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23. Avería

POV ALEXANDRA

Era medio día y yo estaba sentada en el asiento junto al timón con Alison dormida en mis brazos. Supongo que no había dormido mucho en esta semana, porque si no, estaría jugando en este mismo momento.

Después de no sé exactamente cuánto tiempo, unas manos acarician mis brazos y a pesar de que me asusté y me aparté en primer momento, pronto me relajo porque sé que Hugo no me hará nada.

"¿Qué es lo que te tiene tan pensativa?" preguntó Hugo desde atrás mío "En este mismo momento nada." Dije sorprendida de no estar pensando en anda. No recuerdo la última vez que pude tener la mente tan despejada "Entonces estoy equivocado." Dijo y me encogí de hombros "Probablemente."

"Escucha amor, ¿podemos hablar de una cosa sin que te molestes?" Rodé los ojos, y no por él, sino que estaba completamente segura de que Megan había sugerido lo de tomar terapia de nuevo. Siempre lo hacía cuando algo me molestaba demasiado o me impactaba "Si es sobre la terapia ya le puedes ir diciendo a Megan que me lo venga a preguntar ella misma." Dijo casi fríamente. Realmente Hugo no tenía la culpa de nada "¿Cómo es qué…?" Empezó y yo giré la cabeza para poder verlo, al menos un poco "Porque siempre que algo me choca como lo hizo lo de Stefan siempre saca a relucir que necesito terapia, y como ella sabe, la respuesta es la misma."

"Entonces le digo que no la quieres hacer ¿no?" dijo, y parecía que no le chistaba demasiado por decirlo de alguna manera "No, solo dile que, si quiere hablar de eso, que venga ella misma y me lo diga." Dije intentando cambiar de tema "Está bien, se lo diré. Pero, ¿puedo darte mi punto de vista sobre la terapia?"

Me encogí de hombros, porque realmente me daba igual, y quería saber a qué se refería cuando decía darme su punto de vista "Si es lo que quieres." Dije tranquilamente- En eso se movió y se puso delante de mí, extendió su mano y yo sé la cogí manteniendo la otra en la espalda de Alison para que no se cayese.

"Sé que no te gusta hablar de lo que pasaste allí dentro, y lo entiendo, pero te digo por experiencia, que ayuda un poco a manejar todo lo que tienes dentro." Fruncí el ceño al escuchar que dijo por experiencia, pero también debo decir que me picó la curiosidad "¿Por experiencia?" pregunté y él asintió.

"Sí… Digamos que cuando estuve en la marina, me secuestraron… fue por un par de meses y no digo que se compare con lo que tuviste que pasar tú, porque es mucho peor lo que pasaste tú, pero te ayuda. Ni siquiera tienes que hablar de lo que pasó allí dentro." Dijo y eso me sorprendió mucho. ¿Desde cuándo no tenía que hablar de lo que pasó allí dentro? "¿Ah no?" pregunté y él negó "No, eso te lo dice cualquiera psicólogo que encuentres."

"Todos los que nosotras tuvimos solo querían que hablásemos de lo que pasamos allí dentro." Hugo frunció el ceño por un momento, pero pronto volvió a poner su rostro serio "Pues eso es algo que me dijeron a mí que no se debe hablar, sólo si el paciente quiere. Pero la cuestión, no tienes por qué hablar nada de lo que pasó allí dentro si no quieres. Estoy seguro que Fabio no te hará hablar de eso en ningún momento."

"¿Crees que eso me ayudará?" pregunté intentando saber cuál era su opinión en todo esto "Estoy completamente seguro de eso, pero si no quieres hacerlo está bien. Puedes hablar conmigo siempre que quieras."

"¿Se lo dirías a alguien?" pregunté de nuevo. No era una de mis opciones favoritas, pero la podría contemplar después de pensar las posibles consecuencias de que Hugo sepa todo lo que pasó allí dentro "No se lo diría a nadie." Dijo negando y yo asentí "Me lo pensaré." Dije, volviendo a centrar mi mirada en el océano "Te amo Alexandra." Dijo dándome un beso en la sien. "Yo también te amo." Me apoyé más en él y me relajé lo suficiente como para que nadie que no sea Megan lo notase.

En ese momento un ruido extraño que nos hace girarnos hacia la parte posterior del barco, haciendo que Alison se despierte y mi madre salga a cubierta y se dirija donde supongo que está el motor. En cuanto abre una pequeña puerta en el suelo, empieza a salir un poco de humo de allí dentro y el barco acaba por pararse.

"Mamá, ¿qué es lo que ha pasado?" pregunté acercándome a donde estaba ella "Creo que se nos a averiado el barco." Me quedé mirando para donde salía el humo y cerré los ojos por un momento pensando que coño haríamos ahora "¿Cómo averiado?" pregunté tranquilamente "Lo que escuchas. Vamos a tener que encontrar una manera arreglarlo."

"Yo puedo hacerlo." Dijo Hugo y ambas nos giramos en su dirección sorprendidas de que el pudiese hacerlo, o al menos intentar "¿En serio?" preguntó Analissa "Digamos que cuando estaba en la marina a veces ayudaba a los mecánicos. Y se puede decir que me gusta el tema de barcos y motores." Dijo con una pequeña sonrisa "Entonces adelante." Analissa señaló hacia donde estaba el motor y se dio la vuelta, mientras Alison se abrazaba a mis piernas, probablemente asustada por todo el humo.

