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Crimen

Comencé a caminar para devolverme a la casa de Willfest, pero algo hizo que desviara mi camino, cerca de un callejón vi a la niña que una ves deje ir, oculta en las sombras, me dirigí, al callejón donde ella acechaba a una mujer muy bien vestida, cuando me acerque a ella me di cuenta que la niña quería asesinar a esa mujer, que era ni más ni menos la jovencita que había evitado hace un tiempo que le robaran el prendedor de plata y oro.

-Chica no deberías andar por estos tipo de lugares.

La chica se sobresalto al escucharme.

-Tu eres Gran, ¿no?

-El mismo que calza y viste.

La asesina, seguía sobre el tejado esperando pacientemente.

-Grandioso, sabes estoy algo perdida podrías ayudarme, debía ir a ver a una amiga cerca del barrio Irlandés, pero me perdí completamente.

-No estás mal, estamos en el barrio, pero te dijo algo más específico?

-Si a dos casa a la derecha del trébol verde, pero no se que es el trébol verde. - dijo la niña despintada.

-Eso es más claro, si mira sal de acá, y sigue recto cuando llegues a esa casa grande de dos pisos ese es e bar Trébol verde , luego dos casas a la derecha, supongo que ese debe ser el lugar donde vas.

-Muchas gracias, eres un encanto, te aseguro que te agradeceré por todo muy pronto Gran.

-Descuida no es necesario, es parte de mi trabajo supongo... A todo esto nunca te pregunté tu nombre.

-A si Vanessa Lancaster, disculpa soy algo despistada, tuve que haberme presentado el día que evitaste que me robaran.

Hey, hey, Lancaster, no debería ver ningún Lancaster por aquí, la guerra de las rosas... Esto está mal... eso significa que ella debería estar aparentada con el Rey...

-Un placer Señorita Lancaster. - dije mientras hacia una pequeña reverencia.

-No, no hagas eso, no me gusta ese tipo de cordialidades.

-Lo lamento, no lo volveré hacer, es solo que me sorprendió su apellido.

-Mucho mejor, háblame sin preocuparte de ya sabes mi linaje.

-No tengo problema con eso entonces Vanessa.

Ella se fue muy feliz por alguna razón...espero no meterme en problemas con su familia...

Espere que tomara un buen trecho de mi.

-Bien puedes salir, soy yo, nos conocimos hace un tiempo cuando te perseguí por los techos y bueno te deje ir.

Ella no salió de su escondite.

Saque un poco del dinero que había robado de los impuestos y se los dejé en el callejón.

- Es suficiente como para vivir dos o tres meses tranquilamente, espero que te ayude... Si alguna vez necesitas algo búscame, mi nombre es Gran... No sé si me entiendes en verdad...

Ella salto hacia la pequeña bolsa de monedas que deje en el suelo, me miraba con mucha desconfianza.

-Entiendes lo que digo?

Ella asintió, pero estudiaba cada movimiento.

Me senté ahí mismo donde estaba, agarre mi daga, cosa que ella hizo que se pusiera a la defensiva con su cuchillo en mano, yo le mostré la daga y la tire un poco lejos de mi para demostrar que no era una amenaza.

-Tu nombre, ¿Cuál es? ¿Puedes escribir tu nombre en el suelo?...

Ella hizo sonido con su boca, cosa que no supe interpretar, pero me hacía sentir muy mal el ver su lengua cortada.

-Perdón no te entiendo...

La niña escribió algo en el suelo, ella dejó de comunicarse, agarró la bolsa de oro y se perdió dentro de las sombras.

Me acerque para ver que habia escrito.

"Kerrer tu enjanar"

No puedo culparla por desconfiar de las personas supongo, al menos intento decirme algo... Eso es un avance.

Después de ese encuentro retome mi camino a casa me sentía algo raro, tenía una mezcla de pensamientos revoloteando en mi cabeza, a Hero, mi momento con Helen, que un Lancaster se encuentre en Irlanda y esa niña, Dios solo verla me pone triste, tal vez debería hacer algo...

Al estar perdido choque con un hombre el cuál tenía una capucha, ambos caímos al suelo por mi despiste.

-Lo lamento señor, no quise...

-Pedazo de mierda... Cómo osais... A tocar...

El hombre que acompañaba al sujeto con el choque se había puesto furioso que no paraba de insultarme.

-Callate Dugins.

-Como ordene mi señor.

Me levanté y le tendí la mano al señor que había votado por mi imprudencia, cosa que el recibió.

-Le pido disculpas, estaba distraído, no quise hacerle daño.

-Descuida entiendo que fuera un accidente, solo deberías tener algo más de cuidado muchacho. - Dijo amablemente.

Me disculpé nuevamente, y cada uno se fue por su camino, aún así el rostro de el se me hizo algo familiar... No me digas que ese era el Rey Eduardo... No lo dudo que diablos haría en Irlanda aún...

El primero golpeaba fuertemente con una espada de madera de entrenamiento a su contrincante, parecía aburrido de que nadie estuviera a su nivel, los reclutas hacían de todo para intentar golpear a Roy, pero el que lo intentaba salía fuertemente lastimado.

