—"Pasa algo," Rudeus— preguntó Claire.
—"Algo está mal con Geese. Él me dijo que mamá fue vista deambulando en el Laberinto en Lapam , y la bendita dijo que mamá recuerda que fue enviada directamente al cristal .
Iré a hablar con él,—" dije. —"Más tarde iré por mamá o enviaré a Aisha. Los veo luego,"— dije mientras me dirigía a casa a hablar con Aisha, para luego ir por Geese.
Cuando llegué a casa y luego de decirle a Aisha que todo estaba bien con mamá, le dije que iría a buscar a Geese.
—"Espera, Rudy. Esta mañana Geese dejó esta carta para ti y luego se marchó." —
Tuve un pésimo presentimiento mientras abría la carta:
"Hola, Jefe. Me imagino que la bendita ya vio los recuerdos de Zenith y ya te diste cuenta, ¿no? Es imposible que no lo hicieras. Bueno, si no lo hiciste, la cagué en grande al escribir esta carta.
Bueno, te preguntarás cómo es que supe dónde estaba Zenith, o cómo la saqué en el momento justo para que los Latreia se la llevaran, o incluso cómo te encontré en la aldea Dedoldia.
Bueno, no llegué a rango S, solo con talento ¿sabes? ."
Todo eso fue gracias al hombre-dios. Soy algo así como un apóstol del hombre-dios, como lo llamas tú. ¿Sorprendido? Seguro nunca te lo esperaste, jejejeje.
Él se me aparece desde niño y siempre me ha dado consejos. Es un cretino, pero me salvó el culo muchas veces. De seguro te cabreó por algo, ¿eh? Conmigo también lo hizo y acabó con toda mi tribu. Lo odié, pero me di cuenta de que fue más el beneficio que tuve que la pérdida. Se rió de mí, ¿y qué? Al final, todo salió bien para mi . ¿Acaso no te ayudó a confiar en el viejo Ruidjerd, o a conseguir tu ojo demoníaco , o a encontrar a tu hermana y a Lilia?
En lo que a mí respecta, mordiste la mano que te dio de comer, eres un traidor y eso es malo, jefe. Todo trae consecuencias. Buscaré aliados y te enfrentaré. Esto es la guerra jefe, puse a los caballeros del templo en tu contra y aun así los derrotaste , pero cometiste un error, vi como peleas y tus armas, estas acabo jefe; prepara tu funeral.
No te odio ni nada, y nunca olvidaré nuestro viaje por la carretera de la espada o el laberinto de Lapam. Nunca me sentí más vivo. Pero así es el mundo, disfruta a Paul Zenith, y tu familia mientras puedas, morirás.
Nos veremos pronto.
Geese Nukadia
—MALDITA SEA, MONO Y LA CONCHA DE TU MADRE—grite pateando una silla.
—¿Rudeus, qué pasó? —me dijo Aisha.
—Es el apóstol, Geese es un traidor. Rápido, Aisha, toma tus espadas y ve a la mansión Latreia. Protege a mamá y a los abuelos.
—Pero hermano...
—Obedece. Yo iré a la catedral para que inicien su búsqueda y luego iré a la Sharia a informar a Orsted. Iré por ustedes al anochecer.
—Está bien —me dijo Aisha, algo asustada, y partió a la mansión Latreia.
Mientras corría a la catedral, pensaba en Geese. El maldito estuvo con nosotros, pudo atacarnos. No, no, él no es rival para nadie. El maldito me estaba estudiando. Vio el Mjolnir y la Mark 2. Mierda, ahora que lo pienso, Galvius vio la Mark 1 cuando nos siguió por el molino en Shirone, el hijo de puta de Hitogami conoce mis armas. Maldita sea, ese maldito mono ya debe estar muy lejos de aqui. De seguro usó algún círculo mágico del que no tenemos conocimiento. Hijo de puta, lo voy a matar, lo voy a aplastar con gravedad hasta dejarlo hecho papilla y me voy a mear en su cadáver, hijo de puta.
Llegué a la catedral y hablé con Nash Venit, quien emitió una alerta de inmediato, mandando mensajeros a los caballeros sagrados y a los de la catedral. También hablé con el comandante de los templarios, quienes rápidamente se movilizaron en su búsqueda.
Mientras me dirigía a la sede de los mercenarios, donde me teletransporté rápidamente a la cabaña.