"Alison, ¿por qué no vas a ayudar a tu abuela con la comida mientras yo ayudo a tu padre a arreglar el barco?" se quedó mirando para mí un par de segundos y acabó por asentir sonriendo al darse cuenta que Analissa iba ir a la cocina. "No tienes por qué ayudarme, amor." Empezó Hugo, pero me giré y elevé una ceja retándolo a que dijese algo más, y lo que hizo que apareciese una gran sonrisa en su rostro "Probablemente acabe siendo más un estorbo que otra cosa, pero al menos podré pasarte lo que necesites."

"Está bien, si es lo que quieres hacer." Dijo y yo asentí. Alison hacía un par de minutos que se había ido corriendo junto a mi madre para ayudarla con la comida. Hugo se separó de donde estaban los mandos del barco y dejó su mano sobre la mía.

"¿Dónde están las herramientas?" preguntó "En la cocina." Dije y no pude evitar reírme en el momento que quedó sorprendido "¿Por qué teneis las herramientas en la cocina?" preguntó y yo me encogí de hombros "No tengo ni la menor idea, es cosa de mis padres. Supongo que es porque allí se encuentran todos los utensilios… La verdad es que no tengo ni la menor idea." Dije riéndome todavía "Bueno, pues vayamos a por ellas."

Nos dirigimos a la cocina cogidos de las manos, y en cuanto llegamos a la cocina, pude ver la sonrisa que se les quedó en el rostro tanto a mi madre como a Megan que, en vez de estar ayudándola, más bien estaba jugando con Alison. Mi madre no tardó nada en pasarnos las herramientas, y volvimos a donde estaba el motor. Hugo se metió en el hueco que había y dejó la caja de herramientas sobre la cubierta.

"Amor, no tienes por qué ayudarme." Dijo una vez más "Lo sé, pero lo haré igualmente. Mejor dime que es lo que necesitas." Dije remangándome. A pesar de que todo el mundo andaba en manga corta, yo era raro que lo hiciese, no quería que nadie viese o se centrase demasiado en mis cicatrices. "Me da la sensación que hay un poco de agua aquí. Probablemente por eso echa humo."

"¿Y por eso se paró?" pregunté curiosa "No, lo apagué yo para evitar que en caso de que tenga un daño el motor, se haga peor." Dijo y yo asentí "Entonces, ¿Cuál puede ser la causa de que entrase agua?"

"¿Entiendes algo de barcos o motores?" preguntó elevando su mirada a la mía y yo negué con una gran sonrisa en el rostro "Bueno, pues básicamente, el motor tiene una parte que se encarga de evacuar el agua que entra en el compartimento del motor. Puede entrar agua, una o porque el agujero por el que sale el agua está taponado por algo, o dos, porque a esa parte del motor se le aflojó una tuerca o se quemó."

"En caso de que se quemase, ¿Qué pasaría?" pregunté temiendo que no me gustaría demasiado la respuesta "Podríamos tener un problema si nos quedase mucho camino, pero no es tanto, y se podría solucionar sacando el agua manualmente. No entra tanta agua para que el barco se vaya a pique." Dijo tranquilamente "¿Qué harás primero?" pregunté "Pues irme al agua y encontrar el agujero por el que sale el agua del barco."

Me congelé por un segundo y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo "¿Te vas a meter en el agua?" dije con mi voz temblando un poco "Sí, ¿por qué?" preguntó Hugo con el ceño fruncido "¿No tienes miedo de que haya algo ahí que te pueda hacer daño?" intenté centrarme en otra cosa que no sea el agua en sí "Amor, no te preocupes, por esta zona no hay nada que me pueda hacer daño." Dijo con una sonrisa "¿Lo prometes?" pregunté y él asintió "Lo prometo."

"¿Al menos puedes llevar a Diego contigo? El entiende de barcos." Dije "Si así te quedas más tranquila lo haré." Sonreí, porque eso era algo que me tranquilizaba un poco "Lo harás, gracias." Le di un pequeño beso "Lo que sea por mi reina."

"Me voy a por Diego." Dije a punto de levantarme "¿Para qué me necesitas?" dijo Diego a nuestro lado ya "Me ahorraste el trabajo de llamarte, gracias Diego." Le sonreí y él frunció el ceño "¿Por qué me da la sensación de que no me va a gustar la idea de lo que me quieras decir?" preguntó y yo sonreí más "Porque no lo hará."

"¿Qué es lo que quieres Alexandra?" preguntó cruzándose de brazos "Quiero que te metas en el agua con Hugo." Dije y primero abrió los ojos de par en par y luego empezó a negar "¿Qué? El agua debe de estar congelada, y sabes perfectamente que odio el agua fría."

"Lo sé, pero…" empecé, pero Diego me detuvo antes "Pero nada Alexandra, ni de coña me meto en el agua congelada como lo debe estar esta." Dijo y sabía que no iba a haber manera de convencerlo, por lo que no me iba a quedar otra opción "Está bien, no te meterás, ya iré yo." Dije lo más tranquila que pude "Amor, no tienes por qué hacerlo, estaré bien." Dijo Hugo supongo que notando como me tensaba de nuevo "Me da igual, no pienso dejarte meterte ahí solo."

