En medio de un cuarto subterráneo, estaban Kain, Reida y un hombre que decía ser Arumafi "El brillante". Kain había leído algunas historias de niño. Se suponía que el gran familiar (criatura convocada) pertenecía a un viejo fósil llamado Perugius. Uno de los dragones que lucho contra dios demonio Laplace. Dejando la historia de lado, Kain no lo encontró tan brillante, al menos en lo que se refiere al intelecto. Sobre todo porque se atrevió a tocar sus cosas.
Mientras estaba en el proceso de interrogatorio, Kain puso un mesa y tres sillas. De un lado estaba él y Reida, del otro extremo estaba Arumafi. Su postura demostraba falta de energía, por decirlo menos. Mas parecía alguien al final de su último respiro. Su postura estaba casi desarmada, y por ende Reida quería ir a ayudarlo. Para ser precisos, ella tiene miedo. Después de todo es el familiar de uno de los antiguos héroes. Por otro lado, a Kain le importa una mierda quien sea. Golpeo la mesa con la punta de su dedo índice y le dijo -explícate ¿Por qué rompiste el circulo de transferencia?-
Por su parte, Arumafi siente que su cuerpo esta débil, su respiración es pesada y no puede emitir ningún tipo de fuerza. Se siente lánguido, como si su cuerpo estuviera hecho de goma. Con suerte se puede mantener sentado en la silla. Trata de mantener la calma y responde -mi maestro dio la orden de que nadie puede utilizar los círculos de transferencia-
-¿Cuándo dio esa orden?- pregunto Kain
-Hace cuatrocientos años-
Kain entrecerró sus ojos y lo miro molesto. En esa época ni siquiera había creado el circulo de transferencia. Que derecho tenia a esta criatura para romper sus cosas -solo hace unos meses cree ese círculo de transferencia- dijo -además, es mío ¿Por qué lo rompiste?-
-Ya te lo dije-
-¿Quieres que te afloje la lengua?-
Kain y Arumafi se miraron. Este último llevaba una máscara con la figura de un gato, pero daba la impresión de que su vista se posaba en el rostro de Kain. Reida a su lado, le dijo a Kain -Querido, deberías parar-
-Mujer, deja de defender a esta cosa. Rompió mis cosas y quiero una compensación- respondió Kain
-Kain- le dijo Reida en un fuerte tono -no seas irracional. Es Arumafi-
-Me importa una mierda- contesto Kain y volvió a mirar a Arumafi -¿adónde ubico a tu maestro?-
Arumafi con lo último de sus fuerzas, le respondió -debes, dejar de ser imprudente, mi maestro, no es alguien al que tu puedas, visitar, tan, fácilmente- y se desmayó sobre la mesa.
Kain arrugo la nariz. Era molesto encontrarse con un lameculos tan devoto. Ante sus ojos, todo el mundo es indigno. Reida por otro lado, estaba en shock. Quería gritar, tenía miedo, este era uno de los familiares del gran héroe. Se pregunto ¿Cuáles serían las consecuencias?.
Reida en una carrera, fue hasta Arumafi, lo apoyo, lo recostó en el suelo y reviso su pulso, aún estaba vivo. Reida soltó un suspiro de alivio y miró a Kain como buscando ayuda. Este hombre en un arranque de furia lo había golpeado. Así que lo más probable es que Arumafi este herido de gravedad, sin contar que Kain había sellado sus poderes. Todavía no sabe cómo lo hace, pero recibir ese tipo de maldición, es aterrador. Es como si de repente te cortaron los brazos y las piernas. No hay dolor de por medio, sin embargo esta la angustia de no poder valerte por ti mismo.
-Por favor, sánalo- le pidió Reida
-Bueno- respondió Kain poco convencido. Él quería una compensación, no matarlo, así que no había problema. Con una luz dorada, lo sano y le dijo a Reida -si quieres, puedes ir a dormir. Yo me quedare esperando al resto de los invitados-
Reida quedo mirando a Kain con incredulidad, sentía que la ceja izquierda le palpitaba. ¿Cómo iba a dormir?. Su estúpido marido se había metido en una pelea. Para colmo no podía ser con alguien normal, tenía que ser con uno de los héroes. Ella soltó un suspiro donde se fueron el resto de sus fuerzas y le dijo -no creo que pueda dormir. Te acompañare-
-¿y tu trabajo?-
-Puedo pedirle a mi hija que me sustituya-
-OK- respondió Kain. Entonces tomo a Arumafi del pescuezo, como quien lleva a un perro que se cago en la alfombra y lo apreso en un pilar de piedra. Lo amarro con cadenas y volvió a su asiento. Al verlo, Reida no podía creer que este hombre fuera tan irracional, soltó un suspiro y se sentó a su lado.
