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Espérame, hermana mía...

El mensaje que acababa de recibir el multimillonario le sirvió como recordatorio de que toda su fortuna dependía de su familia.

Al leer ese mensaje, comenzó a visualizar miles de futuros desastrosos en los que lo perdía absolutamente todo. 

El mensaje anónimo cifrado que había recibido fue un presagio del desastre.

—¿Que dice, amor? —Preguntó Viktor con gran preocupación.

—E-Es... Es uno de mis vigilantes... Oh dios mio... Dice que ha escuchado decir a mi prometida que va a coger un jet privado de inmediato y va a volar hasta aquí para darme una visita sorpresa. D-Dice que está convencida de que la engaño con otra... —Explicó Frederic con voz temblorosa.

Viktor sin embargo, no necesitaba explicaciones, pues todo era un montaje que el había planeado.

En una de sus noches con el magnate, mientras ambos estaban estirados en la cama, Frederic le explico que tenía una prometida a la que detestaba, y que se casaban por conveniencia. 

Aun así, el multimillonario Frederic Arnault sabía perfectamente que su prometida estaba enamorada de él, pues él era un hombre apuesto. 

Por eso, se alejo de ella con la excusa de que viajaba por trabajo, instalándose en Hong Kong, mientras su prometida vivía en Dubai.

Frederic le contó un plan que tenía para poder vivir en paz, y este era tener contratado a varios sirvientes de su prometida para que estos le pasasen información sobre que hacia su prometida, que pensaba, y que quería, para así poder actuar en consecuencia.

Todo esto lo hizo con el único propósito de mantener su libertad.

Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, vio como su libertad se desvanecía.

Su libertad era poder volver del trabajo y poder divertirse con su chico de compañia.

Con aquel gatito abandonado que encontró en las calles de Hong Kong

Con aquel gatito que enamoró con una sola mirada y cuatro palabras bien dichas. 

Lo que no sabía el magnate es que aquel gatito que encontró por aquellos suburbios de Hong Kong no estaba abandonado, sino que este se había posicionado estratégicamente para cazar a su presa.

Un felino con una capacidad innata sobrehumana para sobrevivir solo en un mundo despiadado.

Pues Viktor Fyodorov sabia quien era Frederic Arnault antes de siquiera conocerlo.

Sabía que este estaba prometido con la hija del patriarca de una de las familias más poderosas del mundo.

Sabía que, si seducía a Frederic Arnault, haciendo que este se enamorase de él mientras le hacía de chico de compañía, podría usarlo para conseguir su objetivo.

Tenía ahorrados 160.000 dólares, pero necesitaba mucho más, y no iba a dejar pasar esta oportunidad.

—Entonces... ¿tu prometida va a coger un vuelo en jet privado hacia aquí para verte por sorpresa por que esta segura que le engañas por lo que ha leído en un artículo? Eso es malo amor... —Sugirió Viktor.

—Es más que malo... ¡Es horrible! —Exclamó Frederic mientras escribía algo en el móvil. —Tengo que hacer ver que no se que va a venir y eliminar todas las pruebas de que he estado con alguien más... ¡Mierda, joder! Tengo poco más de tres horas... 

—Shhh~ No te preocupes cielo. Tenemos tiempo de sobra para eliminar cualquier prueba que te incrimine de nada. Además, ella se piensa que tienes una amante no un amante, ¿cierto? —Observó Viktor.

—Ah... Supongo que tienes razón. Lo siento bomboncito pero tendrás que marchar. No puedes quedarte conmigo esta noche. —Informó Frederic con cierta pena en su voz. —Es más, te diría que no vuelvas en un buen tiempo. 

Viktor tomo las mejillas de Frederic con las manos y lo miró fijamente a los ojos con una mirada llena de amor.

—Lo entiendo, amor mio, tu bienestar va primero. Puedo suponer que tu futura mujer querrá quedarse en Hong Kong para vivir contigo y vigilarte de cerca, como método para comprobar tu fidelidad. —Sugirió Viktor. —Supongo que todo lo bueno tiene su fin. Me ha encantado poder conocerte y pasar estas maravillosas semanas de ensueño contigo, amor mio.

Frederic, le cogió repentinamente del brazo, apretando con fuerza.

—Esto no tiene por que acabar aqui, Viktor... Se que te lo confesé la semana pasada y que llevamos poco más de tres semanas conociéndonos... También se que en teoría nuestra relación no debería escalar más que la de un chico de compañia y su cliente pero... Yo no te veo simplemente como alguien que cobra por satisfacerme. Por mucho que te lo diga, nunca me cansaré; te amo, Viktor.

