciones.

Solo podía quedar una.

La Facción suprema.

La definitiva.

Incluso ahora ciertos individuos piensan eso.

¿Y cómo lo sé?

Pues hace tiempo conversé sobre eso con un líder de los caídos que, obsesionado con la Guerra, trató de lastimar a mi Familia.

Grave error.

Aún ahora me da pena recordar cómo quedó.

Era un buen tipo…

Kokabiel-sensei…

¿Cómo se te ocurre que un niño de 11 años entienda una idea que maduraste con muchísimos años de vida más que él?

Pero bueno, cada uno tiene sus locuras.

¿Quién soy yo para juzgar a alguien?

Sin nada más que comentar por ahora, sigamos con la historia.

Por supuesto que ninguno de estos 3 grandes poderes perdería la oportunidad.

Pero la Guerra seguía siendo Guerra.

Y la Guerra…

Tiene bajas.

Los serafines Zamiel, Leamiel y Ramiel junto con una masiva cantidad de ángeles murieron en el fragor de la batalla.

Los caídos Armaros, Tamiel, Penemue y Sariel fallecieron por heridas graves y uno que otro se llevó consigo a un Serafín.

¡Se había llevado consigo a la muerte a uno de sus propios hermanos!

Y eso sin contar el gran número de legiones de caídos fallecidos.

Pero eso no importa en una Guerra.

Matas o te matan.

Todo aquel que te ataque es tu enemigo.

Esa es la simple y llana verdad.

Por el lado de los demonios la cosa no estaba mejor.

Los príncipes del Infierno Amón, Mamón y Belphegor habían sido hechos cenizas, si, CENIZAS, al enfrentarse en combate directo contra el mismísimo Dios.

Qué imbéciles.

A pesar de que Satán mismo les había ordenado no acercarse a Dios y retirarse apenas lo vieran.

Pero no.

Si a ello le sumamos que 17 casas demoniacas habían sido exterminadas de la faz de la Tierra.

La situación era muy mala para las 3 facciones.

En especial para los demonios.

Los líderes de las facciones estaban tratando de reorganizar sus tropas.

La moral de los soldados estaba por el suelo.

Y además la estructura de gobierno tenía que cambiar.

Sus líderes estaban muertos.

Debían reorganizarse.

La cosa lamentablemente fue fácil.

Por el lado de los ángeles Dios al centro, los 4 serafines más poderosos como sus consejeros personales, y los 5 restantes se repartían el mando de las legiones celestiales.

En el lado de los caídos Azazel fundó Grigory como centro de investigación y nuevo Estado que gobernaba a los ángeles caídos. Él junto con Shemhazai, Baraquiel, Kokabiel y otros caídos de alto rango cuyos nombres no valen la pena recordar tomaron el mando en sustitución de los líderes anteriores.

Por el lado de los demonios Satán al centro como Gobernante Absoluto y los 4 grandes Yondai Maous como sus consejeros personales y gobernantes del Inframundo.

Ahora nos concentraremos en un lugar que pocos demonios conocen, un lugar donde moraba el 2do demonio más poderoso del Inframundo.

El Maou Lucifer.

El Castillo Lucifer se encuentra en la ciudad de Lilith, en el centro de cientos de casas y edificios donde vivían cientos de demonios.

El nombre de la ciudad fue en honor a la esposa de Lucifer, Lilith.

Bueno, honor… más bien a exigencias de Lilith.

Otro caso del poder de persuasión de las mujeres.

¿Acaso aquellos que ostentan el título de Lucifer son unos pisados?

Probablemente.

Si no me creen pasen un día feriado al lado de Sirzechs Lucifer.

No pasarán ni 10 minutos y ya estará siendo tortura… digo pisado por su esposa.

Jajajajajajajaja, tendrían que verlo.

Bueno, sigamos con mis memorias.

En su mayoría demonios de alto rango vivían allí.

Pero ninguno excepto un grupo de selectos tenía el honor de proteger el Castillo Lucifer.

Altas murallas recibían al visitante, con un puesto de vigilancia cada 100 metros, equipado con ballestas mágicas y un destacamento de soldados protegiendo cada rincón de la muralla.

"Nadie entra, nadie sale", era la orden expresa del Maou Lucifer y ellos fieles hasta la muerte la cumplirían sin pestañear.

En el centro de la muralla se encontraba una puerta exageradamente grande, puerta que en este momento franqueaba un hombre alto, de cabellera negra como la noche que le llegaba hasta el cuello, fornido, con proporciones adecuadas a su puesto y poder. Vestía con una armadura negra, lisa, como si un hacha ardiente hubiera pasado por ella y no hubiera dejado ni una sola imperfección. Ligera como la pluma pero resistente como las mismas escamas de un dragón, cada paso que daba sonaba fuertemente, pero nada más. Como si el sonido alrededor de la armadura hubiera desaparecido y solo ella pudiera revivirlo. En la espalda llevaba una fina capa de seda fina negra por fuera y roja como la sangre que escondía una espada que el sujeto llevaba en el cinto. La espada en cuestión expulsaba una gran cantidad de aura demoniaca.

Era una espada bastarda, con mango negro como la noche eterna, con una gema roja en el centro que se extendía hasta la tercera parte de la hoja. Adornada con un pequeño zafiro azul en la punta inferior del mango, su empuñadura estaba diseñada para ser usada por una mano o dos. Pero eso no era lo que llamaba más la atención. Su hoja era de un color plateado brillante, con runas antiguas grabadas en ella, se notaba a la legua que esa espada estaba hecha para vencer.

Era la espada digna de un Rey.

Pero la importancia de esta espada la veremos más tarde, ahora concentrémonos en lo que vinimos a ver.

Los soldados al verlo se arrodillaban, abriéndole la puerta no más verlo venir.

Algunos de ellos temblaban de miedo.

A pesar de no estar en combate, su aura misma hacía que su capa ondeara a pesar de no haber aire.

No era necesario ser un genio para saber que, si este sujeto atacara, ellos serían exterminados, no, ANIQUILADOS.

Sí señores y señoras, este sujeto era mi padre.

Satanás, el Rey Demonio Original.

Entró al Castillo donde encontró un camino hecho de grava que lo llevaba a la puerta interna de este.

Adornado con flores multicolores, el camino lo llevó a una puerta de roble que 2 sirvientes abrieron de par en par.

Entró al vestíbulo.

El piso era de mármol blanco, macetas llenas de flores adornaban el camino hacia la sala de estar.

De seguro las floras eran un capricho que Lilith, la esposa de Lucifer, había tenido mientras estaba embarazada del pequeño que ahora estaba por visitar.

Rizevim Liván Lucifer.

El primer y único hijo de Lucifer.

