Un silenció solo eso había en este exótico grupo que tras aquella escena nadie abrió su boca, Miriam caminaba por adelante y yo me coloqué a la par de aquellos dos, estaba avergonzado, pero al mismo tiempo aún sentía la sensación de la adrenalina en mis venas, le daba mil vueltas al asunto ¿debí haber golpeado? ¿Mí cobardía estuvo bien? Solo caminaba pensando en que hacer y sin darme cuenta ya estábamos en la parada esperando a que el cole que nos llevará a nuestro destino aparezca.
–Ya casi dos kilómetros...
Dijo Lucas mientras de un leve reojo miraba a sus dos compañeras, sin perder tiempo Miriam dijo.
–Ya no tenemos aquella tonta regla...Hey Lucas como está Athena? –Acoto Miriam, su conversación era tan familiar, ellos tenían tanta naturalidad al hablarse que parecía tener lazos entre sí, quede desconcertados, ¿Ellos se conocían? Y ¿Por qué Lucas nombró una distancia?
–Está bastante bien...y perdón sabes que me olvido –Dijo Lucas en un tono más relajado, su tono tan característico se teñía de tranquilidad a la hora de hablar, esto alimentaba la confusión que crecía cada vez más y más en mi mente– De todas formas, aún le duele un poco la pata, pero dentro de todo está bien.
–Le diste el calmante que te preste? –Dijo Tamar metiéndose en la conversación, estos a pesar de no dirigirse palabra alguna en el colegio ahora hablan de una forma calidad y cómoda como si fueron amigos desde la infancia.
–Se lo di, pero igual, el golpe fue bastante fuerte... –Acoto Lucas mientras miraba a sus contrarias, estos parecían ignorar mí presencia o no darse cuenta de que realmente estoy a su lado por lo que cansado de la confusión pregunté.
–¿Por qué actúan así? –Mi tono de voz tímido y algo tembloroso pudo dar más que un Sí o un no, era avance, el cuál quiero empezar a aprovechar.
–¿Así? ¿Como? –Pregunto Tamar, los tres dirigieron sus ojos hacía mí, la mirada de aquel trio comenzó a generar un sentimiento el cuál no era capaz de explicar, no era miedo, pero tampoco era incomodidad...
–Cierto... Él no sabe –Dijo Lucas mientras su mirada se desviaba hacia sus compañeras esperando que estás den respuesta. El comportamiento de ellos se había vuelto errático y distinto al que tienen cuando están en el colegio.
–Miriam soltó una leve sonrisa, ella siempre sonreía en momentos tan serios pero que puede producir una reacción así en ella, ¿La situación? ¿Expresión confundida? O ¿simplemente recordó un chiste? – Chicos tranquilos... –Dijo cerrando sus ojos mientras mantenía la sonrisa– Él puede saber un poco, por eso le rogué al Profe que esté con nosotros...
–Tamar miró a Miriam con sorpresa y con su voz levemente exaltada dijo– El profe... ¿Así que se cobró el favor?
–Miriam acotó a las palabras de Tamar nuevamente olvidando mi existencia– Sí. El profe es muy duro con las deudas ya lo conocen...–Miram nuevamente desvió la mirada hacia mí y dijo – Durante un tiempo no podíamos actuar como amigos en la escuela, recién en estos tiempos ya podemos comenzar a hablar con normalidad entre nosotros sin la necesidad de estar a 2 kilómetros alejados del establecimiento.
–Bien, Por primera vez no hablaste de más.. –Dijo Lucas entre una leve risa, este dejo su posición caminando unos pasos hasta la puerta de salida, este tocó el botón que avisaba al conductor que tomaría la próxima parada por lo que saque la conclusión que ya estábamos cerca.
–Ya, no hables mucho –Dijo Tamar colocándose a su par, Miriam siguió el paso de esta y yo seguía a Miriam, apenas sabía dónde estábamos por lo que un leve nerviosismo habitaba en mi cuerpo.
El colectivo frenó y la puerta trasera se abrió, Lucas bajo primero seguidos de los demás, esté tomaba la delantera comenzando a camina. A este punto para mí, la ciudad se había hecho un laberinto ya que desconocía todo lugar presentado ante mí, me sentía intimidado, pero a la vez entusiasmado por conocer nuevos parajes. El silencio nuevamente se hizo presente en el grupo, pero sin comerlo ni beberlo debió irse enseguida ya que Lucas habló.
–Chicas...–Lucas no paro de caminar sin embargo ladeó levemente su cabeza hacia atrás viendo por un segundo a sus contrarias – Mejor dicho, Miriam... debo preguntarte algo que ya sabes... –El misticismo de Lucas se hacía notar, nuevamente hablaban de algo que iba más allá de la compresión que yo tenía sobre ellos, sin duda era un grupo extraño no por contener extravagancia si no por su accionar, algo no andaba bien y una parte de mi quería averiguar qué era.
