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Guardián de los siete mundos

En el principio, la semilla universal dio origen al mayor, Aroth El Oscuro del plano fantasmal de Noegalyn quien desde el abismo vio nacer al universo y comprendió las profundidades del cosmo y el intrincado papel que el eterno balance jugaba en la existencia. Con el tiempo el segundo llegó, Anahel el Divino del plano inmortal de Sosarim, quien desde la luz observó la belleza de la creación en su apogeo, más su ignorancia sobre él labor de la oscuridad corrompió su visión y lo hizo aborrecerla. El caos producto de sus acciones repercutió en la creación y la vida se distorsionó. Cientos de miles de años después, una joven princesa huye de sus captores, una espada quebrada resuena a la distancia, el último descendiente de una familia real en decadencia busca recuperar su honor de una traición cometida y un octavo príncipe teme por la vida de su madre y hermana mientras intenta mantenerse vivo. Pero el destino es impredecible y una anomalía desafía los cielos, sus pisadas son eternas y con su caminar el cielo tiembla. Los astros se postran y la vida misma canta alabanzas ante su salvador, un joven de cabello blanco observa la luna en el cielo negro sonriendo mientras cuenta su camino. Pero su personalidad... su personalidad es un poco rara. Acompaña a Deus y sus discípulos en su travesía por el mundo y se testigo de su misión. —- Descripción pendiente de corrección y revisión.

Nexion · ตะวันออก
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3 Chs

Coronación menor

Beni miro ferozmente a Hera y luego cautelosamente a Deus.

Las órdenes del capitán Marwin habían sido claras, ubicar a la princesa, reportar su ubicación y esperar a los refuerzos.

Sin embargo, el ser descubierto por Deus no estaba dentro de sus planes. Al principio pensó que se trabada de un farol, pero tras ser señalada su posición de manera exacta por el dedo del joven de cabello blanco, Beni no pudo evitar entrar en pánico por un momento.

Pero su determinación era firme y del cumplimiento de su misión dependía su futuro.

Pero Beni era uno y ellos dos, si el joven de cabello blanco se interpusiera en su camino, nada podría evitar que la princesa escapara y tras haber espiado durante horas al par, era evidente que su relación no era ajena, el joven de cabello blanco probablemente podría ser otro guardián o ayudante de la princesa.

Pero entonces una idea destello en la mente de Beni, si lograba capturar a la princesa pese a ser descubierto sus méritos serían diferentes, entre ayudar a la capturar y realizar la captura misma, la diferencia del significado en el logro era evidente.

Beni desenfundó su espada mientras se acercaba al par lentamente, preparado para atacar en cualquier momento.

Hera retrocedió cautelosa, el joven se veía unos cuantos años mayor que ella, pero junto a Deus lo superaban en cantidad, si trabajaban juntos no debería haber problema alguno, en especial dado que el joven de cabello blanco no era alguien ordinario.

Volteo para verlo y esperar sus órdenes, pero para su sorpresa Deus se había vuelto a sentar junto a la fogata que ahora se encontraba extinguida y miraba tristemente a los pescados que también habían sido cruelmente cortados por el despertar de su Alma Espada.

—"De.. Señor Deus..., ¿Que deberíamos hacer?"—, pregunto Hera sin saber bien cómo referirse al joven de cabello blanco, referirse directamente por su nombre le daba una sensación irrespetuosa así que optó por llamarlo señor.

Deus la miró sonriendo y riendo dijo, —"¿Deberíamos? Estoy muy segura que ese es tu acosador, no creo que me esté persiguiendo a mi... aunque la verdad es soy realmente guapo.. quizás sea de los que disparan para el otro bando..uh, pero es más probable que vaya a por ti."—

Hera quedó en shock, era claro que el joven armado iba por ella, pero tras lo conversado, el cuidado y las palabras de apoyo que Deus le había dado, no esperaba ser abandonada repentinamente.