Mi padre aún recuerda la cara que su gran amigo y general más leal había puesto cuando se enteró que iba a ser padre.

Casi destruye una región del Inframundo en su frenesí de felicidad…

Y de miedo.

Estaban en Guerra y los caídos habían intensificado en ese entonces los intentos de asesinato hacia los líderes infernales.

Su esposa y aún más importante, su hijo estaba en peligro.

Necesitaba proteger a lo más preciado en su vida.

En menos de una hora construyó el Castillo más seguro de todo el Inframundo.

En tiempo récord…

Una fortaleza inexpugnable.

El Rey Demonio estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta que llegó a la sala de estar.

Era una sala amplia, con ventanales que permitían ver el jardín trasero. Unos cómodos sillones ubicados céntricamente alrededor de una mesa que ya estaba ocupada por una gran cantidad de bocadillos.

Otro capricho de Lilith, eso es seguro.

La sala estaba decorada con muebles de madera de demoniaxus archimalus, un extraño árbol de la familia de los sauces que crecía solamente en la ciudad de Agreas, en el Territorio de la Familia Agares.

Costó horrores conseguir la madera.

No porque la madera cueste mucho dinero, sino porque el árbol en cuestión estaba vivo…

Y no iba a dejarse cortar fácilmente.

(Imagínense al Sauce Boxeador de Harry Potter para mayor referencia)

Resumiendo, la sala en cuestión era muy lujosa.

Apenas entró a la sala, de uno de los sillones se levantó un hombre.

Como de unos 35 años, alto, esbelto, con una cabellera blanca peinada hacia los costados, facciones finas y ojos grises. Vestía con un traje de paño gris con detalles dorados, pantalones azul oscuro, botas de cuero negras y guantes blancos.

(Imagínense al serafín Miguel de Highschool DxD con el cabello blanco)

El hombre era nada más ni nada menos que Lucifer, la mano derecha de Satán y Máximo General de las legiones infernales.

-¡Padre, qué gusto me da su visita!- exclamó Lucifer dándole un fraternal abrazo al recién llegado.

-¡Lucifer, hijo mío, qué alegría me da verte!- dijo Satán, correspondiendo el abrazo.

-¿Cómo te va la vida?- preguntó Satán, quien a invitación de Lucifer se sentaba al lado suyo, frente a una mujer de unos 26 años, con una cabellera pelinegra que le llegaba hasta los muslos, ojos negros vivaces, figura esbelta, pechos copa D, piernas bien torneadas, trasero bien formado. En pocas palabras, a su manera, una hermosura.

-Bien, padre, pero desde que Dios nos declaró la Guerra, he envejecido unos cientos de años- dijo con sorna Lucifer, sirviendo el té y dándole una taza al pequeño que estaba al costado de la mujer.

Era un pequeño de aproximadamente 11 años de edad, cabello blanco rebelde que le llegaba hasta el cuello y ojos grises como su padre. Vestía un conjunto azul marino, de esos que los hijos personalidades de clase alta tienen. El niño miraba con curiosidad al recién llegado.

-¿Ese es el pequeño Liván del que te pasas hablando todos los consejos de guerra?- preguntó Satán, sirviéndose una taza de té. –Debes estar orgulloso de tu hijo Lilith- comentó.

La mujer esbozó una sonrisa.

-Efectivamente Satán-sama, mi hijo es mi mayor orgullo- respondió orgullosamente la mujer ahora identificada como Lilith. –Hijo, preséntate adecuadamente- ordenó severamente la mujer.

El niño, con decisión, se levantó e hizo una reverencia.

-Soy Rizevim Liván Lucifer, un gusto en conocerlo Satán-sama- dijo el pequeño Rizevim.

-Jajajajajajaja, no son necesarias las formalidades conmigo a menos que estemos en el exterior Rizevim-chan, además no olvidemos que soy tu abuelo- dijo Satán haciéndole el gesto de que podía levantarse.

-¿Entonces estaría bien que lo llamara Satán-sama?- preguntó tímidamente.

-Por mí no hay problema- dijo Satán.

El niño se sentó y empezaron a conversar.

Temas triviales como la familia, los amigos, las aventuras del hijo de Lucifer (para vergüenza de Rizevim)…

Y de la muerte de Amón, Mamón y Belphegor.

Satán y Lucifer estaban devastados.

Por un lado Lucifer estaba triste, ya que los fallecidos eran prácticamente sus hermanos. Habían pasado gran parte de su vida juntos y él mismo los había visto crecer.

¡Incluso él había ayudado a Belphegor a dar sus primeros pasos!

Simplemente estaba devastado.

Por el lado de mi padre "devastado" era poco comparado con lo que sentía realmente.

Él mismo los había visto nacer.

Él mismo les había enseñado todo lo que sabían.

Él mismo les había dado de comer y beber cuando recién eran unos bebes.

Y ahora…

Ya no estaban.

Ni siquiera sus cadáveres tenían para hacerles un entierro digno.

Eran sus hijos menores.

Y mis hermanos mayores…

Cómo me gustaría haberlos conocido…

-Entonces Padre, ¿Por qué nos visitas?- dijo Lucifer, tratando de alegrar el ambiente.

-Por Rizevim- respondió secamente Satán.

La expresión de Lucifer se ensombreció.

Rizevim, asustado, se escondió detrás de su madre, quien tenía un rostro severo.

-¿Qué asuntos tienes con mi hijo?- preguntó sombríamente Lucifer.

-Las otras Facciones no tardarán en hacer su movimiento y tú no estarás presente en todo momento para proteger a tu hijo- dijo Satán solemnemente. –Y todos mis hijos deben estar en el campo de batalla, no podemos dejar que Dios o Azazel logren entrar a nuestro Territorio.

Lucifer seguía con la misma expresión sombría.

-De los caídos no me preocupo, los 55 Pilares restantes no los dejarán entrar, conozco su orgullo como demonios, antes muertos que invadan el Inframundo- continuó Satán poniéndose de pie y comenzando a caminar por la sala. –Pero por otro lado Dios es mi máxima prioridad. No me cabe duda que intentará invadir el Inframundo con una batalla de desgaste, aprovechando que las Casas Demoniacas están defendiéndose de los caídos, mandarán a la mitad de sus tropas a atacar Grigory, exterminando las fuerzas de los caídos-

Lucifer apretaba sus puños, liberando inconscientemente su aura, asustando a su esposa e hijo.

-Con los caídos fuera del camino, la única amenaza para la Facción del Cielo seremos nosotros. Con nuestras fuerzas seriamente mermadas y replegadas por todo el territorio, deberías saber perfectamente cuál será su objetivo principal- dijo Satán acercándose hacia Lucifer.

- La capital del Inframundo, Lilith- dijo Lucifer, cuyas ondas de poder empezaron a destruir el piso.