"Esa idea me gusta más, mientras no implique en meterme en el agua congelada de ahí abajo." Dijo con una gran sonrisa Diego y yo negué. Nunca era tarde para superar un miedo extremo a algo ¿verdad? "¿Estás segura de que quieres hacerlo? No tienes por qué meterte si no quieres." Preguntó y asentí "Créeme que el agua fría es lo último que me apetece, pero menos me gusta la idea de que te metas en el agua tu solo." Dije seriamente "Está bien, ¿vamos entonces?" preguntó y yo asentí. Hora para superar uno de mis grandes miedos y tal vez acercarme a una de mis grandes pasiones cuando era pequeña.

POV HUGO

No tengo ni la menor idea a que tenía tanto miedo Alexandra a que me metiese en el agua solo la verdad, y podía notar que tampoco le entusiasmaba demasiado en meterse en el agua, y no por estar fría.

Subí a cubierta y me dirigí a la plataforma que tenía el barco en la parte trasera y me saqué la camiseta. Me giré para ver donde estaba Alexandra, y pude ver que estaba mirando el agua demasiado pensativa.

"¿Podrías darte la vuelta?" preguntó y yo asentí "No tienes por qué tener vergüenza, no miraré a nada que no quieras." Dije intentando que se tranquilizase al menos un poco "Por favor Hugo…" pidió y asentí de nuevo dándome la vuelta y mirando hacia el océano.

No se veía nada, sólo agua. No voy a decir que no me guste la vista, porque lo hace, sobre todo porque es un lugar tranquilo. Estaba tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta de que alguien estaba a mi lado hasta que escuché como un chapuzón. Miro hacia abajo, y veo a Alexandra sacarse el agua que caía sobre su rostro.

"Me podías haber avisado y nos metíamos los dos juntos." Dije con una pequeña sonrisa, y pude ver como se encogió de hombros "No era necesario, además te veías demasiado metido en tus pensamientos como para molestarte." Dijo con una gran sonrisa en su rostro, haciendo que la mía aumente de tamaño "Tú nunca me molestarías amor."

Me metí en el agua también y nadamos hacia el lado derecho de la embarcación, porque me daba la sensación de que el agujero estaba por este lado. Nadamos por un par de minutos hasta que encontré algo parecido al agujero por el que salía un poco de agua.

Empecé a sacar todo lo que tenía dentro y lentamente, empezó a salir más agua. Una vez me aseguré de que había sacado todo del agujero, me giré para ver a Alexandra, que se veía como un poco alterada y respirando un poco más rápido de lo normal.

"Amor, ¿estás bien?" le pregunté viéndola un poco pálida "Si… solo… hace demasiado tiempo que no me meto en el agua." Dijo y algo me decía que no era por el agua realmente "¿Por qué me da la sensación de que estás asustada por algo?" le acabé por preguntar acercándome a ella y pasando mis manos por sus brazos "Lo estoy. Cuando era pequeña solía ir a la playa con mi tía, y después de salir de ese infierno, solía ir a la playa, pero no era capaz de meterme en el agua."

"¿Por qué?" pregunté curiosamente "Una de las torturas que me hacían era meterme en una especie tanque con agua salada… lleno hasta arriba sin nada que me ayudase a respirar…y cuando estaba a punto de quedar sin aire, vaciaban un poco el tanque permitiéndome respirar, pero no por mucho rato." La abracé. Sé que le costaba hablar de lo que le pasó allí dentro, pero poco a poco, se iba abriendo, y yo no podía hacer nada más que no fuera escucharla y reconfortarla de alguna manera.

"Amor, no dejaré que nada te pase de nuevo, lo prometo. ¿Quieres salir del agua?" se quedó pensando un momento y luego algo parecido a una pequeña sonrisa apareció en su rostro "Me gustaría, pero también quiero estar aquí dentro, hace mucho tiempo que no disfruto del agua."

"Siempre te puedes meter más tarde." Dije pensando que hacer para que no esté tan asustada como lo está en este momento "¿Te meterías conmigo? Me siento más segura contigo al lado."

"Eso no tienes ni que preguntarlo. Estaré contigo siempre, te amo, y estaré a tu lado siempre que quieras." Dije abrazándola "Te amo Hugo." Dijo con una pequeña sonrisa en el rostro y acercándose más a mí "Te amo Alexandra."

"Mierda, Diego tenía razón, el agua está congelada." Me reí, porque si algo sabía de Alexandra, era que odiaba el frío, y dudo mucho que lo que sea que le hicieron, sea la causa completa de el por qué de que lo odie "No es para tanto creo yo." Dije lo más serio que podía "¿Es que acaso no notas el frío o qué?" preguntó apartándose de mí con el ceño fruncido "Para mí el agua está a temperatura ideal." Rodó los ojos y yo me reí "Estás loco, de verdad te lo digo." Dijo empezando a nadar hacia el barco "Claro que lo estoy, pero por ti."

Se paró por un momento girándose en mi dirección con una pequeña sonrisa en el y yo no podía estar más contento en este momento. Adoraba a esta mujer más que a nada en el mundo, de verdad, y sé que no podía hacer nada para evitarlo, tampoco es que quisiese.

Alexandra empezó a nadar de nuevo hacia la plataforma del barco, y en cuanto se subió a ella, no pude evitar quedarme mirando para ella. No sé de dónde habían salido todas esas cicatrices, pero me podía hacer una ligera idea de dónde habían salido, haciendo que me enfadase con esos estúpidos más si eso era posible. Pero a pesar de todo eso, seguía teniendo un cuerpo hermoso.

