—Dummie, solo tómalas y termina con eso, sé que quieres hacerlo —dijo ella usando esta vez una voz tierna intentando atraerlo hacia ella.
—¿Qué pasó? ¿Ya no me quieres, no quieres sentirte controlada? —dijo él con una sonrisa presumida en su rostro al reutilizar las palabras que Emma una vez le había dicho a él.
—¿Controlada? ¿Yo? Ni siquiera podrías hacerlo aunque quisieras —dijo ella mientras seguía sentada encima de él cuando líquido empezó a salir de su lugar secreto.
El líquido corría por la parte superior de las piernas hacia el estómago de Aiden.
«¿Por qué de repente mi estómago está húmedo?», pensó Aiden sin entender el repentino desarrollo.
Emma estaba sentada encima de él, entonces cómo podría la camisa que él llevaba ponerse húmeda.
«Espera, ¿es el mismo líquido que salió del cuerpo de Mia cuando lo hicimos, pero es extraño, todavía no hemos hecho nada?», pensó Aiden encontrándolo raro que fuera lo mismo que la última vez ya que ni siquiera lo habían hecho.
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