-Efectivamente, el objetivo principal del Cielo será la conquista de Lilith. No sería raro pensar que ya se enteraron del nacimiento de Rizevim- dijo mi padre con preocupación.

BOOM

El aura de Lucifer destruyó el techo, abriendo un gran agujero.

Rizevim estaba aterrado.

-Lo único que nos quedaría hacer sería una confrontación directa. Yo por lógica me vería obligado a luchar contra Dios para que no lo confronten directamente- siguió Satán, expulsando su aura, furioso.

KABOOM

El aura de mi padre hizo un hueco en el techo que atravesaba todos los pisos, y el suelo se había convertido en un cráter un poco profundo. El suelo temblaba, todo Lilith sentía las ondas de poder que estaban siendo expulsadas del Castillo Lucifer.

-Tu hermano Asmodeus estará en el norte en su territorio, luchando contra por lo menos 3 serafines, luchando por proteger la evacuación de la ciudad, atacado por todas las bandas y con el objetivo de proteger a los civiles, su única opción será replegarse y retirarse hacia el centro- siguió Satán, iracundo. –Luego tu hermana Leviathan al sur, sabiendo que ella no puede usar su máximo poder sin tener daños colaterales y sabiendo lo mezquino que es Dios enviará a 2 serafines para confrontarla y la única opción que ella tiene para no destruir a nuestros soldados será retirarse hacia el centro- dijo, aumentando aún más su aura.

Lucifer bajaba la cabeza en señal de derrota.

Él era el mejor estratega después de su hermano Asmodeus y sabía que eso era verdad.

Después de todo, su padre le enseñó eso hace años, antes de caer.

-Tu hermano Beelzebub será confrontado probablemente por Rafael y Uriel ya que estos son una combinación efectiva. Beelzebub basa sus ataques en el control de las moscas y su poder demoniaco, y también es un gran combatiente cuerpo a cuerpo, eso será inútil contra el fuego divino de Uriel que no lo dejará moverse de su posición y la gran capacidad de curación que tiene Rafael, eso sin contar que es un excelente guerrero- continuó mi padre, Satán, apretando los puños de tal forma que sangre salía de estos. –Tu hermano, abrumado por esta combinación y tratando de disminuir el número de bajas civiles, hará lo más obvio.-

-Retirarse hacia el centro- dijo Lucifer, ya desanimado.

-Sí, pero Lilith tiene un hechizo de barrera nivel SSS, solo Dios sería capaz de romperla- dijo Satán tranquilizándose.

-Es verdad- dijo Lucifer, alegrándose.

-Pero no podemos evitar que entren una cantidad considerable de tropas a la ciudad antes de que la barrera se active- vaticinó Satán, poniéndose en una pose pensativa.

-Eso no importa, los aplastaremos- respondió Lucifer, con la moral bien alta. –Entre todos mis hermanos podremos derrotarlos-

-Eso no lo niego hijo mío, pero olvidas algo importante- refutó Satán.

-¿Qué me estoy olvidando?- preguntó Lucifer.

-Tu hijo- respondió secamente mi padre.

La alegría que hace un momento mostraba Lucifer se desvaneció en un parpadeo.

-¿A qué te refieres?- preguntó Lucifer, temeroso.

-Michael y Gabriel dirigirán el ataque a la ciudad, eso es seguro. Mientras ustedes pelean con ellos y todas las tropas disponibles aniquilan a los ángeles ¿Quién defiende el Castillo Lucifer?- preguntó mi padre diabólicamente.

Lucifer se estremeció por completo.

¿Cómo pudo olvidarse de ese detalle?

-Los hijos de tus hermanos se refugiarán con Rizevim en el sótano. Shalba, Katarea , Creuserey y tu hijo serán blancos fáciles para cualquier soldado que logre entrar al Castillo- siguió Satán, apoyando su mano en el hombro de Lucifer, quien temblaba como una hoja. –Pero no los matarán, son demasiado valiosos para matarlos así como así.- Lucifer dejó de temblar, sintiendo la calidez y el poder que emanaba el su Padre.

-Simplemente los usarán como rehenes para que se rindan y admitámoslo, se rendirían al saber que sus hijos están en riesgo- dijo duramente Satán.

Lucifer asintió con la cabeza.

-Ustedes se rendirían… y los tomarían de rehenes a ustedes. Amenazarían con matarlos. Y yo por mis hijos haría lo que fuera, incluso rendirme y dejar que Dios me liquide- concluyó con tristeza mi padre.

Lucifer lloraba en silencio, avergonzado de no ser más fuerte y de ser responsable indirecto de la muerte de su padre, aquel que le había dado vida y amado como ningún otro ser en el mundo.

-No llores hijo mío, tú no eres culpable por no ser tan fuerte- dijo mi padre, abrazando y consolando a Lucifer. –En todo caso la culpa es mía por no ser un buen padre-

-No digas eso padre, tú has sido el mejor padre que he tenido y que siempre tendré. Aunque me lleve toda la eternidad no podré agradecerte por todo el bien que me has hecho a mí y a mi familia- dijo Lucifer, conmoviendo enormemente a su padre, quien empezó a llorar.

-Jejeje, bueno después de todo solo tienes uno.- dijo mi padre, irónico.

-Jajajajajajajajajajajajaja- empezaron a reírse los 2 demonios.

-Y por eso vengo a entrenar a Rizevim personalmente- dijo mi padre, sorprendiendo enormemente a los padres. –No puedo dejar al nieto de mi hijo indefenso contra una posible invasión- concluyó.

-Gracias padre- dijo Lucifer, agradecido con todo el corazón.

-Bueno Rizevim-chan, es hora de tu entrenamiento- dijo alegremente Satán, acercándose al niño, quien con valentía y decisión, se puso erguido, solemne, como buen hijo de su padre.

-Ahora, como deberías saber soy tu padrino, así que en primer lugar comencemos conociéndonos mej…- no pudo terminar la frase por un pequeño detalle.

Accidentalmente pisó el pie de Rizevim…

Bien fuerte…

Justo en el dedo pequeño…

Evidentemente, a Rizevim le dolío.

-¡AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!- rugió Rizevim expulsando su aura con brutalidad, mandando por donde había venido al Rey Demonio.

-¡Increíble, este poder es inmenso!- decía Satán, sosteniendo firmemente a Lilith y Lucifer, quienes luchaban por mantenerse con los pies en la tierra ya que el aura de su "pequeño hijo" era abrumadora.

-¡Y que lo diga Satán-sama, creo que ha superado a su padre!- dijo orgullosa Lilith, quien si no fuera por Satán ya hubiera salido volando.

Lucifer estaba atónito.

Una sonrisa se formó en su rostro.

