—¿Cuánto tardarán? Ya han pasado más de siete horas desde que se fueron. ¿Les habrá ocurrido algo? —Sentada en la sala subterránea, Jia seguía esperando que los dos regresaran. Sin embargo, al pasar más y más tiempo, comenzó a preocuparse por ellos.
Por otro lado, Karyk parecía no preocuparse lo más mínimo. Jia se preguntaba si debería despertar a Karyk para decirle cuánto tiempo había pasado desde que la Diosa de la Naturaleza y Gabriel desaparecieron, pero no podía reunir el coraje para molestarlo.
Como si pudiera leer su mente, Karyk abrió sus tranquilos ojos.
—No te preocupes. Deberían volver pronto —Después de pronunciar tan solo una frase, cerró los ojos una vez más, concentrándose en su recuperación. Ni siquiera él esperaba que fuera tan rápida. ¡Había pasado menos de una semana y ya sentía que casi había sanado!
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