Aquí Ester reportando…
Hace tres semanas que salimos de la ciudad principal de la zona de libre comercio de Zhanty. Ha sido un viaje muy tranquilo. Recuerdo que, cuando viajaba con mis amigos del viejo grupo, viajábamos lento y tomábamos recados en cada ciudad. Así estuvimos un año hasta que conocí a Raiza.
Ella solo viaja hacia su objetivo sin pensar en los demás.
Esta forma egoísta de pensar es algo nueva para mí. Solo paramos a dormir o a reabastecernos. Si pasamos por algún pueblo, tan pronto teníamos lo que buscábamos, nos íbamos.
Desde que salí de Zhanty, solo he dormido en mi saco de dormir. Extraño dormir en un colchón, pero llegamos muy rápido a la frontera entre Zhanty y los países bajos.
En este punto, tuvimos que deshacernos del carruaje y solo conservar al dragón de tierra. Vendimos el carruaje a muy bajo precio a un comerciante en el último pueblo, junto con algunos materiales que encontramos en el camino. Raiza, aun en estos casos, seguía ganando dinero. Me pregunto qué más tiene planeado comprar.
Y finalmente llegamos a la zona que no pertenece a ningún país: el territorio conocido como la zona de monstruos.
En verdad, no quería entrar allí, pero creo que Raiza está buscando algo en esa zona, ya que estaba mirando unos apuntes en una pequeña libreta. Creo que alcancé a ver un mapa.
No pregunté, ya que sé que Raiza no me lo dirá. Ella sabe que su mente no está del todo curada, y en algún momento tendré que ver sus demás recuerdos. Supongo que ella me lo dirá cuando esté lista o su psique esté a punto de colapsar.
Avanzamos sin problemas por el terreno lleno de monstruos. Creo que el principal problema de estas zonas es su ambiente tan denso; me es algo difícil respirar en estas zonas.
Recuerdo que, cuando tenía 14 años, nos adentramos en la zona de monstruos al sur de mi país natal. Pero allí tenía a todos mis compañeros y mi maestro.
Mi maestro me enseñó un conjuro para cubrir mi cuerpo con una capa de aire purificado para evitar el miasma, pero no nos dejó usar ese hechizo esa vez, ya que quería que nos acostumbráramos al miasma de los monstruos. Aun con todo el entrenamiento, en verdad odio esta atmósfera.
Le pregunto a Raiza si no le afecta el ambiente:
"No, Ester, este tipo de miasma no es gran cosa. Prefiero esto que el frío del norte; nunca me acostumbré al frío".
Raiza me dio esa respuesta. Sentí su dolor en esas palabras; en verdad, entiendo por qué oculta sus sentimientos. Yo, en cambio, dejo que todo el mundo sienta mi depresión. Soy patético.
"Ester, deja de pensar estupideces. El ambiente se puso menos denso; eso no es normal", me gritó Raiza, despertándome de mis pensamientos. Respondí:
"Es verdad, en este ambiente se respira mucho más fácil. Esto debe ser un conjuro ambiental para que las personas normales puedan respirar más fácilmente. Eso significa que debe haber humanos cerca".
Raiza solo me dice, casi en un susurro: "Ellos no son humanos".
Raiza prepara sus pulmones y grita en lengua élfica: "¡Déjate ver, soy un elfo!"
Entonces, salen de las tinieblas unas personas de piel rojiza. Ellos se parecen mucho a los elfos, pero algo es diferente en ellos.
"Ester, seguro que no los conoces. Ellos son ogros del bosque; son algo así como primos lejanos de los elfos".
Quien parece ser el líder de los ogros del bosque dice: "Cuánto tiempo, Raiza. ¿Cómo vas con eso de destruir el bosque élfico?"
Raiza le responde: "Nunca dije que lo destruiría. Fueron los tontos elfos quienes creyeron esas patrañas. Personalmente, solo quiero golpear al elfo que se hace llamar mi padre. No digas estupideces, Gasthor".
Así que ese era el nombre de ese ogro del bosque. Los ogros del bosque nos llevaron a una pequeña villa que en medio tenía un gran árbol. Este debe ser la fuente del aire purificado. Digo en voz alta:
"Este árbol es muy parecido a los árboles del bosque élfico".
