—Basta.
Seguía escuchando ese horrible ruido que no me dejaba dormir.
¡Cómo lo detesto!
—¡¿Quién molesta?! —contesté el teléfono algo irritada.
O demasiado irritada.
—Vaya, creo que alguien se levantó de malas pulgas.
—¿Qué, Sam?
—Pero...
—Te colgaré.
—No... —Me detuve. Al ver que no colgué, continuó —. Te llamaba porque creo que te has retrasado. Se suponía que iba a recogerte y llevo más de media hora esperándote abajo en el edificio de tu apartamento.
—¡¿Qué?! —exclamé, un poco más despierta —. Jo... joder. Espérame.
—Tómate tu tiempo.
Me levanté lo más rápido que pude de la cama, cuando mi memoria recordó todos los sucesos de la noche anterior; la cena con los Black, la conversación con Ryan, la pelea con Calvin... Algo faltaba...
No. Puede. Ser.
El beso que me dio Ryan. Bueno, los besos. Santo, ¿con qué cara lo iba a mirar hoy?
Joder, espero que te pudras McShane por lo que me haces.
No podré verlo sin que me sonroje o me derrita. O, peor aún, recuerde sus besos y no piense en más nada cuando esté cerca de él.
¿Es posible que hayamos jodidos esto que le llamamos amistad? Posiblemente.
Ayer, estuve pensando en una explicación acerca de todo. La que encabeza la fila es por qué Ryan me besó. Digo, podría valerle la primera que fue para sacarme del lío con Calvin. No se justifica del todo, sin embargo hay una razón, pero, ¿y la segunda? ¿Con qué objeto fue la segunda?
Todo esto era tan complicado. No sé qué haré a partir de ahora, y más porque Brittany está metida en el juego. Ella me ha caído muy bien hasta ahora, y no puedo hacerle esto. ¿Qué tal que en un futuro seamos amigas? Igual no han hecho oficial su relación, pero, ¿dado el caso? Sam me mataría como se enterara que estoy pensando en abandonar el plan...
¡Joder, Sam!
Después de mi ducha reflexiva, cuando ya estaba lista, tomé las llaves del apartamento, mi teléfono y mi bolso. Sam ya debe estar malhumorado por haberlo hecho esperar todo este tiempo.
Cuando salí, Ryan no estaba por ningún lado. Tuvo qué haberse ido a entrenar. O a verse con Brittany... En fin, menos mal que no estaba. No sé que hubiera hecho si lo tuviera en frente.
—¿Cómo está mi amargada favorita? —preguntó un Sam sonriente.
—Calla, por favor.
—Vaya, creí que tu mal humor se debía al levantarte, pero no. ¿Qué es entonces? —decía, mientras ponía el auto en marcha.
—Nada.
—¿Nada?
—Sí, Sam.
—Creo que esa boquita tuya va a tener que soltar todo lo que sabe.
—Yo creo no.
—¿Cómo te fue ayer con McShane? —preguntó.
—No... No vas a creer lo que pasó.
—Te escucho.
—Hizo la cena de Norah, después nos fuimos a mi parque favorito y nos encontramos de nuevo a Calvin, Ryan me besó para evitarlo, no funcionó, lo golpeó y yo me moleste, para luego volverme a besar y esta mañana no lo vi.
—¿Cómo? —me miró por un segundo con incredulidad para luego concentrarse en el camino —. Explícame bien, Chris.
Le conté exactamente todo a Sam desde que estuve en su casa y Ryan me fue a recoger hasta el beso. Obvio omití algunas cosas como que Norah sabe de su «gana-gana».
—¿Me estás diciendo que McShane golpeó a Calvin? —su tono era de un chico más que emocionado.
—¿No escuchaste luego de...de ahí o qué? —le reproché a lo que él rió.
—Así que te has besado con McShane. —El tono en que lo dijo hizo que me sonrojara.
—Sólo es...escuchas lo que te conviene.
—No es cierto, pequeña. Escuché exactamente todo.
—¿Y...y cual es tu opinión respecto a todo esto?
—¿Quieres saber en serio?
—Si no, no te hubiera pre...preguntado.
—Verás, tenemos que seguir con la segunda fase del plan.
—Eh, respecto a eso, Sam...
—No —me cortó —. Olvídate, Christine. No vas a abandonar la misión. Y menos cuando ya lograste que Ryan te besara.
—¡Yo no logré nada! —exclamé irritada —. Y no es una misión.
—Como sea. La cuestión es que ve olvidándote de ello.
—Pero, Brittany...
—Brittany nada, Christine. Deja la estupidez. ¿No te das cuenta que McShane está pasando por una confusión?
