Después de invocar la bestia guardiana a la bendita, entramos a la catedral para despedirnos de Cliff, mientras Eris fue al jardín para que la bendita pudiera verla.
Cúando entre a la Catedral, ahí estaba mi amigo con su sotana de sacerdote Milis.
—Bueno viejo, supongo que regresaremos a la Sharia.
—Sí, perdón por no estar estos últimos días, he tenido mucho trabajo.
—Sí, quería agradecerte tu hospitalidad y bueno, por tu ayuda, por todo, aunque aún estoy un poco preocupado por ti. Geese está prófugo y no sé qué pasará de ahora en adelante.
—No te preocupes , sé que lo cazarás, siempre sales adelante Rudeus.
—¿Recuerdas cuando nos conocimos, y me odiabas, porque estabas enamorado de Eris?
—No estaba enamorado, —dijo algo molesto,— y no te odiaba, solo que pensaba que alardeabas de tu poder.
—Te voy a extrañar Cliff, no será lo mismo regresar a la Sharia y saber que no estás ahí, extrañare tus sermones y tu fanfarroneria .
—Muy gracioso tarado jajajaja . Yo igual, los extrañare, pero este es mi destino, me estableceré aquí y cuando tenga una mejor posición dentro de la iglesia traeré a Liz y Clive, aunque iré cada unos meses, ya sabes, debo calmar su maldición.
—Bueno, supongo que te veré pronto entonces, amigo.
—Sí, la verdad he tenido mucho trabajo, pero iré pronto, y me uniré a tu ejército en un tiempo como te prometí.
—Bien, Cliff, ante cualquier problema comunícate con nosotros por la tablilla en el edificio mercenario y teletraspórtate desde ahí. Yo vendré de inmediato si estas en problemas.
—Lo haré, y ocuparé ese círculo para visitar a Lize, ¿puedo usarlo, cierto?.
—Claro que sí, bien amigo,jajaja te vez raro vestido así. Bueno Cliff, llegó el momento de partir.
—Adiós Rudeus, —dijo mientras nos dábamos un abrazo, —cuida a Liz y Clive, que san Milis te bendiga .
—Lo juro amigo los cuidare con mi vida .
Después de eso, Cliff se despidió de mis padres y Aisha, y así lo vimos regresar a sus funciones de cura. Fueron 7 años , estudiando, fabricando artefactos y combatiendo juntos, —extrañaré hablar contigo amigo.
Mientras nos despedíamos de Cliff, Eris estaba en el jardín de la Catedral, rodeada de los guardianes de Anastasia. Frente a ella estaba Therese Latreia, con la niña bendita que se escondía tras ella.
Al volver a ver a Eris, por alguna razón, la bendita se sintió intimidada por la reina espada loca, y no podía hablarle.
"Vamos bendita, ella es Eris. Hace mucho que querías verla, vamos habla con ella",— pero la bendita ni siquiera era capaz de mirarla a los ojos.
Eris ya estaba algo irritada. Llevaban más de 10 minutos ahí y nadie hablaba.—"Bueno, ¿van a decir algo o me voy con mi esposo e hija?"—Esas palabras hicieron que la bendita sacara fuerzas de su interior y finalmente le hablara a Eris.
"No, no, Lady Eris, por favor. Soy la miko de Milis, yo quería verte hace mucho y agradecerte por salvarme la vida cuando era una niña".
"No lo recuerdo", dijo Eris, quien rápidamente pensó para sí misma: "Mierda, la cagué. Rudeus me dijo que esta mujer me admiraba".
La bendita miró a los ojos a Eris y no pudo ver ningún recuerdo de ella en su pasado. Ella solo recordaba a Therese y cómo acariciaba a Rudeus cuando era un niño, y la ira que sentía.
La bendita frunció el ceño tristemente por esto.
"Eeee... pero Rudeus me contó que lo ayudaste. Te agradezco por eso", le dijo Eris tratando de arreglar la situación.
"Sí, Rudeus es una buena persona y él te ama mucho".
"Ya lo sé", dijo Eris inflando el pecho y sonriendo.
"Él es muy poderoso, derrotó a mis guardianes fácilmente, y ahora estoy bajo su protección. Es increíble cómo ha derrotado a sus enemigos en nombre de la justicia".
