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Nuevo punto de partida - Parte 4

Al día siguiente.

Me levanté temprano y luego de hacer una rutina diaria de correr 20 km.

Como tenía planificado, fui al hospital en donde mi mamá estaba siendo cuidada.

A pesar de los problemas de salud que antes sufría, su cuerpo aún mantenía sus síntomas luego del colapso que tuvo en la casa. Por seguridad de su salud se mantuvo en cuidados generales en una habitación de hospital, hasta ahora se había mantenido estable.

En estos años aún se encontraba siendo supervisada y cuidada.

Llegando al hospital general de la ciudad.

Pase por la oficina del hospital para preguntar su habitación y anotarme en la lista de visitas. Luego de los procedimientos me encontraba parado frente a la puerta de su habitación.

-Fuuuu…

Tome aire para después suspirar.

Si no hay error, no he hablado con ella después del accidente pasado hace 2 años.

Me fui con mi abuelo luego de eso y ni siquiera hablamos. Me sentía muy nervioso.

Pero no puedo perder el tiempo aquí.

-Con permiso.

Abrí la puerta después de anunciarme.

Un cuarto de hospital sencillo con paredes de color azul marino con una ventana abierta, dejando que el aire fresco entrara mientras que abanicaba las cortinas blancas.

Una sola cama y acostada leyendo un libro tan plácidamente, la mujer de cabello largo y negro de ojos marrones. Una piel blanca y delicada a pesar de su condición seguía viéndose tan hermoso.

Al oír mi voz y ver quien era, me regalo una sonrisa tan radiante que me lleno de paz.

-Hola, Ry. Qué bueno, has crecido espléndidamente.

-Hola, mamá. También me alegra verte.

Cuando nuestras miradas se encontraron nos sonreímos mutuamente mientras me acercaba a tomar asiento en una silla cerca de su cama.

-¿Risa no vino contigo?

-Dijo que tenía algo que hacer.

-Es así, ya entiendo… supongo que la veré otro día.

-Sí, nada más somos tú y yo.

-Fufufu, así parece, entonces, ¿Vas a contarme que has hecho?

La expresión de mi mamá era radiante y curiosa, a lo que digo sin perder el tiempo.

-Para comenzar, debo decirte que ingrese a la Academia Canvas, mañana es mi primer día.

-¡¿En serio?! ¡Felicidades, no esperaba menos de ti! ¡Entonces ya podrás asistir al fin a una escuela! ¡Esas si son buenas noticias!

-¡¿Verdad?!

Me sentí algo avergonzado que actué un poco orgulloso luego de ver su reacción.

-Estoy a pocos pasos de poder ser un Ripper, solo tengo esperar a que comience el torneo.

-Ah, es verdad que también tenías esa meta.

-Por supuesto, ¿Por qué más querría ir?

Intrigado por sus palabras, le di esa pregunta, a lo que ella responde como si fuera algo obvio.

-Duh, pues, porque más, educación. Talvez haya permitido que no fueras a la escuela estos años, pero eso no signifique que estuviese del todo de acuerdo.

-Eso no importa ahora, si puedo ganar el torneo este año no habrá necesidad de seguir en la Academia, si quisiera educación no hubiese escogido ser un Ripper. Además, puedo aprender lo demás en otros lados más adelante sin necesidad de estar ahí.

-¡¿Ya ves?! ¡De eso es lo que hablo! Has estado tan concentrado en convertirte en un idiota descontrolado que solo sabe pelear y has olvidado a valorar otras cosas. De seguro ni siquiera sabes cómo hacer amigos.

-¡S-Si tengo amigos, y lo sabes bien!

-¿Así? ¿Y en dónde están?

-Eso…

Esta mujer… siempre sabe dónde atacarme, me recuerda a cierta persona viviendo en la casa.

No sé qué quiere demostrar.

¿Si consigo ser un Ripper este año no resolvería todos los problemas? Ir a una Academia no es más que un simple método para lograrlo.

¿A quién le importa lo demás?