Megan no tardó nada en aparecer a su lado con un albornoz y ayudándola a ponérsela. Pude ver cómo antes de hacer que Alexandra caminase me miró amenazadoramente, lo cual no le encuentro una razón.

Pronto salí de mis pensamientos e hice lo mismo que Alexandra había hecho hace un par de minutos y Diego no tarda mucho en llegar a mi lado. "¿Qué es lo que has hecho para que Megan esté enfadada?" preguntó con el ceño fruncido "Hasta donde yo sé, nada." Dije encogiéndome de hombros "Pues me da la sensación de que está enfadada contigo." Dijo "Pero eso que no he hecho nada, esa es la cosa." Intenté defenderme, porque no había hecho nada para enfadarla hasta donde yo sé.

"Hugo, tengo que hablar contigo. Ya." Tanto Diego como yo miramos en la dirección de Megan que no tarda nada en irse a la parte delantera del barco. Diego mira en su dirección, y luego en para mí de nuevo con cara de no entender nada. Decidí que era mejor acabar con todo esto antes y me dirigí a donde estaba Megan que estaba mirando el horizonte.

"¿Qué es lo que he hecho para que estés enfadada conmigo?" pregunté y por un momento se quedó mirando para mí sin entender de que estaba hablando "No estoy enfadada contigo." Dijo finalmente, girándose hacia el océano "¿Entonces con quién?" pregunté poniéndome a su lado "Con nadie."

"No es lo que parece, pero bueno ¿de qué quieres hablar?" Después de todo este tiempo aún no entendía a Megan del todo, y no tengo claro que alguna vez lo haga, pero al menos podía estar más tranquilo si tenemos en cuenta que no estaba enfadada conmigo "Vi la cara que te quedó en el momento en el que viste la espalda de Alexandra, pero déjame decirte que no le gusta que le vean las cicatrices."

"Pero son una parte de ella." Dije "Lo sé, pero en la mente de Alexandra cualquiera que vea sus cicatrices la rechazarán." Fruncí el ceño, porque no entendía como es que podía pensar eso, al menos no de mí porque ni loco haría una cosa así "Por eso le diste el albornoz." Ella asintió "Por eso y para no tener que matar a Dimitri por lo que le hicieron tanto el cómo el degenerado de su hermano."

"Te entiendo perfectamente." Dije centrando mi mirada de nuevo en el océano "Escucha, sé que la cuidarás y todo eso, pero ¿me puedes hacer un favor?" preguntó y cuando me giré, pude ver que estaba mirando para mí "El que quieras." Dije "¿Podrías evitar que hiciese alguna estupidez con el tema de Dimitri?"

Fruncí el ceño de nuevo, porque no sé qué clase de estupidez podía hacer ahora Alexandra "¿Qué tipo de estupidez?" pregunté "Alexandra tiene un gran corazón, todos lo sabemos. No quiero que se fie de ese tipo por mucho que sea su tío." Dijo y sé que Alexandra nunca se fiará de ese tipo, no después de todo por lo que pasó por culpa de ellos "¿Crees que Dimitri le quiere hacer algo?"

"No digo que sea intencional, pero viendo cómo se puso en el momento en el que se enteró de que eran familia, no me fio de que en uno de sus arranques le haga daño a ella." Dijo y podía ver el dolor en su mirada "No dejaré que le toque un solo pelo." Dije dándole un pequeño apretón en el brazo y sacar la mano ya que tenía más que claro que tampoco le gustaba que le tocasen por un tiempo prolongado "Lo sé, solo quería asegurarme." Dijo.

"Pues no te preocupes por eso, no lo permitiré ni muerto." Dije, y era cierto, antes acababa con ese tipo "¿Hablaste con ella sobre la terapia?" preguntó y asentí "Sí, hablé, pero m e dijo que, si querías que se lo plantease, tenías que hablar tú con ella y no enviarme a mí."

"Entonces me lo va a negar." Dijo suspirando "Yo confío en que no." Dije convencido. Algo me decía que aceptaría "¿Te contó algo sobre ir a terapia?" preguntó esperanzada "No te lo puedo decir, pero ve y pregúntale. Confío en que esta vez sí pueda aceptar."

"Está bien, iré a hablar con ella después de comer. Ahora mejor dime como conseguiste que Alexandra se metiese en el agua. Siempre que íbamos a la playa o salíamos en el barco nunca se quería meter." Dijo con curiosidad "Yo no hice nada. Se metió conmigo porque Diego no quería meterse y ella no quería que fuese solo."

"Bueno, al menos parece que Alexandra contigo va perdiendo sus miedos. Le tenía pánico al agua." Dijo con un pequeño suspiro "Espero poder seguir ayudándola en todo lo que pueda."

"Lo estás haciendo sin darte cuenta. Nunca la había visto así de contenta." Dijo con una pequeña sonrisa en el rostro, y si algo sé, es que Alexandra es demasiado buena ocultando lo que siente. Si Megan dice que está más contenta, debe ser cierto, es la única que la conoce realmente, al menos la entiende de verdad, porque el resto solo lo intentamos "Me alegro que lo esté."

