Llegando a la oficina del director, Stephen entró tranquilamente.
"Hola, Stephen, disculpa por llamarte de repente," dijo el director Dumbledore mientras se acercaba a su escritorio.
"Si es por la magia de viento de hace un rato, estaba impresionando al trío de salvajes. No te preocupes, lo tengo todo bajo control," respondió Stephen mientras se sentaba.
"Magnífica magia, debo decir, aunque me gustaría que avises antes de usarla, ya que las lechuzas se descontrolan un poco. Pero es una buena manera de atraer a los jóvenes, demostrando lo que podrían lograr," dijo el director con una sonrisa de complicidad.
"Tsk, por algo eres el director. Si ven algo a lo que aspirar, no se rendirán tan fácilmente en el entrenamiento. Ya dejemos eso, ¿qué necesitas?" preguntó Stephen mientras pelaba una paleta y se la ponía en la boca.
"El Ministerio aprobó los portales. A cambio, tendrán las mismas normativas que la Aparición, así como reglas," dijo el director, dándole una carta a Stephen.
"Eso es genial. Ya estaba pensando si tendría que empezar a golpear gente para apurar esto. Tú hiciste que avanzaran, ¿verdad?" preguntó Stephen mientras veía la aprobación del Ministerio.
"Un poco. No podía dejar que una magia que podría ayudar tanto al mundo mágico estuviera juntando polvo," dijo el director.
"Deja eso, viejo. ¿Qué tienes planeado?" preguntó Stephen, escéptico.
"Simplemente espero que entrenes bien a los tres jóvenes," dijo el director con seriedad.
"Sabe, director, si no lo conociera, pensaría que es un manipulador. Harry podría odiarlo, ¿sabe?" dijo Stephen.
"Es un riesgo que estoy dispuesto a tomar. Después de todo, espero que el futuro de Harry tenga el mínimo de bajas posibles, incluso si significa dar mi vida por eso, ya que ese es su destino," dijo el director con un poco de pesar.
"Sí, sí. Alguien con una profecía que puede impactar el mundo puede atraer el destino que lo rodea, como si fuera un árbol y sus ramas. Si el árbol cae, las ramas se secan."
"Así es, y la única manera de que el destino mejore potencialmente es que Harry esté preparado para cumplirlo," dijo Dumbledore con tristeza.
"No te preocupes, viejo. Los entrenaré bien. Aunque debería empezar a buscar un mejor lugar antes de que la profesora McGonagall decida estrangularme por seguir destruyendo el patio," dijo Stephen para quitarle seriedad al asunto.
"Está bien, viejo. Si eso es todo, me iré. Y ya que me diste una buena noticia, me llevaré las cucarachas de chocolate que cambié por cucarachas de verdad sin que te dieras cuenta," dijo Stephen mientras tomaba el recipiente del escritorio y se marchaba.
"Nunca cambió las cucarachas de chocolate, ¿lo sabías?" dijo una de las directoras de uno de los cuadros mientras se reía.
"Está bien. Tengo más escondidas en el gabinete," dijo el director y se acercó al gabinete a la izquierda de su escritorio.
"Esas las agarró apenas llegó. Antes, cuando te dirigías a tu escritorio," dijo otro director, sumándose a la burla.
"Es que ustedes no ven la seriedad del asunto. Ese niño invocó un tifón que hizo sonar las alarmas de la escuela. ¡Con tan tremendo poder desde joven, ¿qué piensan que hará de adulto?!" Este comentario provino del reconocido director Phineas Black, uno de los más odiados.
"Tranquilo, Phineas. Dumbledore sabe lo que hace," dijo el antecesor de Dumbledore, el director Armando Dippet.
"¿Ah, sí? ¿Y lo dice el director que vio crecer al Señor Tenebroso en persona?" replicó Phineas con burla.
"Pensar que un chico se volverá oscuro por tener magia poderosa sería una tontería, ya que, a diferencia del Señor Oscuro, el joven Flamel creó una magia de luz tan poderosa que puede hacer frente a la magia oscura misma," añadió la profesora Dilys Derwent, una directora que se especializó en magia curativa, incluso su retrato también se encuentra en el Hospital Mágico San Mungo.
"Es solo magia de luz. No es como si fuera magia sagrada, que solo un santo podría usar. Como mucho, no serás corrompido como la magia oscura, pero se puede usar de la misma forma destructiva. Si llegara a descontrolarse, nadie podría pararlo," contestó Phineas.
