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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Anime e quadrinhos
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Capítulo 23 - Reencuentro y un sabotaje.

Después de unos días de partirse el cerebro tratando de reparar el circulo de transferencia. Kain pudo enviar a Lilia y Ars de vuelta a Millis mientras él se quedó en ciudad de Ars. Preparo todo tipo de trampas, algunas formas de sensor, pero nada sirvió. A los dos días de haber sido reparado, el circulo de transferencia fue cortado en pequeños pedazos. Ya no se podía reparar y Kain se demoraría un mes en crear otro. Cabreado hasta mas no poder, Kain pateo el suelo creando un pequeño temblor. El resto de los días siguientes los paso creando un nuevo circulo de transferencia. Después de una semana, estaba aburrido. Así que salió a comprar algunas cosas. Miró los mercados, las novedades, que nuevo lujo había en las vitrinas y se devolvió. Habían un par de cosas que llamaron su atención, pero no era para tanto. Solo un poco de bisutería barata hecha con algo de habilidad. Después de volver con las compras, se preparó algo de comer, saco un vino para acompañar y se dedicó a disfrutar de la tarde. Bajo el árbol de naranjo, con una refrescante brisa y un buen tabaco. ¿Qué más podía pedir un hombre? Se preguntara cualquiera. En el caso de Kain, solo una, sus hijos.

Kain soltó un suspiro lleno de melancolía y siguió bebiendo hasta las ocho de la noche. Como a esa hora tuvo visitas. Kain penso que podía ser Clark, a lo mejor su hermano. Le rogo al viejo Xiao que no fueran sus suegros. Al pensar en el par de molestos ancianos, redujo su velocidad y camino con pies de plomo. Se arremango las mangas de la camisa, como quien se prepara para una pelea, pero se llevó una sorpresa ¿agradable?. Sería difícil decirlo. Era una persona cercana. Sin embargo, no sabía en que postura venía. A lo mejor venía a molestarlo. Así que tomando la misma paciencia que tenía para sus suegros, abrió la puerta y la saludo con un tono neutro -Hola-

A principios de sus cuarenta, Reida Reia conservaba su encanto. Una mujer rubia, delgada, con una cuerpo firme que ya quisieran tener muchas veinteañeras. En un postura algo tímida, se presentó en la puerta de Kain. Ahora ya no llevaba la armadura de Asura. Como remplazo llevaba una túnica de color azul que hacía juego con sus ojos. Su cabello estaba más largo. Antes lo utilizaba corto, casi igual que lo hombres, pero ahora lo llegaba hasta los hombros. Si Kain fuera sincero, le convenía, la hacía ver más femenina.

-Hola- le dijo Reida en un tono bajo. Sus mejillas estaban ruborizadas y su vista apuntaba al suelo

-¿En que te puedo ayudar?- le pregunto Kain

-Es, es un poco embarazoso hablar aquí ¿podemos pasar?-

Kain levantó las cejas y después frunció el ceño ponderando lo que ella quería. Reida levanto la mirada para ver como reaccionaba y por un instante se sintió herida. Se dio la media vuelta y murmuro -sabía que no tenía que haber venido- y camino con lágrimas en los ojos. Kain la tomo del brazo. Reida lucho para zafarse pero no pudo y lo miro con un rostro lleno de resentimiento. Kain torno los ojos al cielo y le dijo -ven conmigo, no hagas un escándalo-

Reida se dejó llevar al interior de tienda mientras todos los transeúntes los miraban. Una vez que entraron. Kain cerró la puerta y al darse la vuelta. Encontró a una Reida algo frágil. Su rostro estaba tranquilo pero sus ojos anhelaban algo. Kain trato de no conmoverse y le dijo -vamos al patio trasero- y camino.

-o-

Con el sol apunto de esconderse, dando paso a uno noche más en Asura, Reida y Kain están debajo del naranjo mientras solo una mesa los separa. Reida mirada de soslayo a Kain, quiere decirle muchas cosas. Como que ha pensado en él desde que se fue. Que lo recuerda durante las noches de frio. Pero Kain al parecer no está de ánimos para ese tipo de conversación. Igual que años atrás, él bebe, fuma y la mira de vez en cuando. Sin embargo Reida no puede encontrar su valentía para expresar lo que siente.

-Este vino es delicioso- dice Reida

Kain la mira, suelta un suspiro y le pregunta -no creo que hayas venido a beber. Dime ¿es un asunto oficial o solo vienes a ver a un viejo amigo?-

-Yo- dice Reida, pero las palabras no le salen. Como si tuviera atorado un trozo de manzana en la garganta, siente que se ahoga. Una lágrima cae por su rostro. La impotencia de no poder decir lo que quiere la hace sentir peor.