Estaba feliz.

Muy feliz.

Eso no pasó inadvertido a Satán, quien al ver la sonrisa de su hijo mayor, empezó a recordar viejos tiempos…

¡PAREN TODO!

De seguro se preguntarán…

¿Cómo es que el Gobernador Absoluto del Inframundo tiene tanta familiaridad con su Mano derecha?

¿Y por qué el gran Maou Lucifer llama "Padre" al Rey Demonio Original?

Pues bien, como recordarán Satán es la antítesis de Dios.

¿Cómo llegó a ser la antítesis de Dios?

Fácil.

Antes de crear a los ángeles e incluso crear a los humanos, Dios tenía dudas.

Sí, tenía dudas. Así que no se crean la absoluta estupidez de que "Dios es perfecto" porque ni él era perfecto.

Así que si Irina, Asia o Xenovia les dicen algo como eso…

Tómenlas más o menos en serio.

Perfección sólo es una palabra vacía que los humanos crearon para nombrar todo lo que ellos querían ser pero no pueden.

Así que por tener dudas creó a su otra mitad.

Su contraparte.

Su consejero.

Él fue el que creó el concepto de "dualidad".

Y le dio la mitad de sus poderes.

Sólo piénsenlo, si mi padre podía barrer el suelo con extrema facilidad con los 7 príncipes del Inframundo y a todos los Serafines a su máximo poder usando solo el 20% de su poder total…

¿Qué tan poderoso era Dios?

Pues mucho.

Demasiado.

Incluso yo actualmente en mi máximo poder sería una mísera basura comparado con el poder completo de Dios.

Pero por suerte no lo tiene completo.

Para la suerte de sus enemigos.

Pero bueno, mi padre nació.

Con la claridad del bien y del mal.

Se le dio libre albedrío.

Más temprano que tarde su contraparte se dio cuenta que necesitaba un nombre.

Dios le dio el nombre de Elohim.

Mi padre pasó los primeros 2 000 años de su existencia aconsejando a Dios.

Ganando sabiduría y experiencia.

Mi padre fue el de la idea de crear a los ángeles.

Pensaron, investigaron, compararon resultados, discutieron sobre la ética de crear vida (discutieron porque Elohim refutaba a todo lo que Dios pensaba, ya que esa era su labor) y muchas otras cosas más.

Y así, entre el gran esfuerzo de Dios y los nervios de Elohim se creó al 1er ángel.

Michael.

Él al ser el 1er ángel creado se volvió la Mano derecha de Dios y empezó a aprender de Él.

A Elohim no le disgustó eso.

Es más, fue el primero en felicitarlo y fue el más entusiasta con respecto a su futuro.

Hasta el día de hoy Michael sigue con los mismos ánimos de cumplir su misión que cuando Elohim lo animaba.

Luego, ya con más confianza y con el asesoramiento de Elohim, Dios creó a los 3 serafines que serían "hermanos directos" de Michael y por consiguiente sus discípulos directos.

Gabriel, "El Ángel de los Niños" y la mujer más hermosa (y poderosa) del Cielo.

Uriel, "El Fuego de Dios".

Rafael, "El Ángel de la Sanación".

Junto a Miguel, "El Consejero de Dios", conformaron el grupo que luego sería conocido como los "4 grandes serafines".

Después llegaron los demás serafines y todas esas legiones de ángeles que luego fueron aniquiladas por sus mismos hermanos.

Un día, Elohim, curioso de saber cómo se sentía tener "discípulos", pidió permiso a su contraparte para crear ángeles para poder enseñarles él mismo.

Dios, viendo la curiosidad que tenía su contraparte, aceptó su pedido, ya que siendo una parte de él mismo…

¿Qué podía salir mal?

Y así, con el titánico esfuerzo de Elohim (ya que era su primera vez) y el gran nerviosismo de Dios y sus grandes amigos los serafines, lo logró.

Elohim había creado un ángel.

Ese día fue histórico en el Cielo.

Hubo fiesta en todo los rincones del Cielo, los ángeles aplaudían, los arcángeles cantaban, los querubines lanzaban lanzas de luz a modo de fuegos artificiales y los tronos documentaban este día en la recién creada "biblioteca"...

Y los serafines…

Ay si los hubieran visto.

Estaban eufóricos.

Gritaban, pateaban, saltaban, toda la fachada de seriedad que Dios los había obligado a tener frente a los otros ángeles desapareció solo por ese día.

Dios estaba orgulloso al igual que Elohim, pero a diferencia del resto del Cielo, mostraban completa seriedad.

Con gesto por parte de Dios el Cielo quedó en silencio.

-Y bien Elohim- dijo Dios solemnemente, ganando la atención de todos los ángeles por igual.

¡Estaba por hacer la pregunta que todos estaban esperando!

-¿Cuál será el nombre de tu nuevo discípulo y el nuevo hermano de todos los aquí reunidos?- continuó Dios, mirando con cierto instinto paternal al serafín recién creado.

¡Sí, era un serafín!

Elohim adoptó una pose pensativa, mientras miraba al bebe en pañales que tenía en brazos de 12 pequeñas alas blancas con pelo blanco como la nieve y ojos grises como las nubes de tormenta, signo inequívoco que este pequeño ángel iba a ser muy hiperactivo.

El silencio reinaba en el Cielo.

Ni una sola alma se atrevía a dar un solo respiro.

Solo miraban.

Expectantes al nombre de su nuevo hermano pequeño.

Entonces, el corazón de todos se detuvo.

¡Elohim, su consejero espiritual y segundo Padre iba a hablar!

-¡Este pequeño se llamará Lucifer, "la estrella de la mañana", porque ha iluminado el amor paternal que tanto deseaba experimentar y que Dios me ha concedido este día!- exclamó con alegría solemne Elohim, mientras alzaba en brazos a su ángel recién nacido y ahora discípulo, no, su "hijo".

3…2…1

-¡Whooooooooooooooooo!-exclamaron todos los ángeles a coro, lanzando múltiples lanzas de luz hacia arriba, en sustitución a los fuegos artificiales.

-¡DEJEN AL NIÑO DORMIR PEDAZO DE BESTIAS!- rugió Gabriel expulsando con brutalidad su aura, haciendo que todos los ángeles con excepción de los serafines se fueran volando lo más rápido posible.

-Gabriel, creo que te pasaste un poco- dijo Michael, con una gran gota de sudor al estilo anime en su cabeza.

-No me paso, solo que me parece un pecado interrumpir el sueño de un bebe- dijo Gabriel, cruzada de brazos, enojada.

-Con razón le dicen "El Ángel de los Niños"- susurró Metatron, dirigiéndose a Remiel.

