webnovel

Una forma de ganarse aliados

—Sollozos y lloros cantan las almas en pena, cabalgando miserias avanzan por todo mi ser pues de mis cenizas escapan estrellas y de mi corazón surgen unas nuevas, no he tenido tiempo para regocijarme de mis logros pero si para llorar mis perdidas, el silencio lo cubre todo, otra vez a vuelto a nacer y con él el infortunio de un sueño a medias, ¿Este este mi castigo? ¿Ver como todos perecen frente al silencio? De las torturas soy el rey y de las desgracias el emperador, todos mi nombre maldicen cuando algo han perdido y por mucho que traten de recoger alguna de las cenizas.... Poco queda para aquellos que miserablemente han perdido, ¿Quizá debería de ser más amable? ¿Más divertido? De aquí para allá he ido alegando ser entretenido pero no es factible este sin sentido, de la muerte soy el gobernante y del dolor el emisario ¿Crees que alguien pueda perdonarme?—Terminó de recitar.

—Es curioso y entretenido ¿De quien decías que era?—Preguntó intrigado.

—Oh caballero, este fragmento pertenece a la tragicomedia del Lord del Silencio.

—Hm.... Tiene un título interesante ¿Quién es?

—El Lord del silencio es comúnmente conocido como La muerte o La parca, se dice que su tragicomedia fue escrita por uno de los reyes del Averno quien quería plasmar su gloria en papel, lo que acabo de recitar se encuentra en la primerísima página, lo curioso es que no es un monólogo, resulta que viene a representar a La muerte hablando con su hermano.

—¿Y quién es su hermano? ¿Algo contradictorio como la vida?

—No, su hermano también tiene muchos nombres, uno es El Finalizador, además tienen cargos similares de poder, la diferencia es que La Muerte gobierna el Averno y El Finalizador el infierno.

—¿No son los mismos lugares?

—Oh no, son algo diferentes, también hacen referencia a eso en el libro, cuando el hermano del Lord del Silencio hizo caer los cielos en su mundo la propia tierra y las ruinas del cielo se transformaron en el infierno, por otro lado el Averno se mantuvo donde siempre.

—¡Ah! Entonces el Averno es como el infierno original aunque no se llame así y el infierno es el resto de la creación pero gobernada por El Finalizador.

—Podríamos decir que si..

Pnicas comenzó a mirar más profundamente a Stuart a la vez que caminaba con emoción, hacía rato que habían abandonado el complejo de los bandidos para no causar sospechas, se suponía que acababan de traficar con un perro infernal, no podían quedarse por ahí dando vueltas y casualmente mirando la fortaleza.

Los primeros minutos fueron algo silenciosos, simplemente se dedicaron a caminar en dirección contraria al ayuntamiento, no podían aparecer por allí con Stuart, ni dejar que nadie los viera ir directamente hacia allí, su mejor opción fue continuar por el camino que habían tomado para llegar y una vez no hubiera lugar para confusiones ni encuentros fortuitos planear que es lo que iban a hacer.

Con el paso de los minutos la curiosidad de Pnicas no pudo ser retenida durante más tiempo y este comenzó a hacerle preguntas a Stuart, desde las más sencillas a las más complicadas, al principio lo estaba testeando, pero acabó por darse cuenta de que el perro sabía, probablemente, más que él y todos sus compañeros juntos, además, el no estaba muy seguro de esto, pero juraría que aquella criatura había resuelto algún que otro teorema matemático o discusión filosófica que había sido mencionada de refilón.

A medida que avanzaban los integrantes del grupo se daban cuenta de que las calles retomaban la densidad de población que deberían tener, esto significaba dos cosas, no todo un lado de la ciudad estaba controlado por los bandidos, lo que pasaba es que tenían una base general y seguramente alguna que otra guarida más, la segunda cosa de la que se dieron cuenta fue el hecho de que realmente a la gente le daba un poco igual las pintas que uno mostrase, nadie los miraba raro, incluso los niños pequeños se querían acercar a acariciar a Stuart, algo que muy normal no era, aunque hay que decir, cuando paseas tu mirada por la calle y encuentras: Elfos, Hombres lagarto, medio dragones, humanos, enanos, bestias amaestradas.... No resulta descabellado que no se sorprendan de tus pintas por muy raras que sean.

