Anastasia lo miró fijamente por un poco más de tiempo mientras él impacientemente dejaba al entrevistador como si tuviera algún lugar importante al que ir.
La cámara lo seguía detrás, capturando su amplia espalda. Anastasia intentaba recordar algo sobre él, pero las imágenes que veía estaban todas borrosas.
—¿Por qué lo miras tan intensamente como si pudieras recordar algo? —escuchó la pregunta de Michelle detrás de ella—. No puedes recordar nada, así que ni siquiera lo intentes.
Tibo y Turac estallaron en risas como si Michelle hubiera hecho el chiste más divertido que jamás habían escuchado.
Anastasia se volvió para mirar a Michelle, sus ojos azules parecían más oscuros de lo habitual.
—No necesito recordar nada si quiero hacerte pagar por todo lo que me has hecho.
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