—General, no lo esperaba de regreso tan rápido —me dijo la bella Faria.
—¿Orsted está aquí? —pregunté.
—Sí, en la oficina.
Rápidamente entré.
—Es Geese, ese maldito mono hijo de puta es el apóstol.
Orsted se retiró el casco y me miró de forma aterradora.
—¿Estás seguro?
—Claro que sí, mira —le dije, pasándole la carta.
Orsted la leyó calmadamente para luego mirar al techo mientras se llevaba la mano a la barbilla.
—Las órdenes de caballeros de Milis ya están tras él —le dije.
—Veo que lograste la alianza del santo país y la iglesia de Milis.
—Sí, así es.
—Bien, esto es bueno.
—¿A qué te refieres?
—Habían descartado hace mucho a Geese como un apostol, siempre fue constante en todos los bucles. Había sospechado de él y lo maté un par de veces, pero nunca lo confesó, incluso ad portas de la muerte.
Nunca hizo nada que cambiara radicalmente la historia que conozco, hasta ahora; siempre fue él, siempre fue el apóstol principal. Vivió y murió como aventurero, eventualmente lo descarte por completo, el maldito me engaño , y sin embargo siempre fue el, el debe ser quien ayudaba a los apóstoles desde las sombras , dijo sonriendo amargamente .
—¿Qué es tan gracioso? —dije.
—Hitogami se disparó en los pies y reveló a su último apóstol secreto. Jajajaja, simplemente debo matarlo en el próximo bucle y estará acabado, mostró su carta ganadora, esta perdido.
—Oye, ¿cómo que en el próximo bucle? ¿Qué hay de mí y mi familia? Quiero ganar en este bucle.
—Oh, claro, sí ganaremos. Lo que quise decir es que esto nos acerca a la victoria.
—No fue así como se escuchó.
—Mmmmm, ¿qué vas a hacer?
—Trataré de cazarlo en Milis junto con los caballeros, iré al gran bosque y emitiré una orden de captura allí, pero no tenemos aliados ni en Begarit ni en el continente demoníaco. Además, el maldito, dijo que buscaría aliados. Debemos apurarnos con nuestras alianzas. Iré al reino del rey Dragón, hablaré con Gal Farion y los dioses del Norte, buscaré a Badigadi y los Superd, creo que debemos ir al continente demoniaco pronto y hablar con Kishirika, maldición y ¿si Geese va con Atoferatofe?, esa maldita lunatica, sería una oponente peligrosa, no se si pueda derrotarla.
Cuando hablé de los Superd, por alguna razón, Orsted puso un semblante oscuro, como si ocultara algo.
—¿Estás bien?
—Sí —dijo Orsted dándome una aterradora mirada—es difícil que Atofe sea una apóstol, Kalman, siempre les dijo que no deben confiar en el hombre dios, la única forma de que Geese la reclute es derrotandola y creeme, jamás podría derrotarla en combate.
—Bien cuando regrese veremos nuestros pasos a seguir, tal vez capture a Geese en Milis. Por ahora le enviaré un mensaje a Ariel para que emita una orden de captura para Geese en Asura.
También le indiqué a Faria que emitiera una orden de captura a los mercenarios de las sedes del triunvirato mágico, así Geese no podría estar ni en Asura, ni en los países nórdicos, ni tampoco en el continente Milis.
—Faria, dígale a Eris que venga inmediatamente a Milis, dígale que me hospedo en el distrito divino en la casa de Cliff , y dígale a los generales, Zanoba y Paul Greyrat que estén en alerta, que Geese Nukadia es un apóstol.
—Sí, señor —me dijo la bella elfita.
Volví al despacho de Orsted, donde Ariel ya le había respondido mediante la tablilla , diciendo que emitió la orden de captura inmediata y enviaría emisarios a todos los rincones del reino. El mensaje terminaba con un "te extraño, y Edward también, ven a vernos pronto, te amo".
Cuando Orsted leyó el mensaje, hizo una mueca de sonrisa.
—¿Qué es tan gracioso?
—Yo no me río.
—Claro que sí, te he sorprendido varias veces burlándote de mí.
—Claro que no.
—Bueno como sea , regresaré a Milishion. Aisha está sola cuidando a mamá. Nos vemos... Aaa, por cierto, la bendita quiere ser tu aliada.
—¿¿Qué, en serio??
—Así es. Vio mis recuerdos y dijo que eres una buena persona y que le gustaría estar bajo tu protección para llegar a más de 50 años.