Kain por otra parte la mira, sigue bebiendo y fumando. Se pregunta ¿que debe hacer?. Al final, lo único que atina a decirle es la verdad -tengo tres hijos y uno en camino- no era exactamente lo que quería decir, pero tampoco se atreve a mentir.

Reida calma su dolor, lo mira asombrada.

Kain solo sonríe y le explica -mis hijos son tres pequeños orejas cortas. Si los vieras te sorprenderías. Con orgullo te puedo decir que son tan lindos como tu nieta-

Reida sonríe, se limpia la lágrima de la cara y le responde en un tono más relajado -idiota-

-Es verdad- le dice Kain con una sonrisa en su cara -son preciosos-

-Creo que solo eres un padre idiota-

-Puede ser-

Con un ánimo más ligero, Reida mira a Kain y le pregunta -¿Qué has hecho todos estos años?-

-Cuidar a mis orejas cortas. Montar una empresa en Millis, seguir entrenando- responde Kain

-¿Y tus esposas?-

-Ellas, bueno, ya conoces a Lilia y Victoria. Catalina es de Millis. Nos conocimos cuando recién llegue, nos hicimos amigos y acordamos conocernos mejor. Todo salió bien. Maaya, por otro lado, es más como un acuerdo de matrimonio. Nos presentaron. Su abuela hizo de casamentera y nos llevamos bien. Como soy un hombre virtuoso, no se demoró mucho en caer enamorada-

-Pervertido orejas largas- le dijo Rieda.

Kain soltó una risita y le pregunto -¿y tu?-

Reida soltó un suspiro y le respondió -tratando de enseñarle a mi hija para que sea la siguiente dios del agua. Pero con el nacimiento de mi nieta, todos los calendarios se retrasaron y ahora lo lamento. Parece poco probable que mi hija me suceda. No sabría decirlo, es como que perdió todo su espíritu combativo-

-Sus prioridades ahora son otras-

-Puede ser. Espero durar lo suficiente para que mi hija se recupere o mi nieta alcance cierto nivel-

-Sería bueno-

Un silencio acompañado del suave susurro de la brisa se instaló entre los dos. Los dos se miraban, veían sus copas y se planteaban cual era la postura del otro. Pensando en todo momento que querían ellos mismos. Al final del silencio, Reida termino su copa y le dijo -me voy ¿te puedo venir a ver?-

Kain algo confundido, retuvo su aliento, lo pensó un poco y soltó una exhalación. -Puedes- le contesto Kain -pero trata de venir en las tardes. Durante el día estoy trabajando en un proyecto-

-Bueno- le respondió Reida

Después de llegar a un acuerdo, Kain la acompaño hasta la puerta y cuando llegaron a la salida, se quedaron mirando. La antesala que daba el acceso a la calle estaba semi oscura. Había un fuerte olor a madera y barniz por cosas de la remodelación. Reida no apartaba los ojos de él como si esperara algo, pero Kain no tenía intenciones en complacerla. Ya habían pasado esa etapa de su vida. Ahora eran solo amigos.

-Me voy- le dijo Reida. Se acerco a Kain, se colocó sobre la punta de sus pies y trato de darle un beso en los labios. Pero él la evito. Reida bajo la vista y con los ojos acuosos, le dijo -volveré, volveré mañana. Espero que tengas más vino. Es muy bueno-

-No hay problema- le respondió Kain en un tono bajo -siempre es bueno compartir con los amigos-

-Sí, con los, amigos-

Una vez que se despidieron, Reida se fue cabizbaja y Kain, él, se fue a dormir con un sabor amargo en la boca. Similar a cuando masticas la cascara de la naranja. En medio de la noche, Kain se desveló pensando en Reida. Se dijo a sí mismo que no la vera de nuevo. No es que él le vaya a cerrar la puerta. Sino que lo más probable, es que ella no venga más. -Así es mejor para todos- se dijo. De esa manera no tiene que lidiar con un amor que naufrago a mitad de camino.

-o-

Kain en estos momentos, está meditando en su patio trasero. Ya lleva tres semanas de intenso trabajo y cada día ha sido un agobio. En un principio pensó que solo sería un mes. Pero para que ese plazo se cumpla, ha tenido que estar trabajando todo el día y parte de la noche, con un mínimo de descanso. Sin duda la fuerza que lo impulsa a trabajar serían sus hijos. Por otro lado, la persona que lo ha sorprendido, ha sido Reida. La que parecía que nunca más iba a volver.