"Lo sé, Rudeus es genial desde pequeño. Siempre fue así".
La bendita vio el cambio de actitud de Eris al hablar de su esposo y empezó a ganarse su amistad por ese lado, elogiándola a él y a Rudeus. Pudo ver que todos los recuerdos felices de esta mujer solo circulaban alrededor de la vida de Rudeus.
"Pero la verdad, te quería ver, Lady Eris, para agradecerte por salvarme la vida, y aunque no lo recuerdes, me siento muy agradecida. Siempre te he admirado mucho. Me gustaría ser como tú".
Eris la quedó mirando, y si bien no era fea, era algo rellenita. Como diría Rudeus, "el novio de esta chica dormirá calentito en invierno".
Rápidamente, Eris desenfundó su espada y cortó una rama ante las miradas atónitas de los guardianes de Anastasia, que no alcanzaron a hacer nada.
Luego le corto las ramitas y se las paso a la bendita.— "Toma, si quieres ser como yo, agita este palo de arriba hacia abajo".
—La bendita miró los ojos rojos de Eris y vio el entrenamiento duro que hizo en el santuario de la espada, así que empezó a imitarla.
"Bien, abre un poco las piernas, sube la cabeza, endereza tu postura. ¡Bien! Afirma el agarre de la espada. Vamos, una vez más". Le decía Eris como si fuera su maestra.
"Lady Eris, estoy cansada".
"Bien, descansa. Practica todos los días hasta que no des más y después descansa. También debes trotar todos los días por este jardín, es un lugar bonito. Hazlo todos los días hasta que te sientas una con la espada". "Tú, el grandote, —le dijo a Procesión Fúnebre,— eres un santo del cauce, ¿cierto?"
"Sí, mi señora".
"Bien, tú entrarás a esta mujer una vez que domine los movimientos".
"Claro, todos ayudaremos", dijeron los guardianes mientras sonreían viendo a la bendita.
"Muchas gracias, Lady Eris".
"No me agradezcas. Por cierto, ¿cómo te llamas?"
"Este... yo no tengo nombre".
"Aaaa, no importa. ¿Quién necesita un nombre? Son estúpidos", dijo Eris.
La bendita sonrió por esto. Ella pensó por un momento que Eris se burlaría de ella, pero lo que no vio es que Eris es profesora de esgrima en Ranoa y a pesar de su personalidad violenta, es muy buena enseñando esgrima.
"¿Qué lindo pájaro es tuyo?", dijo Eris cuando vio a la bestia guardiana.
"Sí, de hecho, Rudeus lo invocó para que me protegiera. Es un regalo del Dios Dragón".
"Ya veo. Este... ¿podría acariciarlo?"
"Claro", dijo la bendita y rápidamente Eris saltó sobre el ave y enterró su cara en sus plumas. El búho se sobresaltó, así que Eris rápidamente soltó el agarre recordando lo que le dijo Rinia:— "No tan fuerte miau, debes acariciarme despacio, así yo siento más placer miau",— le había dicho una noche en que Eris durmió con ella.
Así que se separó del pájaro y lo acarició más suavemente. Eris comprobó que las aves son más suaves que las gatas y las perras, estaba extasiada.
"Te gusta mi guardian, Lady Eris".
"Sí, es muy suave. ¿Cómo se llama?"
"Heee... no sé, no le he puesto un nombre. ¿Por qué no le pones un nombre tú?"
"Mmmm, soy mala con los nombres. Rudeus es el que le pone nombre a las mascotas, aunque a veces tiene ideas ridículas".
"¿Quién es ridículo?", —dijo Rudeus que llegaba al jardín en compañía de su familia.
"Rudeus, ¿por qué no le pones un nombre a mi guardian?",— me dijo la bendita.
"No sé, es tuyo. Tú deberías ponerle un nombre".
"Por favor, sería un honor que fueras tú",— me dijo la bendita.— "Mmmm... ¿cómo mierda lo llamo? —Pensé—.. ¿Bart Simpson? Mmmm, no, sería redundante. ¿Lucifer? No en la iglesia, sería escandaloso. Búho con botas... mmm, ya sé... ¿Qué tal Darth Vader? Cuando dije eso, Eris me miró con reproche".
