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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · อะนิเมะ&มังงะ
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Mundo Shinobi - PGM - 220

Feliz año nuevo a todos.

Les recuerdo que me tomare unas vacaciones y volveré a publicar a partir del lunes 06-02-2023.

Que descansen y empiecen el año con la mejor de las suertes. Sé que tienen la perseverancia.

-o-

A primera hora de la mañana, Kain llegó a la escultura de su tío en la montaña que queda por detrás del municipio. Creo una pequeña muralla de un metro de altura y puso un cojín en el suelo. Se sentó sobre el cojín y apoyo su espalda en la muralla mientras entrelazaba sus dedos y se cruzaba de piernas hasta alcanzar la posición de loto. Sus manos quedaron ocultas por las mangas de su haori blanco mientras miraba a la distancia.

Entonces Kain espero sentado el amanecer de un nuevo día y vio como los poderosos rayos del sol avanzaban por Konoha disipando las sombras de la noche. Konoha estaba creciendo, extendiéndose en todas las direcciones. En los lugares donde antes solo vivían los civiles, ahora habitaban los shinobis de bajo nivel que llegaron junto con Okita. En uno o dos años más las murallas deberían ser movidas hacia el exterior y ampliar la urbanización con nuevas casas, acueductos, sistemas de agua potable y sistema de cableado eléctrico.

Kain tomo una profunda respiración mientras la brisa matutina pasaba ululando. Konoha estaba empezando su nuevo día y los shinobis salían de sus casas para realizar sus trabajos. Y en este aspecto, Kain no fue diferente. Toco por dentro de su haori un sello que le entrego un pergamino y lo saco de su manga. Después lo extendió sobre sus piernas y miró una decena de sellos. Todos tenían un libro con información que había robado de diferentes lugares. No eran jutsus ni habilidades especiales, eran la realidad de Konoha y porque Tobirama había hecho tantos movimientos internos.

Kain empezó a abrir los sellos desde izquierda a derecha, empezando por el sello más significativo de todos; los estatutos administrativos de Konoha. Un compendió de leyes y reglas para dirigir la villa oculta, distribuir sus poderes y ocupar sus recursos. Kain tenía que admitirlo, estaba bien planteado y pensado, para que nadie en el futuro pudiera dar un paso sin que otros no pudieran verlo.

—Kain Uchiha— dijo una voz fría a espaldas de Kain.

El propio Kain ni siquiera necesito mirar para saber quién era. Después de todo, lo conocía muy bien. Desde su niñez quiso su cabeza y ahora debe estar furioso porque tomo él tomo el libro de estatutos de su propio escritorio. Algo que no debería haber pasado con todos los sellos y shinobis cuidando del municipio, pero paso.

Kain abrió el libro de estatutos y reviso el índice para revisar algunos temas que le importaban —¿Qué quieres Tobirama?— preguntó.

—¿Por qué te infiltraste en el municipio?— preguntó Tobirama manteniendo la calma por fuera, pero furioso por dentro

—Tenía curiosidad ¿Qué pasa? Temes que encuentre algo que tu no quieres que otros miren— dijo Kain sin mirarlo, pero mostrando una sonrisa burlesca —he aprendido mucho en este mes fuera de Konoha, he aprendido que algunas cosas es mejor guardarlas para uno. Sin embargo, no entiendo por qué te enojas. Si no querías que nadie vea los estatutos lo hubieras guardado en un lugar donde nadie lo hubiera encontrado, como las instalaciones de anbus de raíz en el Bosque de la Muerte—

—¡Ese no es tu problema!— respondió Tobirama en un tono frio —lo que importa es que te infiltraste en el municipio y es motivo suficiente para ir a la cárcel—

—Puro sofisma— respondió Kain mientras pasaba las hojas del libro. Una ráfaga de viento meció su cabello blanco mientras se detenía en la décima página —si me quieres arrestar, hazlo como lo haría alguien como tú, inculpándome de algo, pero no busques excusas mediocres— Kain aparto la mirada del libro, miró a Tobirama y activo su mangekyo —tú tienes un plan para todo el mundo ¿no?—

Al instante siguiente veinte anbus rodearon a Kain mientras sacaban sus armas y se preparaban para atacarlo.

Kain soltó un suspiro, desactivo su mangekyo y volvió a mirar el libro —deténganse, idiotas, Konoha no está preparada para una batalla entre yo y Tobirama. Ustedes ni siquiera cuentan—

Tobirama entrecerró los ojos y se preguntó que hacía sentir a Kain tan listo para enfrentarlo ¿Acaso había ganado algo especial durante esos días que estuvo desaparecido? Ningún anbu se pudo mover a la nación del Hierro, todos murieron gracias al jutsu de arañas explosivas del primer tsuchikage ¿Acaso Kain lo había matado y robado su jutsu? Imposible, era una invocación con afinidad y considerando el linaje de Kain, las arañas jamás lo hubieran aceptado.

