Capitulo 80: Diezmar al clan Shinra (2)

Goku se había detenido junto al anciano Nakiri en un banco situado enfrente de un hermoso estanque.

-Realmente es un buen lugar anciano -profirió Goku con una sonrisa, era un sitio muy tranquilo.

-Así es haha, de hecho puedes llamarme Nakagami, ese es mi nombre -contestó el anciano Nakiri con una sonrisa jubilosa.

-Bien Nakagami-sama... entonces, ¿mi abuelo formó parte de su clan? -preguntó Goku yendo al meollo de la cuestión pues tenía varias dudas.

-De hecho, él fue el patriarca del clan Nakiri -respondió Nakagami dejando boquiabierto al azabache- Así fue hasta hace unos años.

-¿Qué sucedió? -preguntó con curiosidad.

-Verás, tu abuelo siempre fue un espíritu libre... -habló Nakagami y Goku sonrió- Llegó un punto en el que se cansó de la monotonía que suponía ser patriarca y me cedió el puesto como líder.

Goku asintió ante tales palabras, sinceramente él hubiera hecho lo mismo que su abuelo ya que para él ser patriarca sería algo muy aburrido.

-Y dedicó el resto de su vida a vivir tranquilo en un bosque, alejado de los cinco clanes del Shintō y del mundo sobrenatural -agregó Nakagami.

-Ya entiendo... y fue en ese bosque donde me encontró, ¿no? -habló Goku y el anciano asintió.

-Sí, me lo contó en la última carta que recibí de él, en ella me decía que alguien llamó a su puerta y te trajo hasta ahí -profirió el anciano Nakagami.

Goku sintió un nudo en la garganta al oír aquellas palabras. Es decir, que había sido abandonado... por sus propios padres.

-Fue una mujer de cabello negro y ojos ónix, lo único que tu abuelo consiguió oír de esa mujer fue que cuidase bien de ti -añadió Nakagami.

"Mi madre... ¿es posible que siga con vida?"- inquirió Goku con dudas invadiendo su mente, pero no sabía cómo empezar a buscarla.

Ni siquiera sabía si estaba viva.

-Y desde entonces no recibí ninguna otra carta, es una pena oír que mi hermano murió... pero al menos sé que hizo un gran trabajo cuidándote y educándote -profirió Nakagami con una sonrisa.

-Sí... gracias a mi abuelo soy lo que soy hoy en día -respondió Goku sonriendo pero rememoró algo- Espera, ¡¿eres el hermano de mi abuelo?!

-Hoho así es pequeño Son Goku, tu abuelo cambió su apellido al alejarse del clan pero sí, somos hermanos -dijo Nakagami sonriendo.

La sonrisa de Goku se hizo aún más grande.

Saber sobre el pasado de su abuelo le hizo sumamente feliz, y más ahora sabiendo que él tuvo un hermano. Esas eran buenas noticias.

-Eres parte del clan Nakiri, puedes venir cuando quieras y así charlamos tomando una taza de té en el complejo Nakiri -manifestó el anciano.

-¡Claro! Hay cosas que me gustaría saber sobre mi abuelo, muchas gracias por todo Nakagami-sama -habló Goku sonriendo.

-Tranquilo, no fue nada joven, ahora deberías ir a descansar y prepararte para el duelo que tendrás esta tarde -aconsejó Nakagami y Goku asintió.

-¡Cuídese anciano, nos vemos! -exclamó Goku alejándose del banco, dejando ahí a Nakagami.

-Has criado a un chico grandioso hermano, le aguarda un futuro muy próspero... -declaró Nakagami observando las nubes del cielo.

Sí... Goku era un gran chico.

Minutos después.

Soltó un suspiro de cansancio.

Había postergado la Quest diaria para irrumpir en la reunión de los clanes y recién acababa sus ejercicios, corrió en torno al complejo Himejima.

El chico esperaba recibir sus seis puntos de recompensa, con estos sumaría treinta debido a que hacía cinco días que no dividía sus puntos.

Ring~

No revisó la notificación, se fue directamente a la pantalla de estados para así dividir los puntos.

[Fuerza: 110]

[Constitución: 80 -> 90]

[Agilidad: 107]

[Inteligencia: 80 -> 90]

[Sentido: 80 -> 90]

[Carisma: 41]

[Suerte: 35]

[Reducción del daño físico: 25%]

Niveló inteligencia, constitución y sentido para que estuvieran a la misma altura. Estaban a un paso de llegar a los cien puntos de estado.

"Dentro de dos días cumpliré un mes con el sistema"- pensó Goku caminando hacia la casa de Suzaku y se llevó la mano a la barbilla.

