Deo POV:
Una vez los espartanos habían sido devueltos a la ciudad, me centre de nuevo en los capullos negros que me rodeaban, no sabía cuánto iba a durar esta evolución. Pero sentía que mis generales iban a tener un gran aumento de poder. Los únicos que no eran capaces de evolucionar, son las sombras que había obtenido durante esta batalla.
Ahora que lo pienso, mi ejército ha crecido demasiado rápido. Ya que me encontraba actualmente con un ejército de casi cien mil sombras.
Aunque este número hubiese sido mucho más, su hubiese decidido, convocar también la sombra de todos los espartanos que fueron derrotados en esta batalla. Sin embargo, decidí no hacerlo debido a que no sería bien visto por los espartanos ver como sus hermanos eran resucitados en forma de sombra.
Aún era demasiado pronto para ellos.
Aunque en un futuro, no tan lejano como parecía antes, empezaría a convocar a los soldados humanos que sean derrotados por mí.
Pero si hubiese hecho eso, los espartanos me hubiesen temido demasiado para escuchar lo que digo con claridad y siempre tendrían la sensación de que son oprimidos por mis mandamientos. Y en un futuro no muy lejano, intentarían rebelarse. Aunque sería inútil ya que actualmente podría acabar con la ciudad sin sudar.
Pero eso no era mi objetivo. Mi objetivo es que se me viese como un Dios piadoso y respetado. Aunque obviamente siempre habrá el miedo a lo desconocido y lo poderoso. Ya que es una cosa diferente el creer en los Dioses y ver a un Dios en acción.
No obstante, el miedo que tienen actualmente es bueno, ya que no es un miedo negativo. Por supuesto, en el discurso de antes, había dejado caer varias veces que solo yo y mi ejercito entraron en batalla y que en el futuro los protegería para que su mentalidad de los otros Dioses vaya cambiando.
No me importa que crean en otros Dioses, pero quiero que entiendan que solo yo los he protegido y que los otros Dioses los dejaron abandonados.
Ya que cuando en un futuro, alguien intente hacer algo inhumano en nombre de los Dioses, tendrán que usar mi nombre para que la gente lo acepte. Ya que seré el Dios principal. O ese es el plan de momento. Por supuesto, si alguien intentase hacer eso en un futuro, sufriría las consecuencias.
Es por eso por lo que también introduje a mis generales, como Dioses de sus afinidades. Para que ocupemos más lugar en la imagen de los humanos.
Solo quedaría mañana, para dar el primer paso para que la gente empiece a conocerme de verdad.
Mucha gente en mi posición, intentaría prohibir que los espartanos, empezasen guerras y batallas. Pero yo no lo voy a hacer tan drástico. Ya que hay que pensar en que época nos encontramos.
Estamos en una época, donde cuando una ciudad o país, muestra algo de debilidad, esta es atacada por sus enemigos.
Pero todo esto es una historia para mañana. Ahora lo principal es ver los cambios de mis generales y soldados.
Tras lo que supuse que fueron 30 minutos, Shenlong apareció frente a mí y me aviso que muchos de los capullos empezaron a romperse.
"Mi señor, ya han comenzado a salir."
"Ya veo, ¿algún cambio impactante?"
"De momento, solo los soldados han empezado a despertar, el cambio parece ser un aumento de su fuerza y que han empezado a evolucionar hacia un destino especifico dependiendo de sus habilidades."
"¿Oh? Continua"
"Si mi señor, los conejos parecen haber evolucionado hacia un aumento de velocidad y afilado de sus cuernos. Los jabalís hacia un aumento de musculo y tamaño para aguantar más. Las serpientes algo parecido, ha algunas les ha crecido una cabeza más, con aumento de velocidad y tamaño. Los lobos y osos han evolucionado en general, aun sin especializarse en nada."
"Ya veo, los lobos y lo osos son está evolucionando en todas las direcciones, mientras que los demás en direcciones específicas. Esto nos viene bien, podre utilizar mejor cada sombra, dependiendo de su dirección de evolución."
Volví a centrar la atención en los 6 grandes capullos negros en frente de mí, donde se encontraban mis generales, y mi padre.
Suponía que la evolución de Deacon tardaría más debido a que su cuerpo no está hecho de sombras por lo que tardaría más en asimilarlo.
Aunque no sabía cuánto tardaría ya que es la primera vez que le otorgo parte de mis poderes a un ser vivo y en especial a un humano.
Me toque la máscara que cubría y ocultaba mi rostro.
En esta batalla, me di cuenta de que mi vida humana normal y corriente estaba a punto de acabar.