-o-
Después de las dos de la tarde, Kain y Reida comieron en el patio trasero. Conversaron durante una hora y después fueron a ver al prisionero. Hasta la hora, nadie lo vino a ayudar. Todo estaba en calma y cuando llegaron al subterráneo, Arumafi seguía encadenado. Aunque llevaba una máscara sin orificios, era como si los pudiera ver. Al dar los primeros pasos en la habitación, los quedo mirando y les pregunto -¿Cuánto tiempo llevo aquí?-
-Vamos a ver- dijo Kain en un tono juguetón -desde las tres de la mañana. Ya son más de las dos de la tarde. Haz estado casi doce horas ¿Qué tal te ha parecido tu estancia?-. Se sentía encantado de poder burlarlo. Este hijo de puta había roto algo muy difícil de construir, sin hablar de sus costos. No obstante, Kain no se pudo divertir por mucho tiempo. Reida reacciono a su comentario y le dio un pellizcó. Ella no veía las cosas tan fáciles. Para Reida estaban metidos en un gran problema. Era mejor vigilar, no a Arumafi, sino a Kain. No se vaya a enojar y empeorar la situación.
Kain negó con su cabeza, camino hasta Arumafi y creo una silla con magia de tierra. Se sentó frente al familiar y le dijo -ahora ¿Cuál es la razón detrás de tu sabotaje?-
-Ya te lo dije- dijo Arumafi desde el pilar de piedra -mi maestro ordeno que nadie puede ocupar los círculos de transferencia-
-Esa orden fue dada hace cuatrocientos años. Mi disco no estaba creado-
-Eso no importa. Las ordenes de mi maestro Perugius son absolutas-
-Dime la razón detrás de esa orden-
-No eres digno-
Kain frunció el ceño, alzo la mano para arrancar la cabeza de un golpe, pero Reida lo retuvo de la muñeca. Ella negó. Kain respondió soltando un suspiro y bajo su mano. Tomando dominio de su persona, le pregunto de nuevo -¿Cuál es la razón para que rompas mis cosas?-
-No hay razón para responder. Es un asunto privado de mi maestro-
Kain miro a Rieda y le pregunto -¿segura que no le puedo arrancar la cabeza?-
-¡No!- respondió Reida escandalizada -déjalo ser Kain. No busques problemas-
Kain miro a Arumafi y le pregunto -¿dejaras de romper mis círculos de transferencia?-
-Ya te lo dije- respondió Arumafi -nadie puede utilizarlos-
-No soy yo- le dice Kain a Rieda -él me está poniendo a prueba. Cree que le tengo miedo a su pequeño maestro-
Reida torno los ojos al cielo y le respondió -haz lo que quieras, pero no busques problemas-
-Ok, lo haremos a mi manera- dijo Kain. Luego dirigió su mirada a Arumafi y le advirtió -hasta la hora he sido misericordioso. Dile a tu maestro que si no quiere perder a ninguno de sus familiares. Es mejor que se mantenga alejado de mis cosas-
-No puedes detenernos- dijo Arumafi en un tono profundo
-Te puedo detener. Por lo que yo veo, ahora estas atrapado. Así que deja de ser petulante y escucha. La próxima vez que aparezcas, te maldeciré y te volverás polvo. Y lo digo en un sentido literal-
-Tu magia de fuego…-
-¿Quién hablo de magia de fuego?- dijo Kain y lanzo un pequeño maleficio. Golpeo la pared y se volvió polvo al instante. Después miro a Arumafi y continuo -también se muchos otros maleficios. Mi advertencia está dada-
Entonces Kain le quito las cadenas y lo libero de su sello. Arumafi el brillante ilumino la habitación con su presencia. Todo era opaco delante de su espíritu. Sin embargo, todo su ser fue opacado por su estupidez. No tomando en serio la advertencia de Kain, corrió para romper el círculo de transferencia. Kain lo venció en velocidad, se paró en frente y Arumafi le dio un golpe. No falta mencionar que no le hizo daño. Arumafi tuvo que retroceder. Escucho que alguien le pedía que se detuviera, pero no se rindió. Invoco una espada de luz y trato de cortar a Kain. Las ordenes de su maestro lo eran todo y nadie se podía interponer. No obstante, no sabía contra quien estaba luchando. La espada golpeo el pecho de Kain. Sin embargo, fue como si tratara de utilizar sus uñas para rascar el acero. No le hizo ningún rasguño. Kain por otro lado estaba decepcionado. ¿Cómo alguien que seguía a un héroe, podía ser tan estúpido?. Con un movimiento rápido del dorso de su puño, golpeo a Arumafi en la cara y lo mando a volar. Se estrello contra el muro y cayó una vez más inconsciente. Kain camino hasta el cuerpo inerte, lo tomo por el pescuezo y lo llevó al patio trasero.