"¿Hugo?" Megan y yo nos giramos en la dirección de la que venía la voz de Alexandra. Podía notar que estaba algo molesta, y la verdad, no tengo ni idea de el por qué lo está si hasta hace un par de minutos estaba bien, y contenta. "¿Estás bien Ale?" preguntó Megan con un tono preocupado "Lo estoy." Dijo Alexandra secamente "Pues déjame decirte que no es lo que parece, pero si no quieres hablar conmigo vale, te dejo con mi cuñado."

Con eso, Megan se fue y Alexandra fue hacia la parte delantera del barco y acabó por apoyarse en la barandilla mirando a la nada. Sabía que había algo que la molestaba, pero no se me ocurre el que, por lo que me acerqué a ella y me apoyé en la barandilla al lado de ella.

"¿Por qué se hace el molesto?" Preguntó después de unos minutos en silencio "¿Quién está molesto?" pregunté, intentándola entender "Dimitri… fui para ver si estaba bien y se puso medio loco con que me quería fuera de allí… que no me quería ver… ¿por qué se hace el molesto cuando la que tenía que estar más molesta soy yo?"

"No sé por qué lo hace, pero según lo que dijiste tú… Dimitri es de las personas que aprecia más que nada a la familia… le debe estar costando asimilar que eres su sobrina después de todo lo que te hizo allí dentro." Le dije a pesar de que no estaba de acuerdo con ello "Pero la cosa es que lo entiendo… desde que estoy con Analissa, Francesco, Megan y Alison entiendo lo que es una familia de verdad y mataría por ella… simplemente no entiendo que mierda le pasa…"

"Amor, sé que aprecias más que nada a tu familia y qué harías cualquier cosa por ellos, pero tienes que entender que Dimitri y su hermano te lo hicieron pasar mal… debe ser eso lo que le cuesta asimilar. Se debe estar preguntando como es que no se dio antes cuenta antes de que erais familias." Dije, y a pesar de que me estaba costando más que nada decirlo, era lo que necesitaba escuchar en este mismo momento de cierta manera "Esto es una mierda… yo solo quería ver si estaba bien… nada más…" dijo prácticamente en un susurro y yo le cogí la mano, dándole un pequeño apretón.

"No te preocupes más por eso ni por él… no merece la pena…mejor, ¿por qué no me muestras la sonrisa hermosa que tienes?" dije intentando animarla "No tengo motivo para sonreír en este mismo momento." Y sé que estaba hablando en serio, pero no quería que se centrase en el estúpido ruso, por lo que tenía que encontrar otra manera de hacer que se encuentre mejor y se centrase en otra cosa "Oh, bueno, eso se arregla ahora mismo."

"¿Cómo?" preguntó con algo de curiosidad en su voz, pero sin girarse en mi dirección en ningún momento, lo que me deja claro que no tenía toda su atención "¿Alguna vez te conté lo que pasó en la fiesta de tus padres aquel año?" pregunté "No… ¿por qué?" dijo girándose ligeramente en mi dirección. Al menos había captado algo más su atención.

"Bueno, pues te cuento. Creo que había una hora que habíamos llegado a la fiesta y Amelia y yo estábamos corriendo por todos los rincones que había. Recuerdo que paramos como un minuto para comernos helado, pero empezamos a correr con nuestros helados en mano. Mi madre estaba intentando que dejásemos de correr y saltar de un lado a otro, ya ni siquiera recuerdo a que estábamos jugando, pero cambiamos cuando mi madre nos perseguía hasta que me choqué con alguien. Debo decir que tu padre me asustó en ese momento, tenía una cara muy seria." Dije riéndome "¿Mi padre? ¿Chocaste contra él?"

En ese momento dejó de mirar hacia el horizonte para mirarme a mí. Podía ver un brillo de curiosidad en sus ojos y como una pequeña sonrisa se estaba formando en sus labios, pero quería que fuese una real y ahora no me quedaba más remedio que contarle el ridículo que hice en la fiesta de la persona que considera su padre. Yo asentí con una gran sonrisa en mi rostro y contento de haber conseguido su atención. "Pero, ¿por qué te asustó?" preguntó con curiosidad.

"Ya te dije, tu padre en ese momento tenía una cara seria, y mi madre estaba lista para disculparse por nosotros, pero tu padre la detuvo y volvió a mirar para mí con una sonrisa en su rostro." Dije recordando esa noche "¿No te dijo nada?" preguntó "Oh, claro que me dijo. Me retó a una carrera con helado en mano."

"¿Qué?" dijo incrédula, recordando la cara que le había quedado a mi madre en cuanto Francesco dijo eso "Sí, me dijo que tenía que afrontar las consecuencias de lo que hacía. Hicimos trato y todo." Dije seriamente "¿Qué trato?" preguntó "Me dijo que, si el ganaba, tendría que limpiarle la chaqueta y si yo ganaba podría comer todo el helado que quisiese."

El brillo de curiosidad había aparecido en su rostro y mi sonrisa amplió, ocupando todo mi rostro "¿Y quién ganó?" preguntó "Yo, pero estoy completamente seguro de que me dejó ganar. Después de eso estuvimos jugando como una hora o más, realmente no lo recuerdo. Lo único que sí que recuerdo es que todo el mundo lo miraba extraño por jugar con nosotros."

