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Capitulo 7: El Impulsó Ahogado.

Aquel anuncio que petrifico mi ser, se dio por terminado , por lo que el profesor dio por iniciada la clase, los temas tratados se veían forzados, la actitud del profesor tampoco acompañaba ya que el mostraba gran disgusto frente a lo enseñado, parecía más propaganda que una clase de lo que deberíamos representar como ciudadanos, yo solo veía y tomaba apuntes de lo que sentía importante hasta que el agudo sonido del timbre se dio a escuchar dando el inicio del receso, está vez en lugar de solo quedarme en el salón me levanté de mí asiento y en un lento paso salí con los demás de mí curso al patio, el sol ni siquiera había llegado al centro del cielo por lo que su brillo era débil. No hice mucho solo caminé unos pasos hasta posarme sobre una columna y mirar el lugar aparentando tranquilidad sin embargo mí nerviosismo abundaba en el bullicio de mí cabeza estos pasos eran para poder mejorar, pero un gran costo e incomodaba se acumulaban en mi al ver tantas personas, escuchar leves gritos y carcajadas, conversaciones que se alejan de forma efímera, también el afecto mutuo de notable noviazgos, hace más de 6 meses que me incomodan las grandes masas pero no podía vivir toda mi vida ocultándome...tarde temprano iba a tener que salir y enfrentar aquellas incomodidades y miedos.

-Estas bien? -Pregunto Miriam, ella estaba a mi lado, me metí tanto en aparentar normalidad que ni siquiera noté su presencia.

-Eh? Si... -Dije mirándola algo confundido, tras verla un pequeño momento levanté mi mirada y vi algo que disgusto mi ser, era una pareja peleando, una chica joven, no más de 14 años frente a un chico que parecía superar incluso los 18, ambos se encontraban discutiendo de una forma silenciosa, pero a pesar de todo trataban de aparentar que no es así, leves muecas, sus bocas moviéndose de forma efímera y molestas susurrando lo que nadie debe enterarse pero lo que cautivo mi atención fue la mirada de la joven, no, no sus ojos si no lo que estos guardaban, no era ni más ni menos que miedo, en su mirada la joven de cabello negro guardaba miedo.

¿Cómo puedo identificarlo? Sentí aquel miedo los primeros meses de mi nueva vida, solo aparentaba estar bien, pero temía que aquellos tres vuelvan y terminen su trabajo pendiente, ese miedo de que la caja de Pandora se habrá y que no puedas hacer nada, es mismo podía ver en aquella chica. Mi mirada se quedó fija hasta que ella sin querer y tratando de no ver los reclamos del chico dirigió aquellos marrones ojos hacía mi dirección cruzando mi mirada con la de ella, esto género una sorpresa en ella se dio cuenta que fui uno de los que noto su discusión y el cual presencio cada momento, su expresión facial no se hizo faltar, gracias a aquella expresión el joven volteó para ver qué estaba causando aquella sorpresa y me miró con furia, mi único ojo desvió la mirada hacia Miriam la cual deje hablando sola en ese breve lapso de tiempo.

-Escuchaste lo que dije? -Pregunto Miriam con una leve mirada extrañada.

-Ah? No, ¿Que has dicho? -Respondí con leve confusión, aun pensaba en aquella muchacha... ¿aquel miedo que sentía la joven, era por el chico? ¿O habrá algo más?

-Te dije que tenemos que ir después de clases a la casa de Lucas. -Miriam me miró tratando de encontrar la vista directa de mi ojo hacia los suyos, pero no lo conseguía. Ella siempre parecía buscar la atención de mi mirada cuando nos encontrábamos en esta situación.

-Mis oídos captaron lo que dijo como una orden más que una pregunta cosa que género una desagradable sensación en mi estómago, Miriam parecía haber orquestado algo para que yo esté junto a ella y los chicos por lo que contra todo pudor dije- Si buscas que vaya tendrás que responder una pregunta. -Sabía que estaba arriesgando mucho y mi cerebro dejo de seguir los consejos de mi abundante soledad ya que necesitaba salir de ella, sus consejos apenas han ayudado a mi avance y en mi promesa por lo que si el método no termina de funcionar atenderé a otro.