-Ya acabemos con esto por el amor de Dios, vayan a correr diez vueltas a la guardia... Nada de réplicas, vayan, y mientras lo hacen piensen en como solucionar su pésima esgrima, dan asco.

Con muchos insulto los reclutas se fueron corriendo, haciéndole caso a las palabras de Roy.

Yo me acerque a el riéndome un poco.

-Te pareces cada vez más a tu padre, hermano de escudo.

-Gran no molestes con eso, ojalá me pareciera más a él, así podría acercarme más a su nivel.

-Si sirve de algo Roy, a mis ojos no te veo tan lejos de tu padre, la diferencia entre el y tu, es la edad, y la experiencia que trae con eso, eso no podrás superarlo, pero si con la espada, solo debes examinar y encontrar una meya en todas sus puntos fuertes, si la encuentras la aprovechas.

Roy me miraba con rostro algo airado.

-Mírenlo, desde cuando te convertiste en un experto en el tema, oh Sir Gran, el mastín. - Dijo Roy jugando.

-Payaso y ¿Qué es eso del mastín?

-¿Que no lo sabes?, Desde que le ganaste a Fregan con ese extraño estilo tuyo, así te pusieron algunos, porque parecías un perro de caza tras un conejo herido.

-Interesante sabe eso, Roy, pero me gusta más el otro nombre, el "demonio" siento que impone más.

-Como digas, ahora dime qué tal un enfrentamiento amistoso entre ¿tu y yo?

Mire a Roy muy cansado, no era la primera vez que me pedía esto.

-Roy vengo de que Willfest me de mis golpes diarios, además si tuviera que luchar contigo, tendría que exigirme, así que paso, mi amigo.

-Que aburrido eres Gran, siempre me rechazas igual que mi hermana cuando pido que pelee conmigo.

-¿Le pides a Lay que entrene contigo?, No pensé que te interesaría luchar con ella como su estilo no es muy, ya sabes agradable por decir algo.

-Esa mierda nunca me a importado, Lay es mejor que yo, eso lo se y es algo frustrante, pero que le sienta así, no niega el hecho de que lo sea.

-Me alegra saber que la admiras, sería lindo que también se lo hagas saber... Bien hagamos esto cuando esté mejor otro día lucharemos, cómo entrenamiento Roy.

-Te voy a cobrar la palabra...

!Gran!

-Mejor ve rápido dónde papá, porque se escucha molesto.

-Así parece Roy, me largo, nos vemos.

El día prosiguió con más ejercicios de parte de Willfest, ahora se le ocurrió la brillante idea de ser sentadillas cargando un tronco cortado de madera que debía pesar unos 30 kilos sobre mi espalda, estaba seguro que los entrenamientos de Willfest me iban a matar antes que cualquier estúpido que blanda una espada.

Una vez terminaron mis ejercicios, intente ver si Lay estaba por aquí, pero no tuve suerte al encontrarla, entonces me tope con una acalorada conversación entre Roy y alguien bien vestido que no tenía idea de quién carajos era.

-Roy el puto regalado, el escudero que si no fuera por su padre no estaría aquí.

-Algo más para decir Claude. - Dijo Roy aburrido.

Claude puso mala cara por la respuesta de Roy.

-Señor para ti, regalado.

-Disculpe señor Claude, tengo órdenes de encargarme de los reclutas, así que debo retirarme.

-Detente ahí puto, no he terminado de hablar contigo.

Yo me acerque a ellos y me puse al lado de Roy.

-Señor Claude no creo que esa sea la forma de hablar de un noble.

Claude me ignoro completamente, pero me tenía nervioso que hubiera dos guardias armados detrás de el.

-Por que no tenemos un duelo amistoso Roy para demostrarle a todos que eres una farsa, ¿Qué dices?

No pude evitar reírme por eso.

-Que es lo tan gracioso que dije harapiento?

-Que perdería en un segundo, Señor Claude, de eso estoy seguro.

-No me hagas reír harapiento, mejor ve a jugar con tierra por ahí. - Dijo Claude haciéndose el importante.

-Señor Claude, está terminante mente prohibido tener duelos con la nobleza, así que debo negarme a su petición.

Claude sonrió de oreja a oreja, grito para que todos los oigan.

-Ven cómo Roy es un cobarde que no debe estar aquí, solo tiene un puesto que no se merece por el nombre de su pobre padre.

Algunos se rieron sobre todos los más nuevos otros se quedaron serios ante lo que sucedía.

Claude se acercó a Roy para decirle algo al oído.

-Sabes Roy tuve que acabar acompañado a mi padre cuando intento violar a tu hermanita, de seguro no se le hubiera escapado conmigo, pero te aseguro que pronto iré a buscarla junto con tu otra hermana y las follaremos hasta que no puedan más y mientras lo hacemos soltaremos a los perros...

El rostro de Roy se desfiguro completamente, todo paso en lapsus de segundos, él llevo su mano a la empuñadura.

Todo se había ido a la mierda ni siquiera pude hacer algo para detener a Roy, lo único que vi fue como el brazo cercenado del hijo del barón salió volando, Roy iba a terminar con la vida de Claude, tuve que envestirlo para que no lo logrará, pero el ataque con la espada le proporciono un horrible corte en la cara a Claude.

Todos se abalanzaron sobre Roy, por haber cometido un crimen.