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CAPITULO 14

SARA

Salimos a cenar fuera de casa, mi papá me fulminó un par de veces con la mirada por mi vestimenta, se notaba mucho que no llevaba sostén y vi a mi amor ponerse rojo de la rabia varias veces, cada vez que un hombre se me quedaba viendo, aparte de eso, la cena fue agradable, yo pedí hamburguesa, papas fritas y gaseosa al igual que Carlos, los demás pidieron pizza de la cual me comí una rebanada, no me pude aguantar las ganas.

Volvimos a la casa ya eran casi las once de la noche, me siento cansada, al llegar voy directamente al baño, luego a mi habitación, me quito la ropa y entro a la ducha, me doy un baño rápido, me coloco un camisón de pijama color blanco y un cachetero de encaje blanco también, reviso el celular y veo un mensaje de Carlos, dice: amor estoy en la habitación, no le pongas seguro a la puerta, quiero dormir a tu lado, te amo, vaya ironía pienso, si mis padres supieran todo lo que sucede justo en sus narices, les daría un infarto a ambos, pero primero lo matan a él y a mí, tal como dice dejo la puerta sin seguro y lucho por quedarme despierta, ya no hay ningún ruido en la casa, el silencio es ensordecedor, abro la puerta y bajo hasta la mitad de las escaleras, puedo escuchar claramente a mis padres roncando, mi hermano está profundamente dormido, regreso a mi habitación y dejo la puerta abierta, me acuesto en la cama y espero a que él venga, realmente no tarda mucho, pasan cinco minutos y escucho la puerta cerrarse suavemente, mi corazón da un salto, me siento feliz y nerviosa, creo que piensa que estoy dormida, se mete muy suave a la cama y me abraza, me doy la vuelta, lo abrazo y le digo, te estaba esperando, sé que está sonriendo en este momento aunque no puedo verlo, pero ya conozco muchas de sus reacciones, me responde, pensé que estabas dormida, a lo que respondo, como podría quedarme dormida, si el hombre más sexi y guapo de todos está por venir a mi habitación, se ríe y me dice te amo Sara, no te puedes imaginar cuanto, ya no me imagino una vida sin ti, te necesito, cuando paso mucho tiempo sin saber de ti, siento que no puedo respirar, siempre cargo una foto tuya, así siento que siempre estarás junto a mí, quiero una vida contigo, hijos contigo, quiero todo contigo, darte lo mejor del mundo, porque tú te lo mereces todo, ante sus palabras mis ojos se llenan de lágrimas, este hombre sabe cómo hacer que cada día lo ame más, respondo yo también te amo, y lo beso, un beso suave, sus labios son dulces, me transportan a una dimensión desconocida, el sube la intensidad del beso y no soy capaz de detenerlo, se coloca encima de mí cuerpo, y por miedo a aplastarme, apoya su peso contra una de sus manos, con la otra acaricia mi rostro, eres hermosa, susurra, su mano baja por mi cuello, llega a mis senos, los acaricia por encima de la pijama, la tela es delgada, así que puedo sentir el calor de sus manos con cada rose, sigue bajando, su mano, mientras no deja de besarme, acaricia mis piernas suavemente, sube su mano por debajo de mi pijama hasta llegar a mi ropa interior, me tenso un poco, pero el sube su mano un poco más, deja de besarme y acaricia mi vientre mientras me susurra al oído, quiero que algún día aquí cargues a nuestro bebe, yo no puedo pensar en nada en este momento, las emociones me dominan, la razón se fue al carajo, se despega un poco de mí y me siento decepcionada, baja hasta mis pies y empieza a besarlos, va subiendo suavemente, besa mis piernas y siento mi cuerpo estremecerse, sigue besando y acariciando con sus manos, aprieta mis nalgas un poco, y empieza a subir mi pijama, no lo detengo, no pienso hacerlo, me quita el camisón y quedo solamente en cacheteros, esta oscuro y solo nos alumbra la luz de la luna que entra por la ventana, me besa y dice eres hermosa, toda tu eres hermosa, besa mis seños y los aprieta un poco, me estremezco, me muerdo los labios para evitar soltar un gemido, esta sensación nueva me encanta, empieza a besar mi vientre y con una mano sigue acariciando mis senos, sigue besando hasta llegar a mi cachetero, pasa su mano por encima de este justo en mi entrepierna y dios que sensación tan maravillosa, vuelve a besarme pero con su mano sigue acariciando mi zona intima, en un momento retira mi ropa interior y acaricia con su mano, siento el calor de su piel rosar la mía, deja de besarme y abre mis piernas, tengo miedo, pero donde carajos esta la razón en este momento, me dice tranquila princesa iremos de a poco, pone su cara en medio de mis piernas, siento uno de sus dedos acariciar mi vagina mientras él dice hermosa estas muy mojada, se perfectamente a lo que se refiere, aun así me avergüenzo un poco, trato de cerrar las piernas pero él no me lo permite, tranquila me dice, y siento su lengua acariciar mi vagina, dios, la mejor sensación que he sentido en mi vida, sigue haciendo eso, por momentos aprieta un poco con sus labios, siento algo acumularse dentro de mí, tengo muchas ganas de orinar, y siento pena, pero debo decirle, él se ríe y me dice no son ganas de orinar, vas a tener un orgasmo y continua estimulándome con su lengua y sus dedos hasta que no aguanto más, aprieto las sábanas tan fuerte como puedo y cierro la boca, quiero gritar pero no puedo hacerlo, siento todos los músculos de mi cuerpo tensarse, mi espalda se arquea y él no se detiene, aumenta la velocidad, hasta que lo dejo salir, siento un líquido caliente salir de mí, mucho, eso fue más que si me hubiera orinado, estoy realmente avergonzada, mi respiración esta acelerada, él se acuesta a mi lado y me besa, me dice sabes deliciosa mi amor, paremos aquí por ahora, gracias por regalarme tu primer orgasmo, eso fue maravilloso, siento mi cuerpo débil, mis músculos no me responden, quiero darme una ducha, estoy sudando, pero el me tapa con una sábana, me abraza y me da un beso, dice a dormir mi reina, ya no soy su princesa, ahora soy su reina pienso, antes de quedarme dormida.