–Lo sé, Lucas sé que vas a preguntar–Acoto Miriam mientras miraba la espalda de su contrario, aquella aura de misterio en el ambiente aumentaba con creces envolviendo a cada uno que alcanzaba.
Lucas paro en seco, frente a la entrada de un apartamento y sin dudar entró. Lo seguimos atrás de él, las chicas parecían estar acostumbrada a este lugar, pero yo seguía a aquel trio con leve desconfianza y mirando mí entorno, al observar bien el lugar este parecía ser algo más que un simple apartamento, todo era tan... impecable pero no pude ver mucho ya que Lucas ya había llegado al ascensor, las chicas estaban por subir y yo me iba a quedar atrás por lo que apuré mis pasos y subí al ascensor ya mencionado. Lucas apenas entre con ellos al elevador tocó el botón del séptimo piso por lo que el ascensor cerró sus puertas y comenzó a subir piso a piso, el silencio siempre fue un factor cuando esté trío quedaba en soledad, pero el ya mencionado Lucas dijo.
–¿Dónde está ese puto ciervo? –Su tono de voz había cambiado de forma notable, esto parecía apropósito y que la pregunta aparentaba seriedad.
–¿Cómo puedes hacer una pregunta así? Más estando enfrente de Noah –Respondió enseguida Tamar, está se notaba no solo molesta, sino que también ofendida, el pequeño ambiente en aquella cabina que se movía constantemente hacía arriba, el ambiente nuevamente había cambiado se volvió tensó y pesado entre el que soltó la pregunta y aquella que se ofendió ante está. Sus miradas se cruzaron por leves momentos, pero antes de que pasé algo Miriam dijo.
–El volverá dentro de poco.
El ascensor paró y sus puertas se abrieron Miriam fue la primera en salir y luego le seguí yo, era muy pesado estar entre esos dos por lo que no fue sorpresa que yo saliera ante de aquellos dos, Lucas y Tamar salieron al mismo tiempo pero aquel que lanzo aquella pregunta tomó la delantera y después de dar unos pasos paro frente a una puerta, saco del bolsillo de su pantalón unas llaves y sin vacilar comenzó a abrir la puerta, este se demoró un poco ya que debía sacar las trabas que tenía por la llave hasta que por fin aquella puerta se abrió mostrando un living blanco, puro y perfecto, Lucas entró con toda confianza, es algo obvio ya que era su casa pero las chicas entraron también con su misma confianza mientras que yo tímido pasé la puerta como si fuera el lumbral de un santuario pero al ya estar adentro me sentía tranquilo en lugar de incómodo era algo raro pero el lugar me brindaba algo diferente, Lucas no tardó en decir.
–Se pueden sentar ya saben chicas, yo voy al baño.
Las chicas acataron sus palabras con tanta naturalidad que no dudaron en sentarse en el sofá que estabas pegado a la pared derecha, frente a esta una mesa de cristal, el living parecía ser espacioso además de que había dos puertas a la izquierda y dos a la derecha, Lucas parecía gozar de estabilidad, al menos sus padres.
–Noah, ven, siéntate en el medio –dijo Miriam con una leve sonrisa para luego dejarme espacio entre ellas dos. Al hacer esto yo temeroso y nervioso cumplí lo dicho y me senté entre ellas dos, poco a poco me relajaba hasta que Miriam acotó– tenemos lo que Louis tanto quería.
–Tamar miró a Miriam para luego soltar una leve sonrisa mirándome de leve reojo– Él te dio el deber de buscar a otra integrante verdad?
–Si –Respondió Miriam, sus ojos se centraron en Tamar, yo parecía no existir entre ellas –
–¿Segura qué lo ves en él? – Dijo Tamar, mi intuición decía que toda la conversación se refería a mí y estás, osadas seguían como si yo no existía.
–Mis ojos no me engañan –Dijo Miriam esta vez mirándome a mí – Sé que no entiendes nada Noah...pero pronto vas a entender, el volverá y con eso vas a saber qué pasa realmente.
–Okey... –Dije nervioso y callado, cada vez que Miriam me miraba sentía no solo incomodidad, sino que también intimidación, constantemente hablaban de algo que escapa de mi conocimiento y eso solo traía confundió a mi mente. ¿Cuál es la intención de ellos sobre mí? ¿Qué me harán cuando sepa "la verdad? Y ¿Quién es Louis? Todas esas preguntas volaban en mi mente, incógnitas que no sabía resolver, todo era tan frustrante que ahora mi corazón afligido solo quería volver a casa, sin embargo, seguía ahí sentado pensando hasta que Miriam me movió un poco, Lucas había llegado por lo que comenzamos a hacer los trabajados encomendados, pero mi mente seguía pensando en este grupo tan peculiar ¿Qué desean de un joven sin nada?