Gasthor me responde:
"Sí, es obvio. Nosotros, los ogros del bosque, creamos los bosques élficos. Pero somos una tribu nómada; no solemos establecernos en un solo lugar por mucho tiempo. Los elfos son nuestros descendientes que prefirieron una vida sedentaria, por eso cuidan tanto sus bosques, ya que perdieron la capacidad de repoblarlos".
Pienso en voz alta: "Increíble, pero no sé qué tiene que ver todo esto con nuestra misión. Raiza, ¿planeaste encontrarte con los ogros del bosque?"
Raiza, tomando elegantemente una taza de té, me responde: "La verdad no. Estos tipos nunca están quietos; es inútil buscarlos. Fue una gran coincidencia que estén aquí... Pero no creo en coincidencias. Gasthor, he notado que tu tribu es algo más pequeña que la última vez que nos vimos. ¿Qué le pasó a tu pueblo?"
Gasthor fuma algo de tabaco de su pipa y responde: "El idiota de tu padre. Eso pasó.
Los árboles de su bosque están sufriendo un cambio climático. No se sabe si es consecuencia del ejército demoníaco, pero atacar de a poco sin dejar muchos rastros es el estilo del rey demonio.
Igual, no importa qué es lo que pasó. Kykoo Leiva está decidido a defender su bosque. Me pidió que lo ayudara a mantener vivo el bosque élfico, mejor dicho, me lo ordenó. Nos negamos, ya que no queremos establecernos en el bosque élfico. Igual sería inútil dadas las condiciones del bosque élfico; eso lo enojó bastante.
Empezó nuestra persecución, nos buscaron e intentaron capturarnos para obligarnos a mantener vivos los árboles de su bosque. Básicamente, raptaron personas de mi pueblo para esclavizarlos".
Apenas puedo creer todo lo que esta gente tuvo que pasar, pero Raiza sigue disfrutando su té y dice:
"No esperaba menos del hombre que dejó a su hija a su suerte para defender el bosque élfico. A ese tipo solo le importan esos estúpidos árboles. En fin, ahora tengo otra excusa para golpear en la cara a ese idiota".
Entonces recordé el momento en que Kykoo le entregó su hija al Rey de Dredprism. No parecía ser un mal hombre, pero he visto a buenos hombres cometer pecados. No sé por qué, pero la imagen de mi maestro pasó un segundo por mi cabeza.
"Ester, prepárate. Tenemos compañía", exclama Raiza.
Me tomó en sus brazos y comenzó a correr lejos de la aldea de los ogros del bosque. Cuando nos alejamos lo suficiente, Raiza me dejó caer en el suelo y sacó su espada mientras concentraba su fuerza en sus piernas.
No entendía bien qué estaba pasando, pero aún a través de su casco pude ver la mirada preocupada de Raiza.
"Vaya, nos descubrieron, chicos".
De la neblina de la zona de monstruos salen tres personas: un caballero que parecía un joven de 15 años, una hermosa mujer de pelo blanco con los ojos tapados por una venda y un sacerdote ya algo anciano y gordo.
Los tres me daban mala espina, pero entonces reconocí al joven caballero por el símbolo en su pecho: era el escudo real de Rusthia.
"Te conozco. Eres el tercer príncipe heredero de Rusthia, Carlo Dante Rusthia".
Le grito a las tres personas. Carlo Dante me responde: "No me llames por mi nombre, plebeyo. Para ti, solo soy el Héroe de Rusthia".
Raiza me dice en voz alta: "Creo que vi algo de esto en tus recuerdos, Ester. Ahora hay un montón de idiotas queriéndose llamar héroes de la humanidad".
Las palabras de Raiza hicieron enojar a Carlo Dante, quien inmediatamente sacó sus espadas gemelas y saltó sobre Raiza para atacarla.