—Mmmmm, ya veo,— dijo Orsted, llevándose la mano a la barbilla nuevamente.
—Ella solo pidió una copia de esta pulsera con tu símbolo, para que sus enemigos sepan que está bajo nuestra protección, y le prometí una bestia guardiana.
—Ya veo. Dile a Faria que mande a hacerle un brazalete con mi símbolo y en unas semanas te tendré un pergamino para invocar un guardián.
—Te lo agradezco, volveré a Milis.
Cuando regresé a Milishion , ya era de noche en ese continente. Me dirigí a la mansión Latreia, donde Aisha estaba cuidando de mamá.
—¿Están bien? Les pregunté.
—Sí, ¿cómo te fue, Rudy?
—Eris vendrá pronto para que los cuide aquí en Milishion . Yo saldré con los templarios a cazar a Geese. Tú ocúpate de iniciar actividades en esa sede cuando ella llegue y emite una orden de captura a todos los rincones del continente Milis .
—¿Está todo bien, Rudeus? —me preguntó Carlise, que entraba en la sala con Claire desde otro salon.
Así que les expliqué la situación: Geese era el enemigo, un aliado del Dios humano. Claire me pidió disculpas, ya que ella le había pedido a sus sirvientes que recuperaran a Zenith y estos sobornaron a Geese, quien se la entregó sin vacilar, obviamente el mono bastardo siguió la órdenes del hombre dios, deben haber planeado esto hace mucho los bastardos, el hombre dios si bien no puede comunicarse con más de 3 personas siempre está observando a todo el mundo, de seguro tenía sus ojos sobre la abuela y planeo este incidente, al ver los planes de Claire, el muy hijo de puta.
—No te preocupes, abuela, todo esto fue un plan del hombre Dios para hacer fracasar la alianza con la Santa Iglesia. Ahora ya sabemos quién estaba detrás de esto; él nos usó para crear un conflicto entre La iglesia y nuestras fuerzas y así dividirnos.
Escuchen, esta misma noche saldré en su búsqueda con una compañía de templarios. Aisha, eres una triple avanzada tanto en magia como en esgrima; protege a los abuelos y a mamá hasta mañana que llegue Eris. Después, pon a funcionar a los mercenarios, ve mañana en la mañana a recibirla . ¿Está claro?.
—Sí, hermano.
—Bien, me voy. Mamá —dije abrazando a Zenith—te veré pronto, y abuela, por favor, no trates mal a Aisha.
—No lo hará —me respondió Carlise mirando a Claire qué asintió con la cabeza.
—Bien, me voy.
—"Espera, Rudeus," me dijo Carlise, "haste llamar al general Latreia entre los soldados Milis; te respetarán más al saber que eres parte de nuestra familia."—Lo miré mientras Claire me extendía un parche con el escudo de armas de los Latreia.
—"Creí que me habías expulsado de la familia Latreia,"— le dije a Claire.
—"Solo lo dije para protegerte. Estoy orgullosa de ti; también eres un Latreia.
"Acepté el parche y Aisha lo pegó en mi túnica antes de irme.
—Le rezaremos a San Milis para que derrotes a tus enemigos," —me dijo Claire.
Le sonreí a mis abuelos antes de irme y partí a la caza del maldito mono.
Buscamos por todo el continente Milis; incluso Edgar Latreia buscó por el este sin resultados. Aunque no conocí en persona a Edgard, solo me llegan informes de los resultados de su búsqueda, ya que el es comandante de una división templaria . Mientras tanto, fui al gran bosque donde me reuní con Ghis y le expliqué lo sucedido. Él mandó emisarios a todas las tribus ferales para la captura de Geese.
Algunos caballeros fueron a las aldeas de elfos, enanos y Hobbits, también enviaron a caballeros al puerto de Zant y puerto del Este, informando que se buscaba a un demonio llamado Geese Nukadia, ya no tenía dónde esconderse en el continente Milis.
Antes de regresar, Ghis me preguntó por Rinia y Purcena.
—Están bien, trabajan en la empresa de mercenarios; de hecho, son jefas y hacen un gran trabajo—le dije.
—Ya veo, ¿han madurado? .
—Bueno, no sé si han madurado como tú piensas, Ghis, pero son muy responsables.
—Eso es bueno. ¿Cuál planea ser la matriarca?
