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El viaje

Toda mi vida me dijeron que no importaba qué hiciera sino cómo lo hacía, que "lo que importa no es el destino sino el viaje", pero yo nunca había entendido con claridad lo que significaba. Es decir, sí, comprendía, pero al mismo tiempo era consciente de que también era importante el resultado de ese camino que debíamos tomar. Así que, decidí tomar las riendas de mi vida y llegar mi destino. Me mudé, me fui del país y llegué a uno completamente desconocido para mí. Había tomado un avión hacia la otra punta del mundo para poder estudiar, esa era mi meta y no contaba con que en el medio pasara todo lo que pasó. No sabía que mi vida daría un giro de ciento ochenta grados...

Chiaru_Lospennato · Thanh xuân
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13 Chs

Capítulo 11

Nate había reflexionado sobre el tema de su madre. Sinceramente, lamentaba que tenga que afrontar una situación así. Había pasado poco tiempo con Catherine desde que conocí a los hermanos pero se notaba a simple vista lo mucho que los quería y como trataba a Nate, y ahora él siente que la está traicionando.

Luego de que él me contara todo lo que sucedía y cómo se sentía, nos quedamos en ese campo mirando las estrellas. No estoy segura en que momento pasó, pero me quedé dormida allí.

Abrí mis ojos tratando de acostumbrarme a la luz, sentía algo duro a mi lado y mi cuello dolía. Sin duda me había dormido en el piso con Nate. Lo miré, su castaño y despeinado cabello caía sobre sus ojos y tenía los labios entreabiertos mientras dormía. Me di vuelta para agarrar mi celular, tenía varias llamadas de Eli y en cuanto vi la hora entendí el motivo.

-¡Dios mío!- grité y me senté de golpe- ¡Nate! ¡Tienes que despertar!

Nada.

-¡Nate!- lo sacudí- ¡Tenemos que estar en la universidad en media hora!

-Hay mejores formas de despertar a una persona, ¿sabes?- sonreía sin abrir los ojos. Le pegué en el pecho y me levanté dispuesta a irme, aunque no sabía cómo- ¡Auch!

-Nate, no puedo faltar de nuevo a clases, necesito llegar.

-Tranquila, en diez minutos llegaremos-se levantó para acercase a mí-. Aunque, tal vez quieras decirle a mi hermana que te lleve algo de ropa, sigues con el vestido de anoche.

Miré mi atuendo mientras asentía.

-Bien, la llamaré. ¿Podemos irnos?- abrió mi puerta y se fue a su lugar mientras yo agarraba mi cabeza- ¿Cómo le explicaré esto a Lea?

-No hicimos nada malo- funció el ceño en lo que ponía en marcha el auto-. Yo hablaré con ella. Prefiero que me odie a mí a que tú te estreses por esto, después de todo fue mi culpa.

-¿Qué? No, Nate no fue tu culpa. Además, como tú dices, no hicimos nada malo- le sonreí y cogí mi teléfono para llamar a Eli, no dio tiempo a que sonara que ya estaba gritando.

-¡Oh, Dios! ¿Sabes lo preocupada que estaba? Mi hermano y tu deciden desaparecer justo ahora, temía que tus amigos se despertaran y no supiera explicar que sucedió. Tienes tanta suerte de que no te este…

-Eli- la llamé mientras ella seguía hablando- Eli…

Miré a Nate esperando que me diga que hacer.

-Ponla en alta voz- eso hice-. Elizabeth Taylor, cálmate y escúchanos.

Se oyó un suspiro del otro lado de la línea.

-Eli, estamos bien solo nos quedamos dormidos. No ocurrió nada, solo necesito que me lleves algo de mi ropa a la universidad y mis libros, estamos yendo para allá.

-Bien, pero no se librarán de esta conversación.

Suspiré y miré al frente mientras Nate conducía por las calles de Londres.

-Ayer no sabía dónde llevarte y por eso dimos un par de vueltas innecesarias- asentí-. Lamento esto Ali, tu solo querías ayudar y te metí en un lío.