-¿Qué preguntaaa? -pregunto Miriam con una leve sonrisa, ella era realmente bonita cuando sonreía, pero poco dura ya que después volvió a su expresión llena de confianza y su mirada incómoda- Estoy soltera por las dudas... -acoto en broma entre leves risas yo solo la miré y solté mis palabras.

-¿Para qué hiciste que el profesor me ponga con Lucas, Tamar y tú? -Pregunté serio, su rostro mostró una leve mueca tras escucharme, está parecía sonreír, pero al mismo tiempo parecía no agradarle lo que dije.

-Porque somos los únicos que tenemos posibilidades de ser tus amigos...-Dijo ella desviando la mirada parecía sospechoso todos sus movimientos, pero no quería seguir en esta incómoda situación por lo que la miré y dije.

-No vuelvas a intentar controlarme... - La seriedad que cargaban mis palabras era mucha por lo que sabía que más que una advertencia era una amenaza, ni yo controlo las situaciones que me plantea mi vida para que venga una fulana y trate de hacerlo, simplemente inaceptable.

Tras decir eso comencé a caminar hacia el salón nuevamente me había hartado de tanto ruido y solo quería volver a mi hogar. El sonido del timbre se hizo presente, este daba por finalizado el receso, todos volvieron a su salón y el día transcurrió. Todo el día me pareció tan aburrido y monótono, aunque no me molestaba, mejor que estuviera así antes de estar como un paranoico en mí cuarto comiendo comida chatarra, además así podía distraerme de todo mal pensamiento que tenga.

El timbre del final sonó parando toda actividad en curso que estábamos haciendo, todos comenzamos a guardar y cuando terminé me levanté de mí asiento queriendo irme esto era algo casi automático en mí, guardar, levantarme e ir a donde estoy seguro, pero Tamar llamó mi atención diciéndome.

-Noah... -Su voz me hizo voltear para mirarla y solo moví levemente mí cabeza para mostrar que la escuchaba- Tenemos que ir de Lucas... ¿A dónde estás yendo?

-Sí, ¿dónde quieres huir? Querido Noah~ -pregunto Lucas el cuál sin previo aviso había colocado su brazo sobre el de su contraria, esto aprovechando su poca estatura enseguida Tamar le dio un leve golpe en el estómago a Lucas esto para librarse de él, este golpe provoco que Lucas quedara por leves momentos adolorido por lo que sin pensarlo dos veces saco su brazo.

-No vuelvas a tocarme pedazo de mongólico...Bueno como te decía Noah, hay que irnos. ¿Acaso Miriam no te dijo?

-Si me dijo, solo que me olvidé... -Dije levemente avergonzado mientras pensaba en que había hecho, el arrepentimiento habitaba en mí ser, pero a esta altura solo me quedaba seguir adelante-

-Claro que te dije... -Dijo Miriam la cual ya preparada se encontraba al lado de aquellos dos problemáticos, con ellos tres humanos debía convivir, hablar y colaborar...era increíble en el mal sentido, mi cuerpo daba leves temblores y mi corazón latía con tanta fuerza y velocidad que parecía salirse de su lugar, pruebas, eso es lo único que estoy teniendo.

-Bueno...te decidiste señor pensamiento? -Dijo Tamar cansada de esperar, está mostraba ser alguien impacienté, por lo que dije.

-Vamos. -Tras decir eso tragué saliva y salí dejando abierta la puerta para que ellos también lo hagan. Así comenzamos a caminar hacia la casa de Lucas, ellos siempre se mantenían adelante, pero yo siempre estaba atrás ya que estábamos pasando por el patio cargado de personas y estar tan cerca, el ruido y lo demás no era una buena idea para mí. Miriam a veces volteaba su cabeza para mirarme y comprobar que estaba bien, yo solo evitaba aquellos ojos que tan intimidante podían ser.