—Deja de pensar en exceso, Tobirama— dijo Kain con una sonrisa astuta en sus labios —no te preocupes, está será la última vez que saque algo de tu escritorio—

Tobirama frunció el ceño y ante la carencia de información, levanto su mano y detuvo el avance de los anbus. No podían luchar en estas condiciones, sin contar que era verdad hasta cierto punto que Konoha no estaba preparada para una lucha interna. No obstante, Tobirama tomo una nota mental de acelerar sus planes para Kain Uchiha. En el futuro sería una piedra de tropiezo igual que todo su clan. Lo mejor era mantenerlo dentro de la villa y monitoreado las 24 hrs del día.

—Todo ese miedo te va a matar— dijo Kain apartando su rostro del libro y mirando a Tobirama. Este último quedó confundido por un instante y frunció el ceño.

—Nadie tiene miedo de un mocoso— respondió Tobirama

—No, tú me odias, desde siempre, pero todo ese odio viene del sentimiento de ser incapaz de proteger lo que amas, un miedo—

—¡¿Qué sabes tú?!—

—Kawarama e Itama Senju, tus hermanos— dijo Kain con una voz suave mientras una fuerte ráfaga de viento hacía sentir a Tobirama helado como el hielo —ellos murieron jóvenes, educados por tu padre para ir a la guerra cuando apenas podían sostener una espada entre sus manos—

—¡No menciones sus nombres, sucio Uchiha!— grito Tobirama más furioso que nunca en su vida. Los anbus a su alrededor dieron un paso atrás al sentir como se descontrolaba el chakra de Tobirama y agrietaba el suelo de piedra.

—No lo recuerdo bien, pero cuando yo tenía cinco o seis años tú también intentaste matarme— dijo Kain, lo que dejo a Tobirama aturdido al superponer la imagen de sus hermanos muertos con la de Kain —dime ¿Qué te hace mejor que aquellos Uchihas que mataron a tu hermano? Tú también querías matar a un niño, uno al que apenas conocías y que jamás te hizo daño. En ese momento le dijiste a sensei que me estabas dando una lección por ser un niño insolente, pero si ella no hubiera llegado, me hubieras roto el cuello igual que como lo hiciste con aquél clon de sello. Entonces, dime ¿Qué te hace mejor que esos animales, Tobirama Senju?—

Tobirama recordó a sus hermanos apuñalados por kunais como si fueran una diana y golpeados hasta la muerte. Solo eran unos niños, ninguno tenía más de siete años, pero esos animales los trataron tan mal que apenas si estaban reconocible. En el caso de Itama Senju solo lo pudieron reconocer por su cabello mitad blanco y oscuro. Tobirama retrocedió asustado, lo cual hizo sonreír a Kain y volvió a leer el libro.

—No te preocupes, Tobirama, tú y yo somos diferentes. No te odio, ni te guardo rencor. Solo siento pena por ti y por la vida que llevaste. Fuiste criado para odiar y para desconfiar de todos. Es una pena, si hubiera una oportunidad en donde nos pudiéramos conocer sin prejuicios, me hubiera gustado intercambiar ideas contigo. Siempre te considere un hombre brillante—

Tobirama lo miró a los ojos y preguntó —¿Qué nos hace diferentes?—

—Puede que solo la suerte— respondió Kain con una sonrisa que dejo confundido a Tobirama —yo, siempre quise ser el hijo de mi tío, pero, aunque no lo fui en el sentido literal, él me amo como si fuera sangre de su sangre. Eso marco un gran cambio y por eso somos diferentes. Mientras tú haces todo lo posible por miedo a perder lo que tienes, yo avanzó y busco pequeñas ventajas que con el tiempo se vuelven significativas. Sin embargo, no tienes nada de qué preocuparte, no soy mezquino. Mi tío me enseñó a ser un hombre virtuoso y cuando llegue su momento, compartiré todo lo que tengo con el mundo. De esa manera, Konoha y el mundo serán un lugar mejor—

Tobirama quedó con la mente en blanco ante las palabras de Kain, lo miró y preguntó —¿Por qué me dices todas estas cosas? Somos enemigos—

—No espero que cambies— dijo Kain perdiendo su sonrisa y poniendo una expresión triste —este es el adiós, de aquí en adelante tú y yo no nos volveremos a ver, pero si algún día renaces, espero que podamos ser amigos. Sería interesante compartir ideas, después de todo, el mundo está lleno de misterios—

