*Boing* *Boing*
Cada vez que Noa apretaba las manos podía sentir dos bolas consistes, suaves y blandas.
Noa abrió lentamente sus ojos y vio una figura monstruosa durmiendo plácidamente delante suya. Era el cuerpo desnudo de Silvia.
Levantó la cabeza y pudo ver la marca con la figura de su mejilla en una de las tetas de Silvia. Después de contemplar la maravillosa vista mañanera y tocar lentamente para no despertarla y a la vez apreciar cada átomo de los pezones y culo de Silvia. Finalmente… Noa decidió despertarla.
"Despierta, Silvia" susurró Noa muy cerca del oído de Silvia mientras intencionadamente soplaba un poco.
*Hmmm* se oyó a Silvia rechazar la oferta de levantarse y se movió hasta el otro lado de la cama para seguir durmiendo.
Noa al ver que Silvia no despertaba trató de hacer una pequeña broma al estilo Naruto. Puso sus manos en posición (como la de Kakashi) y apunto directamente a la apretada vagina de Silvia.
"¡Aya voy!" dijo Noa mientras metía sus dos dedos índices dentro de Silvia.
*AHHNN* gimió Silvia mientras que le dió un bofetazo a Noa. La broma que hizo Noa le salió cara.
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*Bostezo*
Bostezó Silvia que parecía no haber podido descansar lo suficiente.
"Buenos días" dijo Noa con la marca de la palma de la mano de Silvia en su mejilla.
"Buenos días" dijo Silvia mientras trataba de evitar partirse de risa.
El ambiente de ahora entre Silvia y Noa era algo parecido a amigos muy cercanos o novios. A diferencia de antes, que raramente se podía ver a Silvia sonreir.
"Por cierto, recuerdas lo que me prometiste ayer. ¿Verdad?" dijo Noa con una cara seria.
Silvia empezó a buscar dentro de su memoria lo que prometió y después de un tiempo respondió "Sí, claro que lo recuerdo".
"Vale, pues te diré las dos condiciones. La primera condición es que me digas lo que realmente pasó cuando estuviste a solas con mi madre" dijo Noa con una cara aún más seria.
Después de unos minutos en silencio. Silvia por fin respondió "Te lo diré, pero si tu madre se da cuenta de esto me matará" lo dijo con una cara muy preocupada.
"No pasa nada, yo te protegeré" dijo Noa con una voz tan clara que le dio una sensación de seguridad a Silvia.
Asíntió Silva y le explicó lo que pasó en la habitación de Elisa "tu madre sabe que tu historia es falsa. Le conté lo que realmente pasó. Me dio una bofetada…". Al recordar tal escena traumática Silvia empezó a poner una cara triste y hasta se le podía ver sus ojos un poco lagrimoso. "Y me dijo con una cara demoniaca que me mataría sí te lo dijiese" dijo Silvia mientras volvía a sentir el dolor punzante en su mejilla y empezó a llorar.
Inmediatamente después Noa dijo "Gracias por decírmelo" mientras se acercaba a la mejilla que recibió la bofetada de Elisa.
*Muah*
"De ahora en adelante yo te protegeré. Quiero que en el momento en que tengas cualquier problema yo sea la primera persona en tu lista. ¿Entendido?".
*Sollozo*
"Sí, Noa" dijo Silvia mientras lloraba aún más fuerte que antes y empezaba a balbucear su duro pasado.
Silvia nació en un pueblo pobre del norte que hacía mucho frío en todas las estaciones. Su padre era un cazador que murió muy temprano por falta de comida, exceso de trabajo y heridas acumuladas cuando cazaba.
Desde los 5 años Silvia estuvo viviendo junto con su madre. Como no sabía cazar, los campos no eran fértiles por el frío y además llevaba a una niña de 5 años. Acudió al hermano de su marido que también era cazador.
Debido a que ellos tampoco tenían suficientes recursos. Silvia y su madre tuvieron que independizarse después de 1 año. La única opción que le quedaba a su madre era vender su propio cuerpo.
Por suerte Dios le dio un cuerpo con buenas proporciones y pudo viajar junto con un mercader a una ciudad más grande que ese pequeño pueblo. Trabajó los siguientes 10 años en un distrito rojo donde cada día tenía que acompañar a diferentes clientes de diferentes razas.