Pero antes de poder sentirse traicionada, Deus miró al Beni y dijo serenamente mientras se rascaba la barbilla, —"Sin embargo, nuestro encuentro ha sido predestinado, tampoco puedo dejarte a la deriva, a diferencia de ti el niño de allá si ha sido entrenado decentemente."—

Beni frunció el ceño al escuchar que el joven de cabello blanco, quien no parecía mayor a él en ningún sentido lo llamaba niño, pero pese a su enojo permaneció en silencio, la situación era desventajosa para el, debía evaluar correctamente la situación antes de actuar. La princesa no debería ser ningún problema para él, dado su género, su edad y su inexperiencia, pero el joven de cabello blanco era un tema diferente, algo en su interior le susurraba que tuviera cuidado.

—"¿Qué te parece si hacemos un trato?—, dijo finalmente Deus sonriendo—"Danos cinco horas, luego podrás enfrentarte contra ella, te prometo que no intervendré de ninguna manera, si ganas puedes hacer lo que desees."—

Beni se mostró sorprendido ante la propuesta del joven de cabello blanco pero inmediatamente exclamó satisfecho,—"De acuerdo!"—

Pese a que intentó no mostrar su satisfacción fue difícil evitar no formar una ligera sonrisa en su rostro, la propuesta era literalmente ideal para su situación. Hace varias horas ya había reportado su ubicación y solo debía esperar a que sus compañeros regresaran, y dado que su misma presa proponía esperar en un lugar fijo durante cinco horas, quien era él para negárselo.

Hera miró incrédula a Deus, no había forma de que ella pudiera derrotar al joven, básicamente Deus la estaba enviando a su muerte. —"¿Acaso juzgue mal su carácter?No! No es posible"—, se dijo a sí misma mientras los vagos recuerdos de las imágenes del monarca divino volvían a correr por su mente.

Pero entonces una voz profunda y antigua recorrió su mente.

—"Mirando al negro cielo distante,

Escuchando los susurros de la blanca luna eterna,

Por favor guía mi camino hacia los cielos,

Tu clara luz purifica mi cuerpo agotado,

Hoy comienzo un nuevo camino de sangre,

Pronto tú también te teñirás de rojo,

El nombre de esta técnica es Lamento Lunar Rojizo, Secreto de las estrellas."—

Dichas palabras resonaron como un gong en la mente de Hera, mientras que Deus le lanzaba uno de los palos junto a la fogata.

Hera sostuvo firmemente el palo mientras continuaba en trance meditando las palabras de Deus y recibía una gran cantidad de información de la técnica.

—"Lamentó Lunar Rojizo, Secreto de las estrellas. Primer movimiento. Conquistador de los Cielo."—

—"Lamentó Lunar Rojizo, Secreto de las estrellas. Segundo movimiento. Llamada a la masacre."—

—"Lamentó Lunar Rojizo, Secreto de las estrellas. Tercer movimiento. Susurro del sol ardiente."—

—"Lamentó Lunar Rojizo, Secreto de las estrellas. Cuarto movimiento. Luna sangrienta."—

Hera miró temblando de manera incrédula a Deus, —¿Qué es esta técnica?"—

Pero Deus ignoró su pregunta con indiferencia y sonriendo simplemente dijo, —"Tienes cinco horas, aprovéchalas."—

Hera aún anonadada sacudió la cabeza para despertarse y asintió, en sus ojos se podía ver una imbatible determinación, sosteniendo el palo de madera empezó a practicar el primer movimiento una y otra vez.

Beni que se encontraba sentado sosteniendo su espada miraba con curiosidad al par de jóvenes, durante varios minutos no habían soltado palabra alguna, solo diferentes miradas que emanaban curiosidad, sorpresa, incredulidad y determinación, —"¿Están hablando con transmisiones de Maná?"—, se preguntó asimismo.

Entonces advirtió como Hera empezaba a realizar diferentes movimientos con el palo, como si de una espada se tratase.

