CAPÍTULO 4- Inicio del entrenamiento.

Héroes por suerte.

CAPÍTULO 4- Inicio del entrenamiento.

Sí, lo sé, lo que acabo de decir es algo demasiado raro. La confusión de González está más que justificada. No me extrañaría que comience a reírse de mí.

—¿Héroe? ¿Tú? Creo que te volviste loco por tantos golpes que has recibido, bro.- Lo dijo mientras se ríe.

Era obvio que no me iba a creer. Hasta yo mismo no me creo todavía. Yo, un héroe. Una tontería que nunca pensé que diría.

Bueno, dejando de lado eso, debo mostrarle que lo que estoy diciendo es verdad.

—Te lo demostraré.

Observo a mi alrededor y confirmo que nadie está en el parque. Nadie nos está viendo. Esta parte de la ciudad es peligrosa, casi nadie sale a jugar en el parque o caminar. Nadie está aquí, es seguro.

Pero prometo que algún día veré este parque lleno de niños jugando sin miedo de ser secuestrados. Traeré de nuevo paz.

—Está bien, no hay nadie, observa.

Suspiro... Por favor, funciona.

Quiero descansar. Quiero volver a mi nueva forma normal... ¡Sí, funcionó!

Vapor comenzó a salir de mis pies.

González se alejó de mí poco a poco. Está aterrado, puedo darme cuenta de eso por su expresión. Cualquiera estaría muerto de miedo en una situación así.

—No me tengas miedo.

Un vapor rodeó mi cuerpo y volví a ser delgado. Un gran cambio que todavía no me creo. Yo, el gordo feo, se volvió guapo... Cliché, lo sé, pero me gusta este cliché. Después de todo, ¿quién no quiere ser guapo?

—¿Ahora me crees?

González se asustó demasiado y cayó al suelo temblando. Vaya... ¿En serio doy tanto miedo?

—S-sabía que esa mierda que me metí, tarde o temprano me iba a afectar.

... Mejor no pregunto nada sobre eso.

Se empieza a reír nerviosamente. Debo contarle mi historia para que deje de tenerme miedo.

—Esto es en serio. Mira, vamos a mi casa, en mi casa te cuento todo. Y para que nadie sospeche...

Vuelvo a mi forma como gordo.

—Vámonos.

—¿Estaré soñando...?Ah... Bueno, vamos.

Eso fue fácil. Todo lo que me está pasando es demasiado raro para ser verdad, pero es una realidad. Necesito la ayuda de González para que me cubra cuando salga a capturar personas malas. No quiero que mi madre descubra lo que me pasó, y tampoco mis hermanas. Yo... Yo todavía no confío por completo en ellas... González es la persona que más confianza le tengo. Es la única persona que puede ayudarme. Sé que él nunca me traicionaría.

°

°

Llegamos a mi casa y comencé a contarle la historia de cómo conseguí poderes.

Después de explicarle lo que pasó a González, él dejó de tenerme miedo. Comprendió que no soy un alienígena que llegó a la Tierra cuando era un bebé o algo por el estilo. Solo soy un humano que recibió poderes de un alienígena.

Estamos en mi habitación. Le conté lo que me pasó. Le conté absolutamente todo. Incluso el más mínimo detalle se lo conté para que confíe en mí.

Esperaba que habláramos seriamente, pero su personalidad normal regresó a él cuando su miedo desapareció.

—¡Wow, tienes poderes, hermano! ¿Cuáles tienes?- Dijo mientras me observa con ojos brillantes.

El típico González, un chico con demasiada energía y muy divertido. Sigo sin entender por qué es igual de antisocial que yo.

—Pues...

Vuelvo a mi forma delgada.

—Observa, esta es mi forma normal ahora, pero no sé por qué. El primer poder que descubrí es el de la transformación, solo debo pensar "quiero ser" e imaginarme en lo que me quiero transformar.

—Compruébalo, conviértete en Kana Morena.

