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Las pesadillas de Nadai (español)

En el cuarto de Nadai pasan cosas extraordinarias que te tensanra la piel y te erizaran la piel. (Posible actualización durante el transcurso de la historia)

JosePlaza · Fantasia
Classificações insuficientes
15 Chs

Día uno primera noche.

Últimamente he estado con mucho insomnio, cada noche se han convertido una aventura terrorífica. Escribo cada vez que me despierto porque tengo miedo que algún día aquella manos espeluznantes me separen de mi y me lleven al más allá.

Ayer soñé que estaba sentado en un tren que viajaba a gran velocidad. El vagón estaba vacío con las luces prendidas. Solamente, se escuchaba el rugir del motor y el chirrido de las ruedas contra los raíles. No sabia si era de noche o de día, a través de las ventanas solamente se vea un bosque frondoso. Los troncos de los arboles eran enormes y su corteza era muy agrietada, a simple vista se ve en ellos muecas horripilantes, sus ramas eran grandes bazos que se meneaban.

De repente las luces empiezan a titar,el tren empezó a detenerse poco a poco. Yo estaba asustando en un rincón del tren, cubriéndome los ojos con las palmas de mis manos.

Es solo un sueño, es solo un sueño- lo repetía cada vez mas asustado, quería que alguien me sacara de ese trance.

Cuando el tren se detuvo se escucho el gran estruendoso claxon de tren. Paso mucho tiempo y no pasaba nada toco estaba en silencio. Las puestas del tren se empezaron a abrir poco a poco y al mismo tiempo las ramas de los arboles empezaron a adentrarse. Esas grandes ramas negras se movían como manos, como si buscaran algo, empezaron a tocar todas las paredes. De repente empezaron a rasguñar fuertemente las ventanas y los asientos del tren, cada vez avanzando a hacia mí.

Cuando una tema estaba carca mía, le di una patada. Sentí como desgarraba mi pie, como esas filosas uñas penetraba y separaban cada pedazo de mi pie. fue raro por que solamente sentí, pero de mi píe no brotaba nada de sangre, adolorido grite de manera muy estruendosa. mi garganta vibraba tan duro y mis oídos me comenzaron a doler de tan fuerte sonido.

Mientras gritaba, vi como poco a poco las ramas empezaron a retroceder, las puertas empezaron a cerrarse y el tren reanudo si marcha de nuevo.

Cuando me desperté revise rápidamente el pie con el que había pateado la rama y vi en el una grandes marcas rojizas.