—Creo que Purcena tiene más intenciones de regresar en el futuro.
—Mmmmm, ¿qué hay de Lineana?
—Pues, se la ve feliz en lo que hace; es una buena ejecutiva.
—¿Y cuántos hijos tienes con ella?
— Cof Cof Cof, perdón, ¿Qué? No tengo hijos con ella.
—¿Pero como? ya han pasado un par de años y ¿no se aparearon en la temporada de celo? ...
—Ghis, ¿qué clase de degenerado crees que soy? .
—No lo digo por eso, pero pensé que te habías casado con Líneana, ella se veía interesada en ti.
—¿Qué? No, y nunca me he acostado ni con Rinia ni con Purcena (aunque las ganas no faltaron cuando estabamos en la universidad 😈).
—Pffff, bien, al menos sé que está bien. Cásate con Lineana, te doy mi bendición.
—No voy a casarme con ella; ya estoy casado.
—Mmmm, ya veo. Al menos que se case con alguien respetable, que no termine con un idiota.
—¡Diablos, Ghis!. Yo no me meto en la vida privada de ellas,solo te puedo prometer que estarán bien, lo juro
—Pffff, bueno, al menos sé que están bien.
—La enviaré a que te visite uno de estos días; tal vez traiga a Ghislaine también.
Él hizo una mueca de sonrisa. —¿Y la bestia sagrada? .
—Pues en casa; las chicas siempre lo están cuidando y él pasa todo el día con mi hija Lara.
—Recuerda traer a la elegida cuando cumpla 15 años; no lo olvides.
—No lo olvidaré. Debo regresar; te veré pronto Ghis , —dije dándole la mano.
—¡Adiós!— y así me despedí del gran bosque y regresé a Milishion. No pudimos encontrar al mono bastardo después de un mes de búsqueda, el bastardo ya debe estar lejos .
.
Mientras un mes antes, el día después de que Rudeus se fue a cazar a Geese, Aisha partió temprano a la sede mercenaria a esperar a Eris. Pero cuando entró, la encontró dormida en el suelo, tapada con unas túnicas.
—¿Hermana? ¿Cuándo llegaste?
—Anoche, me vine de inmediato, pero no había nadie—dijo bostezando .
—¿Y por qué no fuiste a la casa de Cliff?.
—Es que era tarde y Lucy tenía sueño. —
De pronto, de entre las túnicas apareció Lucy.
—Tía Aisha, te extrañé mucho. ¿Dónde está papi?
—¿Trajiste a Lucy? ¿No te explicaron que estamos en una situación grave?
—No, Faria me dijo que me querían en Milis, y Lucy dijo que quería ver a Rudeus, así que Silphy me dijo que la trajera. ¿Dónde está Rudeus? ¿Qué pasó?
—Pfffff, bien, escucha —le dijo Aisha mientras le explicaba la situación.
—Ya veo, así que Geese... —dijo Eris, algo impactada por la traición.
—¿Estás bien, Eris?
—Sí, es que nunca me imaginé que sería él. Bien, ¿qué debo hacer?
—Proteger a mamá y los Latreia, mientras regresa Rudeus ... yo iniciaré actividades aquí. Vamos, te llevaré a casa de Cliff. Nos hospedaremos ahí.
Una vez que dejaron sus cosas en casa de Cliff, partieron a la mansión Latreia, donde fueron recibidos por Claire y Carlise. Mientras se presentaban, Lucy corrió a los brazos de Zenith.
—¡Abuelita, Zenith! Te extrañé mucho,—dijo mientras Zenith la tomó en sus brazos.
—Lucy, hija, preséntate. Ellos son los abuelos de papi—le dijo Eris.
—Mucho gusto, soy Lucy Greyrat —dijo, haciéndole un saludo al estilo Milis, que Silphy le había enseñado.
Solo eso bastó para que Carlise y Claire cayera rendidos ante la niña, aunque a Claire no le gustó mucho la actitud altiva de Eris. Sin embargo, se guardo su opinión , ya que se lo había prometido a Rudeus.
—Bien —dijo Eris—, vigilaré los alrededores de esta casa y la de Cliff —dijo mientras se retiraba a hacer guardia.
—Bien, con Eris aquí estaremos seguros —dijo Aisha—. Ella es una reina espada y reina del norte; es más fuerte que Rudy en esgrima. Así que yo iré a la sede. Nos vemos —se despidió.