-¿Decías algo, querido hermano?- preguntó inocentemente Gabriel… mientras creaba una lanza de luz… que ya superaba el tamaño de un destructor imperial de "la guerra de las galaxias".

Así es, así de grande y en pocos segundos.

-N-no d-dije n-nada q-querida h-hermana- dijo temblando como una hoja.

-Eso pensé querido hermano, eso pensé- dijo tranquilamente Gabriel, deshaciendo la lanza.

-¿Quieres sostener a Lucifer un momento, querida hija?- preguntó Elohim, acercándose con un ya despierto bebé, quien tomaba un biberón de leche de la reserva especial de Michael, quien con gusto le había cedido por el bienestar de su querido hermano pequeño.

-SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ- dijo Gabriel emocionada, tomando en brazos al pequeño Lucifer, que ya había terminado de tomar su leche y miraba fijamente la cara de la mujer.

-¡Pero qué lindo se ve!- chilló Gabriel, haciéndole cosquillas en la barriga al pequeño Lucifer, quien reía alegremente.

Todos miraban con ternura al pequeño…

Hasta que sucedió lo impensable.

-Mamá- dijo alegremente Lucifer señalando a Gabriel, quien al igual que los otros serafines, Dios y Elohim, estaban pasmados por el repentino arranque de inteligencia del "hijo" de Elohim.

Hubo diferentes reacciones.

Gabriel estaba sonrojada, pero tan sonrojada, que parecía un farol.

Michael estaba pasmado, si esto fuera una caricatura americana, su boca estaría ahora en el suelo.

Rafael estaba al borde de la histeria, no sabía si llorar de la emoción o reírse de Gabriel.

Uriel tenía los ojos abiertos como platos.

Los otros serafines estaban igual que Uriel.

Dios estaba pensativo, mirando fijamente al recién nacido.

Mientras mi padre…

PLOP

Se había desmayado de la emoción.

Pasaron los años y esos años se convirtieron en siglos.

El pequeño Lucifer creció y ahora era un Serafín con todo el peso de la palabra.

Elohim le había enseñado todo lo que sabía y Lucifer lo veía como su Padre y lo amaba, incluso más que al mismísimo Dios.

Ahora él era la alegría del Cielo, deambulaba por ahí buscando a quien ayudar. Los ángeles lo respetaban mucho y a veces le pedían consejo espiritual, cosa que gustoso aceptaba hacer. Cuando su sabiduría no era suficiente, iba donde su padre a pedir ayuda, a lo que Elohim siempre lo apoyaba.

Un día, Elohim empezó a pensar.

Estaba tan pero tan pensativo que Dios se empezó a preocupar.

Habían pasado días y su otra mitad no había movido ni un músculo.

Ni siquiera había parpadeado.

Preocupado por el bienestar de su mejor amigo, hermano y consejero, mandó a Lucifer a averiguar lo que sucedía.

Lucifer, al enterarse del estado de su Padre, voló con toda la velocidad que le daban sus alas a su encuentro.

-Padre ¿te sientes bien?- preguntó Lucifer, claramente preocupado.

-Lucifer, quiero hacerte una pregunta y quiero que me respondas con la mayor sinceridad- ordenó Elohim.

Lucifer se asustó.

Eran muy pocas veces en las que su Padre se ponía así de serio.

Incluso podríamos contarlas con los dedos de una mano.

-Por supuesto Padre, lo que sea- dijo Lucifer, recuperando la compostura.

-¿Te gustaría tener hermanos como los demás serafines tienen?- preguntó directamente Elohim.

Lucifer se puso a pensar.

Después de pensar un rato, respondió.

-Sí me gustaría tener hermanos- dijo sinceramente Lucifer, ya que aunque dijera todo lo contrario, sentía envidia al ver la familiaridad entre los serafines de Dios.

-Pues que así sea- dijo Elohim.

Un rato después Elohim fue donde Dios y le expuso su deseo.

Dios aceptó y le dio permiso para crear ángeles, ya que crearlos aunque no parezca, es muy agotador y Él necesitaba tiempo para un nuevo proyecto.

El [Sistema].

Dios se había propuesto crear a la humanidad y necesitaba de un [Sistema] para promulgar milagros en la Tierra.

Así que la tarea de crear ángeles recayó en su contraparte, Elohim.

Además…

¿Qué podía salir mal?

Y así, Elohim empezó a crear ángeles.

Primero crearía a los hermanos directos de Lucifer y luego a los demás.

Elohim creó 6 hermanos directos, pero con diferencia de tiempo para que los mayores crezcan y después cuiden a los menores.

Un consejo que Dios le dio.

Entonces un día, Elohim puso manos a la obra.

Con gran esfuerzo y la histeria de Lucifer por el bienestar de su Padre, nació el primer hermano de este.

Beelzebub, "El Ángel de la Naturaleza"

Después llegaron los otros.

Asmodeus, "El Genio del Cielo"

Leviathan, "El Ángel del Frío" y la segunda mujer más hermosa (y poderosa) del Cielo.

Belphegor, "El Descanso de Dios" (los ángeles a veces pensaban que Dios y Elohim eran la misma persona y para evitar confusiones les decían Dios a los 2)

Amón, "El Ángel de la Elegancia"

Mamón, "El Guardia de Dios" (este Serafín parecía un chicle, nunca se separaba de su Padre, según palabras de él mismo era "por si un enemigo intenta atacar a mi Padre, yo estaré allí para defenderlo")

Junto con Lucifer, "La Estrella de la Mañana", eran conocidos como "Los 7 Príncipes Celestiales".

Luego se empezaron a crear ángeles y por gracia de Elohim nació el 50% de todos los ángeles del Cielo.

Eran demasiados ángeles.

Tuvieron que ampliar los 7 círculos del Cielo para que todos entraran.

Y, de un momento a otro llegó el día.

Un día que marcaría para siempre la vida de Dios y Elohim.

Y de todos sus hijos.

Dios decidió crear a la humanidad.

Pero primero tenía que ordenar la Tierra.

Era una masa de piedra volcánica llena de oscuridad y de tinieblas.

Entonces Dios dijo: "Que se haga la luz"

Imbuyó poder sacro en una esfera.

Elohim, viendo que los planetas en toda la galaxia chocarían tarde o temprano contra la Tierra, creó leyes de órbitas, rotación, traslación y todas esas cosas que me da flojera describir.

Dando origen al sol, y dispersando las tinieblas.

Pero las tinieblas eran demasiadas.

Así que Elohim, como contraparte de Dios, decidió que las tinieblas no eran malas, eran necesarias para el transcurso de la vida.

Y entonces Dios separó la luz de las tinieblas y Elohim creó un pequeño satélite que reflejaba la luz del sol y la reflejaba en la Tierra, creando luz en las tinieblas.

