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Grandes problemas

Varios soldados tenían sometido a Roy, los chillidos de dolor de Claude no cesaban, aunque, era normal, al fin al cabo acaba de perder un brazo, sumado a... la herida que le abrió parte de la nariz...

Uno de los guardianes de Claude se abalanzo hacia Roy, yo me moví para interponerme, pero como si de un relámpago se tratara Willfest paso por el lado mío y ataco al guardia de Claude dándole un golpe en la cabeza con su espada aun en la vaina que lo mando al suelo.

Todos se quedaron quietos con la llegada de Willfest, todo el lugar hubiera estado en silencio si no fuera por lo gritos de dolor y desesperación por el hijo del barón.

-No se queden quitos, lleven a Claude con el medico de la corte, muévanse...

Un grupo junto al otro guardia personal del hijo del barón tomaron a Claude y se lo llevaron, el muchacho recitaba maldiciones e insultos a diestras y si siniestras, diciendo cosas como las van a pagar, los matare a todos, etc...

-Señor tenemos que llevar a Roy... a prisión. - Dijo un guardia con algo de miedo.

Willfest se negó, obviamente pidió explicaciones de que estaba sucediendo, yo me acerque a él, y le explique lo sucedido, aunque, tampoco era difícil de adivinar con las pruebas que habian.

-Yo lo lamento, me deje llevar capitán - dijo Roy, aunque parecía que lo decía prácticamente obligándose

.

Willfest dejo que se llevaran a su hijo, sin decirle nada más.

-¿Que vamos hacer Willfest?

-¿Vamos?, tú nada... de esto me encargo yo muchacho, busca a Lay, anda a la casa, protejan a Mirian, eso puedes hacer.

Agarre del brazo a Willfest porque se estaba yendo.

-No seas idiota, se muy bien que esto llevara a Roy a la horca, acaba de atacar a un noble, además tengo entendido que sus familias ya tienen algo de historia, es por eso que creo que iras hacer una estupideces solo, déjame ayudarte.

-Gran escúchame bien, necesito que estés con mis hijas, por que es probable que sea arrastrado a esto... ataque a su guardia personal, así que también me caerá una sanción, lo que conviene ahora es intentar convencer a Irish de otra salida, eso pienso hacer, además, tu lo dijiste ya tengo historia con la familia Mons y estoy seguro que esto es una artimaña del barón.

-Crees que el Barón permitiría que dañen a su propio hijo.

-Ese cerdo, vendería a su madre si es necesario, ahora me voy hablar con Irish... promete que protegerás a mis hijas Gran.

Mire a mi alrededor por si habia alguien, pero con el asunto todos se fueron. Saque mi espada y preste juramente ante Willfest, doble mi rodilla y clave la espada frente a mi.

-Juro que los defenderé con mi vida, a toda la familia Sir Willfest.

-Me haces sentir orgulloso mocoso, ahora as lo que te dije.

Willfest se fue del lugar, yo me quede mirándolo porque en este momento no era el mismo, se veía demasiado cansado y agotado.

-Creo que no entendiste Willfest dije toda la familia... - dije casi para mis adentros.

La primero que hice fue ir a los registros para preguntar donde se encontraba Lay, ahí un escudero llamado Arick, me informo que estaba patrullando por la zona pobre, ya que, dijeron que habian visto "al asesino" que aun no podían encontrar, para mi sorpresa no sabían que era una niña.

La zona pobre quedaba cerca del barrio Irlandés, por donde se encontraba la casa de los placeres, así que fui hacia ya, no me tomo mucho tiempo encontrarla, curiosamente estaba conversando con Helen.

-No me gusta eso de ti... entiéndelo. - dijo Helen.

-Tendrás que acostumbrarte, pero descuida... yo.

-Lay es urgente sucedió algo, disculpen por interrumpirlas, pero tienes que venir ahora conmigo. - dije algo cansado por correr hasta acá.

-Gran, que sucede te ves pálido. - pregunto Hel.

-Disculpa Hel por no saludarte, pero es importante... Lay ven vamos.

-Gran no entiendo, estoy en mi ronda... ¿Qué sucede?

-Lay escúchame, Roy ataco a Claude de Mons, y Willfest fue a hablar con Irish para salvar a su hijo.

-¿Roy esta bien? - Pregunto Lay muy preocupada.

-Por ahora, necesito que vengas... ¿Helen estas ocupada?

-No... o sea tengo que hacer las compras, pero...

Tome las manos de Hel.

-Podrías cuidar a Mirian, mientras yo y Lay salvamos a nuestra familia... te lo pido, ella podría estar en peligro o al menos eso cree Willfest, escóndela en la casa de los placeres, te lo pido.

Hel estaba algo sonrojada por que le tome las manos.

-Si... cuenten conmigo Gran.

Fuimos lo más rápido que pudimos a la casa de Willfest, cuando nos íbamos acercando por el barrio Irlandés, comenzamos a ver humo a lo lejos en dirección a nuestro hogar... Lay al percatarse corrio dejándonos atrás, yo intente seguirle el paso, pero incluso con todo mi entrenamiento Lay era mucho más rápido que yo, y la pobre Helen apenas podía seguirnos el paso.