En un primer momento cada movimiento y postura eran extremadamente toscas, evidenciando una completa ignorancia de la técnica, pero para sorpresa y incredulidad de Beni, con el paso de las horas una sensación de confianza y familiaridad empezaba a sentirse con cada blandida del palo por parte de Hera, hasta que al final, casi al culminar el plazo establecido con el último golpe del palo un hermosa luna roja se alzó a espaldas de Hera cubriendo el cielo entero, emitiendo una sensación de desolación celestial.

En ese momento la misma aura de la espada que Hera había despertado hace varias horas volvió a envolver su cuerpo pero en mayor medida rugiendo devastadoramente, dando la sensación de ser una filosa espada divina que podría cortar los cielosl mismos.

La espada de Beni, al escuchar el rugido de la aura no pudo evitar temblar en sus manos, intentando escapar de ellas y postrarse ante Hera.

"Lamentó Lunar Rojizo, Secreto de las estrellas. Primer movimiento. Conquistador de los Cielo. Coronación menor."

—"I-imposible!"—, gritó Beni levantándose anonadado.

—"E-es im-mposible, n-no puedes haber conseguido una Coronación menor en cinco horas!."—, dijo tartamudeado, luego miró a Deus horrorizado y preguntó con voz temblorosa,—"¿T-tú! que hiciste?"—

Si bien el origen de Beni no era privilegiado al nivel de un joven maestro de una secta o clan, era evidente que tenía talento para ser seleccionado para ingresar a la unidad de élite del capitán Marwin, no obstante, conseguir una coronación menor era algo de otra liga.

Todas las técnicas de espada tenían cuatro niveles de entendimiento, coronación menor, coronación intermedia, gran coronación y voluntad de la espada. Sin embargo, pese a que la coronación menor era el primer nivel, conseguirla era algo extremadamente difícil. Solo por poner de ejemplo, en su unidad solo el capitán Marwin había conseguido una coronación menor, lo que había elevado su estatus de manera exponencial, gracias a ello incluso los altos señores de las ciudades mercantes debían mostrarle respeto.

Beni miró horrorizado a la princesa, —"Acaso su talento en la espada era tan anormal? NO! "—Era imposible, de acuerdo a sus reportes la princesa había vivido básicamente su vida encerrada solo con Madam Vafara, quien no era una maestra de la espada ni cultivadora. No había forma de que alguien sin experiencia en el combate o entrenamiento tenga tal talento, tampoco había forma de que haya aprendido la técnica con anticipación. La única respuesta era el joven de pelo blanco.

Beni lo miró firmemente y tras meditar varios minutos se inclinó y gritó con determinación,—"Su Eminencia! Por favor acépteme como su discípulo!"—

Que misión!, que capitán Marwin!, si lograba ser entrenado por este maestro de la espada con solo obtener una coronación menor su estatus sería similar a la del capitán.

—"Ah?"—La solicitud tomo desprevenida a Hera. —"No!—, exclamó angustiada. Si bien no conocía al joven, era evidente que pertenecía al grupo que la intentaban capturar. Su tía Vafara probablemente había muerto a mano de ellos, no podía permitir que obtuvieran ventaja alguna.

Pero.. ¿Quien era ella para impedirle a Deus aceptar un discípulo? Ni siquiera ella misma era su discípula.

Sin pensarlo más, corrió hacia Deus, arrodillándose y golpeando su cabeza contra el suelo rogó, —"Por favor, Señor Deus acépteme como su discípula!."—

Deus ignoró a ambos jóvenes, quienes continuaron en silencio esperando su respuesta  y continuó asando unos peces que había vuelto a pescar.

Al cabo de un rato dijo sutilmente con una sonrisa burlona totalmente contradictoria a su hasta ahora calmada y refinada actitud , -"¿No tenían un duelo pendiente?"—

Hera y Beni sintieron un escalofrío recorrer su espalda, algo andaba mal.