Han pasada unos cuatro largos meses, en ese tiempo Willfest me hizo adelgazar, incluso de apoco el cuerpo se me a ido marcando un poco, de mi enfrentamiento con Fregan casi no me quedo ninguna cicatriz a excepción de la del hombro, que al fina por la obsesión de Willfest de cauterizar cualquier herida abierta tengo una horrible marca de quemadura, pero peor es nada, tampoco he visto a Fregan desde mi duelo con él actualmente. A por cierto ya no doy asco con la espada, pero según palabras de mi querida Lay pase de un niño de 6 años a un puberto de 12, lo que entenderán que no me ayuda a mi ego, aun así las cosas comenzaron a mejorar, ya no tenia muchas dudas de mi mismo, aun así tenia reticencia a quitarle la vida a alguien, incluso a día de hoy a veces veo mis manos con sangre.
Como Willfest se dedico a mi entrenamiento sobre todo a que aprendiera a ocupar una espada como corresponde y a mejorar mi resistencia de mi estilo con el cuchillo, fue Roy el que me enseño los deberes de un escudero, de aprender las distintas nombres de las armas, sus funciones, etiqueta de caballerosidad esto ultimo no me podía importar menos, pero debía aprenderla de igual manera, otra cosa que descubrí que hizo que tuviera un ensalzamiento con Willfest hace 3 meses, fue que descubrí que Lay no sabia ni escribir ni leer a diferencia de sus hermanos.
Así que llevo enseñándole todo este tiempo, a tenido avances, pero se nota que le a costado mucho, al fin al cabo esto es mejor enseñárselo cuando son niños y no cuando ya son adultos, pero no me quejo, disfruto mucho mi tiempo con ella, es la única persona que sabe la verdad de donde provengo, por desgracia en todo este tiempo no he descubierto nada más, e intentado saber el paradero de donde aparecen "will-o'-the-wisp", pero siempre que pregunto sobre todo a un ingles se ríe de mi por creer en cuentos infantiles.
Las cosas tampoco han mejorado mucho para mi persona, la mayoría de los guaridas me odian por haber hecho "trampa" en mi duelo con Fregan, y como tengo que ir a menudo a la guardia para entrenar con Willfest siempre me llevo uno que otro insulto, incluso un día que estaba ya harto del asunto, un escudero llamado Elias me provoco y termine rompiéndole las costillas, creo que no había perdido los estribos desde mi pelea con Willfest, pero que te insulten casi todos los días pese que es algo que no le doy importancia llega a cansar, aun recuerdo que Willfest me sugirió que me disculpara cosa que no hice, pense que se molestaría por ello, pero respeto mi decisión, aunque me duele admitirlo Willfest se a ido transformando en una especie de figure paterna en este tiempo, aunque me gustaría que eso lo demostrara más con Lay que conmigo, al menos a Lay le a gustado mi acercamiento con Willfest.
Con Mirian las cosas no han mejorado mucho, a veces pareciera que le agrado, pero siempre termina insultándome para dejarme claro que es todo lo contrario, pero Roy me termino contando su historia, su madre la consentía en lo que le pedía, pero nunca pasaba tiempo con ella, por lo visto la relación de Willfest con su exesposa se complico cuando llego con una hija después de la guerra, aun así logro recuperar su matrimonio y nació Roy y Mirian, pero la esposa de Willfest se comenzó a interesar en un noble español que conoció y cuando paso el accidente del Barón Mons donde le quitaron las tierras a Willfest ella aprovecho de irse con el español. La que más sufrió con todo esto fue Mirian, Lay siempre fue rechazada por la esposa de Willfest y Roy siempre estuvo con su padre, pero para Mirian su mamá lo era todo ya que Willfest casi nunca estaba en casa, cuando paso todo esto Willfest se acerco mucho a Mirian, debo reconocer mi error que juzgue muy mal a esa niña.
En este tiempo también fui acercándome un poco a Helen la prima de Fress, quise pedirle disculpas, así que un día que me pidieron ir a comprar verduras al mercado me la volví a topar, ella intento huir en ese momento, pero la detuve y me disculpe por como la trate, ella me había salvado la vida, y yo por lo que me hizo Fress termine culpándola a ella también, eso no estaba bien, de vez en cuando cuando tenia tiempo libre nos juntábamos a hablar, al inicio me bastaba con disculparme, pensaba no acercarme a ella, pero Lay fue la que insistió que comenzara a tener amistades, cosa que nunca pense que me lo diría ella, aun así una de las cosas que más quería preguntarle era de su trabajo, pero en ningún momento tuve la valentía de hacerlo.