Cuando llegue Lay estaba arrodillada en el suelo, el ver la casa parecía una obra del infierno, estaba completamente en llamas, sin duda si habia alguien adentro ya debía estar muerta, pero rechace esa idea, corri hacia la casa, pero antes de entrar, Roja me detuvo, ella estaba tosiendo, tenia alguna quemaduras leves, pero Mirian estaba al al do de ella.

Lay fue la primera en moverse, ella abrazo a su hermana, cosa que no era muy común, pero obviamente se entendía.

-¿Amelia te encuentras bien?

Ella seguía tosiendo.

-Si descuida, algo adolorida, pero he estado peor.

-¿Que sucedió? - pregunte.

No lo sé cuando llegue la casa ya estaba en llamas, me metí pensando que habia alguno de ustedes a dentro, por suerte el fuego aun no habia llegado al cuarto de Mirian, y fue cuando la saque de ese infierno.

Abrace a Roja en agradecimiento, y por que me alegraba de verla bien.

-Gran ella necesita ser atendida. - Me dijo Helen.

-¿Puedes encargarte también de ella?, no te preocupes yo pagare todo Hel.

-Descuida idiota no pretendida cobrarte a ti...

Tome la mano de Helen y se la bese.

-Perdón por no estar muy atenta a ti, ahora, pero gracias Hel, Roja, escúchame Helen atenderá tus heridas, y mantendrá a Mirian oculta, necesito que las protejas, por si llega a pasar algo, de ¿acuerdo?

Helen me sonrió, ella entendía que no podía prestarle la atención que debía, pero al menos no parecía molestarle.

-Si cuantan conmigo.

Me acerque a Lay y a Mirian que aun seguían abrazadas.

-Mirian sabes que sucedió en la casa.

-No Gran, solo escuche vidrios romperse, luego sentí un fuerte olor a aceite y a humo, pero no vi nada más.

-Gran mi hermana necesita ayuda, mira...

Lay me mostro la palma de la mano de su hermanita, tenia una quemadura grave, note que amarrada a su cintura tenia un porta documento de metal... apenas lo toque sentí que seguía caliente, ella se tuvo que devolver a buscar el pergamino que tenia el árbol genealógico de su familia.

-Helen puedes hacer algo con esto- dije mientras le mostraba la quemadura de Mirian.

Ella puso mala cara, más por ver a una niña con una herida así.

-Si descuida, pero necesito llevarla rápido a ya sabes... para poder tratarla.

-Lay dejemos a Helen que se encargue de ellas, las cuidara bien, después averiguaremos que sucedió, aunque, me hago una idea, pero Roy nos necesita ahora.

Lay se repuso enseguida.

-¿Qué tienes planeado, Gran?

-Hacer una estupidez, pero esta vez voy a necesitar mucha suerte, y rogarle a Morrigan que esa persona que me tope sea quien creo ser y que este en este momento en la sala del trono del Justicar.

Me despedí de las chicas, a Hel le di un fuerte abrazo que fue bien recibido, después de eso nos fuimos rápidamente hacia el castillo, Hel me dijo algo, pero por las prisas no pude escucharla. 

-Gran no te entiendo nada, puedes explicarte mejor. - pidió Lay, con rostro entre confuso y preocupada.

-Los retare a un duelo por la vida de Roy.

Lay se detuvo por un segundo, estaba claro que no le gustaba la idea.

-No Gran, si alguien se va a enfrentarse a ellos, debo ser yo, es mi hermano, esta vez soy yo la que tiene que pelear.

-No te equivoques Lay, esa es mi idea, por si todo falla, pero primero intentare el dialogo, y segundo, necesito que tú arregles unas cosas, si ves que no puedo ganar en algún momento, libera a Roy y sácame de ahí luego, escaparemos por el bosque cerca del río.

-Creo que tu plan apesta Gran, como esperas que haga eso con el lugar lleno de guardias, y con todo los nobles viéndonos, además no te molestes por esto, pero soy mejor que tú luchando.

No pude evitar reírme cosa que hizo que Lay pusiera mala cara.

-No necesitas decirme que eres mejor que yo, eso lo sé, y sobre lo otro, fácil caminas como si tuvieras que ir a su sentencia, y luego atacas a los demás como si nada.

-Que horrible plan Gran.

-Si pero al menos ya no te encuentras tensa, y yo pude relajarme un poco, confía en mi, ganare el duelo contra quien sea, además todos me subestiman, y puedo ocupar eso a mi favor Lay, y tengo algo mucho mejor como mi arma secreta.

Ella nuevamente se detuvo en seco.

-¿Cual es tú arma secreta?

-La estoy viendo ahora mismo, Lay... si claro que tú lo eres, al final solo tu puedes cubrirme las espaldas, ahora roguemos tener un poco de suerte... llegamos, Lay si te digo que no ataques, no lo hagas, necesito confiar que puedes hacerlo.

-No me agrada tú idea, pero al menos comienzas a contarme las cosas, si vamos mi señor...

No pude evitar sonreír con es ultimo.

-Te gusta molestar con eso no Lay...

-Me encanta Gran.