"¿De casualidad no había otro niño jugando con vosotros?" preguntó de nuevo y negué. No recuerdo haber visto a ningún niño con nosotros "No, creo que éramos Amelia y yo los únicos niños en la fiesta." Miró un par de segundos de nuevo al horizonte como si estuviese pensando en algo y luego, con una sonrisa triste, volvió a mirar en mi dirección encogiéndose de hombros "Supongo que fue después de que David muriese."

"¿El hijo que tenían?" pregunté ahora con curiosidad "Sí, según ellos los ayudamos a medio superar la muerte de él." Dijo "Quieres mucho a Analissa y a Francesco ¿no es así?" le pregunté, pero no hacía falta que me lo dijese, porque ya lo sabía "Obviamente, son los padres que nunca tuve." Dijo encogiéndose de nuevo de hombros "Te tengo que hacer una pregunta amor." Dije seriamente "¿De qué? ¿Me tengo que preocupar?" preguntó y negué, porque no tenía que preocuparse por nada.

"No, claro que no, es curiosidad." Dije con una pequeña sonrisa "Pues pregunta." Dijo "¿Por qué cuando está Analissa delante la llamas mamá, y cuando no estás con ella la llamas por su nombre?" Pregunté, porque desde que estaba en casa con ellas, siempre me di cuenta de que cuando estaba con Analissa se refería a ella como mamá, pero cuando hablaba con cualquiera otra persona que no fuese ella se refería por su nombre. Eso era una de las diferencias que tenían Megan y ella.

"Digamos que me costó mucho tiempo dejar que se acercasen a mí, a pesar de que sabía que solo querían ayudarme. Megan ya confiaba en ellos plenamente, para la edad que tenía ella en ese momento, creo que unos dieciséis, ya eran sus padres para ella. A Megan nunca la escucharás llamarlos por su nombre. La cuestión es que recuerdo un día que no sé de dónde salió, pero decidí abrazar a Francesco. En ese momento de los dos, era al único que no había podido darle un abrazo ni acercarme a él. Ese día lloró todo lo que no hubo y mientras lo intentaba tranquilizar le dije papá. Creo que nunca en mi vida había visto llorar a alguien tanto. Pensé que había dicho o hecho algo malo, pero me aseguró de que eran lágrimas de alegría de que lo llamase papá y que lo abrazase." Dijo con una pequeña sonrisa en el rostro "Es una bonita historia."

Asintió con la sonrisa aún en el rostro, lo que me alegraba un montón "Pero que sepas que conseguí mi cometido, estás sonriendo, déjame decirte que es la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida." Dije "Eres un exagerado Hugo." Se rio, y ahora si que me podía relajar realmente "Pero solo un poquito." Dije haciendo el gesto con mi dedo índice y pulgar.

Me separé de la barandilla y me puse detrás de ella abrazándola y dejando mi mentón sobre su hombro. Pasé mis manos por su cintura y las junté adelante. Alexandra no tarda demasiado en poner sus manos sobre las mías y se echa un poco para atrás, apoyándose en mi pecho.

"No tengo ni idea de cómo lo haces, pero consigues calmar mi enfado a nada." Dijo y podía escuchar la sonrisa todavía en su rostro "Bueno, me gusta escuchar eso." Nos quedamos allí un par de minutos en silencio, hasta que Alexandra se gira levemente hacía la derecha. "Chicos, es hora de comer."

"Creo que es mejor que vayamos a comer, porque si tu madre hace igual que la mía, se enfadará si no vamos en este mismo momento." Dije y ella se rio "No lo hará, pero las que se enfadarán son Megan y Alison si no nos metemos prisa." Dijo siguiendo el juego "¿Se enfadan por eso?" pregunté confundido "No, se molestan porque hasta que estemos todos en la mesa mi madre no las deja comer, por eso." Dijo con una gran sonrisa en el rostro "Entonces no hagamos esperar a nuestra princesa."

Me separé de ella y estiré mi brazo para que cogiese mi mano, cosa que acabó por hacer y nos fuimos proa donde comíamos. Durante la comida todo fue risas, y pude ver que Alexandra se había relajado, lo cual me alegraba. Una vez terminamos de comer, Alexandra y yo fuimos a acostar a Alison para la hora de la siesta, y en cuanto nos fuimos Megan se la lleva para hablar, por lo que me dirijo a la zona del motor para asegurarme de que todo está bien y que el agua está toda fuera y poder encender el barco para seguir nuestro camino.

POV MEGAN

Después de hablar con Hugo decidí que era mejor que yo misma le preguntase a Alexandra, tenía esperanza de que esta vez aceptase. Cuando ella y Hugo salían del cuarto de Alison, ya ni le di la opción de despedirse, cogí a Alexandra del brazo y me la llevé a popa donde podríamos hablar sin problema.

"Supongo que quieres hablar de la terapia que quieres que hagamos, pero ya sabes de sobra lo que pienso de eso Megan." Dijo exasperada "Sé lo que piensas, créeme, lo sé mejor que nadie, pero también sé que hablaste con Hugo de eso." Dije "Si de verdad pretendías que me convenciese vas equivocada."

"Sé que es complicado convencerte de eso, pero te puedo asegurar que luego de hablar de eso te sientes mejor." Alexandra frunció el ceño y se cruzó de brazos "¿Acaso me vas a decir que estás yendo a terapia?" dijo sin terminar de creer lo que estaba escuchando "Pues sí, desde que me contaste que Fabio era distinto a los demás que tuvimos me está ayudando."

