—Traigan al siguiente aquí... —dijo eso y Aditya se sentó.
—¡Sí...! —los dos guardias arrastraron rápidamente a Jack fuera de la sala.
Nathan observó que Aditya estaba perdido en sus pensamientos. Miraba fijamente la mesa de acero, absorto.
En cuanto a los dos guardias, se podía ver que les temblaban las piernas.
No había tiempo para limpiar el desastre dentro de la sala de interrogatorios. Y parecía que Aditya tampoco tenía intención de limpiar la sala antes de traer al siguiente prisionero para el interrogatorio.
Todos los guardias dentro de la prisión vieron a uno de los guardias arrastrando a un Jack casi irreconocible de vuelta a su celda. Su cuerpo entero estaba cubierto de sangre. Al ver que le faltaban ambas piernas y ambos brazos, casi todos se negaban a creer que ese era Jack.
—Oye... ¿Quién es? Ese no es Jack, ¿verdad? —uno de los prisioneros preguntó a los guardias.
Apoie seus autores e tradutores favoritos em webnovel.com