—Yo tambien te quiero, cielo... —Afirmó Viktor. —Pero temo que nuestra relación te haga daño. Al fin y al cabo no soy nada más que un prostituto que vende sus servicios a para poder sobrevivir. Aunque también temo que si me separo de ti... 

El chico se quedó callado pensativo, lo que preocupo a Frederic.

—¿Que te preocupa amor? —Pregunto Frederic.

—Tengo miedo de separarme de ti y que eso te moleste porque sé demasiado. Tengo miedo de que te preocupe mi existencia y mi libertad por que tengo la capacidad de revelar nuestro secreto y destruir tu vida. —Sollozo Viktor con lágrimas de cocodrilo.

Frederic le sujetó fuerte del brazo y le miro a los ojos al muchacho.

—Espero que ni se te pase por la cabeza la idea de que mande a que te eliminen simplemente por que tienes la capacidad de arruinar mi vida. Te lo diré de nuevo para que te quede claro; te amo, y lo hago con toda mi alma. No me he sentido tan vivo desde el día en el que nací. Este mes me has devuelto la vida. Y no solo ha sido el sexo; nuestros debates nocturnos, nuestras partidas de Mahjong, las tardes viendo películas, escucharte tocar el violín... Me tienes completamente hipnotizado. Eres alguien fascinante y no quiero que desaparezcas de mi vida. 

—Amor mio... yo me siento igual. Quiero poder revivir en el futuro estos momentos que hemos tenido y continuar con nuestra historia. Para mi, no eres el típico millonario simple del que parasitar. Eres un hombre extremadamente interesante del cual me he enamorado. —Mintió Viktor. 

La cara del millonario se iluminó al escuchar que su amor era recíproco.

—Tu puedes estar tranquilo cielo, nuestro secreto está a salvo conmigo. —Añadió Viktor.

Frederic miro apurado el reloj, angustiado por la llegada de su prometida.

—Relájate, corazón. Con tres horas tenemos tiempo de sobra. ¿Tu mismo lo has dicho no? Eliminar las pruebas que nos delaten sera muy facil. ¿Por qué no vamos a la terraza a tomar algo como despedida?

—Si... eso suena bien. Hagamos eso. —Afirmó Frederic.

Juntos fueron a la terraza, asomados por el balcón, observando la infinidad de la noche de Hong Kong mientras se sentaban bebiendo una copa de vino.

Todo iba exactamente como lo había planeado Viktor.

El plan comenzó localizando al magnate Frederic Arnault en un club nocturno privado, del cual consiguió acceso gracias a sus contactos en el mundo nocturno. 

Viktor descubrió que Frederic Arnault iba los viernes por la noche a aquel club para soltar sus deseos carnales en jóvenes, ya que lo que el mundo no sabía es que el multimillonario Frederic Arnault participaba en actos homosexuales altamente promiscuos de incógnito a espaldas de su familia.

Una vez Viktor dedujo la identidad secreta del cliente anónimo de ese club como el millonario Frederic Arnault, al que estaba cazando, se lanzó a por el, seduciendolo exitosamente en una sola noche.

Viktor supo que ganó cuando el millonario volvió a la noche siguiente de nuevo a por sus servicios.

A la tercera noche el millonario invitó al chico a su lujoso apartamento, revelando su identidad y proponiéndole un contrato como chico de compañia privado. 

Viktor acepto, siguiendo con su plan. Este continuo de forma fluida y discreta, tratando en ganarse ya no solo el deseo y la pasión del millonario, sino también su corazón.

Si algo sabía bien Viktor, es que un hombre millonario con el propósito de seducir a su chico de compañía, está dispuesto a revelar muchos secretos personales simplemente para impresionar y alardear.

Así fue como una noche el millonario le confesó que tenía una prometida locamente enamorada de él, y que de su unión dependía la aprobación de su familia para nombrarlo heredero y futuro C.E.O. de la multinacional familiar. También este le explicó cómo tenía contratados a sirvientes que le espiasen a su prometida para este poder conservar su libertad.

En un santiamén se le ocurrió al muchacho cómo usar esta información para conseguir su objetivo. 

Viktor instaló una pequeña cámara en la habitacion de Frederic mientras este no estaba en casa.

Ésta la usó para registrar la contraseña del portátil de Frederic a base de grabar que letras tecleaba en el teclado. 

Una noche mientras Frederic dormía, Viktor entró en el portátil del millonario y extrajo de los correos registrados en su cuenta el correo electrónico personal de su prometida y el del mismo Frederic.

El muchacho lo envió a uno de sus contactos para que esté enviase a la prometida, desde un correo anónimo, un artículo falso de creación solicitada por Viktor que explicase, con pruebas falsas, como el millonario prometido tenía un amante.

Viktor sabía que esto enloquecería a la prometida, provocando que llamase furiosa a Frederic.