"¿Y en qué exactamente?" preguntó, y a pesar de que estaba intentando ocultar la curiosidad, no iba a ser capaz "En todo. No me hace hablar de lo que pasó allí dentro si es lo que te preocupa, y no lo digo para convencerte, lo digo en serio. Las pesadillas ya no me asustan tanto como antes." Dije encogiéndome de hombros. Era genial poder dormir varias noches seguidas sin estar asustada por las pesadillas "¿Qué?" susurró.

"Sí, no sé decirte el por qué, pero no me asustan como antes. Antes de dar por finalizada la terapia me hace decir que estoy sana y segura, que todos os preocupareis por mí en caso de que llegase a desaparecer de la nada." Dije "¿Y eso te ayuda de verdad?"

"Yo no sé si es lo que me hace decir o no, pero me ayuda. Es más, está ayudando a Jennifer un montón. Ella al parecer si puede hablar de lo que pasó allí dentro." Eso era algo que me sorprendía mucho, y más lo que contaba. Aún no me podía creer lo diferentes que eran nuestras experiencias allí dentro "Dime al menos que no fue tan malo como lo teníamos que pasar nosotras de aquella."

"No, prácticamente solo las obligaban a tener sexo, nada de torturas. Al parecer iba un chico que las ayudaba. Me da la sensación de que sé quién es." Dije encogiéndome de hombros, y la sorpresa no tardó nada en aparecer en su rostro, y luego la incredulidad, lo cual sabía que iba a hacer "¿De qué hablas Megan?" preguntó.

"Nunca te conté sobre el chico, pero cuando estábamos allí dentro, un chico con el que en teoría tenía que acostarme, solo quería hablar. Y después había otro, a ese uno de los rusos lo estaba apuntando a la cabeza para que me violase, pero a pesar de eso se negó. Por raro que parezca, no lo mataron, y después venía de vez en cuando por la noche cuando deberíamos estar dormidas." Dije como si no fuese nada, pero para mi había sido importante, incluso lo era hoy en día "¿Sólo hablar? ¿Y no lo mataron?" preguntó sin creérselo "Sí, sé que suena extraño, pero era un chico majo y a veces me curaba las heridas que él me veía. Me gustaría encontrarlo algún día y agradecerle lo que hizo allí dentro. Y el otro chico era más majo que este. ¿Recuerdas que había veces que te daba chocolate u otra cosa?" le pregunté y ella asintió "Pues me lo traía el chico por la noche."

"¿Sabes el nombre de alguno de ellos?" preguntó cruzándose de brazos "El primero se llamaba Carlos, y el segundo David." Dije "¿Y el que te visitaba por la noche, iba muy a menudo?" siguió preguntando "Al principio no, pero cuando hiciste el trato con los rusos prácticamente venía todas las noches. Siempre me decía que encontraría un hueco en la noche para venir a verme, y que algún día nos sacaría de allí tanto a ti como a mí."

"¿A las dos?" preguntó incrédula "Si, digamos que le hablé de ti y se propuso sacarnos de allí. David era un gran chico." Era tan cierto que a veces soñaba con él, y Alexandra no necesitaba saber que éramos pareja en cierta manera "¿Supiste algo de él una vez salimos de allí?" preguntó, y podía ver estaba empezando a armar un plan en su cabeza para no sé qué "No, pero a veces sueño con que sigue viniendo por las noches a verme."

"Eso es imposible y lo sabes." Dijo centrándose de nuevo en mí "Lo sé, pero me gusta pensar que lo hace." Dije encogiéndome de hombros "¿Y del otro?" preguntó "Ese en los últimos meses que estuvimos allí no volvió a aparecer."

"¿Cres que le hayan hecho algo los rusos?" preguntó y negué, porque no tenía ni la menor idea "Espero que no, pero realmente no sé." Dije "Los podemos buscar una vez lleguemos a tierra, a mí también me gustaría agradecerles por cuidarte y no obligarte a acostarte con él." Dijo con una sonrisa de verdad "¿En serio los buscaremos?" pregunté ahora no creyendo yo lo que estaba diciendo "Claro, es la primera vez que al nombrar a alguien se te iluminan los ojos como lo están haciendo en este momento. Sobre todo, con ese David."

"¿De qué hablas?" pregunté confundida y esperando que no se esté refiriendo a lo que sea que esté haciendo "¿Sentías algo por ese chico Megan?" preguntó directa al grano "¿Quién? ¿Yo? ¿Cómo voy a sentir algo por alguien que no conozco?"

"Yo sentía algo por Hugo sin darme la menor idea desde un principio y no tenía ni la menor idea. A ti te pudo pasar igual por ese chico." Dijo como si nada, pero con una gran sonrisa en el rostro al nombrar a su novio "No lo sé Ale, pero dejemos de hablar de eso y mejor contéstame si al menos te pensarás lo de la terapia."

"Está bien, no pierdo nada con probar." Dijo encogiéndose de hombros "¿En serio?" pregunté con una sonrisa empezando a aparecer en mi rostro "En serio, pero yo no la hago sola, eso te lo adelanto."

"No la harás sola, te lo prometo. Si quieres puede estar Jennifer también." Dije "Sí, me gustaría escuchar en que mierda cambió todo eso después de que nos escapásemos." Sonreí, porque había conseguido lo que llevo años intentando que hiciese conmigo, al menos esta vez teníamos un psicólogo de verdad y que nos podría ayudar de verdad. "Trato, hablaré con Fabio. ¿Quieres que sea esta tarde?"