La caminata se extendió una media hora, no duraron más debido a que frente a ellos se presentó una especie de plaza con una gran fuente, aprovechando la conveniencia del lugar y que estaban a plena luz del día, por lo tanto no podrían atacarlos sin que nadie más lo viera, se dirigieron a la fuente y se sentaron en sus extensiones secas, el sonido del agua cubriría sus voces además podrían discutir sobre que iban a hacer sin llamar la atención.

—¿Y cómo es el cielo Stuart?

—Oh sobre eso-

—¡Ya! Ya basta, ha sido suficiente, llevas preguntándole cosas por un muy buen rato—Dijo Kevmel con angustia—No estamos aquí para eso, tenemos que pensar sobre lo que vamos a hacer ¿Entiendes? Dale un respiro a la pobre criatura—Dijo de rápida y certeramente.

—Vale, tranquilo..... Aguafiestas—Susurró.

—No se preocupe mi señor, tendremos tiempo de eso en otro momento—Declaró la criatura infernal.

Entonces a Pnicas se le iluminaron los ojos y observó a Stuart con unos ojos de emoción demencial que rozaban la locura esquizofrénica, o por lo menos así lo veía Kevmel.

—Bueno, sobre eso—Dejo escapar Tyler—Ya que estamos por aquí convendría inspeccionar la ciudad, ya sabéis, rutas de escape, posibles guaridas alternativas, lugares de asedio....

—Tienes razón, es en efecto algo muy importante preparar una buena estrategia, y más cuando estamos en desventaja numérica, deberemos de elaborar un plan donde podamos mover a los bandidos a los lugares más convenientes—Dijo la kitsune al mismo tiempo que dejaba con rostro de incredulidad a sus compañeros—Creo que esa tienda de ahí podría ser un buen punto de operaciones.

Ahí fue cuando se dieron cuentas, la gloria no duró por más de 5 segundos, Aisha había señalado en efecto un lugar decente, se encontraba en una de las esquinas de la plaza, el conjunto estaba compuesto por una gran circunferencia parecida a una rotonda, pero esta estaba a la vez fusionada con las calles, más bien era un cuadrado que tenía dentro un círculo y el círculo tenía dentro una fuente.

Como la tienda estaba en la esquina inferior derecha sería fácil confundir a alguien si se huía de él, además por el tamaño del establecimiento era segura que tenía una salida trasera a un callejón, en otras palabras, era un lugar cuanto menos ideal, a fin de cuentas el problema no era el posicionamiento, sino que al leer el cartel del negocio todos se dieron cuenta de algo ´´El Pan Burgués´´ eso y una imagen de una baguette conformaban el cartel de presentación.

—¿Alguna otra idea?—Preguntó esperanzado a la vez que miraba a sus otros compañeros.

Una pequeña discusión sobre lo que iban a hacer comenzó, reacia a unirse a aquellos que habían despreciado su panífera idea Aisha se decidió a observar el lugar, el suelo era, como todo el que había visto, pedregoso, los edificios estaban alineados de forma especial para así poder mantener una buena estructura y estética, todos los edificios convergían en un punto formando al final un semicírculo que acababa en una nueva dirección, es decir, si un edificio estaba al lado de un cruce en lugar de acabar en punta acababa en semicírculo para ocupar parte de la siguiente calle, pero bueno, eso solo aplicaba para los más cercanos, aquellos normales simplemente no tenían necesidad de reveses, sencillamente estaban colocados allí, con una entrada, y una terraza quizás, y todos sus extremos bien alineados en forma de cuadrado.

De tanto pasear su mirada Aisha se dio cuenta de algo, en todas las calles había un cartel que señalaba la avenida y una cosa llamada ´´estación´´ Estaba la del oeste, que es de donde habían venido ella y sus compañeros, la del norte, la del sur y la del este, pero curiosamente la del este tenía un letrero al lado con unas pocas letras y una X verde además a diferencia de las otras no había nadie caminando por esa zona.