"A callar, amiga de los ogros"…
Mientras el hombre se preparaba para atacar, noté que la chica de ojos vendados estaba conjurando un hechizo de aumento de estadísticas. Carlo Dante atacó con tanta fuerza que hizo retroceder a Raiza, pero ella pudo parar su ataque con su brazo prostético y realizó un contraataque, enviando a Carlo a volar y haciéndolo entrar en mi rango de ataque.
Así que rápidamente le di un leve puñetazo en la cara y me alejé junto a mi compañera.
"¿Qué fue ese golpe? Sabes que soy un héroe y necesitas algo más de fuerza para matarme".
Yo le respondí: "Solo quería ver si poseías el don del héroe".
Entonces mi magia degenerativa, DESTRUCCIÓN CELULAR, entró en acción, derritiendo parte del rostro de Carlo Dante.
"Aaah, ¿qué me hiciste, hijo de puta? ¡Cardenal, ayúdame con tu magia curativa!"
El cardenal intentó curar la cara de Carlo, pero esta no se recuperó.
"Imposible. Mi magia no considera ese daño como algo que deba ser curado. Nunca vi una herida que no pudiera curar con mi magia".
Digo en voz alta: "Ya lo sospechaba. No tienes el don del héroe; ese ataque no tendría efecto en un verdadero héroe".
Esto enfureció aún más a Carlo, quien sacó del pecho un collar con una perla colgando de este. Metió la perla en su boca y la mastica.
"¡Plebeyos, en verdad quiero matarlos!"
No me di cuenta de cuándo pasó, pero la mano de Carlo había atravesado mi pecho.
Gracias a mi entrenamiento, pude resistir el dolor y abracé a Carlo. Irónicamente, lo agarré con la guardia baja y usé mi magia degenerativa.
"PARALIZAR SISTEMA NERVIOSO"
Paralizando su sistema nervioso y, cuando me di cuenta, Raiza, con el cuchillo que le robamos a Tommy, cortó su cabeza.
Eso fue el final del tercer príncipe de Rusthia, o eso pensé, ya que cuando su cabeza fue cortada, el rostro en ella cambió. Este no era el verdadero príncipe.
"Oh vaya, eso salió mal. Entre todos los candidatos a ser doble del príncipe, siempre fue el más tonto", dijo el cardenal.
Tomó a la chica de ojos vendados y se alejaron a toda velocidad. Raiza quería perseguirlos, pero en ese momento simplemente me desmayé debido al enorme agujero en mi pecho…
…
Eres un monstruo…
…
Me levanté en una habitación desconocida, pero noté el aire que respiraba. Este debía ser la aldea de los ogros del bosque.
Salí de la habitación y me encontré a Raiza cocinando. La comida tenía buen olor; no pensé que sería tan buena cocinera.
Raiza me notó entrar en la cocina al aire libre y me dijo: "Oh vaya, ya despertaste".
Se la notaba algo alterada. "Pues me alegra seguir vivo. Nunca me habían atravesado el pecho, sabes".
Raiza me respondió:
"Lo dudo. Después de que te desmayaste, intenté curarte, pero no hizo falta. Tu cuerpo absorbió el brazo del falso Carlo Dante, y tu propio cuerpo usó su carne para sellar tu herida. En verdad fue asqueroso. Normalmente te preguntaría qué eres, pero me consta que no lo sabes. Ese maestro tuyo te hizo algo, y no fue bonito".
Las palabras de Raiza me dejaron helado. Toqué el lugar donde fui atravesado y había una cicatriz ya cerrada. La piel de esa zona era diferente a la del resto de mi cuerpo. Creo que quería vomitar, pero tenía el estómago vacío.
"Bien, ya está la comida. Preparé un platillo que mi mamá preparaba mucho. Se llama espagueti. Lo compré en Zhanty, pero quería guardarlo para una ocasión especial, y como no moriste, pensé que valdría la pena comerlo ahora".
Antes de este momento no conocía los fideos con salsa. En mi niñez solía comer mucho arroz, verduras, carnes rojas y frutas. No era mala comida, pero sí repetitiva. Desde que comencé mi aventura, he probado varios sabores nuevos, y el espagueti estuvo delicioso.
…
Después de la comida, hablamos con Gasthor sobre las tres personas del reino de Rusthia.