Es aquí cuando aprovecharía el hecho de que Frederic estaba altamente estresado, con una baja capacidad de razonar, para asestar un golpe final. 

Ordenó a uno de sus contactos que al llegar las 0:15 de la noche, envirarían al correo personal de Frederic, que el previamente había extraído, un mensaje falso a nombre de uno de los sirvientes espía de Frederic confirmando que su prometida había cogido un vuelo en jet privado para sorprenderle. 

Frederic, al estar sumido en tal estrés, no dudo ni un segundo de la veracidad de la información, no dándose cuenta de que la cuenta de correo que le había confesado dicho hecho era nada mas que una cuenta doble falsa.

Una vez Frederic entrase en pánico por la falsa llegada de su prometida, este se vería obligado a expulsar a Viktor de su vida, ya que al millonario se le implantó en la cabeza la idea que Viktor le había sugerido; que su prometida se quedase a vivir con él en Hong Kong como medida de confirmación de que no le estaba siendo infiel.

Sin embargo, el magnate estaba demasiado enamorado como para simplemente dejarlo ir y borrarlo de su vida para siempre. Es ahí cuando Viktor ejecutaría la última parte de su improvisado plan antes de iniciar la huida. 

Necesitaba dinero, mucho dinero, y lo iba a conseguir manipulando a Frederic.

No iba a extorsionarle, ni amenazarle; simplemente usar su amor sutilmente para conseguir lo que quiera.

Una vez estaban en la terraza, comenzaron a hablar sobre qué harían para mantener contacto una vez se tuviesen que separar inevitablemente.

Ambos se pusieron a meditar bajo el cielo nocturno sobre cómo podrían hacerlo para poder mantener su bonita relación, hasta que Viktor, como si no lo tuviese preparado, fingió que se le había ocurrido una idea magnífica.

—Viktor, necesitare que estemos uno o dos años separados como mínimo. Me casare con mi prometida y buscaré una nueva excusa para evadirme de ella y poder recuperar mi libertad. Una vez me haya casado y se haya relajado el asunto, buscaré autonomía de mi familia y... —Explicaba el magnate.

Antes de que pudiese acabar, Viktor le interrumpió.

—Shh~... No hace falta que te independices de tu familia. Pienso conseguirme un nombre y hacerme alguien respetable para que lo nuestro sea posible algun dia hacerlo público. —Le susurro Viktor.

El magnate sonrió feliz.

—Viktor... Quiero que estos meses o años que estemos separados te mantengas fiel y leal. Es por eso que pienso darte el dinero suficiente como para que puedas vivir sin trabajar 3 años para que no tengas que darle tus servicios a nadie más. —Declaró serio el magnate.

Viktor devolvió la sonrisa al magnate.

—Aww~ Estoy tan feliz de que pienses en mí de esa forma... Gracias por librarme del infierno de la prostitución. Tu ya sabes lo poco que me gusta mi trabajo, y que tu me des dinero como para salir de este infierno y poder esperarte lo que haga falta, me hace muy feliz. —Confesó Viktor.

Todo iba según sus planes. Ahora, solo faltaba la propuesta final.

Viktor abrió los ojos sonriente y se le iluminó la cara.

—¡Ya se! —Exclamó Viktor. —¡En lugar de divagar por el mundo sin hacer nada, aprovecharé para estudiar y hacerme un nombre! 

—¡Hahahaha! —Se echó a reír Frederic. —Tan creativo como siempre, ¿pero donde pretendes estudiar como para forjarte una reputación tan solo estudiando, en la Universidad de Harvard? Dudo que siquiera con un graduado de harvard le gustarias a mi familia —Se burló Frederic.

—Hmm~... Harvard suena demasiado aburrido... —Medito Viktor. —Estaba pensando en algo más extremo... ¿Te suena la AOINM? 

—¿La Academia Omnitecnica Internacional del Nuevo Mundo? —Pregunto sorprendido Frederic.

Viktor asintió con una sonrisa y reclinándose al balcón.

—¡Hahahahaha! —Rio Frederic. —Por supuesto que la conozco, ha sido sensación en las altas esferas. Dudo que exista cualquier multimillonario que no haya considerado enviar a sus hijos ahí. Sin embargo, dicen que no es solo la Universidad más cara del mundo, sino también la más exigente y la que tiene la mayor competencia académica. He oído que los matriculados son aislados del mundo, sin opción a regresar a él durante su estancia en la academia. Juraría que tengo una sobrina de la que no se mucho que lleva un año ya matriculada y mi hermano todavía no sabe nada de ella.

—Exacto, eso es lo que busco. Si me matriculo en esa academia y destaco sobre los demás, graduandome con buenas calificaciones, seré una persona de renombre. Dicen que de 400 matriculados cada año solo la mitad pasan al siguiente año. Solo tengo que pasar unos años ahí y tendremos una opción de revelar nuestra relación algun dia al público de una forma más digna ¿no crees?

