Cuando impactó, sus huesos crujieron y su cuerpo dio vueltas por el aire antes de chocar contra el muro. En vez de detenerse, el golpe lo hizo atravesar la delgada madera, y astillas cubrieron a la figura que salió volando del edificio. Aterrizó duramente sobre la nieve e hizo volar escarcha mientras caía.
…
La figura en el suelo ni siquiera se movía. Se encontraba tan silenciosa que bien podría estar muerta. Subaru se dio la vuelta hacia la persona que acababa de atravesar el muro, y al alborotador junto a él en el interior del edificio. El agresor notó la mirada de Subaru y, con un suspiro de satisfacción,
_Sí… te dije que lo haría, oye.
Dijo el chico rubio que sonreía mientras chasqueaba sus afilados colmillos — Garfiel.
Subaru se rascó la cabeza mientras veía a Ram correr hacia el golpeado Roswaal.
S-sin duda lo hiciste.
Él apenas logró decir eso.
※ ※ ※ ※
Garfiel y los demás se reunieron con el grupo de Subaru en el Santuario medio día después de que Emilia anunciara su embarazo; es decir, en la mañana después de la pelea con el Gran Conejo.
Patrasche llegó al Santuario tirando de un carruaje con seis personas en su interior, incluido Garfiel.
Escuchar que las chicas que habían ido a rescatar a la mansión —Rem, Petra, y Frederica— estaban todas bien, y que los rescatistas —Garfiel y Otto— también lo estaban, le trajo un gran alivio a Subaru.
Pero había una persona más en el carruaje,
_???: Vaaya, nos volvemos a encontraar, Onii-san.
Dijo la niña cuyo cabello estaba recogido en una trenza, mientras estaba atada en una esquina del carruaje — quien, junto a Elsa, llevó a cabo un asalto a la mansión, la responsable del ataque de las mabestias, Meili.
La inesperada reunión dejó a Subaru sin palabras. Meili se dirigió a él con el mismo tono y comportamiento amigable que usó en la mansión.
_Meili: Oyee, ¿podrías escuchar lo que tengo que deciir? Ese tipo rubio no tiene idea de cómo tratar a una damaa. Me dejó ahí envuelta en ataduras, ¿no crees que es horriblee? ¿No lo creees, Onii-san?
_Subaru: Supongo. Aunque, en mi caso, no sé qué podrías haberme hecho así que yo incluso te habría amordazado. —Sea como sea, ya te atrapamos, pero, ¿qué pasó con Elsa?
_Meili: Quién sabe, ni ideea. Pero Elsa no podría haber sobrevivido a una explosión tan grande, ¿no creees? Así que supongo que finalmente murió, a mi no me interesaa.
A Meili no le importaba en lo más mínimo la muerte de su supuesta amiga, Elsa. Subaru frunció el ceño.
_Subaru: Debes estar muy tranquila para estar pidiendo mejores condiciones de cautividad. Dudo que te lo vayas a pasar muy bien. Hiciste algunas cosas muy malas.
_Meili: Así ees. Peroo qué se le va a hacer, de todas formas, fracasé. Y si regresoo, see que Mamá me regañara.
_Subaru: Mamá ¿eh? Sé que ya lo habían mencionado algunas veces en la mansión, pero, eso significa que tienen alguna especie de jefa. —Bueno, una cosa más que se aclarará hablando con Roswaal.
_Meili: Quiero tres comidas al día, y que no tengan pimentes, ¿de acuerdoo?
Meili alegremente le dio la espalda a Subaru, anunciando que su conversación había terminado. Tendrían que discutir su encarcelamiento más tarde. En cualquier caso, ella era una testigo importante sobre lo sucedido durante el ataque a la Mansión Roswaal.
Subaru estaba genuinamente sorprendido de que Garfiel hubiera tenido la inteligente idea de capturarla.
Lo siguiente era la seguridad del Santuario y los aldeanos de Arlam. Luego de averiguar que aquellos que habían evacuado el Santuario previamente estaban a salvo en una aldea cercana, el bienestar de todos había sido asegurado.
Justo cuando Subaru se había puesto la mano en el pecho, aliviado, el primer golpe ajustador fue dado.