Y así quedaron los Latreia con Zenith y Lucy.
—Lucy, ¿quieres pasteles? —le dijo Claire.
—Sí, me gustan mucho.
Y así se sentaron en el jardín mientras Lucy comía pasteles sentada en el regazo de Zenith.
—Qué lindas orejitas tienes —le dijo Carlise.
—Sí, las saqué de mami blanca y bisabuelita Elinalise.
—Ya veo, ¿tienes más hermanos?
—Sí, Lara, Ars, y el bebé que tiene mami blanca en la pancita, y Edward , aunque no es hijo de papi, pero papi es el padrino.
—Ya veo —dijo Carlise, mirando a Claire.
—¿Te gusta ir a la iglesia?—le pregunto Claire.
—A veces voy con la abuelita Zenith y la bisabuelita Elinalise; el tío Cliff es sacerdote.
—Eres una niña muy linda, serás un bella dama Milis—dijo Claire, sonriendo.
—Así que tendrás un hermanito—le dijo Carlise
—Sí, papi le infló la pancita a mami blanca, y antes le había inflado la pancita a mami roja y mami azul. También le infló la pancita a la reina, pero a mami Nana no se le puede inflar la pancita; ella se pone triste, por eso yo la abrazo mucho.
—Ya veo —dijeron los Latreia, dándose incómodas miradas mientras Zenith suspiraba y acariciaba el pelo de Lucy.
Estuvieron compartiendo y riendo con ella toda la tarde hasta que Eris regresó por ella.
Eris fue invitada a quedarse en la mansión con Lucy, así que decidió quedarse ahí con su hija. Cuando Eris conversaba con los Latreia, Eris solo hablaba de Rudeus y lo genial que él era y de sus aventuras y misiones, con quien más hablaba era Carlise, Eris noto que Rudeus a pesar de ser idéntico a Paul, tenía muchas expresiones qué heredó de su abuelo, mientras Claire se la pasaba con Lucy y Zenith.
Aisha por otro lado, establecía las oficinas y reclutaba mercenarios, poniendo todo en marcha antes de regresar a la universidad, además, como Aisha no era muy apegada a los Latreia, se encargaba de la seguridad de Cliff, aunque no fue necesario, ya que el Papa había enviado caballeros sagrados a vigilar la zona residencial. Así pasó más un mes sin novedades y Rudeus regresó. Antes de reunirse con su familia, volvió a La Sharia, donde Orsted le pasó un pergamino de invocación y una pulsera para la bendita. Cuando volvió por su madre, se encontró con Eris en la finca Latreia comiendo dulces y bebiendo té en el jardín
—"Rudeus, regresaste", —dijo Eris, saltando en mis brazos y besándome salvajemente.
Hola, amor, ¿has algún problema con mis abuelos, te han dicho algo malo?
—No nada . Tus abuelos son muy simpáticos.
—¿¿Qué, en serio?? .
—Sí, se portan muy bien con Lucy.
—¿Trajiste a nuestra hija?.—le dije con reproche en mi voz
—Sí, ¿por qué, algún problema?.
—No, solo preguntaba.—dije bajando el tono de voz —¿Dónde está ella y mamá?.
—Fueron con tus abuelos al teatro.
—Ya veo. Uffff no pude capturarlo amor . El Maldito, escapó.
—No te preocupes, lo atraparemos. Tu padre llegó hace unos días , está furioso con Geese, quiere matarlo el mismo.
—¿Y dónde está él? , ¿quien cuida a la familia?
—Se queda en casa de Cliff con Aisha. No viene mucho para acá; creo que odia a tu abuela. Solo habla con Lord Carlisle cuando viene a ver a tu mamá. Y no te preocupes, tu padre dijo Que Orsted y Zanoba vigilan nuestra casa .
—Ya veo, mañana regresamos, mi amor, pero antes de irnos quiero que visitemos a alguien.
—¿A quién?.
—A la niña bendita. La salvaste cuando estuvimos en Milis.
—No la recuerdo.
—¿En serio? Amor, vamos,fue cuando estabas con Cliff matando Goblins . Fue la niña que salvaste de los asesinos; ella está muy agradecida contigo.
—No recuerdo bien.
—Pfffff, bueno, mañana al menos. No le digas eso y escúchala; ella te considera su heroína.
—Está bien.
Cuando llegaron del teatro, Lucy vino corriendo hacia mí.