Ella no sufría tanto cuando se trataba de clientes de raza humana, enanos, elfos y otros y hasta podía a veces sentir un poco de placer. Pero cuando eran de otras razas como lizard mans, medio-trolls, medio-gigantes, etc. Ella lloraba de dolor cada vez que terminaba de trabajar.
Después de 9 años trabajando… Su cuerpo por fin no pudo resistir más. Era como una goma usada. Da igual la fuerza que trataba de hacer para cerrar los agujeros de su vagina y ano, estos ya no podían cerrarse. Y raramente conseguía lubricarlos así que cualquier rozamiento le daba un intenso dolor y absolutamente nada de placer. Cada més que pasaba había menos clientes. Hasta que finalmente, ella había sido abandonada a su suerte en las calles.
Como todos sabemos, una mujer de 34 años sin ningún valor. Lo único que podía esperar era la muerte. Antes de morir, ella vendió la mayoría de los órganos aún servibles y entregó todo el dinero recaudado durante toda su vida y se lo entregó a Silvia que solo tenía 15 años.
Después de ese día… Silvia no volvió a ver a su madre.
El único recuerdo que le quedó fue un pequeño colgante con un polvo blanco dentro un frasco que la antigua jefa de su madre le había entregado días después.
Ella sola y con solo 15 años empezó a ser aventurera. Tuvo muchas aventuras, éxitos y fracasos. Pero siempre ayudaba a todas las personas que podía. Hasta que a sus 16 años, Lana trató de aprovecharse de su amabilidad y venderla a un comerciante de esclavos.
Después de oír la historia de Silvia. Noa la abrazó con todas sus fuerzas. Se quedaron así durante 10 minutos hasta que Silvia se relajó y paró de llorar y dijo "Y…¿Cuál es la segunda condición?".
Noa tenía planeado hacer algo sexual con ella pero en el ambiente que estaban ahora era algo que no encajaba bien. Así que dijo "Te lo dire más tarde, ahora vamos a desayunar" mientras tenía una sonrisa de oreja a oreja.
"¡Sí!" dijo Silvia mientras hacía una sonrisa también aunque se le podía ver claramente la piel alrededor de sus ojos un poco hinchada por llorar y la roja mejilla por la bofetada de Elisa.
Noa cogió la mano de Silvia y trató de salir fuera de su habitación para desayunar hasta que se dió cuenta que ambos estaban desnudos. Ese momento era tan cómico que ambos se partieron de risa y buscaron algo para ponerse encima.
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Noa no tenía problemas en encontrar ropa de su armario. Pero no tenía ropa de mujer así que tuvo que salir a buscar en la habitación de Silvia mientras que ella se mantenía escondida.
Dentro del armario de Silvia había todo tipo de ropa usada que le trajó las criadas y el mayordomo por órden de Elisa. En el primer cajón había sets de maid, caballera, pijamas y hasta ropa casual. En el segundo cajón estaba vacía donde debería haber accesorios. El tercer cajón estaba lleno de ropa interior. Había tangas, lencería que revelaba los pezones y la vagina, lencería transparente y hasta había stickers (pegatinas) para vagina y pezones. Solo había ropa interior erótica. Lo menos erótico que tenía era un par de tangas negras que fue lo que escogió para Silvia.
Abrió la puerta para volver a su habitación.
10s después…
Volvió a abrirse la puerta de la habitación de Silvia. Era Noa otra vez. No pudo ante la tentación y cogió un par de stickers del tercer cajón del armario de Silvia y lo metió en su bolsillo rápidamente e inmediatamente salió la habitación.
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De vuelta a la habitación de Noa.
"Te traje una ropa casual y bueno lo único normal que había de ropa interior" dijo Noa mientras le enseñaba la ropa a Silvia.
Al ver la ropa interior que escogió Noa. Silvia se sonrojó un poco y bajó un poco la mirada y vió que Noa tenía bulto anormal en su bolsillo que antes de salir no tenía y preguntó "¿Qué tienes en el bolsillo?".
"Ah, eso, nada jaja" lo dijo con una sonrisa muy sospechosa mientras apartaba la mirada. Silvia no lo dejó pasar.
