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El viaje

Toda mi vida me dijeron que no importaba qué hiciera sino cómo lo hacía, que "lo que importa no es el destino sino el viaje", pero yo nunca había entendido con claridad lo que significaba. Es decir, sí, comprendía, pero al mismo tiempo era consciente de que también era importante el resultado de ese camino que debíamos tomar. Así que, decidí tomar las riendas de mi vida y llegar mi destino. Me mudé, me fui del país y llegué a uno completamente desconocido para mí. Había tomado un avión hacia la otra punta del mundo para poder estudiar, esa era mi meta y no contaba con que en el medio pasara todo lo que pasó. No sabía que mi vida daría un giro de ciento ochenta grados...

Chiaru_Lospennato · Teen
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13 Chs

Capítulo 12

-Lo siento Aaron, debo atender a los clientes. Luego continuamos hablando, me gustó compartir el café contigo.

-Adiós, Alisson. Nos vemos en estos días.

Me levanté para dirigirme al mostrador donde Nate y Eli me miraban expectantes.

-Bienvenidos a Leo´s, ¿puedo servirles algo?

Ambos me miraban, tenían dudas, lo sabía pero necesitaba que el hijo de mi jefe se fuera, no estaba lista para el camino que estaba llevando la conversación. Indiqué con mis ojos a Aaron para que comprendieran lo que estaba sucediendo, y aunque Eli seguía sin comprender, Nate se adelantó.

-Buenas tardes, quisiéramos dos cafés, por favor.

-En seguida se los traigo- tomé rumbo para la cocina y cogí mi celular para mandarle un mensaje a Nate mientras preparaba su orden.

Alisson:

Lo siento. Avísame en cuanto el chico se haya ido y salgo.

Pasaron unos minutos mientras preparaba sus cafés y esperaba su mensaje.

Nate:

Puedes salir.

Suspiré aliviada y salí de mi escondite, ambos estaban frente al mostrador mirándome.

-¿Puedes contarnos que sucede?- Eli fue la primera en hablar, estaba aprendiendo que ella se preocupaba y se alteraba ante cualquier situación extraña- ¡Alisson! ¿Estás bien?

-Sí, tranquila, estoy bien. Solo era el hijo de mi jefe, la charla se estaba tornando incomoda y preferí escapar.- me encogí de hombros- Mi turno termina en quince minutos, si quieren pueden esperar y nos vamos juntos.

-Por eso veníamos, queríamos acompañarte a casa.

Le sonreí a Nate.

-¿Salió todo bien en su casa?

-Amelia no volvió a aparecer, y Nate habló con nuestros padres. Podría ir mejor, pero estamos afrontado esto juntos- ella lo miró y él sonrió-. Gracias Ali.

El tiempo pasó, los ancianos se fueron y nosotros cerramos la tienda. Estaba nerviosa, no sabía el motivo, pero no quería enfrentarme a mi hermana o a Matt. No había hecho nada malo, pero me importaba lo que ellos pensaran de mí, así como el resto de mis amigos. Ambos eran sobreprotectores conmigo, y los quería por eso pero al mismo tiempo me aterraban.

Abrí la puerta, no sabía que esperar, no había hablado con ellos desde la noche anterior y no tenía ni idea de lo que habían hecho.

-¡Hola, Ali! ¿Qué tal tu día?- Emily vino a abrazarme.

Correspondí a su abrazo y abrí la boca para responder pero fui interrumpida incluso antes de hablar.

-En realidad, deberías preguntarle qué tal su noche.

Matt estaba parado frente a mí con los brazos cruzados sobre su pecho. Su cabello despeinado daba indicios de que estaba durmiendo y sus pantalones cortos de Bob Esponja confirmaron mi teoría.

-¿De qué hablas? Matt, ella estuvo aquí anoche.- Lea salía de la cocina y se acercaba a nosotros. Yo me separé de Emily y miré a Nate y Eli, ambos estaban nerviosos y, aunque yo también lo estaba, sabía que no podía mentirles- Alisson…

-Es cierto.

-¿Qué? Pero si volviste con nosotros, es imposible que hayas salido luego de eso.

Dejé la mochila que llevaba conmigo en el sillón y me senté haciendo un gesto para que el resto también lo hiciera.

-Lea, Matt-los miré-. Por favor, escuchen toda la historia, recuerden que soy mayor de edad y que vivo en otro país, sola.

-Pero…

-Matt, por favor.

-Bien, pero si tengo que pegarle a alguien lo haré.

Rodé los ojos.

-Ayer, Nate se fue antes de la cena porque tenía una emergencia familiar que no voy a contar en este preciso momento- lo miré y él asintió agradecido, sabía que su familia no era un tema del cual le guste hablar. No quería que sientan lastima por él.- Cuando se fue, le pregunté a Eli qué había pasado, estaba preocupada. Ella me contó y yo le hable a él para que sepa que contaba conmigo.

"Me preguntó si podíamos salir, y a pesar de mi cansancio fui. Él es más importante."

-Fuimos a un parque que hay aquí cerca, nos quedamos dormidos pero no sucedió nada más- Nate terminó por mí.

-Eso sucedió. Matt, no le vas a pegar- le sostuve la mirada-; y ambos van a comprender que soy una mujer adulta y que no hice nada malo. Y, llegado el caso, Eli sabía con quién estaba.

Esperé, expectante, que alguno de los dos dijera algo. Nate, Eli e incluso Emily estaban viendo que sucedería, cómo reaccionarían.

