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Nuevo punto de partida - Parte 3

Veamos esto otra vez.

Debe de haber como 12 sujetos reunidos alrededor de un chico tirado en el suelo, todo magullado.

Sin duda no es más que otro pleito muy común entre los jóvenes.

Probablemente, sean también estudiantes, aunque estén vistiendo ropa casual.

De todas maneras, no quiero tratar con ellos, así que mejor los ignoro.

Pero aunque piense eso…

-¿Ah? ¿No ves que estamos ocupados aquí? Piérdete o te vas a unir a él.

Uno de ellos me dice eso con el ceño fruncido.

Estas cosas cansan más que un examen escrito.

-Lo que estén haciendo no es mi problema, solo déjenme pasar y ya no tendrán que molestarse conmigo.

-En serio tienes agallas para decirnos que hacer, imbécil.

Cuando creía que era racional, todos comenzaron a reírse como si hubiera dicho algo divertido.

La mayoría empezó a caminar hacia mí y no pienso que sea para cosas pacíficas.

En esta situación no hay de otra. Al parecer tendré que mandarlos a volar.

-¡Oigan relájense! No tenemos por qué armar un escándalo por eso. Si quiere pasar que pase.

-Oh…

Uno de los chicos más al fondo hablo pasivamente y calmo a los demás.

Me alegro de que al menos haya alguien con buen raciocinio en el grupo.

-¿Entonces puedo pasar?

-Seguro, nada más ignóranos y sigue tu camino.

Con una sonrisa relajada me hace espacio para pasar al otro lado del callejón. Cuando di varios pasos vi al chico en suelo con más claridad.

Su cabello era castaño brillante con un tono anaranjado. No sabría cómo describir su rostro, su flequillo era largo que hasta cubría sus ojos. Una piel blanca y golpeada, y su ropa estaba sucia.

No hacia ningún ruido y tampoco estaba seguro de que podría estar pensando.

Simplemente, me daba la sensación de que ya no sabe que más hacer.

-...

-¿Por qué te detienes? ¿Te preocupa este chico? No hay necesidad.

-… ¿Por qué?

-Es un compañero de clase, hoy es nuestro último día antes de ingresar a la Academia y nos estábamos despidiendo, no hay por qué alarmarse. Sin embargo, no hace nada en contra de nosotros, así que le estábamos enseñándole a defenderse, de cierta forma lo estamos ayudando, ¿verdad?

El sujeto habló con simpatía y los demás parecían seguirle el juego riéndose y burlándose del chico.

-Entonces, ¿A pesar de todo eso, él no hace nada en contra de ustedes?

-¡Exactamente! ¿Qué te parece?

¿Qué me parece…?

Arrinconarlo a un lugar solo para que no los interrumpan.

Ser sometido una y otra vez por las mismas personas como si fuera divertido.

¿Esta situación es tan divertida?

-Patético.

-¡…!

Solté esa palabra al aire sin demora.

-¡Jajajaja! ¡¿Verdad que lo es?! ¡¿Escuchaste eso, Collins?! ¡Incluso alguien ajeno puede ver lo patético de esto!

El chico dijo sorprendido y empezó a reír a carcajadas junto con los demás por lo que dije.

Creo que entendieron mal lo que dije.

Mientras dejaba caer mis cosas al suelo.

-No se confundan, yo no considero que ese chico sea patético.

-¿Qué?

-Llevar a una persona que no quiere pelear en contra de su voluntad, y la única forma es sometiéndolo mediante un gran número de personas para demostrar su superioridad porque no tienen las agallas para encargarse por sí solos.

Alzando mi voz para que cada uno me escuchara.

-¡TODOS USTEDES SON PATETICOS!

Seguido de mis palabras, todos quedaron atónitos para después poner rostros agrios e irritados.

Era algo que esperaba y comenzaron a rodearme.

Una mano de repente agarro mi hombro con fuerza. Uno de ellos se acercó enojado y dijo.

-Veo que te cansaste de vivir, desgraciado.

-¿Y qué harás al respecto, idiota?

-¡Maldito!

Lanzó un golpe a mi espalda y lo esquivo haciéndome a un lado, aprovecho para empujarlo contra los que estaban al frente de mi haciendo que cayeran.

Ahora nadie puede decir que yo comencé la pelea. Talvez los provoque porque lo que hacían me enfado. Pero yo no lance el primer golpe.

De inmediato 3 chicos se abalanzan hacia mí para inmovilizarme.

Tomando una posición baja me desplazo a través de ellos para evitar quedar acorralado. Cuando uno se percató de eso quiso tomarme del brazo, pero la aparto rápidamente y lo golpeo en el rostro.

Girando todo mi cuerpo aprovecho la fuerza de rotación y encajo una patada giratoria en la mejilla del sujeto que estaba a su lado.

-¡¿Ah…?!

Sin dejarle tiempo para pensar, con el reverso de mi puño derecho golpeo en la quijada de otro chico.

3 ya habían caído. Solo faltaban 9.

Cuando vieron a sus compañeros desmayarse los tipos parecían estar más alertas y nerviosos. Ninguno parecía querer atacar.

-¿Dónde quedo la energía de antes?

-¡Tch! ¡Acábenlo!

Cuando dije eso para provocarlos se lanzaron hacia mí con toda la intención de darme una paliza. Pero estaban perturbados por la ira, eso hace hacia las cosas más fáciles.

Viniendo sin ninguna estrategia o habilidades de combate remarcables.

Comencé a abatirlos uno por uno con golpes certeros hacia puntos vitales.

Un golpe en el estómago con la fuerza suficiente para hacerlos caer.

Golpes centrados hacia la nariz.