_Garfiel: Personalmente, pienso que mi asombroso ser 'stá siendo muy amable por dejarte ir con un sólo golpe.
Garfiel sacudió el brazo con el que golpeó a Roswaal mientras observaba el agujero en la pared. Subaru tenía algunas quejas respecto a Roswaal, y creía que la furia de Garfiel estaba justificada.
_Subaru: Siendo ese golpe más fuerte que diez de los míos combinados, de verdad hace que me pregunte si a eso se le puede llamar "ser amable".
_Garfiel: Deja de hablar como un pacifista, Capitán. Ten, dale tú también.
Garfiel suspiró con la nariz y le mostró algo a Subaru. Subaru miró hacia las manos de Garfiel, para darse cuenta de que estaba sosteniendo una rama que seguramente obtuvo del bosque.
Era una rama bastante buena. Casi parecía un bate de béisbol de madera.
_Subaru: ¿...Qué pretendes que haga con esto?
_Garfiel: Se vería muy mal golpearlo varias veces. Así que tienes un sólo intento, y nadie se va a quejar si lo usas para asestarle uno bueno.
_Subaru: ¡Ya se vería mal golpearlo después de lo que hiciste!
Y además estaría usando un arma. Habría que discutir la semántica y las definiciones para decidir si esto contaría o no como un "golpe". Pero Garfiel sólo ladeó su cabeza, y apuntó con la barbilla hacia el agujero en la pared.
_Garfiel: No parece que 'stén de acuerdo contigo, Capitán.
_Subaru: ¿Eh?
Sorprendido por un suspirante Garfiel, Subaru miró hacia el exterior para encontrarse con que Ram había puesto a Roswaal de pie, y Frederica se encontraba frente a él con el puño levantado.
_Frederica: ¡Prepárese, Maestro!
El poderoso brazo de Frederica cortaba el viento mientras dirigía su puño hacia el mismo lugar que había golpeado Garfiel, la mejilla izquierda. Roswaal voló por los aires una vez más, esta vez deteniéndose a varios metros de distancia, al estrellarse con el tronco de un árbol. El impacto hizo que la nieve cayera de la parte superior del árbol, enterrando a Roswaal debajo de ella.
Luego de presenciar todo esto, Frederica sacudió sus manos mientras asentía satisfecha con la cabeza.
_Subaru: ¿¡En serio!? ¿¡Todos se están desquitando!?
_Garfiel: Tenemos que ajustar cuentas, Capitán. Se pondría todo muy 'xtraño después si no recibe su merecido por lo que hizo. No es como que yo no lo vaya a sanar. Y también 'stá Emilia-sama.
Roswaal sacó la cabeza de la nieve, sus ojos daban vueltas, mientras Petra y Otto esperaban sus turnos junto a él. Ram desenterró a Roswaal, con Emilia de pie cerca de ahí para sanarlo en los momentos adecuados.
_Subaru: Es decir, Emilia-tan está ahí como sanadora, ¿no? Ella de ninguna manera está esperando su turno, ¿verdad? Aunque, supongo que en realidad está en todo su derecho.
_Garfiel: Ni idea, pero creo que sería difícil con su personalidad, ¿no? Pero, sea como sea, así son las cosas. Así que adelante, Capitán.
Garfiel le entregó el bate de madera a Subaru. Él tímidamente lo aceptó.
_Subaru: ¿No me permitirás entrar en la conversación si no lo golpeo?
_Garfiel: No iría tan lejos. Es sólo que 'stoy seguro de que tú también quieres golpear a ese imbécil en toda la cara, ¿no es así?
Una palmada en la espalda hizo que Subaru saliera de la casa.
Garfiel le mostró a Subaru los pulgares arriba desde el interior del edificio. Ya estaban comenzando a parecerse. Con esa despedida de su hermano menor y subordinado al que aún tenía que acostumbrarse, Subaru se dirigió al final de la fila de ajuste de cuentas con Roswaal.
Cabe mencionar que Petra solamente abofeteó a Roswaal con un trapo empapado.
Aun así, una húmeda y satisfactoria bofetada hizo eco por todo el Santuario.