"Me encanta, suena muy imponente ".
"Bien, te bautizo Darth Vader, entonces, Lord Vader, su deber es defender a la bendita. ¿Entendido?" —El búho solo abrió las alas en respuesta.
"Bien, bendita, debo despedirme. Trataré de venir de visita en algunos años con mis hijos y te prometo que te visitaré".
"Te veré pronto. Recuerda, si necesitas lo que sea, ven a visitarnos. Ahora soy una aliada y te ayudaremos en lo que se pueda".
"Te lo agradezco", dije haciendo un saludo noble y así nos despedimos de la bendita.
"Mamá, se quedó unos minutos con Therese acompañada de papá, que tenía a Lucy en sus brazos".
"¿Darth Vader?, ese es el malo,¿ porque le pusiste el nombre de un villano a su mascota idiota?,— me dijo Eris.
" Es un buen nombre, ademas Vader es Anakin, en el fondo es bueno, al final vuelve a la Luz".
"Le hubiese puesto Anakin".
"Deja de fastidiarme Eris".
"Bien", dijo cruzando se de brazos —esta noche tendremos un cuarteto estoy cachonda.
"Por Dios Eris no digas eso frente a Aisha" —Cuando Eris miro a Aisha, mi hermana estaba roja y con la cara muy incomoda. Eris se hizo la tonta y hubo un silencio incómodo por unos minutos, hasta que Aisha me habló .
"Oye hermano, no te despediste de Tía Therese".
"No, que se vaya al demonio".
"Rudeus, Aisha me contó lo que pasó. No deberías estar más molesto con tu abuela?"
"No, la abuela Claire en su mente estaba tratando de protegernos a su manera, que no era la mejor idea, pero a pesar de todo eso, ella nos ama, a pesar de su forma de ser, solo quería protegernos. En cambio, Therese me traicionó, ni siquiera vino a hablar conmigo primero, se fue directo con el Cardenal para hacerme una emboscada, malditos cobardes , se puede ir a la mierda".
"No sé, Rudeus, se veía triste de que ni siquiera la miraras".—dijo Eris
"Ya no es mi problema. Solucioné todo, estoy en alianza con el sagrado país de Milis y me voy en muy buenos términos con mis abuelos. A eso venía y lo conseguí".
"A mí me perdonaste por irme al santuario de la espada".
"No es lo mismo, Eris. Lo de nosotros fue un malentendido, y a ti te amo".
"Le debemos una, recuerdas cuando nos ayudó".
"Ya se la pagué evitando que la mandaran lejos y hablé con el cardenal para que no tratara de atentar contra su vida, así que estamos a mano".
"Bien, no insistiré", —dijo Eris cruzando los brazos.
Una vez que mis padres y mi hija regresaron, subimos al carruaje que nos dejó en la sede de los mercenarios,antes de irnos compre 4 sacos de ese tipo de azúcar rubia que venden acá y luego nos trasportamos a la Sharia.
—Llegamos a la oficina donde le di mi reporte a Orsted, el cual me dijo que fuera a descansar. Lo siguiente que haríamos era ir al Reino Dragón, el santuario de la espada, buscar a los dioses del Norte, el reino de Biehril, y por último el continente demoniaco. Cuando ya me retiraba, Orsted me llamó a su oficina.
—¿Paso algo?—.
—No, se dímelo tú—, me dijo Orsted pasándome varios papeles con transcripciones de mensajes de Ariel.—¿Cuándo vendrás Rudeus?, te extrañamos, ¿estás bien?, Lord Orsted, Rudeus está bien, y varios mensajes así—.
—Diablos, le diré que ya llegué, que estoy bien, no podré ir pronto a Ars, pero trataré de ir uno de estos días—.
—Me preocupa la reina—, dijo Orsted.
—¿Por qué?—.
—Nunca se había comportado así en ningún bucle. ¿Qué demonios le hiciste?—.
—Nada, tranquilo. Es que le prometí que visitaría a menudo al príncipe. Ella me dijo que necesitaría una figura paterna. Trataré de ir un día de estos—.
—Pffff, bien—, dijo Orsted mirando al techo.