Mi mamá suspiró y seriamente me encara al ver mi rechazo.

-Ry, entiendo que no quieras ir a la escuela luego de lo que has pasado, a nadie le gusta de hecho, incluyéndome. Pero créeme cuando te digo que podrías encontrar muchas más cosas de las cuales podrás disfrutar si le das la oportunidad.

-… No es como si tuviera miedo…

-Sí, puedo ver que te has vuelto más grande de la última vez. Sin duda te has vuelto más fuerte.

-¡No se trata de fuerza!

-¿Entonces de que se trata?

¡No le temo a la escuela! ¡Tampoco les temo a las personas!

Ya no se trata de mi cobardía esta vez.

Me sentía un poco mal, ya que ahora podía entender por qué mi mamá quiere que lo intente, pero esto no se trata de que si quiero ir o no.

-Soy un Singular, y ser un Ripper requeriría todo mi tiempo y mi esfuerzo con tal de conseguirlo. Mis posibilidades son mínimas, así que no puedo desperdiciar mi tiempo en cosas triviales que no sea en ser más fuerte. Así que… no puedo.

-¿Eso es lo que te dijo mi padre?

-...

Asentí levemente a su pregunta.

-¿Entonces no puedes tener una vida normal por qué quieres ser más fuerte? ¿No puedes hacer amigos por qué quieres ser un Ripper? ¿No podrás llegar a tener una relación por qué estarás enfocado en eso? ¿Es lo que quieres decirme?

-.... Si, así es.

-Ya veo, entonces…

Suavemente, toma mi mano y con una sonrisa dijo.

-¡Yo te digo que sí es posible!

-¿Eh?

En este momento, no entiendo qué está pasando.

¿Qué quiere decir…?

-Pero mi abuelo dijo…

-Olvida lo que dijo ese anciano, estoy seguro de que podrás conseguir eso y más si te enfocas desde otra perspectiva más relajada.

-Eso es imposible, yo…

¿Qué está pasando? ¿Cómo puede decir eso tan fácil?

Cuando me encontraba cuestionando mis ideas, su voz me llamo y dijo.

-Ry, aprende a tomártelas con calma y relajarte de vez en cuando, no hay por qué tener prisa, de una forma u otra podrás conseguirlo. Eso te lo aseguro.

-...

En este lugar.

En esta escena.

En este mismo instante.

No sabría describir cómo me siento.

*¡Toc, toc!*

La puerta de la habitación se abrió y una enfermera se asoma por ella.

-Disculpe, la hora de las visitas está por terminar, por favor le pedimos que vayan saliendo.

Así que ya se acabó, supongo que el tiempo pasa cuando hablas demasiado.

-Supongo que es todo por hoy, no olvides lo que hablamos.

-Si…

Sin duda me ha dado en que pensar, cuando me levanto de la silla y me preparaba para salir.

-¡Ahem!

-¿Uh?

-¿No se te olvida algo?

Me preguntaba de qué estaba hablando cuando me llamo, pero se disipó ese pensamiento al verla extender sus brazos con ánimo.

-…

Procuro mirar por si acaso alguien estuviera a punto de entrar por la puerta o si alguien estuviera viendo.

Me sentiría avergonzado si alguien me viera.

Lentamente, me acerco y delicadamente me abraza con sus brazos aun sentada en la cama.

Mi primer pensamiento fue que era cálido y acogedor, junto con una suave y dulce fragancia que nublaba mis pensamientos.

Pero también de lo delgado y frágil que era su cuerpo. Aun así, eso no me importo, a lo que con cuidado la abrazo.

Estando tan cerca, pude escuchar el cómo un susurro llegaba a mis oídos.

-Sé que tienes muchas cosas en que pensar y lo entiendo, pero recuerda también de disfrutar estos momentos, al menos trata de intentarlo, ¿lo entiendes?

-… Sí, entiendo.

-Bien, y nuevamente, felicidades por haber conseguido entrar a la Academia. Buena suerte, Ry.

Al darme esas palabras me despedí y regresé a casa.