※ ※ ※ ※
_Subaru: Ejem, bueno. Ahora que ya todos hemos marcado los límites y hemos ajustado las cuentas a gusto, creo que es hora de discutir los eventos recientes y decidir lo que haremos para el futuro.
Luego de aclarar su garganta, Subaru se hizo cargo de los procedimientos siguientes y miró hacia el grupo. Todos los participantes importantes de este bucle se encontraban reunidos en la catedral. Se trataba de una cantidad considerable de gente, Subaru se puso sentimental al ver cuánto había crecido la familia.
En la catedral se encontraban los antiguos residentes de la Mansión Roswaal — Subaru, Emilia, Beatrice, Roswaal, y Ram — y junto a ellos estaban los nuevos residentes de la Mansión Roswaal, Otto, Frederica, y Petra. Y luego, se encontraban las figuras principales del Santuario, Garfiel y Lewes.
Rem se encontraba en ese momento durmiendo en la casa de Lewes, bajo el cuidado de Pico y las demás dobles de Lewes.
_Emilia: Subaru, tu mirada parece distante, ¿te encuentras bien? ¿Todavía te sientes mal?
_Subaru: Nop, estoy bien. Sólo me estoy poniendo un poco sentimental. La Facción de Emilia ha duplicado su tamaño. Además, si contamos a la gente del Santuario y a los aldeanos de Arlam, la cantidad de apoyo ha aumentado un poco más.
_Emilia: ...Es verdad.
Emilia asintió, sus ojos se veían igual de distantes.
Luego de demostrar su fuerte voluntad manteniéndose firme y establecer las líneas defensivas en contra del Gran Conejo, los residentes del Santuario y la brigada de jóvenes de Arlam debían verla de una forma más favorable. Ser confiable durante una emergencia no era la única cualidad necesaria para convertirse en Gobernante, pero era una diferencia abismal en comparación a cómo la rechazaban antes.
Si surgía la oportunidad de que interactuaran con ella más seguido, sin duda conocerían la personalidad de Emilia. Y así, con el tiempo, lograrán entenderla, pensó Subaru.
_Subaru: Y~ me desvié del tema. Bien, de vuelta al punto. Entonces, ¿estamos todos al tanto de lo ocurrido en el Santuario y la mansión? Siendo así, me gustaría poner cierta responsabilidad sobre quien lo ocasionó todo, o por lo menos pedirle explicaciones, pero...
Con esas palabras, todos dirigieron su mirada hacia la mente maestra en cuestión.
Roswaal yacía herido en un rincón de la catedral, en el regazo de Ram. Sus ojos se abrieron al sentir las miradas sobre él.
_Roswaal: ¿O~h? ¿Están diciendo que, luego de atormentarme de manera tan exhaustiva, to~davía desean llevar este dolor aún más lejos para po~der estar satisfechos?
_Subaru: Recibes lo que das. Emilia-tan te sanó, así que deja de decir tonterías tan desvergonzadas. En cualquier caso, lo que más me sorprendió fue Ram.
_Ram: ¿...Por qué?
Subaru le mostró la lengua a Roswaal y redirigió la conversación hacia Ram. Ella sostenía la mano de Roswaal mientras él descansaba su cabeza en el regazo de Ram, sus palabras hicieron a Subaru fruncir el ceño.
_Subaru: No, eh, bueno… Sé que no estás en tu mejor forma, pero me impresiona que te hayas mantenido tan calmada viendo cómo procedía el ajuste de cuentas contra Roswaal. Estaba seguro de que te alterarías.
_Ram: Pero que estúpido eres, Barusu. —No creo en lo más mínimo que Roswaal-sama sea incapaz de cometer errores. Pero deseo estar a su lado cuando se dirija por el camino incorrecto. Me es inevitable pensar así. ¿Ni siquiera puedes entender eso? Verdaderamente eres estúpido.
_Subaru: ¡No empieces y termines llamándome estúpido! Pero, si esa es la razón, entonces...
_Ram: En efecto. Tenías toda justificación para golpear a Roswaal-sama. Así que no podía más que aceptar ese hecho. Que yo cuidara de él con gentileza y delicadeza luego de eso fue sólo un capricho mío.