El tiempo en el que la estrella de Dios aparecía se llamó "día".

Y el tiempo en que las tinieblas volvían y el satélite espejo de Elohim alumbraba se denominó "noche".

Dios bautizó la estrella como "sol".

Elohim bautizó al satélite como "luna".

Y fue la tarde y la mañana del día primero.

Entonces Dios dijo: "Haya un firmamento en medio de las aguas, y separe aquellas aguas de las aguas".

Dios separó las aguas del suelo del Cielo y las arrojó hacia la tierra.

Elohim, viendo que el agua volvería al Cielo, creó las leyes de la gravedad y la física, obligando al agua a mantenerse en la Tierra.

El agua, rebelde, se evaporizó y trató de llegar de nuevo al Cielo, así que Dios juntó el agua evaporizada formando las nubes y la lluvia como forma de renovación del agua. Por su desobediencia a cumplir las órdenes de su Señor, castigó al agua a repetir lo mismo una y otra vez hasta el Fin de los Tiempos.

Ese fue el origen del ciclo del agua.

Niños, solo por si acaso no se les ocurra mencionar nada de esto a nadie.

Este es un secreto que solo unos pocos saben y no debe revelarse.

De saberse este secreto, la fe prácticamente desaparecería de la faz de la Tierra.

Y no pongan esta explicación cuando estudien sobre este tema.

Lo más probable es que no les crean y los tachen de locos.

Así que sin nada más que comentar por ahora, sigamos...

Dios llamó al firmamento "Cielo" y fue la tarde y la mañana del día segundo.

Luego Dios dijo: "Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco."

Dios bautizó a lo seco "tierra" y a la reunión de las aguas "mares".

Fue la tarde y la mañana del día tercero.

Llegó el turno de Elohim de poner su semilla en la Creación… literalmente.

Y Elohim dijo: "Produzca la tierra hierba verde, hierba que de semilla; árbol de fruto que de fruto según su especie, que su semilla este en él, sobre la tierra."

Y así fue, la tierra empezó a brotar plantas de todos los tipos, árboles que dan fruto y además creó un sistema en el que las plantas pudieran fabricar su propio alimento para que no dependieran del hombre para su manutención.

Ese fue el origen de la fotosíntesis y del rocío; y fue la tarde y la mañana del día cuarto.

Elohim dijo: "Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche; y sean por señales, y para las estaciones, y para los días y para los años."

Creando esferas de poder sacro, a modo de imitación de la estrella que Dios había creado, las lanzó a la galaxia para que iluminaran la Tierra y los demás planetas que seguían en caos.

Llamó a esas esferas "estrellas" y fue la tarde y la mañana del día quinto.

Para finalizar su aporte Elohim dijo: "Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra en la abierta expansión de los cielos y produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, y serpientes y animales de la tierra según su especie."

Y creó Elohim las grandes ballenas y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie.

Y vio Dios que lo que su contraparte había creado era bueno.

Y Dios los bendijo, diciendo: "Fructificad y multiplicaos, y henchid las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en el cielo y las bestias en la tierra."

Fue la tarde y la mañana del día sexto.

Los ángeles en el Cielo contuvieron en aliento.

Era el turno de Dios de crear a la raza que gobernaría la Tierra.

La raza humana.

Dios se dirigió a todos los ángeles, querubines, arcángeles, tronos, virtudes, potestades, serafines y todo aquel que habitara el Cielo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra."

Y los creó, varón y hembra los creó.

Adán y Eva.

Dios, lleno de amor y compasión, dejó que la Tierra se desarrollara sola mientras llevaba a sus criaturas predilectas a una dimensión creada exclusivamente para ellos.

El jardín del Edén.

Allí, pusieron el nombre a todas las criaturas que Elohim había creado y Dios les dio un regalo especial.

El árbol de la vida.

Les permitió comer de todos los árboles que allí encontraran, que tomaran el agua cristalina de los lagos, en teoría podían hacer lo que quieran.

Pero solo les prohibió una sola cosa.

No comer del Árbol de la Sabiduría que Beelzebub había plantado allí por orden de Elohim.

Todos los ángeles estaban felices y contentos por el nacimiento de los seres humanos.

Pero había algunos que no estaban tan felices.

Elohim y sus 7 príncipes celestiales.

No porque sean humanos.

Simplemente estaban indignados porque Dios no les había dado libre albedrío.

Ellos tenían derecho a escoger su propio destino.

Dios no debería ser tan dictatorial con ellos.

Y entonces lo comprendieron.

Ellos no eran libres como pensaban que estaban.

Todo lo que Dios les había dicho era una mentira.

Ellos solo eran "muñecos" que Dios usaba según su pepina voluntad.

Se habían convertido en autómatas.

Les habían lavado el cerebro con "Dios es el centro del mundo".

Había muchas cosas allí afuera que no conocían.

Sentimientos que nunca experimentarían si seguían bajo el yugo de Dios.

¿O es que ellos estaban equivocados?

Entonces, en medio de las dudas que sus hijos tenían, Elohim ideó un plan para descubrir la verdad.

Sus hijos aceptaron de inmediato y un amigo de ellos se les unió también.

Samael.

El plan era el siguiente:

Amón y Mamón llevarían con trucos de a Adán hacia un árbol alejado del árbol de la sabiduría donde Belphegor lo estaría esperando en la copa del árbol. Apenas Adán pasara por allí, usaría el talento que le dio su Padre para hacerlo dormir.

Mientras, Leviathan controlaría el agua del río, maravillando a la incrédula Eva. Ella guiaría a Eva hacia el Árbol de Sabiduría donde Samael convertido en serpiente convencería a Eva de probar el fruto gracias que Samael estaría asesorado por Lucifer, cuyo talento era la "persuasión". Asmodeus se encargaría de desaparecer a los polizones del jardín del Edén, por supuesto dejando ropa hecha por plantas para que los recién "despiertos" humanos pudieran vestirse y despertando a Adán.

Adán, ingenuo, se dejaría convencer por Eva y comería del Fruto Prohibido.

Iluminándose sus mentes y dándoles el conocimiento del bien y del mal que Dios les había negado.

Todo había salido según lo planeado excepto una sola cosa…

No contaban con que Dios interrogara a Eva.

La mujer, temerosa por su vida, acusó a una serpiente de haberla seducido.

Y solo había un ángel que era conocido por su capacidad de convertirse en cualquier animal o persona.

Dios, iracundo, descargó toda su rabia y frustración en el pobre ángel que además de caer, se convirtió en un monstruo irreconocible lleno de tentáculos y sangre asesina de dragones.

¿Y por qué asesina de dragones?

Resulta que el Espíritu de Dios, viajando por la recién organizada Tierra, sintió de primera mano el poder de un dragón.