El magnate se echó a reír.

—¡Hahahahaha! Perdona que ría, no es que te esté llamando tonto o algo asi bomboncito, pero... ¿No crees que es un nivel demasiado alto? —Cuestiono Frederic a Viktor, dubitativo de lo que estaba escuchando. —Dicen que no solo necesitas un nivel académico muy alto, sino tambien muchisimas mas competencias para aguantar y sobrevivir a sus extraños métodos de enseñanza.

Viktor sonrió con una sonrisa picara. 

—Por favor... ¿por quién me tomas? —Musito Viktor aguantandose la risa.

Justo después, se le cambió la cara rápidamente a la de un corderito indefenso.

—Solo necesito dinero para la matrícula y ambos podremos ser felices, teniendo la vida que tanto deseamos... Por favor cielo mio... Te quiero, confia en mi y veras como antes de que te des cuenta volveremos a estar juntos y felices.

Frederic, incapaz de negarse tras ser arrinconado por las emociones que el mismo Viktor había plantado y cultivado en su corazón, fue arrastrado hacia el hoyo que le había preparado su depredador.

—De acuerdo... lo haré por nosotros. Solo dime cuanto necesitas y te lo ingresaré. Pero que sepas, cielo mío, que esto me va a salir muy caro. Tengo poco más de 42 millones de dólares hongkoneses a mi alcance ahora mismo. Todo el resto de mi patrimonio está invertido.

—¿Podrias darme 15 millones de HKD? —Le rogó Viktor con ojos de corderito.

—¿Perdón? ¡Eso son casi dos millones de dólares! Bomboncito yo no te puedo dar tanto dinero... Es simplemente demasiado lo siento mucho. —Suspiro Frederic.

Viktor puso una cara triste y cabizbajo, con una voz tenue, hizo una contraoferta.

—Entiendo amor... No te culpo. He pedido demasiado. Supongo que solo debería pedirte lo justo para matricularme y sobrevivir hasta el primer dia... —murmuró Viktor.

—¿Y cuanto seria eso? —Pregunto Frederic, adolorido de no poder satisfacer a quien tanto ahora amaba.

—8 millones de HKD —Mintió Viktor cabizbajo.

—Ha... de acuerdo. Te transferiré el dinero cuánto de vayas. ¿Esto lo hago por nosotros de acuerdo? Tienes toda mi confianza. —Afirmó Frederic.

A viktor se le iluminó la cara. 

—¡Gracias por confiar en mí, amor mío! Ya verás como no te decepcionare. 

Tras unos últimos momentos juntos, eliminaron toda prueba que podría delatar a Frederic.

Una hora más tarde, se despidieron con un beso y acompañó al muchacho a pedir un taxi. 

Una vez Viktor estaba subido en el taxi, recibió una notificación de una transferencia a su favor de casi un millón de dólares.

Al verlo, Viktor envió un mensaje a uno de sus contactos para que enviase el segundo correo falso a Frederic a nombre de uno de los sirvientes espía de su amante declarando como falsa alarma el que su mujer estuviese viajando a Hong Kong en jet privado.

—¿A donde lo llevo? —Pregunto en chino el taxista.

—Al aeropuerto por favor. —Pidió Viktor.

Ahora con su cuenta con más de un millón de dólares, había cumplido su objetivo; entrar en la Academia Omnitecnica Internacional del Nuevo Mundo. 

El muchacho bajó la ventanilla del taxi, permitiendo que el aire fresco de la ciudad le acariciase el rostro, y se echó a reír.

—¿Que le hace tanta gracia jovencito? —Preguntó sonriente el taxista.

—Engañar a un corazón enamorado es como pintar un cielo estrellado con destellos de mentiras; las estrellas brillan, pero en realidad son solo reflejos con fecha de caducidad que ocultan una oscuridad que el amor no quiere ver. La momentánea luminosidad de una estrella que en algún momento va a morir encubre la oscuridad de un universo de desilusiones. —Contestó Viktor mirando hacia las estrellas del cielo nocturno de Hong Kong.

—Hehehe. ¿Eres poeta jovenzuelo?

—Me alagas. Ser poeta es uno de mis sueños frustrados. Solo soy un simple chico pasional buscando a su hermana. 

—¿Esta pérdida, lejos de casa? 

—No, la tengo localizada, simplemente no está en un lugar de fácil acceso. —Contestó entre risas Viktor.

Viktor miró de nuevo al cielo, observando las tenues estrellas ocultas entre algunas nubes.

Espérame, hermana mía, cada vez estoy más cerca de reunirme contigo. —Pensó.