Capitulo 1: Un sueño inolvidable

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El chico fue abriendo los ojos lentamente, como si quisiera prolongar el sueño. Lo primero que sintió fue el calor de los rayos del sol, que se colaban entre las ramas del árbol frutal bajo el que había dormido. Luego, percibió el aroma dulce y fresco de las frutas, que le invitaban a probarlas. Después, escuchó el sonido del arroyo, que le susurraba al oído una melodía de agua.El chico se incorporó y miró a su alrededor. Se quedó maravillado al ver que estaba rodeado de montañas majestuosas, que se erguían como guardianes de piedra. A su lado, había algunos árboles frutales que le sonreían con su colorido y su sabor. No muy lejos, un pequeño río serpenteaba entre las rocas, como una serpiente de plata.El chico respiró hondo y sintió el aire limpio y puro llenar sus pulmones. —Ah, pero qué buen clima hace —exclamó, admirado por la belleza del lugar.Aunque estaba maravillado por aquel paisaje, no sabía cómo había llegado a ese lugar desconocido, ni si había alguien más cerca. Pero tampoco podía hacer mucho al respecto. Así que decidió relajarse, disfrutar un poco del momento y pensar en el futuro.El chico se levantó y se sacudió el polvo de la ropa. Ya había pensado demasiado y era hora de actuar. Aunque el lugar le parecía hermoso, sabía que no podía quedarse allí para siempre. Necesitaba encontrar a otras personas, quizás alguien que le explicara qué estaba pasando.Recordó que había leído en un libro que el ser humano es un "zoon pilitikon", un animal social que necesita vivir en comunidad. (Zoon politikón El hombre, a diferencia de los otros animales, tiene la capacidad de relacionarse políticamente, es decir, crear sociedades y organizar la vida en ciudades.) Él nunca había tenido muchos amigos, pero tal vez esta era su oportunidad de cambiar eso.El chico caminaba sin saber hacia dónde ir, solo siguiendo su instinto. Había perdido la noción del tiempo y la distancia, y sentía que sus fuerzas se debilitaban. Miró su botella de agua y vio que solo le quedaba un sorbo. Sabía que tenía que encontrar un lugar con gente pronto, o se arriesgaba a morir de sed. De pronto, escuchó un ruido extraño cerca de un árbol que no estaba tan lejos de él. ¿Sería un animal salvaje? ¿O tal vez una persona? ¿Debía acercarse o alejarse?El chico vio algo a lo lejos a aquella criatura. Parecía ser una persona sentada, completamente despreocupada de la vida. El chico pensó que quizás esa persona podría saber dónde se encontraba algún pueblo cercano.—Hola, ¿oye disculpa, quería preguntarte algo, puedes decirme dónde hay un pueblo cerca?Justo al decir eso, el chico empezó a sentirse mareado y con dolor en el cuerpo y la cabeza, pensó que en cualquier momento podría llegar a colapsar.—Claro, hay uno cerca de aquí —El chico desconocido apuntaba la dirección en la que se encontraba aquel poblado.—Ah, es muy amable, se me hace conocido, pero no puedo verle el rostro —pensó el chico.—Muchas gracias, por cierto, ¿sabes qué hora es?—Ay, siento como si me estuvieran pegando en la cabeza —pensó mientras se llevaba la mano hacia la cara.Todo se distorsionó, todo se desmoronaba como si hubieran activado algún mecanismo que arrastraba con todo a su al rededor.

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—Ay.Que terrible sensación se siente cuando eres despertado de la peor manera por tu hermano sumado al despertar de un mal sueño.Aunque al principio todo estaba oscuro, poco a poco empezó a recuperar la conciencia. Bostezó y reconoció la voz de Alberto, quien aparentemente lo había despertado de su sueño.—Oye, esas no son formas de despertar a la gente, Alberto —dijo el chico, un poco molesto.El hermano se disculpó para al poco rato sacar el tema acerca de una entrevista de trabajo a la que él había sido invitado. El chico había prometido acompañarlo, pero parecía un poco renuente a hacerlo.—Vamos, ya es tarde. No puedes dormir todo el día. Además, tú me dijiste que querías acompañarme y es de muy mala educación cancelar en último momento —insistió Alberto.—Bueno, es que UMD (Un Mundo Desconocido) es una empresa muy importante, con tecnología innovadora de las mejores que hay y me interesa mucho. Pero, de todos modos, la entrevista es en la noche, ¿no es así? —dijo confundido.—Sí, pero tenemos que prepararnos. Anda Alan, ve a bañarte primero mientras yo termino de cocinar —respondió Alberto.—Está bien, me voy —dijo mientras salía de la habitación.Mientras caminaba hacia el baño, recordó aquel sueño que tuvo.—¿Por qué sigo teniendo este sueño? Ah, no lo sé tal vez ¿Este sueño está tratando de decirme algo? Es muy confuso. ¿Quién será aquella persona que encontré en mi sueño? Se me hace tan familiar también aquel paisaje siento que ya he estado ahí. —pensóAlan tenía más preguntas que respuestas, justo cuando llego al baño decidió consultarlo con Alberto.—Oye Alberto, ¿puedo consultarte algo?Alberto, asomando la cabeza desde la cocina, respondió. —Si claro, no hay problema.Alan mencionó un sueño recurrente que había tenido, en el que se encontraba con una persona sentada bajo un árbol, pero siempre despertaba antes de recibir una respuesta a su pregunta.—Vaya sueño que has tenido, he escuchado a personas decir que los sueños así son de cosas que te mortifican.—...—Te imaginas que sea algo que te pasara en el futuro, ja, ja, ja —dijo Alberto de broma.—Tal vez —dijo Alan un poco desanimado.—Vamos, esos sueños suelen ser un poco diferentes a la realidad, además la probabilidad de que los sueños se vuelvan realidad es mínima anímate, vamos a dejarlo hasta aquí por hoy, ¿sí?—Si tienes razón, tal vez después del baño se me refresque la mente —dijo Alan un poco más calmado.Pasado un rato, Alberto le pregunta a Alan si ya ha terminado de bañarse y le indica que una vez que termine de cambiarse, puede ir a comer. Alberto comenta que él ya ha comido y que se dará un baño, mientras tanto Alan le confirma que ya se ha terminado de bañar.