—Una vez en casa fui recibido por Roxy que cargaba a Ars, luego por Nana que me abrazó y me dio un efusivo beso y Silphy que por alguna razón estaba preocupada.
—¿Todo bien Orejitas?—.
—Sí, tranquilo—, me dijo acariciando su vientre.
—¿El bebé está bien? , ya debes tener 3 meses, se te ve linda la pancita—.
—Sí, todo está bien Rudy, no te preocupes. Bien amor, ¿Norm está aquí?—.
—Sí, está con Lilia y mi abuelita, que está con Clive en el jardín—.
—Llámalas amor, también a Elinalise, debemos hablar—.
—¿Pasó algo malo? ¿Cliff está bien?—.
—Sí, está bien, pero tenemos un problema gigante—.
—Me asustas, Rudy—.
—Por favor, ve por ellas—.
—Una vez reunidos, empecé a hablarles.
—Bueno familia, la alianza con Milis está hecha y Cliff está trabajando, Elinalise, no te preocupes, nada le pasará—.
—La elfa suspiró de alivio.
—Bien, tuvimos un problema con los Latreia, donde la abuela se llevó a mamá y no quería entregarla, tenía pensado cuidarla ella, y tuvimos una fuerte pelea verbal. (con Aisha decidimos omitir la parte de la cura) —.
—¿Qué? ¡Esa maldita serpiente!,— dijo Paul. —¿Por qué mierda no me dijiste Rudy? ¡Maldita bruja, regresaré y le diré lo que pienso!—. Cuando se paraba, mamá, se puso de pie y lo abofeteó, para luego tomarlo del brazo y sentarlo a su lado.
—¿Me vas a dejar terminar?—.
—Grrrrr, sí, continúa—, dijo papá, enrrabietado.
—Bien, luego de solucionar el problema con la abuela , llevamos a mamá con la miko de Milis que puede ver los recuerdos, y ella está bien, nos recuerda a todos, sabe lo que hacemos, sabe quiénes somos y recuerda todo, solo que no puede hablar ni expresar bien sus sentimientos. Cuando dije esto, Lilia y Norm empezaron a llorar.—Creo que mamá puede leer nuestras mentes—, dije. —La Miko dice que ella cree que conversa con nosotros. Aisha, ¿tú le hablaste de tus flores favoritas alguna vez?—.
—Sí, en el jardín—.
—Bueno, ella en su mente te respondía que a ella también. Eris, ¿tú cuando estuviste a solas con mamá por casualidad le dijiste que lo harías bien como esposa?—.
—¿Y tú cómo sabes eso?—.
—No lo sabía, pero mamá lo recuerda y ella te respondió en su mente que no te preocuparas.
—Norm, mamá dice que tú le hablas antes de irte a la universidad, que tú Lilia siempre le pides perdón, y dijo que tú Nana siempre estuviste enamorada de mí antes de casarnos—.
—Cuando dije eso, hubieron varias emociones. Norm lloraba, lo mismo que Lilia, Nanahoshi estaba roja y Eris estaba avergonzada.
—¿Qué dijo de mí?,— preguntó Silphy.
—Eeee, eeee... te lo diré después—.
—Dimelo AHORA—, dijo enojada. Bueno, está embarazada, las hormonas están a full.
—Preferiría que no, amor—.
—Dimelo ahora, Rudeus Greyrat—.
—Bien, pfff... dijo que tienes una obsesión con Nanahoshi (ya saben le tiene unas ganas) , y que se nota que eres nieta de Elinalise en algunos sentidos—.
—Silphy se puso muy roja con esto y Elinalise se echó a reír.
—¿Qué dijo de mí, hijo?,— preguntó papá.
—Dice que te has vuelto viejo, sentimental, pero que ahora eres más fuerte, y que te preocupas por tus hijos—.
—Pude ver como Paul agachó la cabeza mientras mamá le acariciaba el cabello.
—¿Y qué dijo de mí?,— preguntó Roxy.
—Bueno, que nunca se imaginó que nos casaríamos cuando eras mi maestra, pero está feliz por nosotros. Y...
—¿Y qué?—.
—Dice que puede hablar con Lara y con Leo.