—¿Así como tú con...con Emily? —hablé sin pensar. Él tensó la mandíbula.
—Es muy diferente. Así que no vamos a discutir respecto a ello ahora.
—Te recuerdo que aún no...no me has probado tu inocencia.
—No es necesario. Lo tengo perfectamente claro.
—¿Cuál es tu plan ah...ahora?
—Que lo sigas confundiendo más.
—¿Cómo ha...haré eso? —pregunté —. ¡Ni pienses que voy a permitir un beso de más mientras él esté con Brittany, Sam!
—No, claro que no —dijo —. La próxima vez que haya un beso entre ustedes dos tiene que ser por iniciativa de él, ¿de acuerdo?
—¿Por qué? —Le miré interrogante. Estaba totalmente de acuerdo con él, no quería que Ryan jugara con las dos o yo ser una aprovechada, pero quería saber la razón de Sam.
—Porque eso probará que él te besará cuando sienta que lo necesita, como si fuera un impulso de su ser —explicó —. Si tu lo besas, él se sentirá mal respecto a Brittany y todo se complicará más.
—¿Entonces tengo que...que dejarme besar de Ryan cada vez que el sienta el «impulso» de hacerlo? —hablé con ironía.
—No me entiendes. Él tiene cierto interés en ti, ya probó qué era besarte y probablemente también a Brittany...
—Eso no suena muy bi...bien —le interrumpí.
—Me miró en tono de advertencia —. Como sabe que no puede tener a las dos— en caso de que él no sea ese tipo de persona de tener dos a su lado —, va a acumular tantas ganas de querer besarte, que se va a confundir aún más y no le va a quedar más remedio que terminar con Brittany.
—¿Te puedo preguntar al...algo?
—¿Qué? —contestó, mientras aparcaba el auto.
—¿Está sucediendo eso contigo en estos momentos? —No pude ver lo que había en sus ojos porque me desvío la mirada.
—Chris, a veces sueles ser muy graciosa.
—Pero, esto es en serio.
—Vamos a trabajar, después te muestro qué haremos para la segunda fase. —Me miró por una eternidad —. Y no. No me está sucediendo.
No sé por qué no le creí, pero no quise seguir con el tema. Así que, decidí bajarme del auto a la par de él, para emprender el nuevo día.
***
—¿Estás bien? —Sam me lanzó una mirada profunda a ver si me encontraba algo.
—Santo, vine tan pronto como pude, ¿puedes decirme qué sucedió, Chris? —preguntó Ryan con preocupación.
—Estoy bien, no me... me traten como una niña. No me sigan fastidiando. —Les miré en tono de advertencia —. ¿Se puede saber quien te llamó a ti?
—Yo le avisé —dijo Sam.
—¿Qué? ¿cómo? —hablé sorprendida.
—Porque Jenkins necesitaba que te trajera algunas cosas por sí te iban a dejar aquí.
—No me dejarán aquí —pronuncié lentamente, mientras veía a Sam sospechosamente.
—Sí lo harán —contrarrestó mi traicionero amigo —. Sólo por precaución.
—¿Qué fue exactamente lo qué pasó? —volvió a preguntar Ryan con el mismo gesto de preocupación.
—No tie...tiene caso.
—Por favor, Chris. Estás en el hospital, claro que lo tiene.
—Yo los dejaré solos —soltó Sam.
—¡Sam, no...! —No pude terminar de decir nada porque ya había salido de la habitación. Lo iba a matar.
—¿Me dirás ahora? —me dio una sonrisa torcida, mientras acariciaba mi mejilla con suavidad. Sentía que pasaba una electricidad por toda mi espina dorsal y mi mejilla ardía con su roce.
—De acuerdo...
***
—Tengo que vestir y ma...maquillar a unas chicas para la sesión de fotos, Sam. ¿Nos vemos más tarde? —pregunté.
—¿Almorzamos juntos? —respondió con otra pregunta.
—Cuenta con ello.
Después de terminar de hablar con Sam, decidí que tenía que despejar mi mente de todos esos pensamientos y el dilema de sí entrar en juego o no para poder trabajar bien.
—Hola, soy Christine, ¿có...cómo están? —saludé a las dos chicas que tenía que arreglar para la sesión de fotos.
—Hola, Christine —saludaron de vuelta.
—Bueno, ¿quién qu...quiere ir primero?
Después que hubiese ayudado a vestir y maquillar a las chicas tenía que llevarlas a uno de los salones donde harían la sesión de fotos.
—Christine, ¿ya están las chicas listas? Están esperando —dijo, Leah, una compañera de trabajo, entrando a la habitación donde me encontraba con las chicas.