CARLOS

Después de entrar a su habitación pensé que estaba dormida, pero para mi sorpresa no lo estaba, con la luz de la luna pude ver su pijama, un camisón blanco de seda, sus piernas estaba expuestas, y me gano la tentación, me deje llevar, entre besos y caricias, termine haciéndole sexo oral, nunca le había hecho eso a ninguna mujer, el sexo siempre había sido de meter y sacar, nunca antes me había preocupado porque la persona que estuviera conmigo se sintiera bien, simplemente buscaba saciar mis necesidades y listo, pero ella es tan pura, que me nació hacerlo y lo disfrute, disfrute ver las reacciones sinceras de su cuerpo, disfrute el sabor de su zona intima, toda ella es perfecta, disfrute causarle un orgasmo tan grande que mojo la cama, disfruté esta noche como nunca, no habíamos llegado tan lejos antes, pude acariciar cada rincón de su piel, disfrutarla, no hicimos todo, quería hacerla mis, pero no tuve la necesidad, fue suficiente con sentir que confía en mí, que me permitió hacer lo que hice con ella, quiero enseñarle poco a poco, para cuando la haga mía no se sienta cohibida, que lo haga con total confianza, quiero que se entregue por completo, esta mujer me tiene loco, si mis hermanos vieran como estoy por una niña de trece años se burlarían, yo el que nunca me había enamorado, ahora lo estoy hasta los huesos de una niña que es diez años menor que yo.

Perdido en mis pensamientos me quede dormido, a las 5 de la mañana me desperté, mi sonrisa se hizo enorme cuando me di reaccione y vi a mi hermosa novia profundamente dormida a mi lado, todavía estaba desnuda, envuelta en una sábana, me sentí el hombre más afortunado del mundo, le di un beso en la frente y me dispuse a salir de la habitación, no quería que sus padres se dieran cuenta de lo que pasó, eso sería un gran problema.

Me quede profundamente dormido, pero en mis sueños estaba ella, parecía muy real, todavía podía sentir su aroma, su calor, podía sentir su cuerpo junto al mío, pero vaya sorpresa cuando abrí los ojos, no era un sueño, ella estaba a mi lado nuevamente pero en la otra habitación, ya estaba vestida, me sonrió y me dijo buenos días mi amor, levántate, mis padres salieron al mercado y llegan tarde, vamos a desayunar, ante la mención de estar en la casa sin sus padres, tire de ella y la abrace a mi lado, quédate así cinco minutos dije.