Como siempre, las demostraciones de cariño de Ram eran un poco masculinas.
Nadie podía quejarse de su devoción hacia Roswaal. Únicamente Garfiel parecía aquejado por un dilema, pero permaneció en silencio, probablemente porque se le pidió previamente que no dijera nada.
_Beatrice: Qué gustos tan extraños, supongo. Luego de todas esas quemaduras en tu abdomen… si Betty y la chiquilla de cabello plateado no hubieran estado ahí, te habrías quedado con esas cicatrices, de hecho.
La siguiente en hablar fue Beatrice, quien se encontraba sentada en silencio junto a Subaru.
Estaba sentada con sus rodillas dobladas de tal manera que llegaban hasta su pecho mientras se apoyaba en el hombro izquierdo de Subaru. Ella había apoyado a Emilia en el tratamiento de Ram, eliminando sus heridas, y por lo tanto permitiendo que Ram se recuperara de forma óptima.
_Ram: Les doy mi gratitud, Beatrice-sama, Emilia-sama. Pero preferiría que el hecho de que hayan salvado mi vida no se convierta en una excusa para entrometerse en mis asuntos amorosos.
_Beatrice: Betty no es tan generosa como para hacer eso, supongo. Si vas a ofrecer tu devoción a este hombre de malos pasos, incluso aunque vuelva a lastimarte, esa es tu decisión, de hecho.
_Roswaal: —No volverá a ocurrir.
Quien anda en malos pasos, en uno quedará atascado.
Beatrice le dio a Ram una dura respuesta, hasta que Roswaal la escuchó y se sentó derecho.
Las dos contuvieron su aliento, Subaru tragó saliva.
Roswaal no tenía puestos sus cosméticos, lo cual exponía su rostro limpio.
Sin su maquillaje de payaso, el atractivo hombre cubrió su ojo izquierdo con su mano, miró hacia la gente reunida en la catedral con su ojo azul. E hizo una profunda reverencia en el suelo.
_Roswaal: Nunca volveré a intentar lograr algo si eso implica que deba sacrificar a alguno de los nuestros. —Lo juro por el alma de mi Maestra.
_Todos: …
_Roswaal: Y también preferiría que Beatrice no me golpeara una tercera vez.
Bromeó Roswaal mientras levantaba la cabeza para mirar a Beatrice, ella apartó la mirada, sorprendida.
_Beatrice: La segunda fue tu castigo por hablar como idiota, supongo. La tercera aún no te la ganas, de hecho.
_Roswaal: Y así me gustaría quedarme. Quisiera evitar volver a sentir la venganza de cualquiera de los presentes. Garfiel y Subaru-kun fueron tan despiadados que ya me había preparado para morir.
_Subaru: ¿Estás poniendo mi golpe al mismo nivel que ese? No pudo haber sido tan fuerte.
Dijo eso, pero la verdad era que Subaru dio su golpe queriendo, con todas sus fuerzas, que fuera el más efectivo.
Su ataque golpeó limpiamente a Roswaal justo en la punta de la mandíbula, había sido una vista magnífica ver a Roswaal tan aturdido que no era capaz de mantenerse de pie.
Sea como fuere, las declaraciones de Roswaal se sentían muy genuinas. Lo cual significaba que Subaru no tenía dudas en darle una oportunidad para confiar en él. Parecía que algo había conmovido a Roswaal mientras veía a Ram arriesgar su vida para quemar su evangelio, contribuyendo así a su cambio de pensamiento.
_Subaru: Aunque estás siendo un poco anticlimático considerando que ya nos alejamos de lo que decía tu amado evangelio. Siendo honesto, pensaba que convencerte mientras estabas en tu colapso mental sería lo último que tendría que hacer en el Santuario.
_Roswaal: Ese brote fue cortado antes de que pudiera florecer. Nada de lo que diga cambiará el hecho de que perdí nuestra apuesta cuando me perdí a mí mismo, y desafié tanto a mi contrato como al evangelio para hacer que nevara~. Y, aun habiendo hecho eso, ustedes lo hicieron de maravilla.