Ella es una compañera de nuestro salón de clases, que tiene el cabello negro y corto, y tiene pecas. Una linda chica, pero no me siento atraído por ella. La única chica que me llama la atención es Daniela, pero sé que nunca tendré una oportunidad con ella. Es la única chica que me habla, pero sé que no tengo oportunidad con ella... Me pregunto si tendré una oportunidad con ella si uso mi forma delgada.

Dejando esos pensamientos a un lado, debo usar ese poder.

Me transformo en Kana Morena. Esa chica es plana.

Me toco el pecho... Vaya... Pechos pequeños, pero suaves... ¡Ahhh!

Dejé de tocarme. Es una falta de respeto... B-bueno, solo un poco más.

Comencé a tocarme el trasero.

—Pechos pequeños, trasero grande. Excelente combinación. Fufu.

—A-ahora sí te creo, hermano. Pero, ¿sí te conviertes por completo?

—No sé, creo que solo tomo la forma de su cuerpo y cara, no sé si también se adaptan sus partes íntimas, aparte de que mi voz no cambia, sigo teniendo la misma voz de hombre.

—Hay que averiguarlo.

—¿Eh?

Me sonríe e intenta tocarme los pechos.

—Muéstrame los pechos.

—¡Por supuesto que no!

Le doy un golpe en la mejilla y vuelvo a mi forma normal.

Esto ya se puso raro.

—No, ni pensarlo, luego me vas a querer violar.

Me empiezo a reír mientras González se acaricia la mejilla.

—Que injusto eres.

—La vida es injusta.

Sí... Muy injusta.

°

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(En ese mismo instante, en la ciudad "Jisis".)

Una chica está caminando por las calles de la ciudad muy nerviosa. Una de las elegidas y, a diferencia de Ángel, ella no sabe nada sobre sus poderes ni cómo controlarlos.

—No fui a la escuela solo por no saber controlar mi fuerza. Maldito alien, no me dijo cómo controlar mis poderes. Maldita sea, no puedo arriesgarme a ir a la casa, podría lastimar a mi madre... Quisiera controlar mi fuerza, al menos tenerla como un humano normal, demonios.- Pensó nerviosa, pues sabe que eso no es algo que debería decir en voz alta.

Ella usó vendas para ocultar sus nuevos pechos y usaba una blusa demasiado ajustada debajo de otra blusa.

Ella era plana antes de tener poderes y sabe que no es normal cambiar tanto de un día para otro.

°

°

(3 horas después.)

Ella se ocultó en un centro comercial jugando videojuegos en una de las tiendas, mientras el tiempo pasaba. Sabe que no puede evitar lo inevitable y debe regresar a casa.

—Bueno, si no voy a casa en este instante, me van a castigar. Está bien, solo debo ir, entrar a mi casa y evitar tocar algo, no quiero romper nada.

Salió del lugar y suspiró.

—P-por favor, que no pase nada malo.

°

°

La chica está parada frente a la puerta de su casa, lista para enfrentar sus nuevos problemas.

—¡¡Madre, abre por favor!!

Una mujer con el cabello negro y muy largo abre la puerta. Una hermosa mujer, su madre.

—Hija, que bueno que llegas, ven a saludar a tu tía, nos viene a visitar.

—Justo vienes hoy a visitarnos, maldita sea.- Pensó nerviosa.

Suspira y se tranquiliza. Sabe que su madre se daría cuenta de que algo raro le está pasando si sigue actuando como una chica nerviosa y quiere evitar eso.

—Sí, ya voy.

Su tía se acerca a ella. Su tía es muy parecida a su madre, solo que ella tiene el cabello corto.

—Hola, tía

—Hola, Esmeralda. Ven a abrazar a tu vieja tía.

—¿Abrazar? ¡No, por favor!- Pensó asustada.

Ella sabe perfectamente si abraza a su tía usando su fuerza, la mataría.

—Ven, no seas tímida.

—S-sí... Y-ya voy, tía.

Se arriesgó y la abrazó.

La abraza sin aplastarla lo más mínimo. Apenas sus brazos la tocan.

—Abrázame bien, hace mucho tiempo que no te veo. Abrázame fuerte, bebé.

—Mierda, mierda, no la mates, Esmeralda, no la mates.- Pensó.