Reida se mordía la uña del pulgar mientras lo seguía. Tuvo algo de calma al ver que Kain no lo mato, pero se preguntaba como reaccionara el héroe. Una vez que llegaron al patio trasero, Kain lanzo a Arumafi sobre el pasto. Con la luz del sol, parece que recobro algo de su energía, porque recobro la conciencia. Arumafi se levantó como pudo y le advirtió -puedes detenerme, pero no me rendiré-
Kain molesto, frunció el ceño ante un mal perdedor. Lo miro de forma directa y le respondió -entonces te volverás polvo-. Como las otras veces, Arumafi no tomo en serio a Kain, se volvió un haz de luz y desapareció.
Kain viendo tal actitud, solo pudo soltar un suspiro mientras emprendía su camino de vuelta a la casa. Reida lo quedo viendo y le pregunto -¿adónde vas?-
-¿Adonde mas?- le respondió Kain sin detenerse -a poner la trampa para volverlo polvo-
-Es broma ¿cierto?-
Kain se dio la vuelta y le dijo -no lo es. Si alguien cree que puede venir a romper mis cosas con impunidad. Entonces están muy equivocados-
-Kain, espera- dijo Reida mientras lo seguía y lo abrazaba -no pelees con ellos. ¿Vale?. Deja el círculo de transferencia-
-¿Entonces cómo voy a ver a mis hijos?. No puedo, mujer. Si quiero seguir viendo a mi hermano y a ti, necesito este dispositivo-
Entonces Kain hizo su camino a la casa. Empezó a preparar todo tipo de maleficios, gasto toda la tarde, pero nunca fueron necesarios. Arumafi el brillante nunca volvió. Su sorpresa fue otra. En medio de la noche mientras dormía con Reida, fue convocado a un lugar entraño. De repente Kain abrió los ojos y cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, ya era muy tarde. Se encontraba en el suelo de una gran habitación. El lugar era iluminado por la luz natural y lámparas de luz constante. El piso era de un gris claro y las murallas de un blanco impoluto.
Una vez que Kain se levantó del suelo. Miro hacia todos lados y se encontró rodeado por cinco personas. Ninguna mostraba hostilidad, salvo una mujer que vestía una larga túnica blanca. Llevaba un báculo en su mano y ocultaba parte de su rostro detrás de una máscara con forma de ave. A pesar de que tenía las características de una mujer hermosa (pelo rubio, rostro ovalado, un cuello delicado pero firme y una figura tentadora), su apariencia no fue lo que más resaltaba. Ella tenía un par de alas negras. No azabaches, pero de un gris muy oscuro. Una vez que dejo de apreciar a la mujer alada. Kain cambio su atención a los alrededores. Comenzó a girar admirando la habitación con los más finos detalles, cuyos nunca había visto, por lo menos en este mundo. Si tuviera que ponerlo bajo un estándar, serían más similares a las construcciones que existían en el mundo de Bruce, con una apariencia más limpia y sintética.
-Puedes ponerte ropa- dijo la mujer alada en un tono severo
Kain se dio la vuelta con una gran sonrisa y le respondió -si tuviera ropa no sería ningún problema. Sin embargo algún idiota me trajo aquí en medio de la noche-