—¿Qué estás seguro?—.
—Sí, aunque la bendita dijo que hay cosas que no entiende y rellena con sus historias, aún así, tú sabes que Lara siempre está en brazos de mamá.
—Ya veo—, dijo Roxy, algo complicada.
—Entonces, son buenas noticias, ¿qué es lo malo?,— preguntó Silphy.
—Geese es apóstol del hombre dios, él nos traicionó, él fue quien sacó a mamá de mi cuidado y quien casi me hace pelearme con la abuela Claire y todo el país de Milis, sin embargo, su plan salió mal. Antes de huir, dejó una carta donde confiesa todo, siempre fue un apóstol, por eso sabía donde estaba mamá, por eso siempre sabía donde estaba el peligro, antes de desaparecer dijo que buscaría aliados y vendría por mi cabeza, lo busqué por todo Milis con las órdenes de caballeros, pero desapareció, informé a Asura y el triunvirato mágico, donde es buscado en estos momentos, ahora solo nos queda hacer alianzas con el resto de países y empezar a buscar otro tipo de aliados, iremos al santuario de la espada a ver a Gal Farion , al reino Dragón a ver a Randolph, y a buscar a los dioses del Norte.
—No puede ser—, dijo Elinalise.
—Lo es—, dijo Paul. —Orsted me mostró la carta, él es el enemigo.
—Pero es Geese, es nuestro hermano Paul, él estaba ahí para buscar a Zenith, no puede ser—, dijo Elinalise, casi llorando.
—Yo lo mataré—, dijo Paul. —Déjenme darle el golpe final.
—¿Estás bien Elinalise?,— pregunté.
—Sí, no puedo creerlo, maldito idiota.
—Lo siento, sé que muchos lo aprecian, yo lo consideraba un amigo, pero eligió su bando, y créanme que esto es peligroso, odiaría que les pasara algo a cualquiera de ustedes, o que llegue con algún lunático de rango divino, por lo mismo voy a estar muy ocupado ahora, papá, necesito que cuides la ciudad y ordenes una búsqueda de Geese.
—Yo quiero ir contigo Rudy.
—No, por favor quédate aquí, Eris me acompañará, viejo, por favor, confío en ti.
—Está bien,— dijo Paul de mala gana.
—Elinalise, si quieres puedes mudarte con nosotros.
—No te preocupes, estaré bien en mi departamento, soy una guerrera rango S.
—Bueno, si tienes razón, además Orsted vigila la Sharia, no debería haber problemas aquí, aún así estén alertas y ante cualquier cosa por favor avisen a Orsted o a mí por la tablilla que les daré a cada uno en los próximos días .
Todos estuvimos de acuerdo. Esa noche y contra los deseos de Eris, me quedé con Silphy, para mimarla un poco.
Eris dijo que iría a la habitación de Roxy para practicar , según ella, " la lengua demoníaca con Roxy o más bien de Roxy, por lo que empezamos a escuchar ".
—Pfffff, malditas cachondas, gimen fuerte a propósito para excitarte Rudy.
—Ya déjalas tranquilas, cuando estoy con Roxy, tú haces lo mismo con Eris, o cuando gemias fuerte para que Nana te escuchara, o lo olvidaste.
—No, pero lo hace para molestarme, saben que no puedo tener sexo en mi condición.
—Hay algo que te moleste Silphy, estás irritable.
—Perdóname, es el embarazo estoy un poquito irritable y me da miedo que te vayas por muchos meses .
—Tranquila, estaré aquí cuando nazca el bebé.
—Gracias Rudy, oye, ¿cómo lo vas a llamar?
—Le dijimos a Perugius que le daría un nombre si es varón, ¿recuerdas?
—Sí, pero aún así quiero que le demos un nombre, puede tener 2 nombres, como los tenías tú en tu antiguo mundo.
—Si es niña llamemosla como tu madre, y si es niño, ¿qué tal Laws?
—No sé, Rudy, me da tristeza recordar a papá y mamá, preferiría otros nombres.
—Bien, pensaré en alguno amor,— le dije mientras le acariciaba la panza y la besaba.
—Sabes, hace unas semanas vino su majestad por el círculo de transporte, venía con el príncipe.