-¡Hey!- hablé bajo pero llamando su atención- No le temó a tu hermana o a la mía, soy independiente, vivo sola en un país completamente diferente al mío. Solo que ahora mi departamento está invadido, y Lea es demasiado protectora conmigo. Pero no me arrepiento de haber venido, lo volvería a hacer si eso significa que tú estés bien.

-Gracias Ali, no sabes lo importante que es para mí que hayas estado ayer.

Tal como él lo dijo, en diez minutos llegamos a la universidad. Eli estaba en la puerta esperándome con los brazos cruzados, no le di tiempo a decir algo. Corrí a ella, agarré la bolsa con mi ropa, murmuré un gracias y me fui en busca de un baño.

Llegué a tiempo a clases, cambiarme dentro de un baño universitario no era como pensaba que sería mi estadía en Londres, pero ahora tendría una anécdota… o algo así. Cuando entre al salón, Nate y Eli estaban hablando en sus respectivos lugares, nos tocaba arte hoy por lo que me acomodé en medio de ambos.

-Ahora que vistes acorde a la clase y ya hablé con mi hermano sobre lo que sucedió quiero contarte que la única persona que se dio cuenta de que no estabas esta mañana fue Matt- la miré esperando a que siga hablando, esto no iba a ser bueno-. Le dije que habías ido a correr, aunque dudo que haya creído eso.

-¿Solo Matt se dio cuenta?-ella asintió, me agarré la cabeza.

-¿Qué sucede? Estoy seguro de que no le dirá a Lea que no estuviste anoche.

-Lea me regañaría a mí, me daría un sermón sobre cómo debo ser responsable en un país que no conozco. Pero Matt, él es sobreprotector y celoso. No se enojará conmigo, sino contigo-esta vez miré a Nate-. Es algo ilógico porque yo decidí ir contigo, pero para él soy su hermana pequeña y piensa que de esa forma me cuida.

Me encogí de hombros.

-Tranquila, estará todo bien.

-Cuando me fui no parecía furioso, al contrario creo que estaba más dormido que despierto. Tal vez si piense que fuiste a correr.

-Gracias por cubrirme, Eli.

En cuanto la clase terminó me despedí de los hermanos, les desee buena suerte en su casa y les advertí que cualquier cosa podrían llamarme. Por mi parte, me encaminé hacia la cafetería.

El cansancio estaba apoderándose de mí, el estrés poco a poco abandonaba mi cuerpo y era reemplazado por un fuerte dolor de espalda y cuello. Al parecer, dormir en un parque en medio de la nada no es tan cómodo como lo muestran en las películas. Sin embargo, volvería a hacerlo. Tener esa conversación con Nate era necesario, él me necesitaba y me sorprendía que en tan poco tiempo en el cual nos conocemos, ambos nos sentimos tan cómodos como para hablar de temas tan importantes como nuestras familias.

Podía ver a la pequeña cafetería color verde con el gran cartel enfrente desde donde estaba, "Leo´s" era bastante conocida en la ciudad. Sin embargo, era la única sucursal que tenían y los días de semana no eran tan atareados.

-Hola, Sara-besé su mejilla y fui a ponerme mi delantal-. ¿Qué tal tu día?

-Nada muy extraordinario, tuvimos bastantes clientes esta mañana. ¿Qué tal las clases?

-Bien, los martes suelen ser tranquilos- sonreí mientras atendía al primer cliente.

Nate:

Estaba demasiado nervioso por lo que pasaría a continuación, estaba estacionado frente a mi casa con Eli a mi lado ninguno se atrevía a bajar. El camino había sido silencioso, no habíamos puesto la radio y eso solo significaba que ambos estábamos pensando en cómo hacerle frente a la situación que se vivía en mi casa.

-Sabes que sin importar lo que Amelia diga tu seguirás siendo mi hermana y Catherine mi madre, ¿no? – ella no respondió, tenía miedo y lo sabía- Alisson piensa que debería escucharla, que a pesar de todo, conocer sus motivos tal vez podría ayudarme a dar un cierre.