-Está bien.

-Lea, ya te dije soy una mujer adul… Espera. ¿Qué?

Matt tenía los ojos abiertos de par en par, estaba casi tan sorprendido como yo.

-Tú lo dijiste, eres una mujer adulta. No puedo decirte que está bien y que no. Es tu vida, y aunque no lo creas si alguien te necesita creo que debes estar para él.

Me paré a abrazarla.

-Bueno, yo no estoy de acuerdo con esto. No puedes irte toda la noche con un intento de inglés- señaló a Nate y yo rodé los ojos-. Debes ser más responsable.

-Matt, sé que lo haces para protegerme, pero él y yo somos amigos. Así como tantas veces tú me necesitaste o yo a vos, Nate me necesitaba y yo iba a estar para él.

Lo abracé también y di por terminada la conversación.

Cuando volví de mi habitación con ropa más cómoda, me encontré con que Emily había hecho la cena. Las palabras de anoche de Nate habían tenido efecto. Ahora, él se encontraba conversando animadamente con Ross. Por otro lado, las "dos E" estaban tratando de que Matt entendiera algo de lo que veía en la televisión; a diferencia del resto, no manejaba muy bien el inglés pero sabía defenderse frente a mis amigos.

Sin embargo, Lea no se encontraba en la sala por lo que fui a buscarla al cuarto que compartía con su novio. Me sorprendió verla sentada en la cama mirando al frente, parecía absorta en sus pensamientos.

-Lea- me miró- ¿Estas bien?

Asintió.

-Escucha, sé que lo que hice anoche no estuvo bien y si quieres puedes darme un discurso sobre eso…-Sonrió, pero su sonrisa no llegó a sus ojos.- ¿Qué sucede?

-Creo… creo que estoy embarazada.

Su voz se quebró y sus hermosos ojos verdes se llenaron de lágrimas.

Yo estaba en shock, no esperaba esa revelación y lo único que pude hacer fue abrazarla. Ella dejó salir un sollozo.

-¿Te hiciste una prueba?

Negó.

-No. Ross y yo nos cuidamos siempre, no comprendo cómo podría haber sucedido- secó sus lágrimas-. Tengo unos días de atraso y estoy teniendo algunos mareos. ¡Dios! ¿Qué voy a hacer si es cierto? ¡Todavía no terminé mi carrera!

-Espera. Lea, aún no sabemos si es verdad y, en el caso de serlo, no estás sola. Ross se hará cargo, no te abandonará. Me tienes a mí, a Matt, Emily y a nuestros padres. Si en verdades estas embarazada, ese bebé recibirá amor de sobra. Incluso si no te sientes lista, puedes abortar y nadie te juzgará por eso. Es tu elección. Pero primero debemos confirmarlo- su cuerpo temblaba entre mis brazos-. Mañana luego de la universidad iré a comprar una prueba y en la noche la hacemos. Todo estará bien.

-Gracias Ali.

Permanecimos un momento así, abrazadas, mientras ella se calmaba y yo trataba de asimilar lo que había sucedido. En el momento en el que dejo de llorar y se lavó la cara fuimos a cenar con el resto. No tenía mucho apetito, y estaba perdida en mis pensamientos. De golpe mi vida había dado un giro de ciento ochenta grados. Nate y Eli habían entrado en ella para no volver a irse, probablemente sería tía y sabía que si mi hermana me necesitaba no dudaría en dejar todo para ir con ella. Pero no quería irme de Londres, no ahora.

Miré a Lea. Tenía los ojos húmedos y su sonrisa no estaba. Ella era una persona positiva, alegre y esto se había llevado esa parte. Aunque estaba segura de que si en verdad estaba embarazada la alegría llegaría a su vida de una forma diferente, estaba aterrada y yo también pero siempre había soñado con esto. Solo que era muy temprano.

Alguien tocó mi mano y deje de lado mis pensamientos.

-¿Te sientes bien?

Le mostré una sonrisa a Nate.

-Sí, solo estoy cansada. ¿Crees que después podamos hablar? Quiero saber cómo fue todo en tu casa, cómo te sentiste.

-Sí, termina tu cena y vamos al balcón.

-Vamos, no quiero seguir comiendo.

-¿No te gusta?

-Sí, esta delicioso. No tengo hambre.

-Ali- me miró preocupado-, necesitas comer. Casi no almuerzas y no paras en todo el día. Anoche tampoco comiste mucho.

-Luego comeré una fruta.

Me miró en forma de reproche, pero me levanté ignorándolo y salí.

-¿Estas segura de que todo está bien?

-Sí, solo estoy preocupada por todos. Pero todo estará bien- no le di tiempo a que preguntara-. ¿Cómo estás tú?

Suspiró.

-Fue difícil. Me enfrenté a ambos y les dije que hablaría con Amelia, le aclaré a Catherine que ella es mi madre y que solo la dejo hablar por respeto. Terminó llorando mientras la abrazaba. Mi padre me apoyo, dijo que le parecía una decisión madura y que si lo necesitaba estaría.

-Me alegro de que eso haya resultado bien. Cuando estés listo puedes hablar con Amelia.

-Tal vez…- me miró a los ojos- Tal vez, podrías acompañarme.

Rascó su nuca.

-Cuando te sientas c��modo, allí estaré contigo.

Pase mis brazos por su cintura y lo abracé. No estaba segura de quien necesitaba más del otro hoy, pero en los brazos de Nate me sentía tranquila.