—¿Qué? ¿Ariel está demente?
—Solo vino a visitarme, bebimos té, también estaban Lilia y Nana, solo estuvo una hora y regresó, preguntó por ti, el príncipe ha crecido, es idéntico a Ariel.
—Sí, es un niño lindo, va a ser popular con las damas—dije.
— Oye, Rudy, creo que Ariel está enamorada de ti.
—Cof Cof, por favor Silphy, no de nuevo con esto, mis abuelos me interrogaron por lo mismo, ese maldito rumor llegó a Milis, hasta el santo padre lo sabía.
—Ella estaba muy preocupada por ti, de hecho venía a hablar con Orsted en persona y pensaba enviar a Ghislaine a apoyarte, le dije que estabas con Eris y Paul, que no se preocupara . ¿Quién hace eso? Solo alguien quien ama.
—Es solo una aliada, Silphy.
—No lo sé, si yo fuera reina y te amara, haría lo mismo por ti.
—Amor, si dudas de mí, usa esas pulseras y esa pócima y revisa mi mente.
—No dudo de ti, Rudy, solo digo que ella te ama.
—Silphy, esta noche solo quiero pensar en ti y en el bebé que tienes en tu pancita.
—Jejejeje, te amo Rudy. Por cierto, ¿cómo se portó Lucy?
—Muy bien, de hecho Claire y Carlise la adoran, la llevaron al teatro, a la iglesia, de hecho Claire quiere conocerlas a ustedes y a nuestros hijos.
—¿Es tan mala como decía Lilia? .
—Bien, te diré esto, pero ni una palabra a papá, porque se lo oculté.
—Lo juro.
—Bien, lo que pasó fue...—Y así le conté la historia completa.
—Dios mío, ¿le iba a hacer eso a la señora Zenith?
—No, nunca lo hubiese hecho, no es mala persona, es solo alguien, ya sabes, muy llevada a su, idea. Al final la perdone y mamá la protegió, después de eso ella se mostró como realmente es, una persona amable, de hecho, me recordó a mamá, aunque es muy estricta, pero prometió que no diría nada de nuestra familia cuando la visitemos.
—Mmmm, ya veo. Bueno, que bien que todo salió bien amor.
—Sí, sí sacas que son unos fanáticos Milis como Cliff, son realmente personas amables, aunque no hay caso que Aisha y papá se lleven bien con Claire. Por cierto, deberé llevar a Norm en el próximo viaje, espero que vaya.
—Lo hará amor. Pero Rudy, te ves preocupado ¿es por Geese? .
—Amor, si me pasa algo quiero que con las chicas huyan con Ariel, ¿está claro?
—Silphy se levantó y me miró a los ojos. —Escucha Rudeus Greyrat, nunca más me digas eso.
—Pero Silphy...
—Nunca más, ¿entiendes?
—Está bien.
—Ella se volvió a acurrucar a mi lado. —Te amo desde que te conocí Rudy, desde que éramos niños, no quiero que me digas esas cosas.
—Lo siento.
—Sabes, cuando éramos niños y me escapaba a tu habitación y me acurrucaba a tu lado, me sentía muy feliz imaginando que cuando grandes seríamos una familia, ¿tú no?
—Diablos Silphy, en esa época no pensaba en eso, tú eras como mi hermanita menor, te amaba pero de otra manera, era un niño no sentía esas cosas aún , no como ahora que te amo al punto que moriría sin ti.
—Lo sé, ademas tú amabas a Roxy, me daba cuenta.
—No te sientas mal Silphy, pero quiero que sepas que tú me devolviste la felicidad.
—¿En serio?
—Sí, eso es lo que tu me me das , cada mañana al despertar, y verte a mi lado.
—Oh, qué lindo.
—Durmamos amor.
—Oye, Rudy por cierto, yo no tengo fantasías sexuales con Nanahoshi.
—Mentirosa, mamá te lee como un libro abierto ella es una Miko puede ller tus pensamientos.
—Yo creo que se confundió.
—Por favor, Silphy, hasta has soñado con ella, ¿recuerdas cuándo estuvimos en Ars y tuviste un sueño eroticos con ella?
—Sí, fue un sueño caliente, me gustó jiji.