_Subaru: ...Bueno, es que Garfiel y Emilia-tan dieron todo de sí.
_Roswaal: Tienes el mal hábito de nunca darte crédito en momentos como é~ste. Sea como sea, resultados son resultados. Superaste todas y cada una de las Pruebas que yo consideraba imposibles, y liberaron al Santuario. —Es mi derrota.
_Garfiel: —Así que, Capitán.
Roswaal se encogió de hombros aceptando la realidad. Subaru se encontraba demasiado atascado como para decir algo, por lo que Garfiel levantó su mano para hablar.
Su mirada seguía fija en Roswaal, mientras mostraba sus afilados colmillos.
_Garfiel: ¿De verdad 'stas pensando en meter a 'ste tipo a nuestro equipo? Honestamente aún no 'stoy muy de acuerdo con ello.
_Subaru: Garfiel...
_Garfiel: Pero es obvio, ¿¡no!? ¿Qué demonios 'staba pensando hacer 'ste imbécil en el Santuario y la mansión? ¡Si no hubieras 'stado ahí, Capitán, la aldea habría sido comida de conejo y mi hermana y esas chicas habrían sido asesinadas por puro placer por la mujer de las 'ntrañas! ¡Si protegemos a 'ste tipo, no sabremos si alguna vez volverá a decidir cortarnos el cuello!
Gritó Garfiel mientras pisaba el suelo. Un leve temblor recorrió la catedral.
Tenía razón. Sí, habían tenido sus conversaciones y palizas con Roswaal para dejar claras las cosas, pero esto sólo había sido el preámbulo para escuchar sus explicaciones.
Roswaal había expuesto a un peligro mortal a todos los que se encontraban ahí por el bien de sus propias metas, y Subaru había visto a todos perder la vida varias veces.
Este mundo que no necesitó sacrificios, donde todos estaban juntos y a salvo, sólo fue posible porque todas esas muertes sirvieron de preparación para que él trabajara con todos en conjunto.
Subaru estaba tan molesto que abofetearía e interrogaría a Roswaal. Él quería hacer lo que Garfiel decía, y darle la espalda a Roswaal.
_Subaru: Aun así, necesitamos a Roswaal.
_Garfiel: ¡Capitán!
_Subaru: Sin duda alguna necesitamos la ayuda de Roswaal si queremos que Emilia gane la Selección Real. Si perdemos a este hombre como su Patrocinador, Emilia perdería la contienda. Haremos que pague, por supuesto… pero, ¡no podemos simplemente decirle adiós ahora!
_Garfiel: ¿¡De verdad me 'stás pidiendo que perdone al tipo que intentó asesinar a mi familia!?
_Subaru: …
Las emocionales palabras de Garfiel atravesaron a Subaru.
No importaba cuánto intentara tranquilizarlo con palabras, Garfiel no estaría de acuerdo. Casi perdió a Frederica, y casi perdió a Lewes.
Este chico había pasado alrededor de diez años entrenándose para poder proteger a su familia. Roswaal era un enemigo imperdonable.
_Frederica: Yo… perdono al Maestro.
_Garfiel: ¿¡—Hermana!?
Pero quien terminó respondiendo a Garfiel fue alguien de su propia sangre, Frederica, a quien casi habían asesinado.
Su largo y rubio cabello ondulaba mientras hablaba. Los ojos de Garfiel se encontraban totalmente abiertos por la sorpresa.
_Garfiel: ¿¡Qué rayos 'stás diciendo!? 'Ste idiota trató de...
_Frederica: Y aun así, estoy con vida. Porque tú me salvaste, Garf.
_Garfiel: ¡Sólo 'stás diciéndolo en retrospectiva! ¡Él trató! ¡De matarte! ¡Y también a nana! ¡¿Acaso eso… ¡¿Acaso eso no te importa?!
_Frederica: ...El Maestro ha cuidado de mí por alrededor de una década.
Los hombros de Garfiel se tensaron mientras los ojos de Frederica se entrecerraban. Su mirada inspiraba compasión, como si estuviera conmovida por la ira de su hermano menor, quien había crecido.