Uno de los indicios de esto, es como mi mentalidad ha cambiado tras esta batalla, algo dentro de mi cambio. Es como si sintiese que ya no pertenezco a los humanos.
Aunque técnicamente es cierto, es raro de explicar cómo mis pensamientos están cambiando lentamente.
Un ejemplo de esto, es como me refiero a los espartanos como humanos. Como si yo no fuese uno de ellos. Pero, era algo que tarde o temprano iba a pasar, pero nunca espere que tardase 5 años en ocurrir.
Pero que se le va a hacer. Toca disfrutar de esta vida que tengo y ya está.
No se cuánto tiempo estuve inmerso en mis pensamientos. Pero un crujido me despertó de ellos.
Levante mi cabeza, y me fije que los 5 capullos que rodeaban a mis generales, se encontraban temblando y poco a poco se empezaron a quebrar.
Cuando se quebraron, una gran explosión de energía ocurrió, afortunadamente, controle las sombras, para que hiciesen una barrera alrededor de mis generales para que la energía que desprendían no se descontrolase.
"Controlar vuestras auras."
Al dar la orden, los 5 generales que acababan de evolucionar, se dieron cuenta de la energía que estaban desprendiendo y rápidamente empezaron a obedecer mi orden.
Mientras intentaban controlar sus auras, empecé a ver sus cambios de apariencia. No pude estar más sorprendido, ya que nunca me esperé que Nag y Ruby cambiasen tanto.
Pero primero mire a Udyr, ya que al ser el más joven de los 5 y al ser su primera evolución, su apariencia no había variado mucho, pero su tamaño y aura habían aumentado enormemente.
Luego me centre en Bolt y Pumba, que estos también habían tenido los mismos cambios que Udyr, pero lo que más les gusto de su nueva evolución, sobre todo a Bolt, fue que por fin obtuvieron la capacidad de hablar. Y gracias a mi suerte, de que ambos tenían voz masculina, y no hacía falta cambiar de nombre.
Tras pensar en eso, me quede mirando a Udyr, ya que era el único general que no había obtenido la habilidad de comunicarse. No tendré tan mala suerte de que Udyr sea hembra ¿verdad?
Por último, me centre en los dos que habían cambiado más, Ruby y Nag. Ya que estos obtuvieron forma humana.
Nag era un varón de una estatura de aproximadamente 1,9 metros, sus músculos estaban ahí, pero no se dejaban marcar. Y luego estaba su rasgo más distintivo, su pelo tenía un color verde, y sus ojos también eran de color verde, aunque estos últimos tenían aun rasgos de serpiente.
Por último, tenemos a Ruby, que es lo que muchos llamarían belleza en cualquier época en la que se encuentre ya que tanto su cara como cuerpo estaban a novel de supermodelo. Tenía una estatura de 1,7 metros, con un pelo blanco como su antiguo pelaje y unos ojos rojos. Lo curioso de la apariencia de Ruby es que aun tenía sus orejas de conejo, y unos pequeños cuernos parecidos a los que tenía en su forma de conejo.
"Nag y Ruby, ¿que os parecen vuestras nuevas apariencias?"
"Para serle sincero mi señor, no sé si me gusta tener apariencia humana, prefiero mi apariencia antigua."
Escuchando la opinión de Nag, solo pude encogerme de hombros.
"¿Puedes cambiar de forma Nag?"
"Eso parece mi señor, así que, si no le molesta, me gustaría estar en la otra forma."
"No me molesta en absoluto Nag, es tu cuerpo, tu apariencia no cambia mi opinión sobre ti."
"Muchas gracias por sus palabras mi señor."
Y así, Nag empezó a transformarse en un a hidra, la cual había alcanzado los 10 metros de altura. Pero sin que dijese nada, Nag empezó a encogerse hasta que se quedó a una altura de 2 metros.
"¿Y tú Ruby, ¿qué opinas de tu nueva apariencia?"
"A mí me gusta mi nueva apariencia, me parece que va muy bien con mi estilo de pelea y me favorece aún más que mi forma antigua, ya que tengo más libertad de movimiento con mis extremidades."
"Entiendo, muy bien."
Aunque no lo habían mencionado, podía sentir como las afinidades y el control de cada uno de mis generales, había aumentado.
"Ahora solo falta uno más"
Me gire para ver el capullo en el que se encontraba mi padre y mi elegido.
"No se preocupe mi señor, toda ira bien."
"Gracias por tus palabras Pumba, pero no estoy nervioso por la transformación de mi padre, si no por las repercusiones que podrá traerle a mi familia."
"Si intentan hacer algo, yo me ocupare de ellos amo, no se preocupe."