"Si me permiten, aunque no suelo entrometerme, quisiera decir unas palabras," habló sorpresivamente el Sombrero Seleccionador, quien normalmente está en silencio sobre uno de los gabinetes, a menos que le hablen.
"Adelante, por favor," dijo el director Dumbledore, dándole la palabra.
"Aunque saben que no puedo decir mucho, por el bien de defender el honor del joven, solo voy a decir unas palabras. Y es que dudar del joven sería lo mismo que dudar del mundo y la magia misma, sobre todo de alguien que no dudaría en morir para salvarlo. Eso es todo lo que voy a decir," expresó el Sombrero antes de volver a cerrar los ojos y simular que dormía.
Y es que luego de mirar los recuerdos de Stephen el primer año, el Sombrero se sorprendió de la vida que este llevó y se ganó su respeto. Un respeto que hasta el mismísimo Godric Gryffindor compartiría, sin olvidar a los otros fundadores.
"¿Salvar un mundo, eh?" susurró suavemente Dumbledore mientras sus ojos brillaban con un poco de entendimiento.
"Bueno, solo digo que lo vigiles, nada más." Y con eso, Phineas Black volvió a callarse.
A todo esto, el joven del que estaban hablando caminaba tranquilamente por los pasillos mientras comía las cucarachas de chocolate que acababa de conseguir.
"Aunque su sabor a chocolate es genial, se siente raro comer una cucaracha. ¿Por qué la necesidad de transformarlas en bichos o animales como los sapos?" decía Stephen a sí mismo mientras se dirigía al comedor.
"¡Jefe, por aquí!" "¿Qué estás comiendo, jefe?" Cuando los gemelos lo vieron acercarse, le hicieron lugar. Junto a ellos estaban Harry, Ron y Hermione, que recién habían terminado de entrenar.
"Cucarachas de chocolate. Se las robé a Dumbledore. ¿Quieren?" dijo Stephen mientras sacaba un tazón lleno de cucarachas que se movían como si tuvieran vida.
"N-no, gracias, jefe," "Estábamos comiendo," respondieron rápidamente con cara pálida.
"¿Y cómo les fue al trío de enanos?" dijo Stephen mientras miraba a los tres que estaban comiendo su desayuno sin fuerzas.
"Bien, pero... me gustaría cambiar de maestro. Fred nos golpeó hasta que no podíamos pararnos," se quejó Ron mientras Harry solo asentía.
"A mí me fue bien con Angelina. Dijo que tengo buena puntería para usar armas arrojadizas," dijo una feliz Hermione, que se veía contenta pero aún sin fuerzas.
"Como ya dije, Fred y George son los mejores usuarios de espada, y aunque al principio cuesta, con el tiempo podrán hacerse más fuertes," dijo Stephen con una sonrisa.
"Sí. Aunque solo nos enseñan a pelear con armas de madera, todavía no aprendimos nada de magia," dijo Harry mientras miraba a Stephen.
"De eso me encargaré de enseñarles yo, no se preocupen. Les enseñaré luego de que terminen las clases del día," dijo Stephen mientras empezaba a desayunar lo que los elfos domésticos le sirvieron.
"Al fin podremos aprender magia de Eldritch. ¡Genial!" La más emocionada era Hermione, aunque Harry y Ron no se quedaban atrás, ya que al escuchar eso, parecía que les devolvía la energía perdida.
"Desayunen rápido, creo que su primera clase hoy es con Snape. Así que, si yo fuera ustedes, llegaría temprano para que no les descuenten puntos," dijo Stephen con una sonrisa llena de schadenfreude, haciendo que Ron y Harry perdieran la energía que recién habían recuperado.
"Ustedes también, apúrense, que tenemos clase con la profesora McGonagall, y ya les dijo que si se tardaban otra vez, los convertiría en un reloj de pared," les dijo Stephen a los gemelos, que se estaban burlando de la desgracia de Ron y Harry.
"Nos vemos, enanos. Hagan toda su tarea para que tengan libre al final del día y así les pueda enseñar tranquilo," dijo Stephen luego de tomar toda su bebida y agarrar una tostada mientras comía en el camino.
"¿No se enojará Filch si ve a Stephen comiendo en los pasillos?" preguntó Ron mirando a Stephen que se iba.
"Eso es solo si lo atrapa," dijo Harry a su amigo.
"Dejen de perder el tiempo y apúrense también, no querrán llegar tarde," dijo Hermione mientras se levantaba y se marchaba para ir a clase de Pociones.
Harry y Ron se miraron, se llenaron la boca rápidamente y se fueron corriendo del comedor...
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# Capítulo Corregido por ChatGPT