—Papi, ¡papito! Te extrañé mucho —dijo, saltando a mis brazos.
—Hola, mi niña. ¿Cómo has estado?
—Muy bien. Pasé mucho tiempo con la abuela y los bisabuelitos. Ellos me tratan muy bien, me dan pasteles muy ricos, para la próxima trae a mamá Azul a ella le van a encantar .
—Me alegro, amor.Y si vamos a traerla a ella y a tus hermanos.
—¿también a Edward ?.
—mi amor, deje de decir que Edward es su hermano delante de los abuelitos jeje jeje,— reí nervioso mientras Zenith me daba un coscorrón.
Cúando estuvieron todos, les di la noticia de que regresaríamos al día siguiente. Claire se veía visiblemente afectada.
Esa noche tuvimos una cena algo incomoda porque invitaron Paul (por cierto no le he dicho lo que paso con mamá hasta llegar a Sharia, porque se que papá haría un Show, y uno de los grandes),papá trataba de evitarse con Claire y viceversa, aunque Zenith calmo el ambiente sentándose al lado de papá y tomándolo del brazo. Esa noche nos quedamos en la mansión Latreia. Pero antes de irme a la cama, le dije a Eris que daría una vuelta antes de dormir, y mientras ella se quedo con mis padres mirando como mis abuelos mimaban a Lucy. Yo aproveché para visitar a mi gran amigo el cardenal en su casa, donde entré con gravedad sin que nadie me viera ; parecía asustado, cuando entré a su despacho por la ventana .
—¿Qué haces aquí? ¿Viniste a matarme?—dijo, temblando.
—No, pero quería hablar con usted a solas, sin que nadie nos viera. No quiero que papa sepa de esta conversación y trate de sacar ventaja.
—¿Qué quieres?
—No quiero que le pongas las manos encima ni a mi familia los Latreia, ni a la bendita,¿esta claro?.
—Jamás haría eso.
—Jajajaja, sabes, Orsted puede ver posibles futuros y sabe que tienes intenciones de matarla si eres Papa, así que quiero informarte que, a partir de hoy, la bendita está bajo la protección del dios dragón. Tranquilo, no se irá de Milis si eso temes , pero, sin embargo, si le pasa algo, sabré que fuiste tú, ¿entiendes? .
—Sí, lo entiendo—dijo tratando de mantener la compostura .
—Por lo mismo, vine a verte a estas horas y asegurarme de que nadie nos escuche. Sé que el papá tampoco es de los trígos muy limpios, por así decirlo, y si sabe de esto trataría de sacar provecho politico.
—Entiendo,— me dijo el tipo con una sonrisa. Mierda, si hasta parece un santo, pero sé que en el fondo no lo es.
—Bien, cardenal, —me despedí—. Gracias por ayudarme en la persecución de mi enemigo. Que san Milis lo bendiga.
—A usted también, general Greyrat. Si necesita lo que sea, no dude en venir a verme, —me dijo.
Mmmm, en Milis me haré llamar Greyrat-Latreia, dos apellidos como los usaba antes en mi otra vida, pensé.
Y así me despedí de mi amigo el cardenal.
Cuando llegué a casa, descubrí que Lucy estaba dormida en los brazos de Eris, así que me acurruqué al lado de ambas.
—¿Dónde estabas, amor?
—Fui a despedirme del cardenal. Perdón por despertarte, te ves linda durmiendo con nuestra hija.
—Sí, ella es muy tierna, me recuerda a ti cuando eras un niño.
Así nos dormimos, con nuestra niña en medio de nosotros, casi nunca tengo estos momentos de padre, mamá e hija con Eris y Lucy, jejeje se que Eris quería un hijo, pero no se porque siento que es apegada a Lucy. Tal vez son los gentes ferales qué heredó de Silphy .
A la mañana siguiente, me despedí de los abuelos.
—Muchas gracias por traer a Zenith. Por favor, tráela nuevamente y ven con tu familia; quiero conocer a los niños—me dijo Claire.
—Sí, vendré, no se preocupen.
—Pero ven pronto, ya tengo 60 años y no me queda mucho.
—Vendré, lo juro.
—Y trae a Norm, quiero verla y que Aisha siga así, me alegro que sea una buena estudiante.
—Lo haré —les dije.
—La próxima vez que vengas quiere que conozcas a Edgar y Anise, ellos quedaron con ganas de conocerte.