—Ya duérmete, pervertida.
Punto de vista de Geese.
—Apenas supe que el jefe llevaría a Zenith con la bendita, decidí escapar. Se daría cuenta de inmediato que Zenith siempre estuvo en el cristal y jamás fue vista deambulando, además, el hijo de Paul no es idiota, ya sospecha de mí, y casi me cagué en los pantalones cuando usó magia de gravedad y puso su espada en mi cuello, apenas pude mantener mi mentira . Si me quedo, me asesinará sin compasión, pero es de mala suerte huir como una rata, así que le dejé una carta explicándole que lo enfrentaría de frente. Digan lo que quieran, pero si atacas a tu enemigo por la espalda, lo pagarás tarde o temprano.
Así que salí rápidamente de Milishion y llegué a un círculo secreto que está en una entrada secreta al este de la ciudad, que el hombre dios aseguró que Orsted no conoce, y me transporté al norte del continente central, lejos de las naciones mágicas, donde debo encontrar a un sujeto que el hombre dios dijo que estaría por aqui. Así que , cuando llegué ahí, armé un campamento y me tiré a dormir. No pasó mucho hasta que apareció mi amigo de rostro brumoso.
—Geese, maldito imbécil, ¿por qué le escribiste esa carta? Debiste matarlo cuando pudiste o secuestrar a su hermana.
—Jajajaja, ¿acaso eres idiota?
—¿Cómo me llamaste?
—Idiota.
—Retractate o te mato.
—No lo harás , yo soy tu única chance de triunfo, sé que el jefe y el Dios dragón te tienen agarrado de las pelotas, soy tu única esperanza.
—Maldición, ¿por qué no me hiciste caso y huiste y secuestraste a su hermana?
—Jajajaja, por qué ella es tan poderosa como lo era Paul cuando lo conocí y el jefe le dijo que si intentaba algo me asesinara. Lo escuché cuando me pidió salir de la sede para hablar a solas con ella, y yo no soy rival para Aisha, la chica me habría matado antes de hacer cualquier cosa, ¿y apuñalar al jefe? ¿En serio pensaste que eso sería una buena idea? Apenas pude sostener la mentira y querías que lo apuñalara? El jefe es emperador del norte, me habría matado antes de sacar mi daga.
—Pffff, está bien, pero tenías que escribirle una carta, ¿grandísimo estúpido?
—Sí, atacar a un enemigo como un cobarde es de mala suerte, por eso es que estás perdiendo, te está llegando el Karma, al fin encontraste alguien con quien nunca debiste meterte, idiota jajajajaja.
—Ya callate, ¿me vas a traicionar?
—No, te debo mucho y es de mala suerte no pagar las deudas. Escucha, si lo atacamos como unos cobardes, el destino nos pateará el culo en el futuro, es una maldición.
—Pffff, lo que digas, yo solo lo quiero muerto.
—Bien, pero debemos ir de frente, ¿qué debo hacer?
—Descansa unos días y dirígete a Noreste, ahí dentro de 5 días te encontrarás con alguien, es un tipo muy poderoso, pero ten cuidado, no le gustan los parlanchines como tú, sin embargo, ese sujeto está en una etapa de su vida que necesita algo que lo haga sentir vivo nuevamente , así que convéncelo.
—¿Y cómo hago eso?
—Dile que el Dios dragón es tu enemigo, pero cuidado, no te hagas el listo con este sujeto, si lo cabreas te matará, así que juega con su psicología, eres bueno para eso.
—Sí, no te preocupes.
—Una vez reclutado este sujeto, te vas a dirigir a Begarit, luego al continente demoniaco, y cuando reclutes a este último tipo, irás con el al continente celestial, ¿está claro?
—Sí, dalo por hecho, siempre y cuando puedan matar al jefe usando sus armaduras y ese martillo.
—No te preocupes, uno de ellos lo matará de manera fácil, cuando estén todos reclutados, te diré cómo lidiar con él y el Dios dragón.
—Está bien, ahora vete, déjame dormir.
—Bien, no me falles, Geese, o lo lamentarás.
—Jajajajajaja, ya no tienes con qué sobornarme, idiota, me quitaste todo, pero tranquilo, ganaré.