Anna salió de la mansión al día siguiente con Janjan. Lola le había dado un día libre para hacer lo que quisiera y pensó que podría ir de compras con su amiga para el próximo evento.
—Ha pasado tanto tiempo, Anna. Sé que ha sucedido mucho y entiendo que no tuviste tiempo —dijo Janjan al salir del coche. Las sirvientas habituales que seguían a Anna a todas partes no vinieron con ella esta vez.
Noah había enviado a sus guardaespaldas en su lugar. Entonces, la gente casi había olvidado que ella todavía existía. Pero ahora, es un tema candente en las noticias.
—Me alegra que entiendas Janjan. ¿Qué te parece si te compenso por todo el tiempo que no pasamos juntas? —preguntó Anna ajustando su sombrero. Aunque había elegido un spa exclusivo donde la gente realmente no la notaría, todavía llevaba su máscara facial y sus gafas de sol.
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