—Sabes que no puedes abandonar Konoha, te colocaré en el libro bingo—

Kain soltó un suspiro y volvió a mirar el libro con una expresión triste —ahí vas de nuevo, haciendo todo lo posible por miedo a perder lo que tienes. Tobirama, te has vuelto un hombre predecible y aburrido. Ya no tenemos nada más de que hablar. Vete—

—No sé qué te hace sentir superior, Kain Uchiha, pero tu padre también se sintió de la misma manera y ahora está muerto— respondió Tobirama —no vuelvas a infiltrarte dentro del municipio o tendré que castigarte utilizando la ley de Konoha—

—Sí, lo que tu digas ¿ya te vas?— respondió Kain de forma indiferente mientras leía y pasaba página.

Tobirama frunció el ceño, hizo el gesto con su mano y los anbus se escondieron. Le dio una última mirada al niño de cabello blanco. Le incomodaban sus palabras, pero no sabía cómo interpretarlas ¿Acaso era una amenaza o una sentencia de muerte? Eso era imposible, que él sepa Kain Uchiha no estaba en contacto con alguien lo suficientemente poderoso como para poder amenazar Konoha. Necesitaba vigilarlo, necesitaba saber lo que estaba tramando. Iba a tener que hacer algunas modificaciones a sus planes y adelantar sus experimentos para poder lidiar con un monstruo como él.

Una hora después, Kain seguía leyendo en lo alto de montaña de Konoha. Ya había memorizado más de la mitad del libro, el cual era como pensó, uno de los mejores trabajos de Tobirama. Muchas de estas leyes y reglamentos parecían de sentido común, pero lo más probable es que si no fuera por Tobirama, se hubieran demorado varias décadas en pensar en estas ideas. Bueno, pensó con Kain con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios, el sentido común que rara vez es común entre las personas.

—¿Cómo estás Shiori—chan? ¿Estuvo agradable tu estadía en prisión?— preguntó Kain

—Eres desagradable, fue horrible y triste, me preocupe por la señora— respondió una pequeña anbu apareciendo detrás de Kain. Este último soltó un suspiro y miró al horizonte algo abrumado por la tristeza.

—Realmente te has vuelto un hombre aburrido y predecible, Tobirama Senju— murmuro Kain. Los pecados capitales existen como señal de los vicios humanos: Pereza, soberbia, gula, lujuria, ira, avaricia y envidia. No obstante, todos ellos nacen de una misma semilla que al germinar, da un fruto diferente. Esa semilla es el miedo y en Tobirama, germino a modo de soberbia y avaricia. Incluso si piensa en matar a Kain, Tobirama hará todo lo necesario para que él no se escape de sus manos y nadie lo tenga (avaricia). Por lo cual, actuara de forma efectiva, doblegando sus propios designios y razonándolos como una forma de ganar donde él siempre tuvo la razón (soberbia). Tobirama jamás estará equivocado e incluso si lo está, jamás lo admitirá. Por eso, para él no significa retractarse el hecho de sacar a Shiori Aburame de la prisión de la Raíz, sino que es un movimiento táctico para poder espiar a Kain. Al final, él nunca está equivocado y siempre tiene la razón; al menos, dentro de su mente.

—Ven acá, Shiori—chan, déjame ver qué tipo de sello te puso ese idiota— dijo Kain de buen humor y cerró el libro.

—¿Estás seguro?— preguntó Shiori algo asustada —hokage-sama fue en serio—

—Soy un maestro de sellos, soy mejor que ese tipo, no te preocupes, ven aquí—

—Kain, si me muero vendré como fantasma todas las noches y te jalaré de los pies—

—Eso sería un poco inconveniente, me podrías encontrar haciendo algo sexy con mis esposas—

—¡¿Esposas?! No crees qué eso es un poco—

—Bueno, si uno tiene el potencial ¿Por qué no?—

Kain se largó a reír mientras Shiori se acercaba y se ponía en cuclillas delante de él. Ella vestía como la mayoría de los anbus, una capucha negra y su antigua máscara con el dibujo de un escarabajo.

—Déjame ver, Shiori-chan— dijo Kain.

Shiori llevo su mano a la máscara y se la quito dejando ver un tierno rostro con un sello que cubría la mitad izquierda de su cara.

—Te has vuelto menos sutil Tobirama, estás muy cansado— murmuro Kain con una expresión triste, llevo su mano a la cara de Shiori y dibujo con la punta de los dedos la forma del sello. Daba la impresión de que Shiori se había tatuado la mitad de la cara, pero en realidad, en lugar de ser un sello, esto era un intento de maldición. Seguramente Tobirama estaba apurado e hizo lo primero que se le vino a la mente.