Mundo Shinobi - Metamorphosis - capítulo 57

Al mismo tiempo, desde una ventana del tercer piso de la mansión Hyuga, cuatro mujeres miraban al patio de trasero, en donde había un gran cuadrilátero para las practicas. Desde la derecha a la izquierda eran: Naoko, Kaoru, Aoi y Mito. Por su parte, Naoko solo podía escuchar lo que las otras decían, pero mantenía a Kaoru tomada de la mano. La niña estaba muy nerviosa por lo que pudiera pasar. Dentro de la media hora de conversación que tuvieron, pregunto varias veces si Kain iba a estar bien. A lo que Mito y Naoko siempre le respondieron que sí.

-Tranquila- dijo Naoko sosteniéndole la mano

Kaoru sujeto la mano de Naoko con ambas manos. Después la acerco a su mejilla mientras miraba por la ventana, esperando que llegaran las personas del duelo. Sus ojos pálidos estaban atentos a cualquier cambio mientras su rostro era el epitome de la preocupación.

Por otro lado, Aoi Hyuga miraba el cuadrilátero con cierta esperanza. Si le preguntaran si este matrimonio arreglado era justo, diría que sí. Ya que el suyo fue muy diferente. Para empezar, nadie lucho por ella. Después está el hecho de que fue algo decidido por sus padres y el patriarca. En aquella época, su difunto marido era un desperdicio de persona y todos los viejos del concilio que tenían una hija, sobrina o nieta, tiraron de todas las conexiones posibles para que ninguna de sus parientes tuviera que casarse con semejante animal. Incluso uno de los ancianos perdió su puesto y toda su riqueza, pero, aun así, se negó a cualquier tipo de compromiso. Solo Aoi fue la única que nadie defendió, después de todo, solo era la hija bastarda de un pequeño guerrero de nivel chunin. Alguien que jamás ascendería en la escala de poder del clan y alguien al que cualquiera podía mandonear.

Aoi miraba el patio con rostro solemne, lleno de resentimiento contra el patriarca Kazuto. Ella fue el sacrificio en aquella época y nadie alego por la diferencia de edad. Solo tenía catorce años en aquella época y su borracho marido más de treinta. Sin embargo ¿Qué le dijeron todos? "Aoi-chan, es tu buena suerte. Vas a ser la esposa del patriarca de la familia". Vaya broma, su única suerte fue que el tipo la desfloro y solo le prestó atención el primer mes. Como resultado de eso, nació Kazuhiko. De ahí en adelante la ignoro, hasta cuando volvió a mostrarse dos años después. Al igual que cuando la desfloro, estaba ebrio. Ella hizo lo que le dijeron, se recostó pensando en cualquier otra cosa y cerró los ojos. Como resultado de esa vez, quedo embarazada de Kaoru. El resto del tiempo su marido la ignoraba y pasaba por su lado mirando hacia otra dirección, como si estuviera avergonzado de que ella fuera la madre de sus hijos. Sin embargo, la buena suerte de Aoi se volvió a mostrar y su marido murió en medio de una borrachera. Algunos le tenían pena porque era una joven viuda, pero Aoi estaba feliz, ya que nunca más tendría que ver a tan desagradable persona.

-¿Qué pasa, okaa-sama?- pregunto Kaoru alzando su pequeño rostro de porcelana

Aoi miró a su hija y su corazón se ablando. Entonces pensó que su hija tuvo más suerte que ella, ya que había personas que se preocupaban por ella. En cierto modo le tenía envidia, pero al mismo tiempo, se sentía aliviada. Por otro lado, no importa si ese bastardo fue la razón por la que nació Kazuhiko o Kaoru. Quien los alimento, los vio crecer y los educo, fue ella. Los dos son de ella y de nadie más, incluso si ese viejo bastardo desvergonzado Kazuto trataba de hacer algo por Kaoru. Es Kain y su familia quien protegen a Kaoru, no él.

-Ahí están- señalo Mito con el indicé de la mano derecha, apuntando a una de las alas de la mansión. Hashirama y Kain iban saliendo en compañía de Kazuto y Kazuhiko.

Aoi vio a al anciano Kazuto caminar a la cabeza del grupo, vestido con un haori oscuro al igual que el resto de los ancianos y guerreros del clan que los acompañaban. Solo destacaban Hashirama y Kain a la cabeza, ambos vestidos con haoris blancos.