-Nate- miré sus ojos llenos de lágrimas-, que mi madre haya conocido a tu padre fue lo mejor que nos pudo pasar a nosotras dos. Sinceramente, no temo perderte a ti, somos hermanos y eso no va a cambiar. Pero me da miedo como puede esto afectar a la relación de ellos.

-No lo hará, él la ama y eso no lo va a cambiar Amelia- ella apartó la mirada-. Sé que tú piensas que nosotros salvamos sus vidas cuando las conocimos, pero los cuatro estábamos rotos en ese momento. Nos unimos y por eso nuestra familia es más fuerte que cualquier otra. Catherine y tú trajeron la alegría a la casa, nos mostraron que la vida puede ser divertida si tienes con quien compartirla.

-Es curioso porque nosotras siempre sentimos que volvíamos a ser felices porque los teníamos a ustedes.

-¿Lo ves? Nuestra familia encaja como un rompecabezas, y nadie romperá eso- salí del auto y fui a su lado para darle un abrazo-. Enfrentaremos esto juntos, ¿sí? No me dejes solo, por favor.

Alisson:

Cuando el turno de Sara terminó ya no había tantos clientes que atender. Una pareja mayor estaba sentada al fondo de la cafetería y un hombre con una niña tomaban unos batidos frente a la ventana.

Revise mi celular para saber si había noticias de Nate y Eli, o si Lea se había contactado conmigo. Pero no había nada. Me preocupaban los hermanos, ambos estaban pasando por una situación difícil y no me gustaba verlos así. Sin embargo, este era un tema que debían resolver juntos y más que escucharlos no podría hacer.

-¿Todo bien?

Miré al frente para encontrarme con Aaron.

-Sí, lo siento estaba preocupada por un amigo- me apresuré a dejar el celular-. Tu padre ya se fue, pero puede tomar algo si gusta.

-Lo sé, venía a buscar algo que se olvidó. ¿Puedes prepárame un café en lo que lo busco?

-Enseguida lo preparo -en menos de cinco minutos tenía un café y un pastel para acompañarlo, justo a tiempo para cuando él salió de la oficina-. Le serví una porción del cheesecake que hicimos hoy.

-Gracias- sonrió y miró la cafetería-. ¿Quieres tomar algo conmigo? No hay mucha gente y no le diré al jefe.

Guiñó un ojo y yo sonreí.

-Claro, déjeme hacer un café para mí y voy con usted.

Entré a la cocina y revisé por última vez mi celular, nadie me había hablado. Encendí la cafetera y tomé una porción del pastel para mí también. En cuanto la maquina dejó de funcionar indicando que el café estaba listo me dirigí a la mesa donde estaba Aaron, antes deposité en la caja el pago por lo que consumiría.

-Tengo entendido que vienes de Argentina, ¿es verdad?- empezó él a hablar y yo me limité a asentir- ¿Puedo saber el motivo por el qué vienes de allí?

-En realidad, no es ningún secreto. Conseguí una beca para poder estudiar aquí, deje a toda mi familia y amigos pero supongo que valdrá la pena.

Me encogí de hombros mientras tomaba un sorbo del café.

-¿Supones?

-Empecé la universidad hace tres semanas más o menos, no puedo decir mucho sobre el tema. Es difícil estar lejos de todos, conocí a algunas personas aquí pero extraño mi país. Por suerte mi hermana y algunos amigos pudieron venir a verme esta semana, pero es todo tan costoso que para que yo pueda ir o ellos volver aquí, será complicado.

-Comprendo- me tomé mi tiempo para observarlo. Tenía una camisa con los primeros botones sin abrochar, su cabello oscuro caía sobre sus ojos celestes y su boca degustaba un poco del pastel-. Yo estudio administración de empresas, estoy en el segundo año de la carrera. Mi meta es, al graduarme, encargarme del local e implementar franquicias en la ciudad, creo que el lugar tiene potencial como para eso.

-Sin duda que sí. La verdad, es la primera vez que pruebo el pastel, y esta exquisito.

-Casi tanto como el café- sonrió mientras me miraba-. Alisson, tal vez podríamos salir algún día.

Abrí la boca para responder cuando la campana de la puerta sonó indicando que un cliente había entrado, miré para encontrarme con Eli y Nate.