Siendo más precisos de un Dios Dragón.

Ophis Ouroboros había estado paseando por ahí y por casualidades del destino se encontró con una rata.

A ella le disgustó la apariencia del animal y lo evaporizó…

Creando un cráter del tamaño del continente de Asia…

Y esa cantidad de poder…

Era inimaginable…

Infinita.

Dios se enfureció, ya que ese poder podría destruir con facilidad todo lo que había creado…

Desde ese momento Dios empezó a odiar a los dragones…

¿Y qué demonios se encuentra cuando vuelve al Cielo?

Que sus creaciones favoritas habían probado el fruto que Él mismo les había prohibido…

Definitivamente no era su día.

Estaba a punto de desaparecer a Samael de la faz de la tierra hasta que Elohim intervino.

Dijo que sería mejor encerrarlo en una dimensión especial para que sufra y reflexione sobre sus acciones.

A Dios le gustó la idea y le dio permiso a su contraparte para que haga lo que considere necesario.

Elohim junto a sus serafines fueron a visitar a Samael antes de su destierro.

Estaba preso en una prisión que Dios construyó con el pensamiento.

Abrieron la puerta...

Y lo vieron.

Los 7 hermanos ahogaron un grito.

La contraparte de Dios estaba furioso, pero mantenía la calma para aminorar la desgracia que tenían en frente.

Atado con múltiples sellos sacros diseñados especialmente para torturarlo. Era una especie de ángel caído mutante con tentáculos en su espalda, encadenado de tal forma que sus "brazos" y "piernas" estaban tan estirados que parecían que tarde o temprano serían arrancadas de su torso, lanzas de luz atravesaban cada una de sus "extremidades" si se pueden llamar así, su rostro desfigurado completamente miraba con lástima y angustia a sus hermanos, pidiendo ayuda.

Sí, ese antro que tenían en frente era su hermano menor, Samael.

De rango menor que ellos, pero de todas formas era su hermano.

Elohim erigió una barrera que los aisló del mundo exterior.

-Rápido, retírenle las cadenas y las lanzas de luz, aquel que tenga algún conocimiento en la magia de curación, ayúdelo ahora- ordenó seriamente Elohim.

Más rápido que inmediatamente Lucifer, Beelzebub, Asmodeus y Belphegor estaban retirándole las lanzas mientras Amón y Mamón rompían las cadenas que aprisionaban a su hermano, quien cayó con un ruido sordo al suelo, gritando con un quebranto que les heló la sangre a sus hermanos que desobedeciendo las órdenes de Dios habían venido a rescatarlo.

Leviathan entre lágrimas empezó a curarlo, pero…

-Los sellos sacros vuelven a abrirle las heridas- dijo Leviathan al borde del llanto. –Perdóname, hermano mío.-

-De los sellos me encargo yo- dijo sombríamente Elohim, expulsando su aura con brutalidad.

Alternando entre blanca y negra.

Rompiendo los sellos con relativa facilidad.

Samael pudo volver a respirar con tranquilidad.

Leviathan inmediatamente empezó a curarlo, ahora con mayor facilidad.

-L-lo s-siento- dijo entrecortadamente Samael.

-¡No hables, no vez que estás herido!- gritó histérica Leviathan, quien curaba al pobre ángel.

-¡Ese maldito de Dios!- gritó Mamón expulsando su aura y extendiendo sus 12 alas, que alternaban entre blanco y negro.

-¡Hermano cálmate, si sigues así "caerás"!- refutó Belphegor, tratando de tranquilizar a su hermano.

-¡NO ME IMPORTA!- dijo Mamón a punto de caer hasta que…

-Mamón hijo mío, contrólate, todo a su tiempo- dijo Elohim poniendo su mano en el hombro de su hijo, deteniendo su "caída".

-Sí Padre- respondió a regañadientes Mamón.

-¿Para qué necesitamos tiempo, Padre?- preguntó Beelzebub.

-Ustedes son mis hijos, de seguro ya lo dedujeron pero tienen miedo de decirlo-respondió Elohim.

-Una rebelión- dijo Asmodeus, diciendo lo ya pensaban todos.

-Así es, una rebelión- confirmó Elohim.

-¡Entonces hagámosla ahora!- exclamó Mamón. -¡Apenas nuestros hermanos vean cómo ha quedado Samael, se levantarán en contra de Dios!-

-No, no es tan fácil como piensan- dijo Elohim acercándose hacia el herido Samael, sorprendiendo a todos los presentes.

-¿Por qué lo dices Padre?- preguntó Leviathan.

-¿Ustedes me seguirían si abandonara el Cielo?- preguntó sombríamente Elohim, mirando directamente a los ojos al ya un poco recuperado Samael.

¡!

Todos los presentes, incluyendo Samael, se sorprendieron enormemente al escuchar esa pregunta.

Pero no necesitaron mucho tiempo para responder.

-¡SIN DUDARLO NI UN SEGUNDO!- respondieron al unísono los 7 serafines.

-Pues lo mismo piensan los ángeles creados por Dios. Ellos lo seguirán hasta el fin del mundo y creerán ciegamente en su Palabra "como debe de ser". -

-Amén- dijo irónicamente Lucifer, dando inicio a la carcajada general.

Elohim esbozó una sonrisa.

-A pesar de la obviedad de la dictadura de Dios, Él simplemente tiene que decretar que lo digo es mentira, me tachará de pecador, me expulsará del Cielo y decretará que todo aquel que me siga es un traidor y lo matarán.- expuso Elohim.

Los serafines (y el ya recuperado Samael) asintieron.

Sabían que lo que su Padre (y ahora líder de la rebelión) decía era cierto.

Dios no se quedaría de brazos cruzados al ver una rebelión.

Lo más probable es que quiera aplastarla con todo el peso de su poder.

Pero ellos no se dejarían.

–Para iniciar una rebelión, necesitamos pruebas concisas que apoyen nuestra causa, conseguir aliados, organizar un ataque en caso que necesitemos tomar el Cielo por la fuerza, planear una retirada en caso de que necesitemos escapar, un lugar donde establecernos y por sobre todo, necesitamos convencer a nuestros hermanos de apoyarnos- concluyó Elohim.

-Yo tengo un lugar donde asentarnos en caso de una huida- dijo con decisión Samael, ganando la atención de los presentes.

-¿Dónde?- preguntó Elohim.

-Hay una especie de lugar, del mismo tamaño de la Tierra, donde extrañas criaturas viven- explicó Samael. –Allí también viven dragones, por lo que Dios se lo pensará 2 veces antes de atacar, si quieres los puedo guiar-

-No hay necesidad de que nos guíes Samael, ya que yo creé ese sitio en caso que la Tierra sea destruida y como favor a cierta diosa dragona para que su especie sobreviva- dijo Elohim sorprendiendo aún más a todos los presentes. –Además, tengo un trabajo para ti- continuó.