-Kain-sama, buena suerte- dijeron Aoi y Kaoru al mismo tiempo

-Kain no necesita suerte- dijo Mito con una gran sonrisa -solo necesita tener cuidado de no matar al tal Momotaro-

Volviendo a Kain. Kazuhiko lo acompaño hasta una banca que había en un costado del cuadrilátero. Los líderes del clan Hyuga junto a Hashirama se fueron a sentar a una especie de grada al final del patio. Hashirama como era un invitado de honor se sentó a la derecha del patriarca, mientras que el líder de los ancianos a la izquierda.

-¿Cómo esta su hijo, Hamura-san?- pregunto Hashirama de buen humor

-Bien, muy bien, Hashirama-sama- respondió Hamura con voz rasposa -Tobirama-sama lo tiene en gran consideración y le ha dado una gran cantidad de trabajos. El mes pasado fue ascendido a jounin de elite. Espero que esto no lo desanime y detenga el combate-

Hashirama se rio a carcajadas y le dijo de buen humor -me agrada esa confianza ¿Qué tal le parece que hagamos de este pequeño juego algo más interesante?-

El viejo Hamura frunció el ceño y le dijo algo confundido -se habla un poco de los hábitos de juego de Hashirama-sama, pero nunca espere que quisiera apostar en este lugar-

-Soy malo apostando y jugando lo juegos de azar ¿sabes?- le dijo Hashirama con una sonrisa cargada de confianza -pero si en algo soy bueno, es en creer en las personas. Así que te apuesto dos millones de ryo a que mi Kain barre el suelo con tu hijo ¿Qué dices?-

Eso fue como un balde de agua fría para todos los ancianos y para el propio Hamura. Pensaron que iban a venir a ver un espectáculo interesante. Ver como un niño engreído hace el ridículo y daba material para burlarse del clan Uchiha hasta partirse de la risa. Después de todo, Kain vive aparte de los Uchiha, pero sigue siendo el hijo del gran patriarca que alguna vez tuvo el clan.

Hamura sacudió sus pensamientos y trato de pensar que Hashirama blofeaba. Era imposible que un jounin de elite pierda ante un niño de siete años -¿Esta bromeando? ¿Qué diría Mito-sama si se entera de este trato?-

Hashirama tomo una profunda respiración y extendió su sentido de la percepción. Una vez que localizo a Mito, levantó la mano y ella también levantó su mano a modo de saludo desde la ventana del tercer piso.

-Ella esta haya arriba, mirándonos- dijo Hashirama con una sonrisa -y lo más probable es que si no apuesto esta vez, Mito realmente se enojaría conmigo. Veras, Kain es discípulo de Mito y no apostar por Kain, significaría que yo dudo de las habilidades de Mito. Así que no te preocupes y solo responde si quieres apostar ¿No confías en tu hijo?-

-¡Cuatro millones de ryo!- respondió el viejo Hamura con voz decidida

-Bien, me parece adecuado- dijo Hashirama y le tendió la mano para sellar la apuesta. El viejo Hamura le estrecho la mano y se rio de buena gana.

-Hoy vamos a tener una gran fiesta- le dijo Hamura a los viejos que estaban sentados detrás suyo -yo invito-

El resto de los viejos y los guerreros experimentados se rieron y le agradecieron de ante mano. Hashirama solo negó ante tal arrogancia y miró a Kain, el cual conversaba con Kazuhiko mientras esperaban en la banca, a un lado del cuadrilátero. Kain había dejado su haori blanco a un lado de la banca y ahora solo vestía un kimono verde pasto igual al de Hashirama.

-Oye, Kazu- dijo Kain -¿Sabes algo de este tipo Momotaro? Todavía no se presenta-

-Es un engreído solo porque es el hijo del anciano líder, Hamura- respondió Kazuhiko, agacho la cabeza y dijo con cierta molestia -bueno, tiene algo de habilidad. Así que hace años mi abuelo le pidió que fuera mi maestro, pero ese tipo fue tan descarado que se negó. Además, le dijo a mi abuelo que yo no tenía talento y a lo sumo llegaría al nivel de un chunin-

Kain le dio dos palmadas en la espalda y le dijo -sabes que se equivocó ¿No?. Acaso no eres ya tan fuerte como un chunin-