"Quiero ver lo que tienes dentro" dijo Silvia mientras tenía una cara de: si no me lo enseñas lloraré.
Noa no pudo ante la cara que hizo Silvia y al final enseñó lo que tenía en el bolsillo. Eran los stickers para vagina y pezones.
Silvia al ver lo que tenía en la mano se sonrojó y dijo "eres un pervertido".
Noa con una cara roja como el tomate bajó la mirada como si fuese un niño que hizo algo malo.
Silvia al ver a Noa apenado cogió rápidamente los stickers y la ropa y dijo "me ire al baño a cambiarme, no intentes espiar. Ah y confiscaré esto" mientras se iba hacia el baño con solo una toalla puesta.
Con una cara decepcionado de Noa porque quería ver como se vestiría Silvia y pensó "algún día veré como las mujeres se visten. Jiji" mientras le salía babas por la boca. Noa se había vuelto un poco pervertido.
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Dentro del baño…
"Hmm, creo que vi a mi madre utilizar estos stickers así…" dijo Silvia mientras se ponía los stickers en forma de corazón de color negro en sus dos pezones y en su vagina. Luego miro al espejo con el reflejo de ella con una apariencia tan indecente pero muy erótica.
"¿A Noa le gusta esto?" preguntó Silvia a ella misma.
"Bueno da igual" respondió a ella misma mientras se ponía el resto de ropa casual que consistía de un t-shirt (con estilo medieval), jersey de lana (típico hecha a mano que hasta que suede ver que hay como agujeritos en ellas, no se como se llaman xD) y una falda.
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"Ya estoy lista" dijo Silvia mientras abría la puerta del baño.
Los ojos de Noa no pudieron evitar escanear cada rincón de Silvia y hasta estuvo 1 minuto sin parpadear. Pensó Noa: "Es una mujer hermosa…".
Noa corrió hasta donde estaba Silvia. Con un gran salto, agarró los hombros de Silvia para impulsarse y poder llegar a subirse a sus pechos y por fin besarla en la boca. No pudo evitar meter la lengua.
Era una imagen un tanto gracioso, ya que podías ver a un niño haciendo el caballito en los hombros de Silvia pero en vez de estar apoyado en su nuca, estaba al revés y además se estaban besando.
Después de una serie de besos largos Silvia empezó a jadear y es cuando bajó el cuerpo de Noa y dijo Silvia "lo demás será para esta noche, no seas impaciente" mientras hacía una sonrisa traviesa.
"Entendido, jefa" dijo Noa con una voz grave que hizo que ambos empezaran a reír.
"Dame la mano" dijo Noa después de terminar de reír. "Tenemos que actuar como si fuéramos amigos y no amantes, que sino madre seguro que te matará".
Silvia sabía que Noa lo decía broma lo de que su madre le mataría pero aun así parte de su cuerpo sabía que seguramente eso iba a pasar si se daba cuenta.
Ambos salieron de la habitación como si fueran una hermana mayor llevando de la mano a su hermano pequeño.
[HP]: 80/80
[Estamina]: 10/10
[Fuerza] 5
[Vitalidad] 5
[Resistencia] 5
[Inteligencia] 100
[Mana] 50
[Agilidad] 5
[Percepción mágica] 10
Puntos sexuales: 1960
Puntos de experiencia: 7
Habilidades: Único [Libro de habilidades] [Meditación nivel 2] [Descanso profundo nivel 2] [Lenguaje nivel 2] [Físico incubo] [Rasgo incubo] [Atributo oscuridad] [Atributo luz] [Huevos de acero] [Sed íncubo nivel 1] [Semen afrodisiaco nivel 1] [Marca nivel 1] [Más placer, más experiencia] [Evaluación evaluación nivel 1]
Notificación:
Beso francés (5 minutos): 40 puntos sexuales.
Nota del autor: se que ha sido muy fuerte lo de la madre de Silvia. Pero tened en cuenta que estamos en un mundo de fantasía ambientada en la edad medieval.
Y por cierto, desde ahora intentaré poner los paneles de estado y notificaciones cuando pueda. Quiero centrarme más en escribir la historia C: