Mundo Shinobi - Metamorphosis - capítulo 56

Una semana después llego el día del combate. Kain y Hashirama salieron de la casa dejando a Naori en compañía de una muchacha llamada Biwako. Como siempre, Tobirama mantenía un ojo puesto sobre Kain y gracias a esto, Kain y Hiruzen se pudieron conocer mejor. Kain le había comentado que necesitaba ayuda con alguien que pudiera cuidar de su abuela y Hiruzen propuso a su novia. Kain lo consultó con Hashirama y Mito y ninguno se opuso. Dentro de la mente de ambos, tenían una muy buena opinión de la muchacha. Después de todo, iba a ser la esposa del patriarca del clan Sarutobi.

Por su parte, a pesar de que Kain ya tenía siete años, aun caminaba de la mano de Hashirama. Avanzaban por las calles de Konoha que poco a poco iba cambiando para mejor. Hoy en día las calles seguían siendo de tierra, pero en ambos costados de la avenida principal habían puesto largos postes de madera. Estos medían cinco metros de altura y tenían un palo de un metro de largó cruzado en la punta, formando una larga "T".

-¿Para qué son esos postes?- preguntó Kain

Hashirama les dio una breve mirada a los postes y le dijo -es una idea de Tobirama. De alguna manera convenció a los viejos testarudos para colocar luz eléctrica. Todavía hay algunos detractores, pero el proyecto sigue su curso normal. La idea es que, de aquí a un año, toda la aldea tenga luz eléctrica-

-¿Quizá que artimaña ocupo?- murmuro Kain

Hashirama le dio una breve mirada a Kain y sonrió -Tobirama no es una mala persona, Kain- dijo -solo es un poco más astuto que los demás-

-Bueno, tío- dijo Kain sin creer demasiado en sus palabras. Kain sabía que Hashirama era un hombre de fe y creería en las personas y en el mundo hasta el final. Sin embargo, el abuelo Orochi le había dicho hace mucho tiempo que cuando Naori muera, pida la cremación. Supuestamente Tobirama estaba experimentando con fuerzas que desconocía y realizando tenebrosos experimentos.

Siguieron avanzando por la calle, dejando atrás a los civiles y adentrándose en los distritos shinobis. Del lado izquierdo de la calzada estaba el distrito Ino-Shika-Cho y del lado derecho el Sarutobi. Ambos distritos se veían prósperos en diferentes maneras; con grandes casas de dos o tres pisos y tiendas con todo tipo de productos. A las nueve de la mañana, las calles estaban atestadas de gente paseando de aquí para allá, otros comprando y otros comiendo. Una vez que llegaron al final de la avenida principal, vieron de frente el gran municipio de Konoha y doblaron hacia la izquierda, con dirección al distrito Hyuga.

A medida que se alejaban de la avenida principal la cantidad de gente en las calles fue disminuyendo hasta que solo quedaron dos o tres personas cada cien metros. En ese momento Kain soltó la mano de Hashirama, se detuvo y busco algo dentro de las mangas de su kimono. Primero en el izquierdo y después en el derecho, hasta encontrar lo que estaba buscando.

-Aquí están- dijo Kain y saco un par de dados. Entonces levantó su rostro para ver a Hashirama y le dijo -tío encontré esto-

Hashirama de inmediato identifico los dados y comenzó a traspirar sudor frio. Con una sonrisa que no lo era, le pregunto -¿De dónde sacaste eso, Kain?

-Bueno, veras, el otro día estaba meditando en una de las habitaciones para reuniones y encontré un vaso. Dentro del vaso estaban los dados. Lo extraño es que el vaso estaba detrás de un macetero en una esquina de la habitación, como si alguien lo quisiera esconder-

Hashirama se cubrió la boca con el puño y tosió -Kain, pásame eso- dijo -traen un gran perjuicio a los corazones shinobis-

Kain hizo una gran sonrisa burlesca y se guardó los dados -sé que el tío no le ha hecho caso a la maestra. El mes pasado el tío estuvo apostando unos días, le mintió a la maestra diciendo que estaba trabajando en el municipio de Konoha y gracias a eso, durmió a la intemperie durante varios días ¿Al tío le gusta dormir en el patio?-

Hashirama se quedó congelado al escuchar sus palabras y tomo un profunda respiración -que quieres a cambio de guardar el secreto- dijo sin más rodeos

-Nada en especial- dijo Kain retomando el viaje y avanzando con confianza -lo único que quiero es que el tío gane algo también. Debe ser terrible ser el dios shinobi, pero ser un manco para los juegos de dados y azar ¿no?-

Hashirama lo siguió un paso por detrás y soltó un raro sonido de "ugh", como si le hubieran golpeado el estómago. Ese comentario realmente le había dolido ¿Cuánto dinero había perdido en las apuestas? Siempre se preguntó si en los juegos que participaba estaba todo arreglado de ante mano. Sin importar lo que jugara, jamás podía ganar.

-Así que- continuo Kain con un tono optimista -si el tío corre la voz entre los viejos del clan Hyuga, podría ganar una buena suma de dinero. Después de todo, dudo que esos tontos sean diferentes del resto de los viejos y deben pensar algo así como "Mi clan es el mejor". El hecho es que ganare y si el tío apuesta por mi ganara una gran suma de dinero. Después de eso, podemos dividir las ganancias a la mitad-

-Antes de cualquier cosa, dime ¿Por qué quieres dinero?- pregunto Hashirama lleno de curiosidad -tu tía te da dinero todos los meses y a veces notó que te sobra-

Kain levantó su mano derecha y agito su índice en un gesto suave -sí, tengo dinero- dijo -pero quiero empezar a investigar algunas cosas como el metal de chakra. La abuela me hablo de él la otra vez y consulte en la tienda de armas. Sin embargo, es tan caro que el viejo Yamanaka del distrito Ino-Shika-Cho solo lo trae a pedido. Además de que hay que pagar el 50% por adelantado. Me dijo que, para una pequeña pieza de dos kilos, necesitó dos millones de ryo-

Hashirama soltó un suspiro y le pregunto -¿Quieres hacer un arma?-

-No lo sé- dijo Kain en un tono fácil y ligero -solo quiero probar cuales son los alcances del metal y ver hasta dónde puede llegar. Si es un elemento satisfactorio me planteare tomármelo en serio-

-Ok, Kain, lo haremos como tú dices, pero solo ten cuidado de lastimar demasiado a ese tipo. Puede que su padre y él sean gente sucia, pero aún siguen siendo parte de un clan influyente. Sin contar, que su padre tiene una posición muy influyente dentro del clan-

-Sí, tío- dijo Kain con cierto fastidio, soltó un suspiro y continuo -me lo has dicho un millón de veces. Solo le romperé algunos huesos y eso es todo-

De esa manera siguieron avanzando a un paso relajado para llegar como a las diez de la mañana a las puertas de la mansión Hyuga. La casa del patriarca al igual que la de los líderes de los otros clanes, era un enorme edificio de cuatro pisos similar a una pagoda. La entrada era majestuosa, con un amplió patio y un camino hecho de pastelones de piedra cincelada. A los lados del camino había lámparas hechas en piedra, con un pequeño techo sobre la parte superior para que cuando lloviera, la vela se mantuviera encendida. Todo era nuevo, pero de corte magistral. Kain y Hashirama avanzaron por el largo camino de más de treinta metros siendo observados por los jóvenes del clan Hyuga que entrenaban en el pastizal, a los lados del camino. A medida que pasaban por al lado de los jóvenes, estos detenían su entrenamiento y hacían pronunciadas reverencias a Hashirama. Este último asentía con un rostro serio y solo después de eso, los jóvenes volvían a su entrenamiento. Incluso si eran jóvenes, incluso si nunca participaron en la Era de los estados combatientes. Todos los ancianos del clan les habían enseñado a sus descendientes a homenajear a Hashirama, el dios shinobi. Ya que, si no fuera por él, esta paz en la crecen, se fortalecen y viven, nunca sería posible.