Nos contó que, en su persecución con los elfos, ellos contrataron a esclavistas de Rusthia para buscar a los ogros del bosque a cambio de fuertes sumas de dinero, para que les entregaran los ogros a los elfos.
Por lo que suelen haber varios grupos de esclavistas buscando por todo el continente a los ogros, y solo nos encontramos con uno de esos grupos.
También tengo la duda de cuántos dobles de Carlo Dante estarán sueltos por ahí. Supongo que lo hacen para aumentar su reputación y sus hazañas personales.
El punto es que los esclavistas de Rusthia ya se dieron cuenta de que los ogros del bosque están en esta zona y necesitan buscar otra ubicación. Gasthor nos dice que mañana partirán a buscar nuevas tierras.
En cuanto a mí y Raiza… "Oye, ¿no podríamos ayudarlos con su problema con Rusthia a los ogros?"
Le dije a Raiza. Con una mirada indiferente, ella me responde:
"Pensaba hacer lo mismo, pero no con tus mismas intenciones. Mañana partiremos a la Capital Real de Rusthia. Rescatemos a los ogros y tendré una pequeña reunión familiar con el hombre que se hace llamar mi padre".
Gasthor busca en su bolsillo un pequeño orbe y se lo entrega a Raiza.
"Este es un orbe de teletransportación. Cuando encuentres a mi gente, úsalo y los enviarán junto a donde sea que yo esté, pero intenta usarlo cuando encuentres a la mayor cantidad de ogros del bosque".
Ella toma el orbe y me lo lanza, diciéndome: "Lleva esa cosa contigo en todo momento". Tomé el orbe y lo guardé en mi traje. Con eso terminó la reunión.
Nuestro objetivo es liberar a los ogros del bosque, aunque noto que lo que más impulsa a Raiza es la venganza…
…
…
…
Dejamos a nuestros protagonistas y seguimos a un hombre viejo que corre por su vida.
La vida de un clérigo puede ser difícil…
Me llamo Darwin de Angeló.
Desde joven me eduqué en la Iglesia de la Palabra Sagrada. Fue un camino difícil pasar de recoger el diezmo a ocupar uno de los altos cargos de la iglesia. No deseaba poder ni dinero, solo quería llevar la Palabra Sagrada a mi pueblo. Sé que la fe no soluciona la vida de las personas, pero puede darles la fuerza para continuar viviendo como buenas personas.
Aunque la realidad es diferente.
Aun entre los altos cargos soy considerado una pieza desechable y, cuando el Rey de Rusthia pidió un guardián para el héroe de Rusthia, mi nombre fue el que salió en la conversación…
Ahora estoy en la zona de monstruos temiendo por mi vida, pero no son los monstruos lo que me aterra, es otro sacerdote.
Ese niño con lentes es peligroso. Nunca había visto la cara de ese sujeto, pero vi cómo, con un puñetazo, derretía la cara del doble del príncipe y no pude curarlo…
HERIDAS QUE NO PUEDO CURAR
Si ese tipo me alcanza, me matará, y esa mujer que lo acompañaba era otro monstruo… No importa por dónde lo mire, debo correr por mi vida… y encima tengo que proteger a esta tonta niña, la verdadera Carlo Dante,
"Kharla Dante Rusthia".
El maldito misógino del rey no acepta haber procreado una mujer y la hizo pasar por hombre, convirtiéndola en el tercer príncipe en la línea de sucesión por razones egoístas.
"Oye, Darwin, esos tipos tenían un aura muy extraña. La mujer no era humana, tenía un aura similar a los ogros del bosque o a los elfos con los que vi una vez a mi padre, pero me preocupa el aura del sacerdote. No puedo describirla, pero no era humana", dijo la princesa Kharla.
"No importa, princesa. Mi misión principal era mantenerla a salvo mientras ganaba experiencia en batalla. Debemos llevar esta información a su majestad. Esos tipos podrían ser una amenaza para Rusthia"…
En ese momento, Darwin sacó un orbe de teletransportación, desapareciendo junto a la princesa en el acto y dejando en su lugar dos pequeños conejos…
Los cuales inmediatamente fueron devorados por los monstruos de la zona.