—Sí, ya...ya están listas. Iré al salón a cerciorarme de que todo esté en orden —contesté con una sonrisa.
—Vale —dijo, saliendo de la habitación, sin embargo, se detuvo y se volteó a donde estaba para decirme —: ¿sabes si Sam está en su oficina?
Cabe recalcar que esta chica tiene una obsesión con Sam desde que tengo memoria. Lo más irónico de todo esto es que, él se podría haber metido con todas las chicas de esta empresa menos con ella. ¿Por qué? Sam es extraño. Supuestamente no quería tener compromisos con nadie, sin embargo se hizo novio de Emily un tiempo después. En fin...
—No...no lo sé —respondí. Ella esperaba que le diera más que esa repuesta, pero al ver que no iba a hacerlo, cambió su expresión.
—Ah, bueno. —Sin más se fue.
Sin querer retrasar más mi trabajo, me dirigí al salón donde se iba a dar pasó la sesión de fotos. Empecé a ver que todo estuviera en su sitio; las cámaras, las pantallas, los ventiladores, los reflectores...
Vi que cerca de donde se iban a ubicar las chicas, había basura. Sin pensarlo, comencé a limpiar todo antes de que se molestaran por la incompetencia de esta compañía. Al recoger toda la basura, sentí que me cayó algo desde arriba, lo cual me hizo mirar hacia esa dirección y me encontré con que habían restos de plumas cerca de las luces.
Comencé a mirar por todos lados hasta que vi un banco, en el cual este tenía un teléfono. Seguramente alguien lo dejó ahí olvidado. Sin pensar más de quién podría ser, lo dejé cerca para llevarlo a objetos extraviados. Extraño que una compañía tuviera un lugar así, pero era necesario.
Tomé el banco y me dirigí hacia donde estaban los restos de plumas. No me di cuenta al momento en que alguien me gritaba:
—¡Cuidado! —Apenas había puesto un pie en el banco cuando sentí que estaba en el suelo muy lejos de este. Y segundos después —casi milésimas diría yo —, el reflector de luz había caído haciendo que botara chispas de candelas y pequeños trozos del aparato. ¿Qué mierda ha sucedido?
—¡Por Dios! —exclamó la persona que me tiró al suelo, salvándome la vida, supongo —. ¿Acaso no sabías que estaba prohibido entrar a esta habitación?
Cuando me percaté quién era la responsable de aquella voz, mi rostro palideció en cuestión de segundos.
—No...no lo sabía —respondí, sintiendo como los nervios empezaban a salir a flote —. Gracias.
—No hay de qué. Me he pegado un buen susto cuando vi que estabas por subirte en ese banco justo donde estaba el peligro.
—¿Cómo sa...sabías que estaba aquí? —pregunté.
—Oh, no lo sabía —respondió, relajadamente —, lo que pasa es que dejé mi teléfono aquí justo antes de que cerrarán el salón para evitar accidentes.
—Su...supongo que llegaste a tiempo, entonces.
—Eso creo. —Sonrió.
—Gracias. En se...serio —le miré sincera —, se qué...
—Oh, no, no te preocupes, chica. Yo soy...
—¿Qué ha sucedido aquí? —preguntó Frank, un compañero de trabajo.
—Se ha caído el refle...reflector —respondí sin darle tanta importancia.
—Casi le cae a Christine encima. Por poco no te cuenta la historia.
Frank, como todo exagerado y dramático abrió su boca en asombro y se fue inmediatamente a contarle a todo el mundo.
***
—Así que por eso estás aquí, ¿no? —dijo Ryan —, gracias al tal Frank.
—Sí —afirmé con sequedad.
—¿Quién fue?
—¿De qué me ha...hablas? —pregunté confundida.
—¿Quién fue la persona que te salvó, Chris? —volvió a preguntar con una seguridad que sabía que yo estaba dándole vueltas al asunto.
—Brittany... —tragué saliva fuerte —. Brittany Stewart. La...la chica de la que tú estás enamorado.
Holaaaaa. ¡¡¡¿¿Me extrañaron??!!! Espero que yessssssss. Se que el capítulo es demasiado corto, but no se preocupen.
Por favorrrrrrr comenten mucho muchísimo muchísimo. Se los agradecería en el alma. Voten también, eh???
Sé que no es el capítulo súper wow, pero es parte de la historia.
Gracias por seguir aquí y bienvenidos a todos los nuevos! Gracias por seguirme y por comentar. Les agradezco muchísimo.
Pregunta:
¿Qué creen que pasará ahora? ¿Christine abandona o sigue en el juego?
Saludos.
Creation is hard, cheer me up!
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