Al llegar a la entrada de la casa con forma de pagoda, Hashirama fue recibido por el viejo Kazuto y su nieto. Detrás de él, estaba los ancianos del concilio que sumaban diez. Y después de todos ellos, un montón de ancianos y hombres sentados en posición de seiza. Seguramente eran los guerreros más dotados del clan. Kain se sorprendió porque dentro de todo, el viejo Kazuto siempre trato a Hashirama como si fuera un amigo, pero aquí, en un evento "formal", Hashirama era el rey. Todos, incluso los viejos que se deberían mostrar altaneros y orgullosos por su estatus y edad tenían miradas humildes. Entonces Kain replanteo la imagen que tenía su tío en la mente y entendió que el título de hokage fue engrandecido por la persona conocida como Hashirama Senju, nunca al revés. Su tío le había dicho que el dios shinobi era un título inexistente, pero el solo haberles concedido la paz a estas personas, lo deifico. Ellos lo veían como el dios shinobi y lo trataban de esa manera.

El viejo Kazuto hizo una pronunciada reverencia, después lo siguió Kazuhiko y después los ancianos. El resto de los que estaban detrás de los altos cargos, se postraron, tocando el suelo con sus cabezas como si estuvieran delante de un rey.

-Está bien- dijo Hashirama con voz profunda -ya no soy el hokage y no merezco este tipo de consideraciones-

Humilde, pensó Kain en su mente cuando lo escucho. Su tío siempre fue alguien que nunca se ahogó en las adulaciones y en el respeto que le mostro la gente. Siempre fue decidido, pero amable con todo el mundo. Es un hombre que, en vez de cerrar sus puños para luchar contra el mundo, decidió abrazarlo en un gesto amable. Alguien con un corazón demasiado grande y bueno.

-Esta es nuestra consideración para con usted- dijo el viejo Hamura detrás de Kazuto. Sin embargo, sus palabras le valieron una reprimenda.

-¿Es tu tiempo para hablar?- pregunto Hashirama con un tono de voz estricto -ten la certeza que si mi señor padre fuera el líder de tu clan, ya te hubiera colgado de los pulgares por hablar cuando no te corresponde ¿Desde cuándo un simple anciano es más que el patriarca de la familia?-

El anciano agacho la cabeza para ocultar su enojo, pero era claro que se sentía incómodo. Sin embargo, se guardó sus palabras. Según los protocolos de cualquier familia noble, los ancianos nunca deberían unirse a la conversación de los señores a menos que uno de los dos lo invitaran. El resto de los ancianos del concilió se sintieron incomodos, mientras que los otros estuvieron de acuerdo. No importa si eres parte del concilio de un clan o de una pequeña familia, nunca debías pasar a llevar la autoridad de la persona a cargo. Así los habían criado a todos y así continuaría siendo mientras se mantuvieran las viejas costumbres.

-Lo siento, Hashirama-sama- dijo el viejo Kazuto

-Está bien- respondió Hashirama -he traído a Kain como me lo pediste. Una vez que termine el combate se establecerá un compromiso y se hablara de una dote. Independiente de si Kain o Momotaro gana, estaré presente para que la negociación sea justa-

-Muchas gracias por su consideración- dijo Kazuto dejando su reverencia y parándose con la espalda recta. Entonces el resto de los presentes dejaron su reverencia y miraron a Hashirama con sumo respeto. Después de eso, miraron a Kain y asintieron como entendiendo en señal de conformidad. Algunos querían ver el crecimiento del hijo del demonio Uchiha y saber cuántos minutos podría aguantar delante de un jounin experimentado. La diferencia de edad y experiencia hacía que el simple desafió pareciera una locura, pero el morbo siempre puede más.

Entonces Kazuto lidero al grupo, guiando a Hashirama a uno de los patios de práctica.