Colegio "Glodin Arpez"
Un medio día con la brisa fría del clima. Jeff, quien se encontraba de pie y recargado en un muro de piedras en una avenida, cerca del Colegio "Glodin Arpez", era su primera pista que consiguió después de su larga investigación que llevaba a cabo de su hermana asesinada.
Esa pista le indicaba que dicho colegio era donde más frecuentaba su hermana pero él no encontró lógica a qué se debía. Pensó que tal vez su hermana se dedicaba a la enseñanza y educación de dichos colegiales; Jeff nunca tuvo en cuenta qué tipo de misión se le fue asignado a ella. El año pasado, él era frívolo que ni siquiera puso atención a lo qué su hermana se dedicaba.
Le era difícil encontrar más información de su hermana a pesar de la cyberpatía que ejercía, le parecía misterioso que esa información de su hermana desaparecíera de la nada.
Había viajado desde la ciudad Solé hasta la Región "B", un kilómetro colindante con el Bosque Darkness. También eso no le pareció una simple coincidencia, percibía un extraño presentimiento.
Con sus auriculares, escuchando música rockera, solo espero el momento exacto para entrar a hurtadillas al colegio.
Luego de unos minutos, todos los estudiantes salían en montones del colegio, riendo y conversando; en cierta esquina de la salida, Etna caminaba con la cabeza inclinada hacia el pavimento, en su interior rogaba para que su hermano Caleb, la viniera a recoger lo antes posible aunque sería inútil ya que había salido media hora antes de lo previsto. Y lo peor de todo que no tenía un móvil para mandar un mensaje de texto o un amigo para pedirle un favor.
Era una tortura para ella soportar esas burlas desdeñosas y esas miradas con total desprecio y aversión que le lanzaban sus compañeros del colegio; era desagradable para Etna que todos la rechazaran, solo por esa cicatriz en la mitad de su rostro.
Apenas era evidente, aún así, eso le molestaba, usaba de todo, incluso su hermano la sometió a un tratamiento pero ni eso le reducía la cicatriz. Solo se aplicaba una jalea para aliviar esa ardor de su piel quemada.
Deseaba no asistir al colegio pero faltar a clases sería desastroso, solo medio año para terminar el colegio y quería evitar ir a la preparatoria.
Caminó a zancadas, atravesando el gran portón de metal, cuando creyó que estaba librada, un grupo de estudiantes, la detuvo.
- Oh, miren chicos, es la ¡cara quemada!. - exclamó un chico del mismo grado de ella pero diferente grupo.
Los otros dos chicos rieron maliciosamente a tal comentario. Etna solo apretó con fuerzas su mandíbula para no replicar. Su hermano Caleb le había dicho que no hiciera caso a las palabras ofensivas.
Los tres chicos eran conocidos por ser unos brabucones; a no ver reacción de parte de la chica, él más rebelde de piel marfil y ojos negros, pronunció con desdén: - Eres la chica más fea del colegio.
- Jajaja...oye, ¿no te da vergüenza asistir con esa cara fea?, no sé por qué vienes a este colegio prestigiado, no deberían dejar entrar cosas horribles como tú. - comentó otro chico que fruncia sus labios en una mueca.
<<Éstos tontos, son muy persistentes.>>, pensó Etna con molestia.
Sin más remedio, ella se armó de valor y las fuerzas suficientes para parar la situación. Dio una zancada grande hacia el frente y provocando que los chicos tambalearan al paso de Etna.
- ¡¡Ey!! Tú... - gruño uno de los chicos pero
Etna no frenó sus pasos y salió despavorida hacia el camino opuesto. No tenía de otra, ¿cómo podría enfrentar eso tres chicos?.
Con pasos frenéticos y el cabello alboratado, dobló a la izquierda, llegando a la avenida, justo donde se encontraba Jeff, ella sin darse cuenta de esa presencia, paso por su camino.
Los chicos la seguían con un coraje inmenso. Etna no pudo más y se detuvo unos metros adelante de Jeff, quien seguía escuchando música, ajeno a lo que pasaba a unos metros adelante.
En cuestión de segundos, los tres chicos enfurecidos, llegaron hasta Etna y la acorralaron de inmediato.
Etna respiraba con dificultad con el fuerte latido de su corazón. Se pego de espaldas contra el muro.
- Vaya, eres muy atrevida para desafiarnos. - gruño el chico que casi cae cuando Etna los empujó.
Etna simplemente se encogió de hombros y con su cabeza inclinada.
- Eres fea, nadie se fijaría en ti. Aparte ni amigos tienes...jajaja. - agregó el mismo chico con una carcajada.
Entonces, él que se había mantenido sin insultarla, habló: - Muéstranos esa cara tuya.
Etna se le heló la sangre, esa voz y la manera de hablar, provocó que empuñara su mochila. Se aguantaba las ganas de llorar y no deseaba hacerlo enfrente de ellos y menos de ese último chico, de piel bronceada y ojos aperlados.
Por otro lado, el astuto de Jeff, se mantenía con sus ojos cerrados. Siendo desapercibido de los demás.
A pesar de tener sus auriculares y escuchando música a todo volumen, percibió muy bien aquella discusión; esas palabras llenas de desdén contra alguien.
A Jeff por eso no le agradaba la raza humana, se peleaban entre ellos, eran ladrones despiadados y lo peor que los humanos eran sus propios enemigos que los llevaba hasta la muerte.
Eso para Jeff era de lo peor. Siempre tenía en mente que la raza humana era débil y frágiles; fáciles de romper. Ignorando la situación, se concentró en la canción, sin embargo, aquellas palabras lo sacaban de órbita. Abrió sus ojos y a lo lejos, vio como esos tres chicos emanaban coraje y cómo la chica se mantenía encorvada.
<<Esos críos, qué ruidosos y molestos son.>>, pensó Jeff sin dejar de ver esa agresión verbal.
No quería interferir pero algo dentro de él vibró, veía con cautela a la chica encorvada y rígida.
Torció una mueca y a pasos sigiloso a se acerco a ellos.
Los chicos seguían mirando con desagrado a Etna, el chico más rebelde y gruñón estaba a punto de acercarse a ella, pero abruptamente los tres se pasmaron al sentir ese aire frío detrás de ellos.
Él que estaba a punto de acercarse a Etna, torció su cuello y vio a ese joven alto, más que ellos, y de cuerpo fornido; Jeff los miro con una expresión fría y siniestra.