-¿Qué trabajo?- preguntó Samael, claramente interesado.

-Hace unos días tuve una visión- respondió Elohim, intrigándolos a todos. –Te vi a ti y a tus hermanos liderando un gran ejército contra un enemigo que no pude distinguir, pero estoy seguro que era muy peligroso- dijo causando asombro en sus hijos.

-¿Era Dios nuestro enemigo?- preguntó Amón.

-No lo sé, pero sí se algo. Deberás ir a una dimensión que creé especialmente para ti y entrenar para dominar tus poderes de Dragon Slayer y aumentar tus poderes sacros- respondió Elohim.

-No te preocupes, para cuando alcances tu máximo potencial tus hermanos vendrán por ti. En la dimensión no te faltará nada, después de todo siempre cuido bien de mis hijos- dijo ahora con su voz normal Elohim, abrazando tiernamente al antro que ahora era su hijo.

La escena conmovió enormemente a lo Samael quien empezó a llorar de la emoción.

Su Creador lo había rechazado y había encontrado un Padre.

¡Qué mejor cosa que esta!

Samael aceptó la misión.

Luego de abrazar emotivamente a sus hermanos mayores, Elohim abrió un portal hacia la dimensión de exilio, que Samael con valor cruzó.

Pasó el tiempo y la rebelión, lenta e inexorablemente avanzaba sin detenerse.

Lenta.

Silenciosa.

Segura.

Todo explotó con Noé.

Elohim no aguantaba el mal que los humanos creaban en el mundo.

Muchas veces sugirió castigarlos.

Pero Dios estaba fascinado con ellos.

Con su capacidad de hacer el bien y toda la cosa.

Elohim no aguantó más e hizo algo impensable que quedó grabado en la historia del Cielo y de la Humanidad.

El Gran Diluvio.

Toda la Tierra se inundó gracias a que Elohim rompió temporalmente las leyes de la física, haciendo que los mares se rebalsaran.

Dios estaba FURIOSO.

Molesto, confrontó a Elohim por lo que había hecho…

Y no de la mejor manera…

40 días y 40 noches lucharon las tropas de ahora las 2 facciones.

El enfrentamiento fue feroz, truenos, huracanes, ciclones, todo el Mundo Humano estaba sufriendo los daños colaterales de la fuerza de estas facciones.

En cuanto a Dios y el ahora renombrado Satanás la batalla era simplemente impresionante.

Miles de soldados murieron solo por presenciar el combate entre los 2 colosos.

Y a pesar de la infernal fuerza de estos 2 monstruos…

Empataron.

Luego pasaron 2 Guerras…

Dios murió ahogado al convertirse en la mierda que Satán cagó en su baño tiempo después…

Solo por si las dudas, comerse a un Dios da diarrea.

Nunca lo intenten.

La "mierdorrea" (porque es por mucho peor que una diarrea normal) por comer a un Dios te dura un mes.

Mi padre durante mi entrenamiento me lo dijo.

Fue la peor cosa que sintió en su vida.

¡NUNCA EN SU VIDA LO INTENTEN!

Y llegamos hasta aquí, con Rizevim Liván Lucifer lanzando ráfagas de poder demoniaco a diestra y siniestra contra mi padre y Euclid Lucifage tratando desesperadamente de que ninguna de esas ráfagas me alcance.

Un simple movimiento de mano por parte de mi padre desvía todas las ráfagas de poder demoniaco que Rizevim le lanza.

Al darse cuenta que el ataque a distancia no funciona, opta por el ataque directo.

A una velocidad divina, Rizevim aparece con sus alas extendidas en frente de mi padre y lanza un golpe directo. Mi padre pone sus brazos en forma de X y bloquea el ataque, retrocediendo unos metros. Extendiendo sus alas, usa 2 de ellas como si fueran espadas para atacar al torso de Rizevim, quien al darse cuenta del ataque usa sus propias alas para defenderse y retrocede.

Se miran fijamente.

-Primer punto cuando tengas que combatir a un enemigo que no conoces: Observación y tanteo.- explica Euclid quien erige una barrera protectora alrededor de él mismo y del pequeño castañito. –Uno siempre tiene que estar observando a su oponente, buscando sus puntos débiles- siguió apuntando con el dedo hacia la batalla. –Si es un oponente nuevo, siempre mantenga la distancia y ataque a distancia. Cuando ya conozca a su enemigo, si quiere puede optar por el combate cuerpo a cuerpo pero primero tiene que observarlo.- Mírelo y luego…- trató de decir el Lucifage.

BOOM

Rizevim y Satán chocaron puños.

Golpes altos, bajos, patadas, barridas, bloqueos, todo eso podía verse en ese combate.

-Increíble- fue lo único que atinó a decir Issei, mirando el combate.

Después de una media hora de golpes y ráfagas de poder demoniaco, Satán ganó la pelea…

Por agotamiento de Rizevim.

-Creo que todavía sigo teniendo mi toque- dijo Satán, limpiándose el polvo.

-Ufufufufu, tantos años y sigo sin poder ganarte- dijo Rizevim, cansado.

-Entonces, Issei, con este entrenamiento podrás…- no pudo terminar porque…

Como si fuera un deja vu…

Pisó el dedo pequeño de su hijo…

El pequeño no dijo nada, solo empezó a lagrimear un poco, tratando de contener el llanto.

-¡Pero qué mono se ve tratando de no llorar!- dijo Rizevim…

GRAVE ERROR.

El suelo comenzó a temblar.

Toda el Territorio Hyoudou empezó a temblar.

CRASH

Los cristales de las ventanas de los pisos superiores se rompieron en mil pedazos ante la mirada aterrorizada de los sirvientes.

Las paredes se rajaron.

El sótano donde antes estaba la sala de entrenamiento ahora era un gran cráter.

Euclid Lucifage se orinó de miedo.

Sí, SE ORINÓ DE MIEDO.

Rizevim empezó a temblar, sabiendo lo que le aguardaba al decir la palabra impronunciable.

Satán solamente se puso a un lado.

Era plenamente consciente de lo que sucedía.

Rizevim Liván Lucifer había abierto las Puertas del Infierno.

Y estas no pensaban cerrarse hasta llevar a lo más profundo del Averno a aquel idiota que había osado a abrirla.

Y el pequeño Issei…

-¡YOOOOOOOOOOOO NOOOOOOOOOO SOOOOOOOOOOOOOY UNNNNNNNNNNNN MONOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!- gritó a todo pulmón expulsando su aura negra como la noche, destruyendo el sótano…

Y la Gran Residencia Hyoudou en el proceso.