La abraza con algo de fuerza, la más mínima que puede, y no pasa nada malo.

—Más fuerte, bebé.

—¿Eh?

La abraza más fuerte, pero no pasa nada.

—Más, bebé.

La abraza muy fuerte, pero sigue sin pasar nada malo. Su tía no explotó ni nada por el estilo.

—Así, bien fuerte, bebé.

—¿Qué pasa? ¿Por qué no tengo super fuerza?- Pensó confundida.

Esmeralda observa sus brazos confundida.

Ella sabe que lo que acaba de pasar no tenía ningún sentido.

—B-bueno, tía, me tengo que ir a hacer la tarea.

—Cuídate, cariño.

Esmeralda entra a su habitación y cierra la puerta con seguro.

—¿Aprendí a controlar mi fuerza?

Golpea el piso y no se destruye. No le pasa absolutamente nada. Ni un rasguño.

—No me duele, pero no lo destruyo, ya no tengo fuerza. ¿Qué hice para no tenerla?

Suspira e intenta tranquilizarse. Sabe que no encontrará las respuestas a sus preguntas si no se tranquiliza primero.

—Muchas cosas que pensar, necesito relajarme... Encenderé la televisión.

Enciende la televisión y está en un canal de noticias. Destino o coincidencia, la encendió justo en el momento en que una noticia muy importante se estaba transmitiendo. Una noticia que cambiará la vida de las personas para siempre.

—¿Un héroe real en nuestro mundo? Se hace llamar: "Ángel Man" o "El hombre Ángel".- Dijo un reportero.

—¿Ángel Man? Debe ser uno de los 15 elegidos, pero ¿ya aprendió a controlar sus poderes tan rápido?

°

°

(Pov- Ángel.)

(3 horas antes, en Kerkia, Mesaik.)

—¿Qué otros poderes tienes? ¿Puedes volar?

Es cierto. Me pregunto cuántos poderes en total tengo.

—Tengo super fuerza, no siento dolor, o al menos siento menos dolor que antes, creo que puedo volar, pero no sé cómo hacerlo.

Después de todo, ese alien volaba, estoy seguro de que también puedo hacerlo.

—Activas tus transformaciones con la mente, pero ¿cómo controlas tu super fuerza?

—Creo que la activo cada vez que pienso "quiero tener super fuerza" supongo, aún la tengo desactivada.

—¿Desactivada?

—Al principio entré en pánico, maté a mi gato y rompí la puerta, pero intenté hacer lo mismo que con la transformación y pensé "quiero dejar de ser fuerte" y se quitó mi super fuerza.

—¿Los dos poderes los activó con la mente...? ¡Lo tengo!

Conozco perfectamente esa sonrisa. Tiene una idea. Él es inteligente, sabía que podía confiar en él.

—¿Qué cosa?

—Fufu. Bueno, amigo, tengo una idea para controlar tus poderes.

—¿Una idea? ¡Dime tu plan!- Lo digo emocionado.

Necesito controlar mis poderes lo más rápido posible. Necesito entrenar para evitar que nuestro planeta desaparezca.

•

°

(En el espacio.)

—Muéstrame las pantallas.- Dijo el jefe Trailen.

—Claro, jefe.

El Trailen presiona varios botones y las pantallas salen.

—¿Cuántos habitantes han aprendido a controlar sus poderes?- Dijo el jefe Trailen.

—Hasta ahora, tres habitantes lo han empezado a controlar.

—Fue más rápido de lo que pensé. Los humanos son una de las criaturas más interesantes que hemos encontrado.

Observa una pantalla con curiosidad.

—Vaya, mira la pantalla 7.

—Genial. Ese tipo ha progresado más.

—Sí, lo sé... ¿Aún están vivos nuestros esclavos Metamorfos?

—Déjeme ver... Solo queda uno vivo.

—Perfecto, colócale el dispositivo de control mental.

—Ahora mismo lo hago.

—Veamos si ya están listos.

El jefe Trailen sonríe diabólicamente. Una larga sonrisa que pondría nervioso hasta el más valiente si conociera las intenciones del Trailen.

—No me decepcionen, humanos.