Como sus compañeros seguían discutiendo sobre lo que harían, y no le prestaban mucho caso que se dijera, Aisha se dirigió hacia el cartel, varias personas vieron horrorizadas la caminata de la joven hacia aquel lugar, una vez quedó frente al cartel comenzó a leerlo.

´´Debido a un inconveniente de peligro 3, 1-20, no se le permitirá el paso a nadie que no posea licencia, inmunidad al veneno, o sea miembro del consejo de invocadores, agradecemos su comprensión.´´

—¿Te preocupa algo?

Aisha giró su cuello lentamente en dirección a la persona que la había llamado, su voz era peculiar y sentía que ya la había escuchado, pero aún así necesitaba cerciorarse, paseó la mirada por el sujeto y sus curiosas túnicas y entonces se dio cuenta.

—Ah, tú eres el cultista del otro día—Aisha continuó observando sus túnicas, eran exactamente iguales a las de la última vez, pero parecía que llevaba puestas otros ¿Quizá un recambio? Lo que si que era exactamente igual era su máscara.

—Así es, estaba paseando por esta hermosa ciudad y no he podida evitar fijarme en ti ¿Te preocupa algo? ¿Buscas a alguien?—Preguntó de forma dulce pero con su voz profunda.

—Ah bueno, estábamos planeando como derrotar a los bandidos mis compañeros y yo—Señala a su peculiar grupo—Y no he podido evitar fijarme en este cartel ¿Qué es eso de peligro 3, 1-20?

—Oh ya veo, verás, hay muchas criaturas que no pueden ser clasificadas ya que su poder excede ciertos límites, pero a las que si que se pueden clasificar se les da un rango del 1 al 20, por lo general una persona normal no podría ser ni un 1, es por eso que en el cartel pone que no puede pasar nadie que no cumpla ciertos requisitos, además como la cruz es verde la amenaza ha de ser del tipo venenosa—Explicó a la vez que miraba el cartel.

—¿Y por qué no ácida?

—Si fuera algo ácido el verde del cartel sería más oscuro, este es un verde muy claro.

—Ah ya entiendo, gracias—Dijo a la vez que sonreía.

—Hm... No es nada, aún así, ¿Vais a ir?

—Sería una buena opción para mejorar, además si ayudamos es probable que la gente quiera cooperar con nosotros en contra de los bandidos.

—Ya veo, eso es interesante, pero no veo que vayáis muy bien preparados.

—¿No nos vas a dejar ir?

—Yo no soy dueño de nadie, por supuesto que no—Metió su mano derecha en el interior de su túnica y sacó 4 frascos azules—Es solo que me preocupa un poco, toma, son pociones curativas, usadlas bien en caso de ser necesarias, la arrogancia no cura las heridas, las pociones si—Acabó por sonreírle a la kitsune.

Aisha tomó las pociones a la vez que movía un poco su cola, le devolvió la sonrisa a Eufrasio y se giró en dirección a sus compañeros, entonces comenzó a llamarlos al más puro y viejo estilo, gritos, tarde o temprano todos se giraron y fueron con ella, a Aisha le hubiera gustado agradecerle una vez más a Eufrasio, pero cuando se giró a verlo ya no estaba, trató de encontrarlo entre las personas con su vista, pero nada.

—¿Ha pasado algo?—Preguntó Tyler a la vez que observaba los alrededores.

—He encontrado una forma de hacer que las personas de por aquí quieran ayudarnos—Declaro orgullosa.

Todos se quedaron en silencio, miraron a Aisha muy fijamente, las cosas que decía tenían siempre un objetivo oculto por muy buenas que fueran, el ejemplo más reciente era el de la panadería como base, pero todavía ardía la llama de la esperanza.

—La calle de enfrente está cortada por culpa de un monstruo y solo la gente como nosotros puede cruzar, ¿No sería buena idea cazarlo para que las personas de este lado de la ciudad estén agradecidas y quieran ayudarnos en contra de los bandidos?

Entonces Kevmel sonrió satisfecho, Tyler afianzó aún más el agarre de su lanza y Pnicas observó con fervor hacia el frente, estaban de acuerdo al fin.