_Frederica: Para que pudiera lograr mis objetivos, acepté la mano que el Maestro me ofreció. He aprendido mucho durante todo ese tiempo, y ahora estoy aquí. En términos simples, me aproveché de la generosidad del Maestro para mis propios propósitos. ¿No dirías que nuestras deudas ya se saldaron?
_Garfiel: ¡Las deudas no son lo mismo que la vida! Ni siquiera sabes si volverá a traiciona—
_Otto: Emm, me disculpo por interrumpirte ahora que estás tan enérgico pero, ¿te importa si digo algo?
Garfiel intentó discutir, pero esta vez fue Otto el que lo frenó.
La furiosa mirada de Garfiel se dirigió hacia Otto, quien tenía su mano levantada. Pero Otto ignoró esa mirada pensando tranquilízate, tranquilízate, mientras calmadamente dijo,
_Otto: Dejaremos la discusión emocional de Garfiel de lado por un momento, y consideremos la probabilidad de que el Margrave Roswaal volviera a cometer algo así otra vez. …Pienso que es seguro pensar que no lo hará, al menos de momento.
_Garfiel: ¿Eh? Qué 'stupideces 'stás diciendo. ¿Acaso 'stabas dormido? Y si no, pues yo te pondré a dormir, oye.
_Otto: El contrato, ¿recuerdas? En el instante en que este asunto alcanzó una conclusión evidente, un contrato se llevó a cabo entre Natsuki-san y el Margrave. ¿No es así, Margrave?
Otto permanecía en completa calma mientras lidiaba con un agitado Garfiel.
También fue muy atrevido de su parte el verificar el estado del contrato no con Subaru, sino con Roswaal. Roswaal notó las intenciones de Otto, sus ojos se abrieron un poco.
_Roswaal: Otto-kun está en lo ci~erto. Como resultado del contrato que formé con Subaru-kun, no puedo desafiar lo establecido por Subaru-kun.
_Garfiel: ¿'Stablecido? ¿Y eso es?
_Subaru: Él se deshace del evangelio y ayuda a hacer que Emilia se convierta en Gobernante. Ese es el contrato entre Roswaal y yo. Por lo que Roswaal ya no puede intentar ninguna tontería.
Subaru tomó control de la conversación, Garfiel rechinaba sus dientes de ira.
Subaru había ganado la apuesta. Roswaal estaba atado al contrato, lo cual evitaba que pudiera forzar al futuro a seguir las escrituras del ausente evangelio.
Pero decir que eso convertía a Roswaal en inofensivo era otro asunto.
_Garfiel: ¡Aun así, eso no borra lo que hizo! ¡No podemos resolver 'sto con un simple "perdón, no lo volveré a hacer", una sola mano no saciará la sed de venganza de Logos!
Los gritos de Garfiel afirmaban su postura, creando una diferencia de opiniones dentro del grupo respecto a los asuntos con Roswaal.
Subaru, Otto, y Frederica lo aceptaban.
Garfiel y Petra lo rechazaban.
Emilia y Lewes se encontraban indecisas.
Subaru tendría que esperar para conocer cuáles eran las posturas de Beatrice y Ram. Sus relaciones con Roswaal eran diferentes a las que los demás tenían con él.
_Subaru: Petra...
Al igual que Garfiel, Petra estaba totalmente furiosa con Roswaal.
Cuando Subaru la llamó, ella agarró fuertemente su falda y su rostro estaba al rojo vivo.
_Petra: No lo voy a aceptar, no importa lo que me digas, Subaru... -sama. El Maestro trató de… el Amo trató de hacerle algo terrible a los aldeanos. Incluso aunque todos confiaban en él. ¡Incluso aunque yo pensaba que nuestro Amo era una buena persona!
_Roswaal: —Sí que duele escuchar e~so.
Incluso Roswaal reaccionó ante la dura opinión de la joven chica.
Petra era probablemente la que mejor reflejaba los sentimientos de los demás civiles, sin ninguna clase de motivos ocultos provenientes de alguna facción o circunstancias complicadas. No porque fuera una niña. Sino porque su actitud claramente demostraba la ira que sentía por Roswaal a causa de haber traicionado la honesta opinión que ella tenía de él como su Amo.