Kazuhiko levantó el rostro y asintió algo menos apesadumbrado -dale su merecido por mí- dijo -si puedes, no lo mates. Quiero crecer un poco más y hacerle tragar sus palabras. Entonces me burlare de él-

Kain negó y le dijo con un rostro serio -la abuela dice que la venganza echa a perder el camino del guerrero y lo aparta de la perfección. Si quieres ser alguien que sea recordado en el futuro como un gran guerrero, aparta esos pensamientos de tu cabeza. Por otro lado, puedo espiar en su memoria y robar sus técnicas-

-¡No debes! todas las mentes del clan están protegidas para que nadie pueda usar nuestro conocimiento. Solo le freiras el cerebro-

-Pensé que eso solo le pasaba a los de la rama secundaria-

Kazuhiko negó y le dijo -nuestras técnicas son especiales y si alguien intenta meterse a nuestra mente, moriremos-

-Idiota, no es necesario entrar a la mente. Ya verás, le robare todos sus conocimientos y te los pasare en un libro-

-Kain- le dijo Kazuhiko preocupado por lo que pueda pasar, pero trato de creer en su amigo.

Kain dio un largo silbido y le dio un manotazo en el brazo -mira- dijo apuntando con el índice -es enorme-

Kazuhiko miró hacia donde señalaba Kain y vio a un tipo que medía 1,90 mts de estatura, brazos fornidos y rostro duro como las piedras. Parecía alguien que había pasado por muchos campos de batalla y daba la impresión de estar enojado. Al parecer, se tomaba demasiado enserio a sí mismo y detestaba esta broma, llamada lucha.

Momotaro avanzo por un caminillo de piedras mientras pensaba que el viejo patriarca debería agradecer que tomaba en consideración su linaje y trataba de tomar a su nieta como esposa. Era mucho mejor que solo desafiar a su nieto por el título de patriarca y matarlo, solo para terminar siendo deshonrado.

Kain se levantó de la banca de un brinco y camino para interceptarlo a mitad del cuadrilátero. Sin embargo, Momotaro Hyuga tenía otros planes. Iba pasar de largo y decirles unas cuantas verdades a los viejos del clan Hyuga y a ese medio muerto, dios shinobi. Bueno, todo eso hubiera sido posible si tan solo su oponente fuera otra persona.

Momotaro sintió como si avanzaba hasta los asientos en donde estaban sentado todos lo vejestorios de su clan y empezó a gritar -dejen esta estupidez y saquen a ese mocoso. Ni siquiera sabe ir al baño por su cuenta ¿Y quieren que luche con él?- después miró a su padre, el rechoncho Hyuga y le dijo -deja esta estupidez, te di una orden ¿Por qué no puedes hacer nada bien? Si no me puedes conseguir el título de patriarca lo conseguiré por mi propia cuenta-

Sin embargo, y para su sorpresa, todos ellos sonreían como si él fuera invisible y nadie lo escuchara. Momotaro se puso furioso y estiro su mano para tomar a Hashirama por el cuello del kimono. Lo agarro con aspereza y lo zarandeo con fuerza. Sin embargo, Hashirama aun sonreía y Momotaro estallo en un ataque furia. Le dio dos puñetazos a la cara y le grito -llévate a la mierda esa ¿Me escuchaste? Vete a morir a otro lado y deja a mi clan tranquilo. Aquí tu no representas nada-

Sin embargo, Hashirama parecía ignorarlo y aun sonreía. Entonces Momotaro se entró a preocupar y sospecho que algo estaba pensando.

-¿Eeeh? me dijeron que eras alguien experimentado- dijo Kain a espaldas de Momotaro -pero parece que solo eres un animal con suerte-

Momotaro traspiro sudor frio y por fin entendió que estaba dentro de un genjutsu. Junto sus manos en un rápido movimiento y grito -¡Kai!- buscando librarse del control de su chakra. Entonces se dio cuenta que estaba parado en el centro del cuadrilátero y nunca pudo superar a Kain cuando este lo atajo a mitad de camino. El niño de pelo blanco estaba parado frente a él, con una pequeña sonrisa y esos ojos azules que reían como si se lo estuviera pasando en grande.

-Parece que realmente eres algo especial- dijo Momotaro Hyuga poniendo una sonrisa salvaje. Activo su byakugan sin realizar sellos y tomo la postura del puño suave.