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Nuevo punto de partida - Parte 5

-¡Muy bien, ya terminé!

-¡¿En serio?! Que rápido.

Sentado en una silla de la sala, me había puesto algo parecido a una sábana para que el cabello no cayera en mi ropa.

El procedimiento no duro ni 20 minutos. Mojar mi cabello para humedecerlo y luego cortarlo con las tijeras. Cortar, peinar, peinar, cortar y cortar.

No tenía ningún espejo para saber cómo estaba quedando, solamente me quede sentado mientras ella hacia su trabajo.

No parece que hubo ningún problema, ella parecía neutral al resultado, así que estaba tranquilo.

Aunque mi abuelo actuaba algo extraño al verme.

-¿Qué ocurre?

-No… este… ¿Qué debería decir…?

-¿Eh? ¿Por qué actúas así…?

Entre en pánico de inmediato al ver su actitud.

Por lo que sin decir nada tomo un espejo y observo mi imagen.

-...

No tengo palabras.

-Hermana, ¿te puedo preguntar algo?

-Seguro.

En serio no tenía palabras.

-Dijiste que cortabas tu cabello y también el de mamá y Risa, ¿verdad?

-Eso es correcto.

-Ya veo… ¿Y alguna vez le has cortado el cabello a un hombre?

-Jamás.

-¡¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!

¡Entonces es por eso que termine así!

Mi cabello está corto, muuuuuy corto, pero el volumen, no, las puntas ni siquiera parecía que estaban.

-¿¡Que me has hecho!? ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!

-¿Qué tiene de malo? Tienes una apariencia más refrescante ahora.

-¡Cállate! ¡Y tú, ¿por qué no la detuviste?!

-Lo siento, el daño ya estaba hecho antes de que me diera cuenta.

¡Pues un "Detente" hubiera bastado!

-Aaaahhh ¿por qué siempre me tiene que pasar esto?

-Si no te gusta puedo intentar arreglarlo si quieres.

-¡Aléjate de mí! ¡Ya has hecho suficiente! Cielos… si alguien más me ve así yo… ah.

-...

Cuando pensaba que no podía empeorar, Risa se encontraba mirándome sin decir nada.

Al parecer hacía tanto escándalo que no la escuche entrar.

Se quedó mirándome un poco impactada viendo mi apariencia.

-Risa…

*¡Flash!*

-¡¿Hah?! ¡Tú, espera!

Saco su teléfono móvil y me tomo una foto. ¿Desde cuándo tiene uno?

No, eso no importa, empezó a correr a su habitación en cuanto la tomo.

¡No puedo dejar que esa foto salga a la luz!

-¡Regresa aquí, Risa! ¡¿Qué piensas hacer con esa foto?!

-Se la enviaré a mamá.

-¡¿Qué?!

Cuando estaba persiguiéndola se escondió en su cuarto antes de que pudiera atraparla.

Esta tipa…

-¡Abre la puerta! ¡La derribaré si es necesario!

-No.

-¡Por favor! ¡Al menos espera 3! ¡No, 2 meses para mostrársela a mamá, aun no estoy listo!

-Enviando.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

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Academia Canvas. En una de sus oficinas directivas en donde los profesores se encontraban administrando y arreglando papeles y documentos de trabajo para sus clases.

La voz de un hombre que se encontraba observando unos papeles dice cansado.

-Esto es todo, ya terminé la transacción de los nuevos estudiantes a sus salones correspondiente.

-Buen trabajo.

-Sí, si sabes que pudiste ayudarme, ¿cierto?

-Lo haría si ese fuera mi trabajo.

Una conversación simple entre dos profesores podía escucharse en la oficina.

Haber recibido las calificaciones y leer los formularios de los nuevos ingresantes era estresante.

-Veamos… parece que tenemos varios que pudieron aprobar el examen "Extra". ¿Cuánto fue esta vez?

-No más del 10% pasaron. Tal vez si disminuyeran el requisito mínimo para aprobar, talvez hubieran sido más.

-No se puede hacer, no podemos simplemente regalar cupos a cualquiera, sería un caos tener estudiantes que no puedan seguir el ritmo de los demás.

En la Academia había varias reglas, sin embargo, siendo unas de las encargadas de darles una educación completa y personal a los estudiantes.

Sin embargo, no había un lugar perfecto para el aprendizaje, pero el sistema que emplea era una más avanzada que cualquier otra escuela.

Uno de los profesores comenzó a ojear las hojas de los del examen extra con curiosidad.

-¿Abra uno interesante? Sé que debemos mantener su puntaje en secreto por normas, pero tengo interés en saber si hay alguien bueno, aunque no tengo muchas esperanzas.

Pasando de hojas solo podía encontrar puntajes de entre 50 y 60 puntos.

-¿Alguien interesante?

-¿Tienes uno?

-Si… pero mantén silencio.

Con un acuerdo de confiabilidad para estudiantes externos que no son recomendados de otras escuelas. Su puntaje debe de ser mantenido en secreto tanto para ellos como para los demás estudiantes. Para mantener la igualdad entre ellos sin ninguna clasificación ni prejuicios que pudiera provocar.

Cuando la hoja de uno de los nuevos ingresantes es visto.

El hombre reacciona sorprendido.

-¡92 puntos!

-¡Shhh! ¡Te dije que guardaras silencio!

-¡Pero mira su puntaje! El requisito mínimo para los exámenes de ingreso normales es de 40, chicos que llegaron de otras escuelas y por recomendación. A diferencia del extra que pedimos 50, el promedio de ellos rondan 60 y 70, como mucho 80. ¿Este chico vino de afuera y saca más de 90 puntos? ¿Quién este chico?

Estando a punto revisar más su información cuando una voz les llamo.

-Ustedes, ¿Qué creen que están haciendo?

Una mujer de unos 30 años, de semblantes finos con cabello largo castaño, con una mirada fría y estricta, les dice a los dos hombres.

-¡Ah, profesora Davis! N-Nosotros estábamos…

-Espero que eso no sea lo que pienso que es.

-S-Solo estamos terminando de ordenar para irnos, ¿verdad?

-¡S-Si, exactamente!

La mujer parecía no creer en lo que dijeron y solo extendió su mano hacia ellos.

-Yo me haré cargo de eso, ya es hora de irse.

Los dos hombres gritaron "¡Sí!", y salieron de la oficina.

Una vez que salieron la mujer miro la hoja que le habían entregado y se sintió algo enojada por lo que estaban mirando. Pero al ver un poco más el formulario.

Su expresión cambio a una atónita, no por el puntaje, sino por algo más.

-Este nombre… no puede ser…