"Esta tarde no, tengo algo que hacer." Dijo con una sonrisa "Está bien, ¿mañana?" pregunté igualando su sonrisa "Mañana estaría genial." Dijo asintiendo "Perfecto, ya hablo con Fabio, te quiero hermana." Le dije dándole un abrazo "Yo también te quiero, Megan." Respondió devolviéndomelo.

Cuando nos separamos me fui en busca de Fabio. Prácticamente había estado en todo el barco y no había pista ninguna de Fabio, por lo que me dirigí al lugar donde se encontraba el timón, donde tampoco estaba, pero desde ahí podía ver a Alexandra, la cual tenía las manos de Dimitri en el cuello. No mucho tiempo después escucho un grito, y sé de sobra que es de Alison. Por el sonido, sabía que estaba aterrorizada, por lo que rápidamente me bajo de junto al timón para dirigirme a donde estaba Alison para sacarla de allí y ayudar a Alexandra, este malnacido moriría hoy mismo.

En el momento que llegue junto a Alison, el resto no tarda nada en llegar junto a mí, y por la cara que tenía mi madre sé que está asustada, por lo que le digo que se lleve a Alison a otro lugar y trate de calmarla un poco mientras nosotros arreglamos esto.

"Dimitri, suelta a Alexandra." Dijo Fabio tranquilamente "NO LA PIENSO SOLTAR, ESTÁ MINTIENDO CON QUE SOMOS FAMILIA. ESTA MENTIROSA SE MERECE MORIR." Gritó el estúpido ruso "Dimitri deja de decir estupideces." Le dije entre dientes, porque no podía ser que fuese tan estúpido.

Miré a mi lado y pude ver el enfado que tenía Hugo, y estoy segura de que en caso de que Diego no lo tuviese agarrado se lanzaría a por ese tipo para matarlo con sus propias manos, pero sé que Diego también tenía las mismas ganas de Hugo, solo que se debería estar aguantando para ver si Fabio lo calmaba, al fin y al cabo, lo necesitábamos para acabar con su hermano.

Pero, por otro lado, teníamos que sacárselo de encima, porque sé que en cualquier momento se desmayaría por la falta de oxígeno, y no iba a permitir que es pasase delante de mí, por lo que me acerqué a Diego y cogí el arma que tenía en la cintura del pantalón y empecé a acercarme a Dimitri apuntándolo directamente entre ceja y ceja.

"O sueltas a mi hermana o no cuentas un día más en este mundo, Dimitri." Dije apuntando entre sus cejas y este se rió como el psicópata que era "MÁTAME, YO YA NO QUIERO ESTAR EN ESTE MUNDO, PERO DE ALGO TE ADVIERTO, SI ME MATAS, MATAS A TU HERMANA." Dijo, lo que hizo que no apretase el gatillo en ese momento "¿Y cómo pretendes hacerlo si estás muerto?" pregunté "Megan, suelta el arma. No hagas las cosas más complicadas." Empezó Fabio, pero lo ignoré, las cosas no podían estar peor de lo que ya están "MÁTALO YA, MEGAN." Gritó Hugo.

No aparté mi mirada ni un solo segundo Alexandra, y en el momento que veo que asiente a lo último que dijo Hugo, le disparo entre ceja y ceja. Lo que pasó luego de eso fue todo como a cámara lenta. Dimitri se cae hacia atrás llevándose consigo a Alexandra y los dos caen en el agua. Tanto Hugo como Diego no tardan mucho más en tirarse detrás de ellos y yo iba a hacer lo mismo hasta que Fabio me para.

"DEJAME IR A POR MI HERMANA, FABIO." Grité intentando soltarme de su agarre "Ya fueron Diego y Hugo, te aseguro que no le pasará nada. Déjame decirte que tienes buena puntería." Dijo, pero en este momento no me importaba nada más que Alexandra "Sólo espero que por esa bala le haya costado la vida a mi hermana." Dije en un susurro, pero Fabio negó "Ya verás como no, pero pase lo que pase, hiciste lo que ella dijo."

Vimos como un par de veces tanto Diego como Hugo salían a la superficie para coger aire y mis esperanzas se estaban perdiendo hasta que de la nada sale Hugo con Alexandra y empieza a nadar hacia popa. Fabio y yo nos vamos corriendo y en cuanto Hugo llega lo ayudamos a subir a Alexandra que no estaba respirando.

Fabio empieza a hacerle el boca a boca y RCP, porque al parecer el corazón tampoco estaba bombeando, pero pronto lo remplaza Diego y manda a Fabio que vaya a por unas cuantas cosas, la verdad no tengo ni la menor idea de que le mandó buscar, pero después de unos segundos que se me hicieron eternos, aparece Fabio con todo lo que le pidió

No sé exactamente cuánto tiempo pasó cuando aparece Alison llorando, y mucho más en cuanto ve a su madre en el suelo, pero antes de que pueda llegar junto a ella, Hugo la para y la abraza para intentar calmarla, podía ver que estaba diciéndole cosas al oído, pero no escuchaba ninguna, y pocos segundos después, mi madre se para a mi lado con lágrimas en los ojos y me abraza, momento que hace que me eche a llorar. Soy la culpable de la muerte de Alexandra, esa es la única cosa que tengo claro en mi mente.