Milagrosamente pude salir de la escuela, había tanta gente que en cualquier momento mi corazón se pararía ya al estar afuera solo se escuchaban los auto pasar ninguno de los tres se dirigían la palabra ni las miradas se cruzaban, en cambio yo miraba por todos lados, una nueva ruta se presentaba frente a mí por lo que mi ojo curioso se movía de un lado a otro como la mirada de un niño pequeño,

sin embargo, mí paso y mi mirada se quedó fija e inerte frente a un callejón... ¿cuál era la escena que me había cautivado de tal forma que me dejó mirándola de forma directa... aquellos dos de hoy a la mañana. Nuevamente me cruce en el camino de aquella caótica pareja ¿Casualidad o causa? No sabía que era, pero solo me quedaba quieto mirando, el joven nuevamente estaba discutiendo solo que está vez tenía actitudes más violentas y gritaba cosas como "! ¡Si no deja de hablarle juro que lo hago! " "! deja de verme la cara de pelotudo!" En cambio, la joven solo lloraba mientras susurraba leves cosas que alimentaban a la notable furia de su contrario allí fue cuando nuevamente sentí la presencia de alguien detrás de mí, este sentimiento era diferente a cuando león se hacía presente y enseguida lo noté, él había escapado, mi estabilidad cada vez se rompía mas dejando solo un fino hilo que me separa de la locura. Lobo se había hecho presente y sin vacilación empezó a ladrar sus palabras.

-Interviene! ¡Aquellos que se aprovechan de la debilidad deben ser castigados! ¡Demuestra tu justicia Noah!

-Mientras lobo hablaba mi mente más se convencía en intervenir, pero en un parpadeo la situación cambio, el joven hipnotizado por su furia levantó su puño ante su contraria y antes de que esté impactará grité- ¡HEY!

Tanto la chica como el joven voltearon y me vieron, la joven hizo una mueca de preocupación y el joven sin vacilar se acercó a mí diciendo.

-¿Que mierda mira vos pelotudo!? ¿Querés que te rompa la cola un rato!? ¿¡Que te haces el héroe!? -Sin darme cuenta ya tenía a aquel "hombre" lleno de furia frente a mí sin permitirme mirar para otro lado solo su persona, no sabía dónde estaban los otros tres, todo paso tan rápido que en cuestión de segundos todo se derrumbó.

-Vamos Noah~ imparte tu justicia, ¡SOLO AQUEL QUE ESTA DISPUESTO A RECIBIR DAÑO DEBE REALIZARLO, DESTROZALO JUSTICA PURA, JUSTICIA SIN PIEDAD!

Decía lobo alimentando mí coraje por lo que lo mire desafiante, pero antes de que me dé cuenta escuché la voz de Miriam decirle a aquel muchacho.

-Hey Tomás! -Los demás ya se habían dado cuenta de mí ausencia y se encontraban viniendo hacia mí posición Miriam iba primero por lo que apenas llegar dijo - Deja el escándalo por hoy, ¿sí?

-Que mierda me decís Miriam...-Dijo el joven desviando su atención hacía Miriam, la muchacha rápido tomo el brazo de él tratando de alejarlo gritando y sollozando-

-Tomas! ¡Vamos Tomas...Dale ya no pasa nada! ¡Por favor! -La joven abrazo por atrás al mono, aquella joven de tez morocha, su cabello largo y negro como la noche el cuál se colocaba sobre su frente formando un flequillo lloraba y jadeaba con todas sus fuerzas tratando de evitar el descontrol de su impar... El cuál miro a Miriam y dijo-

-Controla a tu Pelotudo... -Este se dio la vuelta y sin hacer caso a su impar comenzó a caminar hacia mí dirección, este al pasar a mí lado choco su hombro contra el mío mostrando su repudio hacia mí, en cambio cuando paso aquella joven me miró y sin decir nada movió sus labios está parecía haber digo "gracias" pero no estaba seguro... nuevamente perdí la oportunidad de proteger ...nuevamente fui un cobarde.