"....."
Un silencio pesado cayó en el lugar.
No sólo se sorprendieron con la rápida derrota del talentoso Byakko Shinra, sino también por las palabras de Goku dirigidas hacia el mismo clan.
Goku le había ordenado a todos y cada uno de ellos que arrodillados le pudieran perdón a Tsubaki Shinra por haberla exiliado del clan.
Por supuesto que conocían a aquella chica, y todos fueron testigos de su exilio pero ninguno hizo nada por detener semejante atrocidad.
Todos sabían que Goku estaba en su derecho pues había ganado la batalla, pero decirle eso a un clan milenario del Shintō era un exagerado.
Más bien, era desmesurado.
-¡¿Cómo te atreves a pedirnos algo tan imposible?! ¿Acaso has perdido la cabeza? -demandó el patriarca con suma molestia.
¡Jamás!
¡Jamas se arrodillaría ante nadie!
¡Y muchos menos pidiendo disculpas!
Era el patriarca del prestigioso clan Shinra, la cabeza de familia, no podía perder su dignidad de esa manera tan humillante y avergonzante.
Aunque eso supusiera traicionar su propia palabra, el honor estaba por encima de todo. Aquel era un código ético inquebrantable.
"¡No le haga caso patriarca!"
"¡Ese mocoso es un insolente!"
A ninguno de los miembros del clan Shinra le gustaba lo que había dicho Goku, y por ende se expresaron con abucheos hacia el azabache.
-¿No prometiste cumplir todo lo que quisiera si ganaba la batalla? ¡Ahora, cumple con tu palabra! -exigió Goku con una mirada llena de seriedad.
Sí, le prometió a Tsubaki no hacerle nada a su viejo clan... pero como mínimo haría que ellos se disculpasen con ella por todo lo que hicieron.
¿Qué clase de hombre sería no defendiera el honor de su amada? ¡Él no era ese tipo de hombre que se escondía ante los problemas!
Jamás toleraría que Tsubaki fuera pisoteada mientras él estuviera con vida, por eso decidió vengarse del clan Shinra. Claro, a su manera.
Y aquí estaba su venganza.
-¡Nunca me arrodillaré ante nadie mocoso! ¡Y menos ante una vulgar pordiosera como esa...! -iba a decir el patriarca Shinra pero entonces...
Flush.
El líder sintió cómo algo metálico se clavaba ligeramente en su garganta, y para su sorpresa era Goku el responsable de esta situación.
En ese momento, sintió el verdadero terror.
-Un sólo insulto hacia Tsubaki y te cortaré en pedazos... ¿me entendiste? -habló oscuramente Goku con la daga en el cuello del patriarca.
Por primera vez en su vida sintió miedo.
Miedo de morir.
Varios Onmyouji rodearon a Goku apuntándole con lanzas, que al parecer temblaban de miedo y era normal teniendo en cuenta la situación.
Su líder estaba siendo amenazado.
-¡Deja en paz a nuestro líder o acabaremos contigo maldito! -exclamó uno de ellos en tono amenazante y Goku sonrió al escucharle.
Flush.
Flush.
Flush.
Flush.
Veinte sombras surgieron al instante ante los presentes y todos los Onmyouji del clan Shinra retrocedieron invadidos por un gran miedo.
-¿Ustedes y cuántos más? -preguntó Goku todavía manteniendo la daga en el cuello del patriarca, que se estaba orinando encima.
Ninguno se atrevió a hablar.
Estaban en la presencia de un tirano.
En la presencia de un Monarca.
-Ahora, ¿cumplirás con lo que dije o prefieres morir...? -preguntó el azabache con curiosidad mientras la daga rasgaba la piel del viejo.
-¡Lo haré! ¡Lo haré! ¡Lo haré! ¡Pero no me mates por favor! -imploró el patriarca Shinra dando una imagen deplorable ante todos los cinco clanes.
Y ante su propio clan.
Siempre creyeron que su patriarca era alguien fuerte, capaz de defender sus principios hasta la muerte... pero ahora pasó todo lo contrario.
Ante una situación de muerte, se mostró tal y como era en verdad: un anciano cobarde que se jactaba de un poder que jamás había tenido.
Muchos... sintieron decepción.
-Bien, te tengo la palabra -habló Goku antes de soltarle y dar unos pasos hacia atrás- Regresen -ordenó haciendo que sus sombras volvieran.
Varios Onmyouji corrieron hacia el patriarca Shinra para auxiliarle, mientras que algunos se quedaron parados... todavía con decepción.
Otros transportaron el cuerpo de Byakko hacia el pabellón médico. Sólo tenía lesiones superficiales así que pronto estaría en pie.
-Vendré con Tsubaki dentro de un tiempo, y como dije todo el clan Shinra le pedirá perdón de rodillas, les guste o no -ordenó el azabache.