Todo comenzó al día siguiente del que se encontraron. Como dijo, volvió sin falta. Como a eso de las seis de la tarde. Converso con Kain de algunas cosas y después se fue. Todo normal, sin apuros y preocupaciones, como dos buenos amigos. El mismo plato se repitió al día siguiente y así sucesivamente. Lo que podría decirse que cambio, fue la apariencia de Reida. La primera semana vino con un ligero maquillaje. La segunda semana adhirió ropa casual y la tercera semana vino con todo tipo de vestidos. Parecían conservadores a la vista, pero que tenían sus encantos. Kain pudo constatar que sus suposiciones eran acertadas. Reida la dios del agua, no había flaqueado. Ya quisieran muchas veinteañeras, tener un cuerpo tan firme y refinado como Reida. Pero dejando eso de lado, ella no se rindió. Ayer fue la gota que rebalso el vaso. Se dieron un beso, algo superficial, pero si se puede entender, fue como darle de beber agua a una persona en pleno desierto. Después de esa experiencia quieres más. Ahora Kain está meditando que debe hacer. Sino se mantiene firme, va a probar esa carne. Está claro. Eso en si generara muchas reacciones y no sabe cómo se lo van a tomar Lilia y Victoria. Mucho menos Catalina y Maaya. ¿Sera prudente? Se pregunto.

Kain soltó un suspiro, dejo su postura de loto y se recosto sobre el pasto. El cielo estaba despejado, corría una brisa refrescante y podías ver a un gato negro caminando por encima de las murallas. Entre que escuchaba su propia respiración y el susurro del viento, escucho que alguien golpeaba la puerta. -Lo que sea- dijo. Se levanto, camino hasta la entrada de la casa y como supuso, era Reida. A diferencia de ayer, hoy vino con su túnica azul, algo similar a un sotana que le llegaba hasta los tobillos. Eso fue un alivio para Kain. Ella lo miraba con una sonrisa. Sin embargo, por alguna razón estaba ruborizada. Una vez que entro, se movió con soltura hasta la cocina.

-¿Qué vamos a comer hoy?- le pregunto Reida. Su miraba era más tímida de los usual

Kain levanto las cejas y le dijo -lo siento, hoy no compre nada-

-Eso, no es un problema- dijo ella. La sotana se abrió como si fueran las cortinas de un teatro y Reida saco una bolsa. No obstante, Kain pudo ver lo que había debajo. Un vestido muy pequeño, de color rojo. Solo le llegaba hasta los muslos. Kain quedo con la boca abierta, miró a Reida y no supo que decirle. Ella lo malinterpreto y se arrodillo para esconderse. Dejo caer la bolsa y usando su misma sotana, se cubrió y le dijo -debe, debe ser de mal gusto verme así ¿cierto?-

Kain soltó una exhalación al cielo. Después la miró y estiro su mano para que ella se apoyara. Reida titubeo durante unos segundo, pero al final, se relajó. Tomando la mano, se puso de pie y miró a Kain con algunas expectativas. Por otro lado, Kain le desabrocho la parte superior de la sotana y se la quito. Reida estaba roja como un tomate hasta las orejas. Su esbelta figura iba cubierta por un provocador vestido rojo. Para poder entender el motivo de su vergüenza, debes entender que es un mal vestido. No malo porque sea feo, sino que es malo porque atenta contra el sentido común impuesto por la religión. Si fueras una muchacha, de un pequeño pueblo y trabajaras en un taberna, estaría justificado. Tu ignorancia y baja cultura te lo permitirían. Pero para una mujer madura, seguidora de Millis, era impensable.

Reida agacho la mirada y dijo -lo, lo siento, yo no quería ofenderte-

-No me ofendes- dijo Kain

Reida levantó su rostro mostrando una pequeña sonrisa de alivió, pero cuando vio la seriedad en Kain, se apagó. Ella no sabía si estaba molesto o sino la quería, pero era como si él no estuviera feliz. Se puso triste y derramo una lágrima.

-No llores- le dijo Kain -no me ofendes, en serio. No soy tonto, Reida. Sé que vienes con una intensión. Sin embargo, ahora tengo cuatro esposas ¿entiendes?. Y no tendré solo una relación física. Si esta vez quieres algo de mí, serás mía-

Reida algo más calmada, asintió. Levanto su vista como esperando algo.

