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CLUE: SERENDIPIA

Imagina tener todo lo que te hace feliz... Una madre amorosa, amigos que te apoyan y cuidan, vecinos que te tratan con amabilidad. Es una vida de ensueño que la mayoría puede envidiar, ¿cierto?... Pero, ¿Qué pasaría si un día tu madre decide presentarte a tu padre después de 18 años?. Ella se encuentra emocionada y no puedes negarte, rumbo a la reunión con aquel hombre algo golpea su auto y en cuestión de unas horas pierdes a la única persona que estuvo a tu lado y que puedes llamar "familia". Quedas sola con una biblioteca que atender y al cuidado de los padres de tu mejor amiga. Conforme vas creciendo tu vida se vuelve rutinaria y algo aburrida, estas limitada a hacer cosas porque puede que aquellas personas que dañaron a tu madre regresen por ti. Todo te resulta monótono... O por lo menos así es hasta que le conoces a él, pero para poder ser feliz y proteger a tus seres queridos deberás descubrir que hay detrás del pasado de tu madre. Esta es la historia de Sasha Aráoz, ¿Estas listo para conocerla?

GMML · Thành thị
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303 Chs

Preocupado

--- Louis ---

Una vez que ellos salieron mis hermanos se relajaron.

- En serio sentía que pelearían aquí en mi oficina.- Joseph se quitó la corbata y desabotonó su camisa.

- ¿Por qué siempre pelean?.- Dijo con tristeza Isabella mirándome.

- No lo sé... No tengo claro desde cuando peleamos él y yo en cuanto nos vemos.- Mentí, recordaba con perfección la primera pelea que tuve con mi padre pero el motivo no lo podían saber ellos, no me correspondía.

- Parece que nos estas mintiendo.- Joseph pudo ver a través de mi con sus ojos agudos.

- ¿Lo estoy haciendo?.- Levanté las cejas con algo de ironía.

- ¿Acaso hay algo que nos estén ocultando?.- Insistió mi hermano viéndome fijamente.

- Tal vez.- Solté algo cansado, me arregle el traje y me dispuse a marcharme.

- ¿Por qué no nos lo dices?.- Isabella me detuvo interponiéndose en mi camino.

- No es algo que tenga confirmado, yo tampoco sé que pasa.- Mire a mi hermana que estaba algo preocupada.

- ¿Tiene que ver con nuestra madre?.- Mis ojos se abrieron un por una fracción de segundo, me había tomado por sorpresa, esos dos niños eran inteligentes.

- No te preocupes, es mejor que me vaya a trabajar dejé a Sasha sola.- Acaricié su cabello y continúe con mi camino.

- Me di cuenta de que no le viste directamente a ella, tampoco te despediste... ¿Cuándo fue la ultima vez que le dijiste madre?.- Continuo Isabella antes de que yo abandonara la oficina.

- Estas pensando mucho.- Solté sin verlos, mi corazón se sintió un poco dolido... "Si mis sospechas eran verdaderas ¿Nuestra relación seguiría siendo buena?" Pensé mientras cerraba la puerta tras de mi, me quedé de pie en el pasillo pensando.

- Señor, ¿esta el vicepresidente libre?.- Me preguntó alguien haciéndome regresar a la realidad.

- Si, esta libre.- Respondí mientras me marchaba hacia el ascensor, presione el botón del piso de arriba y caminé hasta mi oficina, noté que algunas de mis secretarias me miraban.

- Mantengamos esto en secreto.- Escuche que dijo Sasha muy cerca de Cinthia.

- ¿De que secreto hablan?.- Dije haciendo que ambas saltaran un poco asustadas.

- Si te lo decimos ya no tendría sentido.- Sash se aferro al brazo de mi secretaria mientras sonreía radiantemente.

- Parece que se volvieron cercanas.- Quería quedarme con Sasha a solas pero ella no dejaba que se fuera.

- Es mi nueva amiga, ¿Verdad Cinthia?.- Dijo Sasha muy cerca a ella haciendo que se pusiera nerviosa pero asintió tímidamente.

- ¿Puedes revisar como va la junta?.- Solté de una vez para librarme de ella.

- Claro que si señor...Hasta luego señorita.- Cinthia recogió sus cosas.

- Dime Sasha, se siente raro que seas tan formal.-

- Esta bien, adiós Sasha.- Cinthia estaba algo nerviosa y no le juzgaba Sasha era muy tierna y podía hacer que las personas a su lado se pusieran tímidas en cuanto le veían actuar de manera amigable.

- ¿Qué pasa?.- Me dijo mirándome un tanto nerviosa.

- Pensé que me extrañarías un poco pero en vez de eso te robaste a mi secretaria y me reemplazaste.- Bromé un poco intentando olvidar lo que acababa de suceder en el piso de abajo.

- Te extrañe.- Me rodeo con sus brazos mientras me miraba con ojos brillantes y una enorme sonrisa.

- Mmm...- Dije besando su frente y abrazándole con fuerza, realmente estaba agradecido de tenerle a mi lado, podía apoyarme en ella.

- Pasó algo, ¿verdad?.- Dijo preocupada dándome palmaditas en la espalda.

- Mmm.- Volví a decir ocultando mi rostro en su cuello.

- No entiendo que significa ese "mmm"... ¿Estas bien?.- Me preguntó intentando separarme pero le abracé con más fuerza para que no lo hiciera. - Louis... No se que pasé pero puedes confiar en mi, yo estaré a tu lado así que no te pongas triste, ¿Entendido?.-

-Mmm...-

- Louis.- Dijo haciéndome cosquillas en las costillas, haciendo que me riera y me alejara de ella. - Te ves mejor así.- Sonrió al verme, tomó mi mejilla mirándome con cariño.

- Estoy bien.- Besé la palma de su mano.

- Si pasa algo dime, no te guardes todo.- Asentí mientras ella seguía acariciando mi rostro.

- ¿Dormiste bien?.- Pregunté sonriendo mientras ella se avergonzaba.

- Perdón, no quería dormirme pero eres muy cómodo.- Bromeo tocando mi brazo.

- También puedo hacer más cosas.- Sonreí al ver que su rostro enrojecía pero esta vez fue diferente ella me miraba a los ojos.

- Yo... yo también.- Mi sonrisa se borró, lo cual aprovecho para darme un beso rápido en los labios ella estaba siendo un poco juguetona pero estábamos en la oficina y yo tenía que rendirme.

- Tengo que hacer algo de trabajo.- Mi garganta estaba algo seca y ella mostró una sonrisa de victoria.

- Esta bien, yo te espero-. "¿Me espera?¿Para que?" Ella el ver mi reacción volvió a reírse. - No sé que esta pensando señor CEO, pero hoy tengo que regresar a la casa de mi amiga.- Me guiñó el ojo y se fue victoriosa a recostarse a el sillón, estaba disfrutando burlarse de mi.

Caminé hasta donde estaba ella quien se puso nerviosa al ver que le tomaba de la cintura y le presionaba contra el sillón.

- Espero con ansias a que llegue el fin de semana.- Dije susurrando en su oído para después darle un pequeño beso.

- Puede entrar alguien.- Dijo con la voz temblorosa y las mejillas rosadas.

Miré por unos segundos más su rostro, bese su mejilla y me levanté del sillón para después ir hasta mi escritorio, di un vistazo a el lugar en donde estaba, cruzamos miradas pero me concentré en mi trabajo, estaba en la oficina así que no estaba bien lo que estaba pensando.