Patadas en las rodillas para tumbarlos y terminarlos con un golpe en el rostro.

Uno de ellos fue un poco más listo y espero hasta ponerse en un punto ciego, lastimosamente el área no le favoreció y me percate de inmediato, además…

Cuando se dio cuenta de que su plan fue un fracaso, tuvo un pequeño resbalón y estaba a punto de tropezarse con sus propios pies.

Pero gracias a que pude sujetarlo de la cadena que adornaba su cuello eso no paso.

-¿Quién lleva estas cosas a una pelea?

-¡Ugh!

Sujete con fuerza la cadena para después chocar su cara con mi cabeza rompiendo su nariz.

La cadena se rompió y su espíritu también. Cuando me di cuenta, ya todos habían caído.

Al ver esto, no podía decir que estaba satisfecho, estas cosas no me dan ningún placer y mucho menos hacen mejorar mis habilidades vencer personas más débiles que yo.

Aunque si había alguien que todavía seguía despierto.

-¿Cuánto tiempo piensas quedarte en el suelo?

-Uh… Ah....

El chico que de un principio estaba siendo molestado estaba temblando.

¿Esto lo asusto, o solo soy yo?

Qué más da…

-Yo me largo. Tú también deberías, estos tipos despertaran en un rato y sería mejor que no estés aquí cuando eso pase. Pero has lo que tú quieras, adiós.

-...

No quería seguir ahí, así que me fui dejando el chico en el callejón, parecía querer decir algo pero estaba demasiado asustado para hablar.

Bueno, no puedo culparlo. Cosas como estas pueden ser impactantes.

Incluso para mí.

Después de caminar un rato en la ciudad, me seguía cuestionado el por qué me involucre en eso. No puedo decir que soy un justiciero ni nada parecido.

Ya cometí un error parecido antes y la pague muy caro. Pero incluso así…

Parece que no puedo tolerar a esas personas que piensan que pueden jugar con los demás como si fuera algo divertido.

No debería de molestarme, personas como esas llenan este mundo y no puedo seguir actuando de esta forma siempre.

Lo sé muy bien. ¿Pero por qué lo hago?

Bueno… si sigo creyendo en eso me tomaría 100 noches. ¿Me pregunto si en la Academia habrá también personas así?

Con mi suerte apuesto a que sí.

-Y hablando de eso, tengo que mostrarle a Rena y a los demás que ahora soy un estudiante de… de… ¿…Eh?

Mi entusiasmo se convertía en pánico y horror al notar que no tenía los documentos y el uniforme que me dieron.

-¡Oh no! ¡Ah! ¡No puede ser! ¡¿Dónde, dónde fue?! ¡Espera un momento…!

¡Ya me acorde!

Lo tire en ese callejón cuando luche con esos sujetos.

¡Lo sabía, sabía que nada bueno pasa cuando actuó así!

Esto es malo. Si uno de ellos se percata de eso estoy jodido.

¡Tengo que regresar rápido!

-Disculpe…

-¡¿Uh?!

Estaba a punto de correr cuando presentí que alguien me había llamado. Pero al voltear vi al chico del callejón otra vez

¿Él me llamo? ¿Casi ni lo escuche?

-Hola, otra vez… ¿Qué pasa?

-Esto… Yo… Yo…

-¿Qué dices…?

Ni siquiera puedo entender lo que dice, pero cuando vi lo que tenía en sus manos.

-¡Ah, eso es mío! ¡¿Lo recogiste por mí?!

-¡…!

No dijo nada y solo asintió nerviosamente.

No puedo saber muy bien en que está pensando debido a que no puedo ver bien su rostro. Su flequillo es muy largo, incluso más que el mío.

¡Pero eso no importa ahora!

-¡Vaya chico enserio me salvaste! ¡No sé qué decir, resultaste ser una buena persona al final!

-Ah… yo solo… lo vi… y creí que… talvez…

-¿Qué? ¿No entiendo que dices? De todas formas, creo que estamos en paz con esto ¿Verdad?, ¿Cómo te llamas?, mi nombre es Ryuji Narukami, También puedes llamarme Ry, si quieres.

Quise presentarme pero él no dejaba de mirar al suelo y cualquier lugar para no mirarme, ¿Podrá ver bien con su cabello así?

Cuando el chico escucho lo que le dije parecía esforzarse por articular una palabra.

¿Tanto miedo tiene de mí?

Recordé que el vio en primera fila como luche con esos sujetos. No pienso hacerle nada malo.

Pero si no quiere hacerlo no lo obligare.

Fue entonces cuando intento hablar de nuevo.

-Mi nombre... Jack Collins

-Perdón, no escuche bien.

-…Jack Collins…

-¿Sanis Mulder?

-¡J-J-Jack… Collins!

-Oh vale, no tienes que gritarme.

-¡L-L-Lo siento!

-Es una broma.

Un chico muy peculiar la verdad, pero no creo que sea una mala persona.

Me reí un par de veces y rápidamente intento aprovechar ese ánimo tomando su mano derecha.

-Ya veo, entonces eres, Jack. Es un placer conocerte, y gracias de nuevo por recoger mis cosas.

-….Si...

Casi obligándolo para que tuviéramos un saludo con un apretón de manos ya que tenía la sospecha de que iba tardar una eternidad para que lo hiciera.

Espero no parecer muy entrometido pero quería ver como reaccionaria a eso, y viendo que no lo rechazo supongo que está bien.

-Bueno, ya me tengo que ir. ¡Ten cuidado al regresar, y evita usar atajos! ¡Nos vemos!

Cuando me alejaba pude ver que hacia una leve reverencia hasta que ya no pude verlo.

Es alguien muy educado.