"Hahahahah, no te preocupes Bolt, mañana, cuando me vuelva a presentar ante los humanos, dejare claro que pasara si alguien intenta algo con mi elegido."
"Ya veo"
Pude ver la cara de decepción que tenía Bolt al escuchar mis palabras.
"Pero si intentan algo, te mandare a ti para que te ocupes de ellos."
"¡Biennnn!"
Parece ser, que Bolt tiene mentalidad de un niño, aunque no es tan extraño, ya que cuando lo capture, aún era una cría. Me pregunto si madurara con el paso de los años o si se quedara así. Solo el tiempo lo dirá.
Pasaron horas y horas, pero Deacon aun no salía del capullo que lo envolvía. Tras la primera hora, me empecé a preocupar por él, preguntándome si me había pasado con el poder que le había dado, y su cuerpo no había podido asimilarlo correctamente.
No obstante, al tocar el capullo y notar que Deacon estaba bien dentro, no pude evitar que me saliese un suspiro de alivio.
Pero tras otro par de horas, otra preocupación me apareció. ¿Y si se convierte en otra cosa que no es humano? Quiero decir, todos los soldados de mi ejército, han sido modificados físicamente cuando los convoque. Los últimos ejemplos más claros, serian Nag y Ruby.
Espero que Astoria me perdone si Deacon cambia un poco.
Mientras esperaba que Deacon saliese del capullo, empecé a recibir noticias de las sombras que había colocado por toda la ciudad.
Cuando les dije a los espartanos que siempre estaría observando, no estaba mintiendo.
Por lo que me dijeron mis sombras, los espartanos que transporte de vuelta a la ciudad, estaban en estado de shock e incluso algunos en estado de euforia.
No los iba a culpar. Podía entender perfectamente los sentimientos de cada uno de los espartanos. Ya que era la primera vez que un Dios les había hablado, y la primera vez que un Dios les había prometido protección. Muchos de los espartanos, sobre todo los que no son guerreros, fueron directamente a casa a ver a sus familias y contarles lo que había ocurrido. Mañana iba a ser un buen día.
Por supuesto, como dije, no los iba a proteger de todo, solo de aquello que sea inhumano, o imposible para ellos derrotarlo.
Pero lo que, si iba a hacer, es ir implementando mandamientos poco a poco, para convertir a Esparta en la mejor ciudad del mundo, atrayendo así a más personas.
Cuantas más personas vengan, más mercaderes. Lo que atraerá más riqueza a la ciudad.
Mi objetivo principal, es que el nombre de Osiris sea conocido por todo el mundo. Aunque antes mi plan era ir más a encubierto, con la aparición de los Desviantes, el plan de hacerme a conocer ha sido adelantado varios años.
Pero eso también está bien.
Sin embargo, tendré que implementar medidas de precaución contra varios peligros, como espías de otras ciudades, enfermedades que traigan personas de fuera y otros más.
No obstante, el plan de que vengan más personas a Esparta, tendrá que ser implementado lentamente. Ya que como he mencionado antes, si hay demasiadas personas en un espacio limitado, se podría provocar una epidemia, que no haya comida suficiente para todos o que no haya espacio para tantas personas.
Es por eso, que Esparta tendrá que evolucionar, empezare a implementar ideas del futuro en la Esparta de la actualidad, para hacer que se convierta en un ciudad innovadora y estable.
Pero habrá que ir despacio. Muchas veces, lo que ocurre y ocurrirá con las personas al mando de ciudades o países, que quieren implementar ideas revolucionarias, es que las intentan implementar tan rápido como pueden para que la gente se adapte cuanto antes.
Pero a mi parecer, esto es contra productivo y sobre todo en esta época, donde la libertad y los valores que son fundamentales en el futuro, no existen.
Aunque nunca se sabe cómo reaccionara la gente, muchas veces, una persona que es llamada loca, es conocida como un genio en el futuro.
"Mi señor, está ya ocurriendo."
Levante la cabeza para ver que el sol ya se estaba asomando por el horizonte.
Pero Pumba no se refería a que ya estaba amaneciendo, si no que después de más de 6 horas, Deacon por fin estaba rompiendo el capullo.
Tras unos breves minutos, el capullo estallo, dejando ver a un Deacon muy similar al antiguo, pero con la diferencia de que tenía un gran tatuaje negro, en la espalda con la forma del infinito.
Un tatuaje que había pensado yo mismo, ya que yo soy un ser inmortal, por lo que mis elegidos también. Ya que siempre habrá uno en este mundo.
"Hora de marchar. Comienza la actuación."