Kain solo pudo suspirar y añadió -¿estas segura?-

-Sí, yo, no te he podido olvidar- le respondió Reida

-No puedes esperar que te dedique mucho tiempo-

-Lo sé-

-Además tengo cuatro esposas-

-Lo sé-

-Posiblemente ellas se enojen contigo-

-Lo sé-

Kain la miró a los ojos y pudo distinguir el anhelo en su mirada, como cuando esperas que ese momento especial llegue. Kain en un estado de completa frustración, se refregó el rostro, la miró una vez más y se rindió. La abrazo y agachando su rostro, la beso en los labios. Fue un beso duradero. Por lo menos, paso el suficiente tiempo, como para que el gato que estaba en el patio. Entrará a la casa, se colara en la cocina y les robara la carne que Reida había comprado. Pero no importo. Ni siquiera se dieron cuenta cuando sucedió.

-o-

Después de un gran reencuentro. Reida se mudó a vivir con Kain. ¿Por la mansión?. Estaban sus hijos para cuidarla, así que no se molestó por ese tipo de cosas. Por todo el reino se habló de Reida y su situación sentimental, pero tampoco le dio demasiado importancia. Ella vivía en la misma casa que Kain, comían juntos y dormían. Eso en si fue una fuente de alegría. Así que trato de hacer su día a día de forma normal.

En medio de la noche, después de haber hecho el amor hasta el cansancio. Kain le pregunto a Reida ¿Cómo lo había hecho los días anteriores para venir temprano?. A lo que Reida dijo -mi hija me cubrió. Por ahora dudo que pueda ser la dios del agua, pero tiene la suficiente habilidad como para sustituirme. Hoy en día no es mucho el trabajo. En su mayoría es entrenar a los mejores caballeros de Asura. Ir a subyugar alguno que otro monstruo y cosas semejantes. Me pregunto a veces si el Dios del Agua seguirá siendo necesario para Asura-

-Eso no importa- le dijo Kain -Si el Dios del Agua no es necesario para Asura. Puedes ir a donde quieras. Ya nadie te atara-

-¿y tu?-

Kain negó y le respondió -no te limitare, mientras prometas volver a mi, estoy conforme-

Reida sonrió y mientras lo abrazaba susurro con dulzura -tonto-

-o-

Para completar el circulo de transferencia, un mes no fue suficiente. Kain estuvo trabajando durante un mes y medio. El motivo de su demora tiene un nombre. Reida. No falta especificar que ya no pudo seguir trabajando sin descanso, mucho menos trasnochar. No obstante, dejando de lado los asuntos del amor. Kain pudo terminar el circulo de transferencia. Espero a que llegara la noche, instalo la plataforma y se ocultó. Reida algo curiosa, lo siguió hasta la habitación subterránea.

-¿Por qué tienes que exagerar?- le pregunto Reida

-¿Por qué lo dices- pregunto de vuelta Kain

-Esa mala costumbre-

-¿Por qué lo dices mi linda Reida?-

-Odioso. Lo digo porque esta habitación es demasiado grande-

-Esta bien así. Ahora no te asustes. Voy a ocupar una magia que nos hará invisibles-

-Espera ¿es verdad?- le pregunto Reida algo preocupada

-Tranquila- le dijo Kain con una sonrisa -si quieres, puedes tomar mi mano-

-Bien-

Kain coloco la magia de ocultamiento y ya no se pudieron percibir. Si no fuera por el calor que emanan los cuerpos y el tacto, sería difícil decir que siquiera existen. Reida afirmo su agarre y le pregunto -¿para qué hacemos esto?-

-Para atrapar al intruso- respondió Kain -hace un mes vino alguien y rompió el circulo, ahora quiero que me compensen las perdidas-

-¿Estas loco?-

-No, no lo estoy y si supieras todo el esfuerzo que toma hacer ese artefacto, entenderías mis molestias-

-¿Cuánto crees que se demore?-

-No mucho. Son las doce de la noche. El invasor debería atacar a eso de las tres de la madrugada-

Lo que no esperaba Kain, fue que el invasor había utilizado su mismo circulo de transferencia para viajar. Fue como darle una patada en las bolas. Kain se sintió molesto y humillado. El invasor era un hombre rubio, vestido con ropas blancas y llevaba una máscara con figura similar a la de un gato. Kain se soltó de la mano de Reida y con una gran porción de su fuerza, salto y le pego una patada. El invasor salió volando y choco contra el muro generando un estruendo. Kain quito su magia de ocultamiento y le dijo -vamos a ver si eres tan escurridizo ahora-

Lamentablemente, todos se equivocaron, ya que existe una persona que le preocupa el uso indiscriminado de los circulos de transferencia y no es Hitogami.

:p

Mañana más...

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