—Lo haré abuela, yo también quiero conocerlos
—Bueno, Rudeus, te veré en un tiempo. Gracias por todo —me dijo Carlise.
—No, gracias a ti, abuelo. Nos volveremos a ver, lo juro.
La despedida con Zenith fue efusiva, entre lágrimas; lo mismo con Lucy, que se habían encariñado con ella.
Con Eris fue una despedida protocolar, mientras que con Paul y Aisha fue una despedida fría, realmente no hay manera de que se lleven bien, y los puedo entender.
Mientras el carruaje nos llevaba a la catedral miré por la ventana hacia atrás y lo último que vi fue a Claire llorando en el pecho de Carlise.
—La vieja bruja se veía más tranquila. ¿Qué le dijiste, Rudeus? —preguntó Paul.
—Nada, solo hablamos —dije, mientras Aisha me daba una mirada complicada. Sé que en el fondo le pica la lengua por contarle a papá del secuestro.
—Abuelito, no le digas así a los bisabuelos, ellos son buenos—le dijo Lucy
—Sí, claro, buenos —dijo Paul haciendo una comillas con los dedos , lo que le valió una bofetada de Zenith.
—Auch eso dolió amor.
Bueno Rudy, como sea voy a matar a Geee maldito mono, y yo que siempre confíe en el, como no me di cuenta que era imposible que alguien viera a Zenith en el Laberinto.
—No te culpes papá, nos engaño a todos, pero por ahora te quiero en la Sharia, deberás proteger a la familia y a la ciudad.
— Mmmmm bien, pero dejame darle el golpe mortal cuando lo caces.
—Esta bien— le dije.
Cuando llegamos a la catedral y mientras esperábamos para despedirnos de Cliff qué, desde el incidente con los templarios se había vuelto la mano derecha del papá y alguien muy popular, de hecho Nash Venit aliado del papá, hizo correr el rumor de que gracias a él se soluciono el problema entre la iglesia y el Dios dragon y la bendita salió con vida gracias a él, elevandolo casi a héroe, es más, muchos nobles lo habían pedido para oficiar bodas y bautizos.
Así que mientras esperamos, fui a ver a la bendita. Ella estaba con Therese, que había sido degradada, a la cual ni siquiera miré, y había una nueva capitana que tenía un carácter de mierda.
—Como lo prometí, Orsted te manda un pergamino para invocar una bestia guardiana y el brazalete que querías.
—Muchas gracias—dijo mientras lo ponía en su brazo —, ahora sí estoy segura de que viviré muchos años.
—Bien, invocare a la bestia guardiana —dije, mientras despegaba el pergamino , justo en ese momento la nueva capitana me gritó, como si fuera un niño.
—No puedes hacer eso, ¿quién te crees? ¡Eso está prohibido! hacer magia así en la catedral, hereje.
Le di una mirada fulminante —Y tú, ¿quién te crees que eres para venir a gritarme? Eres una simple capitana. Soy el General Greyrat - Latreia, comandante en jefe del ejército del dios dragón Orsted, y este es un regalo del dios dragón en persona para la bendita, tal vez quieras explicarle a su santidad o al cardenal, porque prohíbes qué el aliado de la Iglesia le de un presente a la bendita.
Cuando le grité, la tipa quedó pálida, pero le titilaba un ojo de rabia. Sin embargo, procesión fúnebre, se acercó y le dijo algo al oído y la tipa se puso pálida.
—¿Algún problema que haga esto, bendita?.
—No, claro que no, Rudeus confío en ti eres mi amigo . Estoy emocionada por ver quien será mi Guardián .
—Bien, —dije mientras desplegaba el pergamino e invocaba un hermoso búho plateado de alrededor de un metro.
Los guardianes de Anastasia quedaron atónitos.
—¿Puedo acariciarlo?
—Claro, no te preocupes, él te obedecerá siempre.
Ella se acercó y el ave hizo una reverencia, la bendita estaba feliz.
—Muchas gracias, es hermoso.
—Él siempre te va a proteger, ya no tienes nada que temer.
—Si necesitas algo en lo que pueda ayudarte, no dudes en venir a verme, —me dijo la bendita que acariciaba a su buho, mientras los guardianes se derretían en elogios.
—También te traje otra sorpresa y ella vendrá, en unos minutos.
—¿De quien hablas?.
—Eris esta aquí.
Cúando dije eso sus ojos se iluminaron