Todos asintieron con mucho pavor y miedo, y suspiraron de alivio al ver que aquel tirano, aquel monarca tan aterrador se alejaba de ellos.
"Pequeño Goku..."- pensó Nakagami sorprendido ante esa muestra de poder y autoridad que había ejercido Goku hace tan sólo unos segundos.
Sin duda fue algo tiránico.
Los del clan Himejima, que habían dudado las palabras anteriores de Suō, vieron de lo que era capaz Goku y se asombraron enormemente.
Suzaku estaba en un estado catatónico.
Primero, Goku ganaba contra Byakko en una pelea ridícula que apenas duró unos minutos.
Se sintió feliz porque se casaría con quien amaba. Aunque tenían que hablar sobre eso, pero en el fondo estaba muy contenta...
Luego Goku ordenaba al clan Shinra pedirle perdón de rodillas a Tsubaki, eso la había dejado en shock y ciertamente la enamoró aún más.
Saber que Goku podía llegar a esos extremos sólo por su pareja era sin duda enternecedor, le gustó ese nuevo rasgo que mostró Goku.
Y ahora, había amenazado al clan Shinra y a su patriarca personalmente debido a que éste insultó a Tsubaki sin pensárselo dos veces.
No conocía ese lado tan... dominador de Goku, pero de cierta forma le encantó que se impusiera ante ese clan lleno de tontos e idiotas engreídos.
Pero aquella habilidad relacionada con las sombras... fue algo novedoso para ella, jamás había visto algo similar en ningún sitio.
Y en su tiempo, Goku no le dijo sobre esos poderes tan extravagantes. Aunque daba igual, tenían cosas más importantes que hablar.
"Goku... ¿nunca dejarás de sorprenderme?"- discurrió Suzaku suspirando con una sonrisa.
-Lamento el espectáculo, pero ahora que gané la batalla me casaré con Suzaku, ¿no? -preguntó Goku mirando a Suō, que estaba ensimismado.
En efecto, Suō se esperó que Goku derrotase a Byakko ya que eso estaba en sus cálculos, sólo que fue un poco más rápido de lo esperado.
Lo que sí le sorprendió, y mucho, fue la orden que dio Goku y que minutos después amenazara al líder del clan Shinra con cortarle en trozos.
No sólo era poderoso, sino también temible. Y ese poder suyo relacionado con las sombras era tan raro que no podía dejar de pensar en ello.
"Hemos de tener mucho cuidado con él y no buscar su lado malo"- pensó Suō con prudencia mientras contemplaba al joven azabache.
-Así es, ese era el acuerdo... al haber vencido a Byakko Shinra el nuevo prometido de Suzaku Himejima eres tú, Son Goku -manifestó Suō.
Los miembros del clan Himejima estallaron en aplausos. Saber que alguien tan poderoso como Goku estaría de su lado era una gran noticia.
Goku se giró hacia Suzaku y le dedicó una sonrisa, antes de voltearse hacia Suō y mirarle con seriedad. Debían aclarar ciertas cosas.
-Bien, me gustaría que la boda fuera el año que viene, para ese tiempo ya habré acabado secundaria -propuso Goku mirando al viejo.
Goku ni siquiera sabía lo que iba a pasar el día siguiente y ya estaba haciendo planes. Pero sí, en realidad no quería casarse tan temprano.
Todavía tenía diecisiete años de edad y debía acabar sus estudios, eso es lo que le prometió a la señora Juhee en su día... y lo cumpliría.
Suō se giró entonces para consultarlo con los ancianos del clan... y la decisión fue unánime.
-Perfecto, nos complace saber que formarás parte del clan Himejima... así será dentro de un año, claro -declaró Suō con una sonrisa.
-Mmm, supongo que al casarme con Suzaku paso a ser el patriarca del clan Himejima, ¿no? -preguntó Goku con la mano en la barbilla.
"...."
-Ella es la próxima líder, cuando ella sea la matriarca del clan yo seré el patriarca al estar casados, ¿no? -aclaró el azabache sonriendo.
Suō apretó sus dientes al escucharle, no había pensado en que Goku tendría poder sobre el clan Himejima si él se comprometía con Suzaku.
En esa senda hubiera sido mejor que se casara con Byakko, ya que al ser éste heredero del clan Shinra no tendría poderes sobre los Himejima.
Pero ya era demasiado tarde.
Su propia avaricia le golpeó en la cara.
-Sí, pero eso será dentro de un año -masculló Suō y Goku recostó ambas manos en su nuca.
-Claro, ahora si me disculpan regresaré a mi casa -habló Goku haciendo una pequeña reverencia y se marchó hacia otro lado.
Suō miró cómo se iba y no dijo más.
Habían ganado un gran aliado pero su influencia sobre el clan se reduciría en cuanto la boda entre Goku y Suzaku se produjese dentro de un año.
Pero bueno, no había premio sin sacrificio.