Muchas cosas habían sucedido en el decurso de este mes. Desde combatir contra monstruos, caídos y demonios hasta ser novio de Tsubaki.

A lo largo del mes había madurado como persona, había conocido a mucha gente e incluso supo más acerca de su abuelo.

Y más cosas estaban por suceder, dentro de unas horas podría ser el prometido de Suzaku.

Aunque para eso...

Tendría que hablar con Suzaku.

-¡Hey! -vociferó Goku alzando su mano al ver a Suzaku sentada frente al estanque que había en su patio, justo donde estuvieron sentados ayer.

-Volviste... -susurró levemente Suzaku viendo cómo Goku se sentaba a su lado- Hablaste con el líder del clan Nakiri sobre tu abuelo, ¿verdad?

-Sí... fue sorprendente saber que mi abuelo fue su antiguo patriarca, ¿tu lo sabías? -preguntó el azabache sintiendo curiosidad al respecto.

-Había oído sobre él, aunque nunca me dijiste cuál era su nombre -pretextó Suzaku y él asintió- Goku-san... ¿por qué quieres casarte conmigo?

Sí, aún no se sacaba eso de la mente.

-Ya lo dije, no quiero verte triste -profirió Goku con una sonrisa- Pero... hay otras dos razones.

Suzaku se sorprendió ante aquello, y en el fondo empezó a tener la esperanza de que una de esas razones fuera porque él sentía lo mismo que ella.

-La primera es un ajuste de cuentas con el clan Shinra, ellos exiliaron sin razón a Tsubaki y... eso jamás se lo perdonaré -declaró Goku seriamente.

"Así que por eso se mostraba tan mordaz con ellos... ya entiendo, quiere proteger lo que ama"- pensó Suzaku esbozando una gran sonrisa.

-¿Y la segunda? -preguntó ella.

-Quiero ayudarte, eso te prometí aquella noche, ¿lo recuerdas? -preguntó Goku con una sonrisa.

"Entonces te ayudaré a conseguirlo, después de todo soy tu amigo, ¿no?"- Suzaku sonrió al recordar tales palabras de Goku y asintió.

-Pero, ¿Shinra-san no se enfadará en caso de que... seamos prometidos? -preguntó Suzaku con temor, no quería romper aquel noviazgo.

-Realmente espero que no... -susurró el chico pensativo- Creo que Tsubaki entenderá porqué lo hice y lo aceptará, ella es bastante compresiva.

Suzaku asintió. Intentó decir algo pero para su sorpresa, Goku recostó la cabeza entre sus muslos. Y eso que tenía un kimono corto...

-¡¿Q-qué haces?! -preguntó ella sonrojada.

-Tengo sueño jeje, sé que hay cosas que debemos hablar... pero mejor luego -contestó Goku cerrando sus ojos mientras sonreía.

-V-vale, como quieras... -la Himejima contestó rápidamente, y otra vez se sorprendió al ver que Goku cayó rendido en un profundo sueño.

Comenzó a acariciar el cabello del muchacho indagando respecto a varias cosas que tenían que ver con ella, con Goku... y con Tsubaki.

Horas después.

Finalmente, llegó el momento.

Goku estaba frente a Byakko en el patio del pabellón mientras a su alrededor estaban los miembros de cada clan y sus patriarcas.

-Las reglas son básicas, quien se rinda o se quede inconsciente pierde la batalla -declaró Suō Himejima, quien estaba en medio de ambos.

-Y si, por casualidad, ¿mato a mi adversario? -preguntó Byakko con una sonrisa salvaje en su rostro. Había recibido instrucciones de su líder.

"Acaba con él en cuanto tengas la oportunidad, nadie se burla del clan Shinra y vive para contarlo"- recordó aquellas palabras del patriarca y sonrió.

Sí, iba a matar a Son Goku.

-Intervendré antes de que eso suceda, ahora pónganse en sus puestos -ordenó Suō y los dos contrincantes retrocedieron un paso atrás.

El azabache miró tranquilamente a su rival, una mirada que contrastaba con la de Byakko Shinra.

"¡Hajime!"

Con el grito de Suō, el combate comenzó.

Byakko liberó varios talismanes Onmyouji y comenzó a elaborar un conjuro que produjo sonrisas en los miembros del clan Shinra.

"Así que Byakko-sama irá con todo"

"jaja seguro que no quiere perder tiempo"

"Claro, esa basura no merece su tiempo"

Eran algunos de los comentarios.

El patriarca del clan sonrió, sabía que Byakko desplegaría todo su poder para acabar con Goku cuanto antes tal como se lo había ordenado.

