Volumen 1: Capitulo 9

Esas palabras sonaron con un tono normal y seductor, pero fueron suficientes como para que la princesa Jacke hiciera lo que su madre le encomendó.

Al mismo tiempo, el rey dijo "Lo mismo va para todos los soldados y sacerdotes."

"Salgan todos del lugar, deseo disfrutar esta gran victoria con mi  amada."

Tanto los soldados como Jacke y los sacerdotes salieron del lugar.

El sacerdote que se encargo de medir el poder del invocado se pego a Jacke y los dos salieron juntos caminando.

Mientras todos se marchaban, el rey metía su mano en las tetas de la reina para moverlas mientras se daban un largo beso.

La reina tenía una de sus manos entre los pantalones de su esposo.

La mujer no ocultaba en ningún momento su placer.

Desde fuera los gemidos se escuchaban con fuerza.

Los dos soldados que cubrían la puerta de afuera no tenían otra opción que hacer oídos sordos.

Además de fuertes gemidos se escuchan un sinfín de palabras de emoción y satisfacción.

Tanto la hija de ambos como el sacerdote salieron sonrojados al saber lo que iba a pasar una vez salieran.

XXX

¿Estoy muerto?

Otra vez me desperté en un lugar cualquiera.

Últimamente ya no se dónde me encuentro cada vez que abro los ojos.

En serio esto es problemático.

¿Cómo llegué a este lugar tan oscuro?

Ahora recuerdo. Acababa de ser invocado y estaba en frente de la familia real.

Al principio parecían muy buenos y amables conmigo, sin embargo, cuando vieron que no tenía poder me golpearon y quedé inconsciente.

"¡Estoy enojado con esas mierdas!."

"¡A penas vieron que no servía me lanzaron como basura!."

"¡Si los llego a ver juro que los voy a matar!."

Hay mucha paja en el suelo, una pequeña cama totalmente destrozada, un váter que no deja de lanzar un olor podrido y repugnante y franjas de metal.

¡Definitivamente me encuentro en una Cárcel!

Intento golpear con fuerza el suelo por el enojo.

¿Eh?

Tengo las manos con esposas.

¿Esposas?

¿No se supone que estoy en un mundo de la edad media?

Sigo sin entender porque habría esposas en un mundo así.

Estoy escuchando voces afuera.

No puedo escuchar bien desde acá, pero estoy seguro de que tres son voces de hombres y una de una mujer.

La voz femenina es demasiado tierna.

No sé qué tipo de mujer le gustaría visitar este lugar, pero espero que no sea nada malo.

¡Ya estoy harto de todo!.

¡Harto de los malditos dioses y de la familia real de este país!.

¡Ni siquiera he estado un día acá y ya estoy en problemas por culpa de las mierdas de personas de este país!.

Las franjas de metal se abren y entran dos personas.

La niña de ojos verdes y largo cabello rubio entra.

Su timidez se nota.

La persona que tengo en frente es una de las que más odio en estos momentos y todo porque pertenece a la maldita familia real de este país.

A su lado está el sacerdote que hace poco se fijó si tenía o no una bendición.

"Eh…Hé..rroo..eeh lo sie…eeento mutoo….por lu que….mis…mis pades hiceron."

"Nu...nu…nuca pesee…que elos hiciran al….go… ¡Ago!.... como eto."

Parece que tiene problemas para hablar, está muy nerviosa y viene a disculparse conmigo por lo que sus padres hicieron, me enoje en vano.

Después de todo estaba en lo correcto cuando pensé que estaba siendo maltratada y creo que ya se quiénes son los que la tratan así….. Obviamente sus padres.

Me deje llevar por el enojo hace un rato y me olvide del momento difícil que está pasando.

Durante todos mis años en el campo de batalla pude ver como padres se arriesgaban para salvar a sus hijos, pero lastimosamente vi a padres u otros familiares hacer lo contrario.

Me recuerda a aquella vez que iba en un tanque y un niño se nos acercó desde lo lejos corriendo.

Uno de mis soldados se acercó a saludar al pobre chico, que estaba vestido con trapos destrozados. Sin embargo, esa sería la peor elección de su vida.

A penas los dos se juntaron el chico exploto y causo que los pedazos de cuerpo de mi soldado terminaran por todos lados.

Estar en ese lugar fue un infierno.

No obstante, siento que este lugar va a ser peor.

Me deje de arrodillar para levantarme y acercarme a la princesa de este país.

Ella tan solo es una niña que sufre por haber tenido a tales padres.

Siento pena por ella. Es muy joven para tener que pasar por esto.

Una vez me le acerco, el sacerdote se pone entre medió.

Muevo mi cabeza para los costados y así hacerle entender que no voy a hacer nada.

Acercó mi mano hacia ella.

La princesa se cubre el rostro con sus brazos como si fuera a pegarle.

Parece que el maltrato a esta niña ya está en un nivel muy alto.

Sonrió levemente para no llorar por lo que estaba viendo.

Es triste que un niño sufra de esta manera.

Es un alivio que haya venido, me estaba volviendo loco por todas las cosas nuevas que están ocurriendo.

Acaricio su hermoso cabello rubio.

Si bien, la trato como niña no es tan pequeña comparada a mí en estos momentos.

Creo que debo de tener unos 14 o 15 años.

Jacke debe tener entre 13 o 14 años.

Hace un rato cuando la veía desde lejos parecía más pequeña  pero la diferencia de altura entre ambos no es tanta.

Me mira con ojos sorprendidos y con los cachetes muy rojos.

Es muy tierna jajajaj.

Parece que lo que hice fue muy descortés.

"Lo siento. Lo hice sin darme cuenta."

Saco mi mano de su cabeza.

A penas la saco ella la agarra con sus dos manos y grita "No… ¡No!...etoy enojada….¡Me guta!."

Mmmm…

Ahora estoy dudando si su forma de hablar se debe a nervios o algo de timidez, ya que habla bastante mal y eso no se relaciona a nada de lo anterior.

Con sus dos manos suaves agarrando la mía la mueve hasta su cabeza.

"Parece que te gusta."

Digo con una sonrisa.

Ella asiente roja como un tomate y lleno de lágrimas.

No deja de llorar mientras se frota con mis manos.

No conozco esta niña, pero no hay duda de que esta sufriendo.

¿Eh?

¡Esto es raro, no puede gemir ningún grito de llanto, ¿tendrá algún problema para hablar?."

-CONTINUARA-