-Gran, hombre escucha llevas distraído mucho tiempo, vamos sigue atacando a ese muñeco como te enseñe.
Hice lo que Willfest me pidió, repetí el mismo patrón de ataque unas cincuenta veces más.
-Mal, mal, mal, pero al menos ya es algo más decente que antes, sigues abriendo mucho tu brazo cuando haces el corte, además te dije que intentes no exagerar mucho el movimiento, entre más mueves el hombro, más le dices a tu adversario donde ve el ataque.
-Entiendo lo que me dices Sir Willfest, pero es más fácil decirlo que hacerlo.
Con Willfest escuchábamos un poco de barullo, pero ninguno de los dos presto atención, estábamos inmerso en mi entrenamiento.
-Cuando atacas con el cuchillo también tienes el mismo tic con el hombro hijo...digo Gran, pero no es tan notorio como cuando atacas con la espada es por eso que supe en aquella ocasión que querías atacarme al tendón.
Últimamente se le nota el cariño que me tiene.
-Deberías atender las sabias palabras que te dice Sir Willfest, además yo también me di cuenta de tu ataque por lo mismo, pero a diferencia de Willfest para mi fue tarde.
La voz de esa persona la conocía, me dio un escalofrió, de manera instintiva lleve mi mano hacia mi cuchillo, frente a mi luego de 4 meses al fin se aparecía Fregan.
-Buenos reflejos, as mejorado en este tiempo, pero hoy no somos enemigos, ambos ahora defendemos los mismos colores... fue un gran combate escudero Gran.
Fregan me tendía su mano, la misma mano que el había cortado los 2 dedos, me dio un poco de cosa verla, totalmente vendada con la ausencia del dedo meñique y el anular.
Decidí aceptar el cumplido, le di la mano, lo que fue algo incomodo para mi, note que cojeaba un poco, me imagino que aun no se recupera del todo del apuñalamiento que le di en el pie.
-Sir Fregan, usted peleo con valentía, con honor de caballero, yo no, yo ocupe mis trucos, pero tampoco me arrepiento de ello, le prometí a alguien que volvería, y eso hice.
Fregan alzo la voz.
-Que no peleaste con honor, cuando un hombre debe matar a alguien el honor no importa, porque tienes que considerar que al que ataques se defenderá con la misma intención de matarte, ganaste, aprovechaste que te menosprecie, el único que fallo en ese duelo fui yo, de lo único que estoy descontento es la falta de respeto que me demostraste al no matarme, del resto no tengo ninguna queja escudero.
-Sir Fregan no me gusta matar, ya lo hice una vez, pero si quería dejar de vivir yo le ofrecí mi...
-Ya basta, Fregan Gran no tiene que darte explicaciones de nada, te derroto, el te dejo vivir, si crees que eso es una vergüenza, pues vive para enmendarla.
Willfest en ninguna ocasión se había metido cuando los guardias me molestaban era la primera vez, que lo hacia de hecho.
-Supongo que si Sir Willfest lo dice, debe tener razón, escudero quiero mi revancha cuando este recuperado del todo, venia a decirte esto, así que no te permito morir hasta entonces.
-Padre... digo Capitán ella a vuelto de nuevo, ¿Qué quieres que haga?
-Hola Roy... ¿Quién ah vuelto?
-No sabes, hay una chicha que viene desde hace un mes todos los días pidiendo que la dejen ser soldado o escudera... ya hasta me esta molestando a mi Gran.
-No me había enterado, además casi no tengo tiempo libre entre el entrenamiento y tus lecciones Roy.
-No te olvides de las largas conversaciones que tienen con Lay a puerta cerrada.
Willfest nuevamente se le asomaba en la frente esa vena, si había algo que le molestaba a Willfest era lo muy cercano que era con Lay después de haberle rechazado dos veces su propuesta de casarme con ella, incluso una vez hizo un escandalo prohibiéndonos estar juntos en una pieza a puerta cerrada, pero Lay no se que le habrá dicho a su padre, que nunca volvio a insistir con el tema, aun así se siempre se nota su molestia de mi cercanía con su hija.
-Gracias Roy por meter sal a la herida, idiota traidor.
Roy se burlaba de mi.
-Ya cállense par de idiotas, Roy échala como siempre, Gran terminamos por hoy, mañana iremos a la rivera fuera de la ciudad, veremos como va tu entrenamiento para montar caballos.
-Si estoy libre, entonces te acompaño Roy, la chica me causo curiosidad.
-Entonces sígueme, por cierto le diré a Lay que te interesa otra chica.
-Puedes decírselo muy tranquilamente soldadito.
-Como que soldadito, ¿quieres pelear?
Le pegue una suave patada en el trasero.
-Ya andando.