-Loto blanco: brazos del tigre -habló Byakko cerrando sus ojos mientras extendía sus brazos.

Un resplandor blanco se produjo al instante en aquel lugar y segundos después Byakko apareció con una nueva apariencia un tanto deslumbrante.

Su cuerpo estaba envuelto en un aura etérea de color blanco y su brazo derecho había sido reemplazado con una enorme garra afilada.

No sólo el derecho, sino el izquierdo también.

Había liberado los poderes místicos que obtuvo al heredera el poder de la bestia sagrada Byakko, su fuerza, velocidad y defensa se incrementaron.

-¿Qué te parece Son Goku? ¡Este es un poder que jamás volverás a ver en tu miserable vida! -exclamó Byakko con la voz llena de jactancia.

"...."

Para su sorpresa, Goku se quedó callado. Es más, mostraba una sonrisa confiada lejos del miedo que Byakko esperó ver en su rostro.

-¡Maldito! ¡Borraré esa estúpida sonrisa de tu rostro! -exclamó Byakko apretando sus dientes.

Flush.

Byakko voló a una enorme velocidad hacia el azabache, quien enarcó sus cejas ante tal acción pero no cambió la expresión facial que tenía.

"Su velocidad ha aumentado peligrosamente"- pensó Goku, antes de esbozar una sonrisa- "Pero no es nada que no pueda manejar con facilidad"

Flush.

Byakko cortó el aire, puesto que Goku saltó antes de que su garra hiciera contacto con él.

Sin perder tiempo el heredero del clan Shinra voló hacia Goku, quería desgarrarle en el menor tiempo posible para así acabar con su vida.

Flush.

Flush.

Flush.

Byakko extendió sus garras numerosas veces pero no lograba rozar el cuerpo de Goku, pues el azabache siempre esquivaba sus acometidas.

-¡¿Acaso sólo sabes esquivar, maldita rata?! -demandó Byakko comenzando a exasperarse, para colmo el maldito aún seguía sonriendo.

-No estoy esquivando, sólo que tú no puedes alcanzarme -declaró Goku sonriendo- ¿Este es todo el poder del heredero del clan Shinra?

Byakko apretó sus puños ante tales palabras.

No sólo el, sino que el patriarca también estaba en el mismo estado de impotencia que su nieto.

"Imposible, ¿Byakko-sama perderá?"

"No lo sé... apenas pudo dar un golpe"

Los comentarios actuales estaban llenos de dudas hacia la victoria de Byakko, hecho que le crispó sumamente y nubló su juicio y raciocinio.

-¡¡Me las pagarás!! -Byakko gritó corriendo endemoniado hacia Goku, quien desplegó el colmillo de Casaka para acabar ya con esto.

Este combate era muy aburrido.

No tenía sentido alargarlo en vano.

Y además... tenía hambre.

Flush.

-¡Tonto, así es como debes atacar! -exclamó Goku a su vez apareciendo ante el Shinra a una velocidad abrumadora a los ojos de cualquiera.

Byakko abrió sus ojos ónix bastante perplejo pero apenas pudo reaccionar cuando el Colmillo de Casaka rasgó su estómago sin piedad.

[El efecto 'parálisis' ha sido infligido]

[El objetivo quedará inmovilizado por un tiempo]

Intentó moverse pero no pudo.

Ninguna parte de su cuerpo respondía.

El joven alzó su vista topándose así con la mirada confiada de Goku y aquella sonrisa que tanto le desquiciaba y revolvía sus órganos.

-¡¿QUÉ ME HAS HECHO?! -chilló el Shinra haciendo el esfuerzo de moverse pero era en vano. Ni siquiera podía mover la uña del pie.

Goku caminó hacia él y desplegó la daga del Monarca para darle el golpe de gracia a su rival.

-Te he paralizado, y ahora... -habló Goku.

Suō estuvo por intervenir al ver que Goku dirigía su daga negra hacia la garganta del heredero del clan Shinra pero se detuvo al ver lo siguiente.

Flush.

Goku cortó el aire frente a Byakko y creó una poderosa ventisca que envió a volar al próximo líder del clan Shinra como si no fuera nada.

Una vez que hizo esto anduvo hacia donde estaba el patriarca de los Shinra, que le dedicó una mirada llena de odio y rabia profundos.

-Yo gané, y como tal deben hacer lo que yo les diga... ese era nuestro trato, ¿no? -preguntó Goku con una pequeña sonrisa en sus facciones.

"...."

Aquel silencio lo confirmó todo.

-¡Quiero que tú, líder Shinra, y todos los de tu clan, le pidan perdón de rodillas a Tsubaki Shinra por haberla desterrado! -declaró el azabache.

"...."